viernes, 25 de mayo de 2012

El día del 2-1, o del 1-2

Jugadores de ambos equipos, al final del segundo partido. La película continúa hoy (Guerrero / Melilla Hoy)
Suele decirse que el tercer partido es el clave de las series de 'playoff'. Como tantos estereotipos al respecto, mucha razón tiene y no tiene al mismo tiempo. Sin ir más lejos, en la eliminatoria pasada frente al Ford Burgos fue el rival del Cáceres el que ganó el tercer partido, pero no la serie. Lo importante es ganar el último. Así lo suelto, rompiéndome la cabeza.

Llega el día del 2-1, o del 1-2. Habla el Multiusos, me he atrevido a titular mi previa en el periódico. Sí, eso es lo que va a pasar. Va a hablar para bien o para mal, en el sentido de que la oportunidad para plantarse en la final se va a explorar al calor del hogar. Tengo mucha curiosidad por ver la respuesta del público. ¿4.000, dice algún optimista?

Tras una semana en la que los precios de las entradas y las declaraciones de Toni Pedrera han marcado el ritmo informativo, llega la hora del baloncesto. Con la duda de Antelo hasta el último momento (hay un momento que no sé si realmente es duda o es una estrategia, aunque a Gonzalo García me parece que no se la dan...), el Cáceres llega bien posicionado para hacerse con el control del pulso. En los 80 minutos jugados hasta ahora ha sido globalmente mejor, pese a la ausencia de su máximo anotador y reboteador, pero eso no garantiza serlo en los 80 que vienen. Hay que seguir como hasta ahora. Ya habrá tiempo de pensar en el descansadito Menorca, que volvió a vencer ayer al Navarra con holgura.

El Melilla sí ha hecho muy bien una cosa: sacudirse cualquier tipo de presión. Me pareció un tanto exagerado por parte del Cáceres intentar mantener que ellos seguían siendo los favoritos, pese a haber perdido el factor campo en el primer partido. Pero no tenía otro remedio: el equipo de Gustavo Aranzana se ha hecho acreedor al favoritismo por lo que pasó en la ciudad autónoma. De hecho, hay un mensaje curioso en el hecho de que el Melilla no llegase hasta pasadas las doce de la noche a Cáceres: aunque obviamente nos tomemos en serio, no nos importa asomar el morro por el Hotel Barceló V Centenario a la hora que sea si es lo que creemos que nos conviene.

Ese clima de euforia mal entendida puede ser el enemigo de los cacereños que, aunque no lo puedan reconocer públicamente, saben que hasta ahora han sido mejores y que las ausencias de Robles y Antelo quedan casi equilibradas por las de DeVries y McKeither en el rival. Esto reduce los partidos al pulso desesperado de dos equipos de rotaciones muy cortas, muy dependientes de sus jugadores 'on fire', como Salva Arco y Francis Sánchez. El Cáceres parece tener un poco más de pólvora, sobre todo por dentro, y más todavía si Antelo puede aportar algo hoy y/o el domingo.

Bueno, dejémoslo un poco por ahora. Total, darle tantas vueltas a todo cuando, al final, decidirá el Fary.

PD: Aranzana se reivindica. Se le ve muy a gusto en territorio 'playoff', como si este fuese el tipo de reto por el que se hizo entrenador. No digo que haya estado desmotivado o perdido durante la liga regular, pero ahora está especialmente metido, sabiendo que está recuperando imagen con cada decisión acertada en estas semanas, que están siendo muchas. Fenomenal por él. A nivel personal es un buen tipo, os lo aseguro. Pero un matiz que ya hemos apuntado aquí en alguna ocasión: cuanto mejor está jugando el equipo ahora, más cantoso es lo que ha pasado anteriormente.

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