domingo, 27 de abril de 2008

Crédito y el datito curioso sobre Joffre Lleal




Es un momento complicadillo, ¿verdad? La sensación hoy en Prat no ha sido excesivamente buena y los otros resultados incluso hacen que el puesto en el "play off" de ascenso no esté todavía asegurado, por mucho que durante algún tiempo hayamos tenido la impresión de que sí. No sé, quizás es un poco culpa de todos haber creado un clima de cierta relajación, de pensar que había que guardarse un poco para esa eliminatoria intermedia. Seguramente el equipo amarre alguno de los partidos que quedan y esto sólo quede en una situación incómoda, pero que de momento está ahí.




Yo pediría un poco de crédito para esta gente, y mira que con lo de la tele he cogido un poco de fama de negativo y crítico (va por épocas, no es la primera vez en mi carrera periodística). Me refiero a que hay que darle un margen de confianza a una plantilla y un cuerpo técnico que se ha levantado admirablemente cuando estaba entre la basura. No se pueden admitir derrotismos cuando se han perdido únicamente tres partidos en toda la segunda vuelta, todos ellos fuera. Y claro que escuece perder (y cómo se ha hecho) ante el Prat, pero hay que ser prudentes y no pasar ahora al otro extremo. Si el equipo recupera las sensaciones y cierta frescura, dará la razón a los que pensamos que puede hacer todavía algo grande. Grandísimo. Hay que esperar antes de ponerse ácidos, porque no es lo mismo hacerlo con un equipo que va abajo y ha hecho varias veces seguidas el ridículo (el Pozuelo Team, sin ir más lejos) que hacerlo con los que hace cuatro días estaban ganando su octavo partido seguido.




Es lo que intentaba explicar hoy en la retransmisión, aunque, claro, hay que currar cuanto antes para despejar las dudas. De todos modos, y sigo autocitándome, lo de la tele ha revolucionado lo que puedan pensar los aficionados sobre su equipo cuando va fuera: ahora cada uno saca su juicio personal sobre lo que se hace con conocimiento de causa, habiendo visto todo. Y eso es un tesoro, ¿verdad?




Completaré esta entrada ampliando algo que alguno desconoceréis y que también he apuntado: Joffre Lleal, el jugador del Prat y verdinegro durante los dos últimos años en ACB, jugó contra el Cáceres CB ¡¡¡en la temporada del ascenso a la ACB, la 91-92!!! Ahí arriba lo tenéis, con el número 15 del Monte Huelva. Han pasado 16 años de aquello y como es lógico es un caso único en la categoría. Aunque sus mejores tiempos pasaron (campeón y jugador más valioso de la liga portuguesa), aún vemos que puede ser un útil para la LEB Plata. Este verano cumplirá los 37. En Huelva apareció llegado desde su ciudad natal, Badalona, donde se formó en el Sant Josep. Luego llegaría a debutar con el Joventut en ACB.




Debía ser aquel Joffre un chico impetuoso. Cuentan que tuvo algún problema disciplinario. Y de hecho, en uno de los partidos que jugó contra el Cáceres acabó llegando a las manos con Gabriel Abrines, que mira que era un tío tranquilo. No era un gran equipo aquel Huelva, pero tenía la particularidad de que seis jugadores eran de su cantera. Antonio Márquez y Cristóbal Rojas se repartían la dirección de juego, Luis Blanco (ex Caja de Ronda) y el uruguayo Quique López Vilas eran los principales aleros y por dentro Pepón Artiles --uno de los mejores jugadores de aquella Primera-- y Tom Gneiting --el típico pívot blanco de gran capacidad reboteadora, aunque algo cortito en ataque-- partían el bacalao. Ahora pasan un momento triste por los temas económicos, algo que recuerda claramente a lo de aquí.




Un pequeño buceo en la hemeroteca me dice que en la primera vuelta (octubre del 91), Joffre jugó siete minutos y anotó dos puntos en el triunfo del Huelva ante el Cáceres (70-60), en el que sólo rebasaron los diez puntos Okac (14), Roberto Gómez (10) y Felipe García (15). En la segunda vuelta, ya en enero del 92, los de Martín Fariñas se cogieron bien la revancha: 106-87 con 27 puntos (y 5 tapones) de Okac, 17 de Roberto, 15 de Benedé, 14 de Abrines y 11 de Felipe García. "Al Yufra" (pronúnciese con acentillo catalán): seis minutos y dos puntitos.




Su etapa en el Cáceres no fue excesivamente feliz. O al menos a mí no me gustó. Trasladar todos los recursos ofensivos que acreditó en Portugal no era sencillo en una liga mucho más fuerte y además hacerlo en un equipo en decadencia "post Paraíso". Alfred Julbe pensaba que podía ser un jugador importante en la ACB y se equivocó. Al final, los dos acabaron peleados porque el jugador no quiso operarse de una historia que, según el entrenador, hubiese mejorado su rendimiento. Por cierto que Alfredo le entrenó siendo un niño en el Sant Josep. Lo malo es que había firmado dos años y Hussein "tuvo que comérselo", a pesar de que no le gustaba nada. Al final de la temporada del descenso acabó jugando muchísimos minutos (sólo estaban Beechum, Eslava y él de aleros) y al menos demostró el coraje de no esconderse en muchos momentos importantes, en los finales de los partidos... aunque en alguno que otro falló lamentablemente. Recuerdo pocos jugadores tan propensos a hacer faltas en ataque.




A nivel personal sí me parecía un tío salao (una cosa no quita la otra, claro), al igual que su mujer, la pívot Meritxell Salvador, que acabó jugando en aquel Don Frío que disputó la fase de ascenso. Tengo dudas, pero creo que ella era más alta que él (1,96 por 1,94). Lo mismo es el único jugador profesional de baloncesto al que le sucede esto.

martes, 22 de abril de 2008

13-3-93: La peor cara de la afición


Muchísimas veces he escrito halagando a la afición de Cáceres. A nadie se le oculta que fue clave en el ascenso y en los primeros éxitos en la ACB, ya que, como alguien dijo antes, los equipos rivales salían con un -10 en el marcador antes del salto inicial. Acuñé una expresión refiriéndome a la hinchada ("los fieles a la religión verdinegra") que expresaba perfectamente lo que sentía. Aquello era implicación, identificación y un gramo de locura y en cierto modo hoy lo sigue siendo: el baloncesto es el deporte de Cáceres y parece que pasarán muchos años hasta que deje de serlo. Y lo es no por los jugadores y entrenadores que van y vienen, o los periodistas que intentamos contar lo que pasa (por mucho que a alguno no le guste lo que decimos o cómo lo decimos), sino lo es por su gente, por los que pagan su abono o su entrada, por los que consumen baloncesto, por los que sienten esto profundamente. Por los que estaban antes del "boom" y por los que se incorporaron luego. O por las nuevas generaciones, esos que no han visto jugar a Kevin Pritchard, Nebojsa o Enrique (¿cómo explicarlo?) o su padre les ha contado mil veces la canasta de Jordi y ellos la han visto en Youtube con el mismo orgullo que un madridista ve los goles de Di Stefano o un "culé" los de Kubala.


La afición de Cáceres es maravillosa, aunque también ha protagonizado un episodio negro como el que me pide Iron que recuerde: el 13 de marzo de 1993 aquí se tocó fondo y se abrió una profunda reflexión sobre qué afición queríamos ser y cuál éramos realmente. Aquella tarde, decenas, centenares de objetos cayeron a la pista del V Centenario cuando faltaban dos minutos para el final del Cáceres CB-Dyc Breogán y los árbitros Ramos y Llamazares, causa de las iras, tuvieron que suspender el encuentro durante unos minutos esperando que los ánimos se calmasen.


¿Os lo podéis imaginar ahora? Ni de coña. Cayeron revistas (una gratuita que hacía servidor, llamada "Triple") y también latas, botellas y algún objeto más que no puedo identificar, pero fue una auténtica vergüenza. Algo, como os digo, difícilmente imaginable ahora, o tan siquiera los años siguientes, porque la lección se aprendió bien. Muy bien. Pero pudo costar muy caro.


Revisemos un poco los acontecimientos. El Cáceres llegaba tocadito a aquel partido: con 8 victorias y 20 derrotas (muchas para un público acostumbrado a ganar el año anterior) se jugaba sus últimas opciones de evitar el "play off" de descenso. Kenny Walker había llegado aquella semana, pero no había sido dado de alta aún en sustitución de Lance Berwald. Tras un pésimo arranque (34-40), el equipo entonces entrenado por Manel Comas supo reaccionar y entre Reyes y el propio Berwald le dieron la vuelta a las cosas (56-50). Sin embargo, varias decisiones arbitrales volvieron a cambiar el signo del choque, hasta unos lanzamientos libres de Perasovic que pusieron por delante al Breogán en el momento crítico (71-72).


Fue entonces el peor momento, la infame lluvia, hasta el punto de que, en una imagen totalmente inédita, José María Bermejo tuvo que bajar del palco a la pista para pedir calma, pero al final se despachaba a gusto con Ramos y Llamazares: "No es nada plausible lo que ha hecho el público, pero también hay que tener en cuenta que las provocaciones son ya reiterativas y que ésta es la tercera o cuarta vez que se sale un poco de madre y creo que hay que reconocer que el público también paga y quiere ver un espectáculo y creo que no está bien que unos señores de gris vengan aquí protegidos y envestidos en su autoridad para provocar a 5.000 espectadores que han pagado su localidad para animar a su equipo. Hay que reconocer que el Cáceres hoy no ha estado en muchas ocasiones a la altura, pero tampoco es normal que haya habido un machaque de los colegiados desde la primera jugada y que hayan estado constantemente machacando y provocando no sólo a jugadores sino también a aficionados. Esto hasta cierto punto es lógico que el espectador lo exteriorice".


Visto con distancia, resulta un pelín grotesco, ¿no? Aficionados lanzan un montón de objetos a la pista y el presidente casi lo justifica. Sobre todo porque unos días después, el Comité de Competición clausuraba el V Centenario por un partido, pero los sucesivos recursos permitieron que la sanción se cumpliese en el primer partido de la siguiente temporada --aquella famosa derrota en Sevilla ante el Huesca-- y se pudiera jugar en casa el decisivo "play off" de permanencia ante el Ferrys Lliria.


El Breogán, liderado por Perasovic (22 puntos), acabaría ganando 71-76. Nada de esto se volvería a repetir en los siguientes años en ACB y LEB. Supongo que fue un momento que aporta madurez, algo necesario cuando se crece tan rápido. La gente de Cáceres sigue protestando con fuerza contra los árbitros porque entra dentro del juego generar esa presión para favorecer al equipo, pero lo hace con suma corrección. O, mejor dicho, sin rebasar los límites que permite la legalidad.


No me gusta mucho hablar de los árbitros, a pesar de que no siempre han estado bien, claro. No suelo referirme a ellos en mis crónicas (algunos lo reprochan, claro), pero pensad que suelen equivocarse mucho menos que los jugadores. "El público cacereño, el mejor de la ACB, mostró ayer su peor cara", escribió José María Ortiz el vergonzoso 13-3-93. Menos mal que ya estamos vacunados de nosotros mismos, probablemente a partir de esa tarde.

miércoles, 16 de abril de 2008

Ya están los vencedores

A falta de lo que suceda con el entrenador --Manolo Flores tiene una buena ventaja sobre los demás--, ya está decidido el mejor quinteto del Cáceres CB en su historia. En algunas posiciones ha habido mucha emoción, resolviéndose por un voto incluso alguna de ellas. Habéis elegido a:

Base: JORDI SOLER (93-95)
Escolta: NEBOJSA ILIC (93-95)
Alero: JOSÉ ANTONIO PARAÍSO (94-2000)
Ala-pívot: RAYMOND BROWN (93-95)
Pívot: ROD SELLERS (94-97)

Como veis, un quinteto bastante basado en el equipo que fue semifinalista de la Copa Korac en 1995. Menciones especiales tienen Kevin Pritchard, Enrique Fernández, Stanley Jackson, Mike Ansley, Danya Abrams y Kenny Green, que podrían componer un hipotético banquillo.

Ahora no tengo demasiado tiempo para escribir sobre ellos, aunque a varios me he referido ya. Mi aportación a esta votación es la siguiente: intentaré localizar al quinteto ganador y transmitirle vuestras preguntas. En algunos casos será más difícil que en otros, pero...

Ya podéis enviar vuestras preguntas para Soler, Ilic, Paraíso, Brown, Sellers o (en principio) Flores.

Saludos y gracias por participar en esta idea que me apropié de "Bujaco" en el foro ACB.com.

jueves, 10 de abril de 2008

El mejor quinteto marcha... ¿añadimos un entrenador?
















Mola esta idea de que se vote el mejor quinteto histórico del Cáceres CB. Ya sé que es un poco injusto comparar épocas y estilos, pero es un pasatiempo divertido que, en nuestro caso, no creo que haga daño a nadie. Así es que, saliendo la propuesta en el foro de ACB.com (este "Bujaco" que lo dijo no tiene nada que ver conmigo, pero gracias) hemos preferido finalmente que sea aquí, en este reducto del pasado, donde se decida por parte de los aficionados. Yo también votaré, aunque de momento no lo he hecho.

Desde luego, en algunos puestos habrá emoción y en otros no tanta. Desde el principio vimos como indiscutible que Paraíso era el mejor "3" y probablemente el mejor jugador de la historia del club y Rod Sellers el mejor "5". Mucho más abierto está el tema del base (el "Pritchard español", Jordi Soler, contra el "Soler norteamericano", Kevin Pritchard), del escolta (la emotividad de Enrique contra la capacidad anotadora de varios extranjeros) y del "4", que, como ya se ha dicho, probablemente sea el puesto donde más y mejor gente hemos tenido por aquí.

Se me ocurre que también podemos añadir un entrenador, si no os importa. ¿Qué hacemos? Fariñas logró el ascenso, aunque luego el debut en ACB no tuvo suerte; Comas afrontó dos dificilísimos playoffs de descenso y los solventó; Flores tuvo un quinto puesto liguero, la semifinal europea y la final copera, aunque también dos amargas destituciones; Pesquera sacó el tema adelante en un año muy difícil; Casimiro le dio un barniz de racionalidad a todo que hubiese sido genial que siguiese; Julbe revolucionó el ambiente y proporcionó el último momento de gloria, la semifinal copera de Málaga; Hussein... no creo que tuviese la culpa del descenso: lo tenía todo en contra y antes en Canarias y ahora en Murcia se ve que es un buen profesional.

En fin, ahí queda el reto. Mirando al fin de semana, se presenta un interesante partido en Gijón. Si no hay problemas de última hora (con esto de los satélites y los equipos de realización siempre hay que andarse con cuidado), os comento que el partido se dará por Vía Norba.

viernes, 4 de abril de 2008

Pensar en Francesc Cabeza (y los que vengan)





Pues ya lo sabéis: Cáceres, sede de las "finales a cuatro" de ascenso a ACB, LEB Oro y LEB Plata los días 30 y 31 de mayo y 1 de junio. Vaya San Fernando que vamos a tener, sobre todo si el Cáceres 2016 se mete en su fase final, aunque antes tiene que meterse entre los nueve primeros (fácil) y, en principio, superar una eliminatoria previa con el factor campo en contra ante rivales como Axarquía, Illescas, Almería, Akasvayu Vic o Farho Gijón (difícil).



Es por esto último por lo que es el momento de alegrarse de la designación y de darle las gracias a la Federación Extremeña por conseguir un evento de altura como éste, pero también de centrarse en conseguir la plaza en él. Porque por mucho que pueda estar el equipo jugando bien y mucho que pueda pensarse en cierta "leyenda negra" (que a FEB le interesa tener al anfitrión jugando, etc, etc), lo cierto es que para lograr el billete hay que seguir currando y jugando como hasta ahora, porque si no, será imposible.



Así es que esto debe empezar hoy mismo, que viene el Sabadell. Luego quedarán unos partidillos de liga regular para terminar de posicionarse y después el durísimo "play off", en el que habrá que ponerse las pilas para que la fiesta de finales de mayo pueda ser completa. Ya se vio en Illescas que hay que subir un peldaño de competitividad para poder ganar en canchas así y aquella derrota puede servir para mucho a largo plazo: no sólo se gana con la camiseta o porque tengas a dos "cracks" como Harper y "El Pollito" en tus filas. Este equipo ha empezado a enamorar cuando todos han aportado.



Yo también voy a pensar por ahora en el Sabadell, que trae a un "viejo conocido", Francesc Cabeza, y a otro que pudo ser del Cáceres 2016, el base Xavi Ventura, al que Fede Pozuelo quería a toda cosa. Pese a que llevaba un par de años sin jugar, ahora está haciéndolo bastante bien y habrá que seguirle de cerca. Lo mismo a Cabeza, al que conocemos bien con su extraño juego de "3-4", con buena mano y capacidad de pelea ahí abajo. Quizás su escasa estatura para esos menesteres le impedía ser más competitivo en LEB Oro, pero en Plata está cumpliendo de sobra.



De Cabeza recuerdo sobre todo su primer partido en casa en la temporada 2004-05, la segunda de las dos en las que el Cáceres estuvo en LEB. Era la segunda jornada y hubo victoria ante un equipo que terminaría subiendo, el Menorca (70-65). El catalán anotó 14 puntos en 32 minutos saliendo del banquillo, toda una sorpresa. Luego no haría una gran temporada, primero porque Ñete confiaba más en la corpulencia defensiva de Ramón Moya --que en ataque estuvo pésimo-- y después porque la cesión de José Angel Antelo resultó un éxito, sobre todo en ataque. Cabeza acabó casi de cuarto pívot, algo desesperado, aunque no lió ninguna y siguió trabajando y cumpliendo honestamente cada vez que jugaba unos minutillos.



Su historia me recuerda un poco a la de José López Valera: están marcados por ser de la generación de oro del baloncesto español, la de Calderón, Gasol, Navarro, Raúl López, etc., pero al no llegar a lo más alto, la lectura es doblemente amarga. Pero al contrario que López Valera, Cabeza, formado en la cantera del Barça, no destacaba especialmente, aunque sí fue titular en la final del Mundial junior de Lisboa como premio de Charly Sáenz de Aja por su buen trabajo. Tampoco sé si ha dirigido bien su carrera, porque, ¿qué sentido tiene ir al Bilbao Basket a la ACB para cumplir el cupo de nacionales, sabiendo que no vas a jugar absolutamente nada?



Os debo confesar que algo me ocurre con los jugadores de aquel "bienio LEB": a pesar de que están más cercanos en el tiempo, apenas recuerdo cosas particulares suyas más allá de cuatro datos superficiales. Parece que el desánimo de bajar de la ACB a la LEB y que los problemas económicos se mantuviesen nos narcotizó un poco aquella época, al menos a mí. ¿Alguien recuerda algo concreto de Shea Seals aparte de que jugó en los Lakers y poco más? Pero con el tiempo, uno ha terminado valorando que la LEB Oro actual es una categoría estupenda, muy a la medida del baloncesto cacereño. Y ahora terminad vosotros el razonamiento, porque yo ya he dicho al principio que no me quiero andar con euforias prematuras.