jueves, 17 de diciembre de 2009

Tres bases son multitud


No funciona nunca. O casi nunca, siendo generosos. Tener tres bases en una plantilla de baloncesto es un lujo innecesario que a no ser que se den unas circunstancias muy precisas, suele restar más que sumar. Es lo que pasa ahora en el Cáceres 2016 con la presencia de Alex González, Perico Sala y Pavel Ermolinski. El tercero está prácticamente marginado, en la lanzadera de salida si él quiere. Y es normal. De los 40 minutos que hay que repartir en esa posición, es extraño que se dividan en, por ejemplo, 15, 15 y 10. Ni aún así estarían contentos. Más bien lo contrario. Llevamos con el debate toda la temporada y va a seguir así, como un factor de ruido.

Parece que Alex va ganando la carrera. Ya no es el cadáver del principio de temporada, cuando salía 4 minutos y perdía 3 balones. No es una exageración. Sucedió en Zaragoza, por ejemplo. Le vamos conociendo y va gustando. No es un jugador muy regular, pero sí es agresivo de cara al aro y valiente, aunque falta por verle siendo importante cuando se va por detrás en el marcador. Ya digo: parece uno de esos tipos que se crece con el viento a favor. Defensivamente tampoco es tan “madre” como algunos dicen, creo yo.

Perico Sala está por debajo de lo esperado. Se nos presentó como el “Mesías” que iba a solucionar los problemas en el “1” cuando se le fichó al final de la pretemporada, pero no se le ha acabado de ver fino. En realidad, no es tan grave el asunto: su papel más adecuado en su carrera ha sido como reserva, dando descanso al Gianella de turno, como ocurrió en Plasencia. Tiene conocimiento del juego y demás, pero eso no basta de momento para discutirle la titularidad a Alex.

De Pavel ya se ha escrito todo. Con Aranzana ha jugado siete minutos en total en dos partidos (curiosamente, los únicos que lleva perdidos el nuevo entrenador). Lo tiene todo y no tiene nada: físico imponente, buen manejo, talentazo… pero escasa personalidad para llevar el peso del equipo y un tiro exterior francamente mejorable. Su juventud le condena además al final del banquillo cuando lo que se necesita en un momento tan complicado es oficio y determinación.

Históricamente, en el Cáceres CB tampoco funcionó nunca lo de tener tres bases. Veamos algunos ejemplos.

91-92: El equipo del ascenso también tenía su Ermolinski: Alvaro Rodríguez, un chaval sevillano de 19 años que medía 1,92 y subía bien el balón. Poquito más, aunque tenía su predicamento con el público teenager. Martín Fariñas tuvo su fase de enamoramiento con él y sorprendentemente le situó durante un mes por delante de los “profesionales” Angel de Pablos (un poco el Sala actual, pequeñito y con la mili hecha) y Toni Romero (parecidillo por el descaro a Alex). Curiosamente, Alvaro acabó siendo el que menos jugaba en la plantilla, quizás superado por la presión, vete tú a saber. Ya le preguntaré a Fariñas, que para el que no lo sepa trabaja en la Obra Social de Caja Rural en Badajoz. Alvaro no tuvo mucho más recorrido en el baloncesto: un año más vinculado, otro en Plasencia… ¿Alguien sabe algo de él?

94-95: A mitad de temporada está claro que Nebojsa Ilic no puede con su pubis y aparece un chollo económico como Sergei Bazarevich, recién cortado en la NBA. El ruso no era un alero, sino un base, y le trajo sombras negras a Jordi Soler, la “prima donna” del equipo y que vio reducido su protagonismo, y a David Brabender, postergado a partir de entonces. El equipo salvó los muebles en la liga, pero no hubo buen rollo. Tanto que ninguno de los tres continuó en el equipo –Soler hasta pagó 10 millones de pelas por pirarse al Murcia-- y el año siguiente se apostó por una dupla de directores formada por Pablo Martínez y Juanjo Bernabé, ya había debutado esa temporada en el primer equipo ya que estaba en el entonces vinculado Plasencia.

97-98: Otra de lo mismo. Problemas en la clasificación y Manel Comas se trae a su amigo Pablo Laso, ascendido automáticamente a la titularidad por delante de Pepe Arcega (qué bien jugó los años siguientes aquí el jodido maño) y por supuesto Bernabé. Una doble injusticia, aunque el equipo al final se salvara. Pero fueron ese tipo de operaciones las que hundieron económicamente al club: Laso jugaba en el Madrid y vino por una pasta increíble. Algún día contaré más despacio cómo me llamó por teléfono a mi casa para suplicarme que no enviara a Gigantes del Basket unas declaraciones suyas en una conferencia en un colegio mayor en las que rajaba sobre Bodiroga, que entonces vestía de blanco.

98-99: El colmo de los colmos. Pesquera heredó a Arcega y a Bernabé, pero se empeñó en traer a Paco García, aquel chaval que ni fu ni fa procedente del Estudiantes. Como no le valía con eso, y no sabía qué hacer con la tercera plaza de extranjero, tuvo un par de meses a un cuarto base, Norman Whiteside, que no superaba desde luego a lo que había. Antes había habido un pívot (el indescriptible Reggie Jackson) y se terminaría con un alero (el chuponcete Lamont Strothers). Paco García tampoco terminó la temporada y Arcega y Bernabé estuvieron más que correctos.

00-01: Julbe no hacía muy buenas migas con Arcega (la relación entre ambos a lo largo de sus carreras da mucho de sí, sinceramente). Así es que cuando se hizo cargo del equipo en sustitución de Flores, quiso poner su sello personal apostando por Oscar González, que entonces en el Cajasur era un buen base de LEB (lo mismo que ahora, vamos). Pero el maño siguió a lo suyo, jugando decentemente a pesar de los problemas físicos y compartiendo casi todos los minutos con Bruno Hamm, el talentoso francés que, por cierto, también acabó a tiros con el entrenador. Ya con Pepe fuera, Oscar tendría más protagonismo el año siguiente en un puesto más lógico de segundo espada por detrás o bien de Andre Turner o de Ferrán López.

jueves, 10 de diciembre de 2009

Revisionismo verdinegro



Me encanta el concepto de "revisionismo", la "tendencia a someter a revisión doctrinas o prácticas establecidas para actualizarlas". Así, según el diccionario, no debería sonar a insulto que hoy en día te llamen "revisionista", que es una de las peores cosas que te pueden decir en el mundo occidental. Está íntimamente relacionado con las teorías que aseguran que el holocausto no existió, que los judíos fueron respetados por Alemania, que no murieron tantos y que los nazis libraron una guerra limpia en la que entraron porque no tenían más remedio. También hay revisionistas sobre las "cosas de casa", como los que apuntan a que el bando nacional fue provocado hasta el fin por la República para iniciar la Guerra Civil y que el trato a los prisioneros rojos siempre fue respetuoso y los castigos, justos. Y también hay quien hace la interpretación contraria, una lectura de la contienda que más bien se ha impuesto desde que se instauró la democracia.




¿Esto no era un blog de basket, por cierto?




Eso sería revisionismo del malo, el que ha hecho que la palabra tenga un matiz claramente negativo. Deformar la realidad, mentir, siempre es negativo, pero... ¿qué hay de malo en revisar doctrinas y prácticas establecidas para actualizarlas? En teoría nada. Sin pensamiento y sin cuestionarse lo impuesto, no hay evolución. ¿Era Galileo un revisionista por defender que la tierra era redonda? En el buen sentido, sí.




Esta reflexión viene a cuenta de este blog en general, en el que muchas veces se reflexiona sobre el pasado del baloncesto cacereño, "se revisan" los acontecimientos, y en particular viene por un reportaje "tipo Bujacocesto" que he publicado hoy en mi periódico. Aquí dejo el link para el que no lo haya leído.








Va sobre la compra de la plaza de Cáceres a Vigo en 1991, algo que ya comentamos aquí en su momento y que pensé que recobraba actualidad porque ambas ciudades se enfrentan por primera vezmañana.




Algunos comentarios de los lectores se quejan de la falta de oportunidad de sacar a colación de nuevo estas historias del pasado. No es la primera vez que me comentan algo así y me provoca una reflexión interna. ¿Avanzar es simplemente mirar hacia adelante? ¿Debemos olvidar todo lo que ha ocurrido y privarnos de sacar una conclusión o simplemente intentar divertirnos e ilustrarnos con ello? A veces parece que todo lo del pasado es tabú: todas las etapas del Cáceres CB y hasta del Cáceres 2016 tienen sus protagonistas y en ocasiones escribir sobre ellos molesta a gente. Y no sé por qué. No me gustaría que, por ejemplo, dentro de un tiempo, escribir sobre "Piti" Hurtado fuese tabú, igual que no debe serlo sobre gente contrapuesta pero importante como Fariñas, Flores, Bermejo, César García, Julbe, Felipe Fernández, Ñete y mil más. Todos tendrán sus defensores y detractores, pero todos merecen un sitio en la historia y tienen la posibilidad de ser revisados.


jueves, 26 de noviembre de 2009

Dilemas europeos


Dejemos de lado un poco el presente [modo irónico on] --demos un par de partidos más a Aranzana para poder despellejarle con argumentos sólidos y sin remordimientos-- [modo irónico off] y miremos un poco al pasado para reflexionar sobre algo que estos días retumbaba en las radios: ¿le interesa al Atlético de Madrid de Quique Sánchez Flores seguir en la Liga Europa o le vendría mejor quedar eliminado y centrarse en la competición nacional?


No, esto no se ha vuelto un blog de fútbol, ni sobre el Atleti, mal que le pese al "indio" Macario. Simplemente es que la situación me conecta con lo que pasaba hace unos añitos aquí, cuando el Cáceres se metía a jugar en competición europea --¡cuatro veces!-- y al poco tiempo surgía el debate sobre si era mejor buscar la eliminación porque inevitablemente había problemas clasificatorios en la ACB.


Las circunstancias, desde luego, solían ser críticas. El equipo salía de Cáceres temprano un lunes, hacía dos o tres enlaces aéreos y luego, si no había suerte, tenía otro rato de autobús. Jugaba en alguna inhóspita cancha (quizás del este) el martes o el miércoles y pasaba noche por ahí. Muchas veces regresaba el jueves por la tarde sin tiempo apenas para preparar el siguiente partido, que muchas veces era el sábado y ya el mismo viernes debía coger otra vez el bus.


Aquellas noches europeas nos daban un subidón importante. Escuchar a Paco Mangut y/o a Andrés Campos narrando victorias en Grecia, Italia, Serbia, Croacia, Polonia, Rusia, Portugal, Suecia... te agrandaba, sentías que aquellos chicos de verde te ponían en el mapa. Nunca tuve ocasión de acompañar al equipo en aquellos viajes. Mi hermano José María sí, sobre todo el primer año europeo, el de la semifinal Korac, y pocas veces le he visto tan entusiasmado trabajando. Pero siempre había un pero. Tras saborear la gloria en Milán, el sábado siguiente te daban una tupa en Manresa. Y el equipo abajo normalmente.


Nunca se aclarará lo suficiente si el 20 de enero de 1998 Manel Comas dio órdenes a sus jugadores de no culminar la remontada en la eliminatoria de octavos frente al KK Zagreb. Se había perdido allí de un escandaloso 98-63, un mensaje inequívoco de que el equipo estaba hecho trizas. Sin embargo, una semana después, en una impresionante demostración, la desventaja de 36 puntos llegó a ser reducida a 32 a falta de minuto y pico (82-50). Y eso que al descanso la cosa iba 35-26. En una gran noche de Emiliano Morales (27 puntos, 9 rebotes, algún día hablaremos de él), el público del V Centenario flipaba, pero hubo un par de errores que evitaron el milagro. ¿Cómo era posible? Parecía que los jugadores querían decir: "no pasamos, pero porque no queremos, eh".


Europa daba prestigio, pero a un precio muy alto. Las lesiones se multiplicaban y ya se sabe que a los jugadores de baloncesto les hace más daño que a nosotros, los bajitos, ir en transporte público. Es lo que en cierto modo están pensando ahora en el Atlético de Madrid. ¿Merece la pena embarrarse con la antigua UEFA, todos sus partidos de jueves y sus largos desplazamientos cuando en la Liga estás tan mal?


No tengo la respuesta, pero como soy un poco romántico me inclino más a decir que cuando has luchado tanto por estar en un sitio (como era la competición europea para el Cáceres entonces) tienes que apechugar y apretar el culo para seguir compitiendo con dignidad, no entregarte. Pero la experiencia dice que todos aquellos años, el equipo mejoró en la liga a raíz de ser eliminado. Maldito romanticismo, ¿verdad?

lunes, 16 de noviembre de 2009

¡Extra, extra! Puaj...


Hay noticias que uno odia dar, ruedas de prensa a las que nunca le hubiese gustado acudir, chivatazos que prefieres no creerte porque duelen. Sí, cuando uno trabaja en lo que yo trabajo, tiene que dejarse muchas veces la persona en la puerta, al lado de la reproducción de Leoncia, y dejar que entre únicamente el profesional. Y eso es muy difícil. A mí me cuesta. Y no estoy muy seguro de querer luchar contra ello.


Hoy ha pasado lo de Piti, su marcha/dimisión/cese/aceptacióndelapuestaadisposiciondelcargoaladirectiva. No sé muy bien cómo llamarlo, porque me he ido de la rueda de prensa con la sensación de que en el fondo los directivos estaban deseando darle el tiro de gracia, aunque no dudo de que les ha dolido. Pero en el "off the record" cuentan que le ven destrozado, muy cansado, demasiado pendiente de las cosas que no eran el equipo, devorado por los pitos y la creciente (y, es mi opinión, exagerada) impopularidad que sufría. Casi uno pensaría que lo hubiesen destituido en un par de jornadas si la cosa seguía así. Pero le siguen considerando como un hijo. Literalmente.


Ha sido triste. Estas cosas lo son. Y es casi imposible que acaben bien. "Me he divorciado, pero mi mujer y yo hemos acabado bien". Mentira. Si acabas bien, es que realmente nunca te importó. Y no es el caso. En esta historia había amor. Y verdadero y profundo.
La escena ha sido brutal, aunque como me ha dicho luego uno de los asistentes, algo kafkiana: los jugadores al fondo de la sala con cara de palo, muchos amigos, sus padres y su mujer por allí también... Lágrimas de Pepe Sánchez a los cinco segundos de empezar a hablar (y Piti consolándole a su lado, parecía que el que se iba era el presidente), discursos emotivos y un par de salvas de aplausos, en las que tengo que confesar que seguramente he sido el único de la sala en no participar porque yo no iba allí a expresar mi cariño o solidaridad con Piti, sino a transmitir lo que se dijese. Supongo que durante unos segundos me dejé la persona en la puerta del pabellón. Sin embargo, estoy algo contento: pierdo un entrenador cercano, pero recupero un amigo, porque sé que en estos dos años nos ha costado a los dos tener una relación natural, como la que teníamos antes. Siempre nos pedíamos más de lo que podíamos dar.


Voy con un par de verdades amargas sobre él. Creo que se ha equivocado al echarle el órdago a la directiva. El lo sabe y seguramente sea el primer sorprendido de que no le hayan reforzado, porque su alianza siempre ha sido fuerte, él es parte fundamental en el parto del club. Se lo he dicho esta tarde cuando me ha llamado para decírmelo: creo que debía haber sido más duro, aguantar el chaparrón, haberle dicho a todos los que le pitaban "aquí estoy yo, no vais a poder conmigo". Pero supongo que eso lo puedes hacer cuando eres "de fuera". Estoy seguro que si un día entrena en Murcia, Burgos o Sebastopol lo hará, como hacen todos. Pero no se podía permitir ese lujo en casa, supongo que no.


Tres victorias y cinco derrotas. No era para tanto. Ha cometido errores, pero no para tantísimo desgaste. Me refrendo en todo lo que escribí ayer y que podéis leer aquí abajo. Había muchos motivos para ser pesimista, sí, pero también muchos para ser optimista. Confieso que me costó más rellenar la lista negativa que la positiva. Mucha suerte, Piti. Mucha suerte, Cáceres 2016.

sábado, 14 de noviembre de 2009

10 motivos para ser optimistas, 10 motivos para ser pesimistas


Como ahora se lleva mucho esto de las listas, me voy a marcar no una, sino dos, con toques de subjetividad, eh. Una lista para optimistas y otra para pesimistas con el Cáceres 2016, que no se diga que excluyo a nadie. Al igual que los “hombres de negro”, me debo a mi público.

10 motivos para ser optimistas

--Van ocho partidos de temporada y el equipo va 3-5. La situación es incómoda, sí, por debajo de lo esperado, sí, pero en absoluto desesperada.

--El equipo ya ha demostrado que puede jugar bien. Muy bien. La cuestión es alargar esos minutos, tener más constancia en la inspiración o en la confianza. Trabajar más en ello.

--La plantilla no parece estar mal hecha. Quiero decir: hay mucho de todo, no faltan recursos. La mayoría son jugadores de calidad y con experiencia. No es: “si nos cargamos a este y fichamos a un tío en esta posición, se soluciona la cosa”.

--El entrenador ha demostrado en las dos temporadas anteriores que puede hacer funcionar el cotarro. Un año no tardó casi nada; en otro, bastante (el partido de Burgos, primero de la segunda vuelta, como culmen). Pero las cosas que transmite acabaron saliendo.

--Los triples van entrando después de un arranque en el que ni uno veía el aro. No van a ser los que más metan en la LEB, pero tampoco los que menos, como sucedía.

--Hay un club fuerte. Peculiar en su estructura de toma decisiones, pero fuerte. El proyecto no se desangrará porque los jugadores no cobren puntualmente. Todo lo contrario.

--El vestuario está unido, me aseguran una y otra vez. No hay reproches dentro, no hay grupitos. Sólo gente en general positiva que quiere ganar y ganar.

--Es una plantilla bien dotada para el espectáculo. Si se arrancan a ganar, se supone que no lo harán simplemente con victorias, sino con una oleada de acciones vistosas (triples, mates, tapones) de por medio. Y eso suma.

--Quedan muchos partidos ganables en la primera vuelta para mejorar el “récord”. Palencia, Vigo, Ourense, La Palma, Mallorca… Ahí sí que no se puede fallar.

--La prensa. Es arriesgado por mi parte ser portavoz con esto, pero por lo general estamos con el proyecto, no vamos a despedazarlo ni a hacerle daño conscientemente. Haremos nuestro trabajo y diremos la verdad, como siempre, pero no vamos a hacer una crítica irracional ni cruel.


10 motivos para ser pesimistas

--Se han perdido dos de los partidos que dan la medida de cualquiera con las aspiraciones del Cáceres, de los que suben peldaños: Girona y Clínicas.

--El agujero de los terceros cuartos sigue ahí, insondable. 8 partidos de temporada y sólo se han ganado dos de esos parciales, con especial mención al de Menorca (32-8).

--Los aficionados están divididos. La grada se reparte entre los que aplauden siempre, los que pitan (durante y/o después de los partidos) y los que observan patidifusos. Como apunté en la entrada anterior, los seguidores no tienen unidad de respuesta ante los problemas del equipo.

--No se acaba de ver bien físicamente al bloque. Muchas pequeñas lesiones y la duda de si los bajones de los terceros cuartos obedecen a falta de fondo.

--Hay jugadores que no están dando la medida y ellos lo saben. Personalizando, de casi todos se pide más: los extranjeros, por serlo y se les supone un “plus”; los nacionales, por conocer la liga y darle personalidad al vestuario.

--Se sigue dando una respuesta muy desigual en la lucha por los rebotes, una estadística fundamental. Falta algo de agresividad en coger la posición y no se ha progresado mucho en ese aspecto.

--El entrenador no siempre maneja bien la tensión que acompaña todo esto. Es el emblema del club, pero parece que sólo para lo malo. Muchos no le tragan, pero también pasaba con casi todos sus antecesores en el banquillo, eso no es nuevo.

--Evidente peligro de que las derrotas que se produzcan no sean “por la mínima” con el consiguiente desgaste de imagen. El equipo del año pasado no solía arrojar la toalla y apenas tuvo resultados abultados en contra. En el de éste no lo veo tan claro por su facilidad para irse de los partidos.

--Sería ridículo echarles la culpa de las derrotas, pero a los equipos con problemas los árbitros no los respetan demasiado.

--La expectativa de principios de temporada va a estar siempre ahí. Ser quintos o sextos era un objetivo posible. No bastará con moverse en la zona media.


Extra bonus track (motivo ambiguo)


--Llegan dos partidos en cinco días ante rivales que no son de abajo precisamente, La Laguna y León. Perfecto para resurgir o para añadir más dudas.
Se admiten comentarios.

miércoles, 11 de noviembre de 2009

De afición a aficionados


Parece que durante los últimos días el debate no se está centrando en el equipo o el entrenador (bueno, sí, sobre el entrenador sí, pero a eso ya estamos acostumbrados), sino sobre la actual actitud de un protagonista que ha sido clave para el surgir y el resurgir del baloncesto cacereño: la grada. La pitada del otro día ante el Clínicas fue un momento paradigmático, no miremos hacia otro lado.


Es francamente resbaladizo hablar de la afición. Más bien lo es hablar mal, sobre todo después de tantos y tantos años hablando maravillas, diciendo que era la mejor de España y tal, la "Salónica" de la ACB y todas esas zarandajas que nos inventamos en la prensa y que seguramente respondían a una poderosa realidad. Ahora ya no. Si hay algo en lo que ya estamos todos de acuerdo es que ya no somos (sois) la mejor afición de España.


Pero lo peligroso, ahora que me doy cuenta, no es hablar mal, sino más bien generalizar. Porque más que tener una afición, hemos pasado a tener aficionados, cada uno de su padre y de su madre, con sus opiniones, sus actitudes, sus filias y (oh) sus fobias. Así es que cualquier cosa que se diga en general de la afición a mí ya no me vale demasiado. Simplemente hay espectadores que acuden a presenciar partidos y cada uno lleva en su mochilita una vida y una forma de ver las cosas. La foto del gran Rufino en el periódico de hoy lo ilustra: unos agitan el "A pie de pista", otros siguen sentados.


Así es que sería injusto meter en el mismo saco al que anima todo el partido y al final aplaude, sea cual sea el desenlace; al que está callado y observa, comenta con naturalidad lo bueno y lo malo de las jugadas con el compañero de asiento aunque no le conozca de nada; al que cree que podría hacerlo mejor que los tipos de la cancha y el tipo del banquillo; al que está callado y tranquilo siempre y cuando se va sigue con su vida normal y al que, finalmente, está deseando que las cosas se salgan de madre para poder expresar su furia, ya sea contra los árbitros, los rivales o, como últimamente, el propio equipo de casa.


Es lo que hay. Antes se podía teorizar en general sobre lo que me dio un día por llamar "los fieles a la religión verdinegra" (las primeras cosas que escribí en serio eran las crónicas de ambiente de los partidos de la temporada del ascenso) y ahora ya no, ya no. No hay nada que caracterice globalmente a los que pagan su entrada o su abono y se sientan en esas butacas verdes: tan injusto es decir que es animosa y va a muerte con el equipo como que es desagradecida y feroz. Se ha dejado de ser una masa para afrontar una profunda atomización en la que, en la apoteosis del liberalismo, cada uno tiene que tener su pequeña actitud propia, su pequeña filosofía de cómo ve al Cáceres 2016, cada uno forma una mini-peña de un componente.


Es, lamentablemente, el problema: no ir todos a una, permitir que la individualidad devore al colectivo, no sentir que el Multiusos sea un templo al que se acude cada dos semanas en la búsqueda de un valor profundo. Justo lo que muchas veces le reprochamos al equipo nos pasa a los que deberíamos ser más Cáceres 2016 que ellos.


Estoy en contra del pensamiento único, de intentar imponer que todos tengamos que percibir las cosas de la misma manera. ¡Qué aburrido sería todo! Además, en cierto modo en 1992 también había partidarios o bien de De Pablos o bien de Romero; gente que pensaba que Okac era un torpón y que Fariñas nada más que vendía humo dentro de ese particular paroxismo en la banda. Pero había una sensación de unidad, de que las canastas del rival nos las metían a todos y que eran culpa de todos, no sólo de los que estaban en el parquet.


Eso se prolongó durante mucho tiempo, pero hubo un momento en que nos despistamos y todo cambió, se produjo un cansancio en los últimos años en ACB --en los que el ambiente era prácticamente igual que el de ahora-- del que pensamos que nos habíamos curado, repuesto, escarmentado. Y no es así. La autodestrucción es a veces tan tentadora... sobre todo cuando algo que debería ser colectivo, se articula individuo a individuo.

martes, 3 de noviembre de 2009

Un par de links reflexivos y tal

Hola

Alguien interpretará esta actualización como una trampa para disimular la vagancia (y acertará), pero pensé que cuadra aquí más o menos poner dos links a cosas que he escrito en otros lados. Ya más avanzada la semana hago otra entrada profundizando con lo que hablemos o con otra cosa, vete tú a a saber.

Aquí está un análisis del Cáceres 2016 en el periódico sobre los primeros seis partidos de liga: http://www.elperiodicoextremadura.com/noticias/noticia.asp?pkid=474261

Y aquí, un "reparto de notas" sobre toda la LEB Oro en general en el mismo periodo en mi "blós" en ACB.com: http://blogs.acb.com/blog/objetivoacb

Ahí queda eso, a ver qué os parece.

lunes, 26 de octubre de 2009

"Iñaki" Forcada


En todos los equipos hay uno. O debería haberlo. Ya sabéis: el "currito" picapedrero que no hace más que dejarse la piel, no protestar y, de cuando en cuando, ejercer de estrella invitada dejando a todo el mundo boquiabierto. En este Cáceres 2016 no hay que pensar ni un segundo para encontrarlo: Xavi Forcada.


El otro día cometí la indiscreción de contarlo en el reportaje que escribí sobre él en el periódico. Resulta que le llamo y lo primero que suelta el tío, en vez de "¿Hola?" "¿Quién es?" o algo así, es "¿Dígamelón?". El tipo solo tiene 20 años, pero ha captado la broma retro que viene de uno de los míticos especiales de fin de año de Martes y 13. Aquí dejo el enlace. Hace poco, en esa serie tan fantástica que es Qué vida más triste, mi ídolo Borja Pérez también lo hacía.


La verdad es que me descolocó un poco. Nunca había empezado una entrevista así, porque que conste que ni le conozco personalmente ni mucho menos podía saber que le llamábamos del periódico. Pero ya enternece que haya gente tan desenfadada en este mundo. Claro que todo era un síntoma porque unas horas antes, el jugador se había marcado ese clásico partidazo que de vez en cuando les sale a los picapedreros, pero jope...


18.000 lecturas positivas, como cuando se gana: qué buena aportación de la segunda unidad, cómo se va recuperando a gente que parecía cadavérica (Alex González, sobre todo), qué carácter del equipo cuando la cosa se puso chunga... Sí, podríamos hablar del anoréxico rebote --el problema obvio es que Naymick y Holcomb van demasiado al tapón y pierden la posición-- y demás mandangas, pero dejémosles que disfruten un poquito de las victorias, ¿no?


Forcada me recuerda enormemente jugando a Iñaki Rodríguez, aquel alero vasco --bueno, de Donosti-- que tuvo el Cáceres CB en las temporadas 93-94 (la del quinto puesto) y 94-95 (la de la semifinal Korac). Era un tipo abnegado, especialista defensivo y que podía meter desde 4-5 metros si estaba más o menos desmarcado.


No gozó de mucho protagonismo (era difícil compitiendo con Nebojsa Ilic, Enrique Fernández --con el que había coincidido en el Mayoral Maristas--, Paraíso o Reyes), pero siempre que salió, cumplió sin dar el cante. Como me encanta la basketpedya, aquí tenéis el link para que reviséis sus numeritos. Y tuvo algún minuto de gloria, sobre todo en competición europea. Era un gran perro de presa, un poco lo que se espera ahora también de Forcada, que está claro que no siempre tendrá la inspiración suprema de los 13 puntos y 5 asistencias (toma ya) del otro día.


No sé qué exactamente qué fue de Iñaki, cuyo fabuloso segundo apellido es Erauncetamurguil. En el 95 era aún joven (28), pero sólo jugó un añito más creo que en Cantabria y después se retiró. Al parecer, su familia era bastante de pasta, con negocios relacionados con la joyería.


Mirando un poco hacia atrás, ese mismo papel también lo ocuparían posteriormente gente como Miguel Angel Cabral, Carlos Montes o Ariel Eslava, aunque ya digo que el parecido entre Forcada y Rodríguez me parece el más adecuado. Siempre se necesita personal así.

jueves, 22 de octubre de 2009

A ver quién la tiene más pequeña


Curioso tipo Juan Pablo Márquez. No le conozco mucho, como no creo que le conozca mucho la mayoría de la gente que nos hemos cruzado con él en su vida. No digo que sea una persona poco transparente o que oculte algo por mezquindad. En absoluto. Es un estupendo conversador, de los que no les importa hablar de sí mismos. Pero siempre se intuye en él un abismo insondable en esas largas charlas sobre el baloncesto o sobre la vida. Hay personas que son “asina”: uno percibe demasiados matices en ellas como para poder bucear en ese océano decentemente, y más desde la perspectiva del periodista, que siempre damos un poquito de miedo.

Viene mañana el equipo de Márquez a jugar, un partido envenenado, porque ganarlo no se valorará demasiado y perderlo supondrá la primera pequeña gran tragedia de la temporada. Así somos, hay que asumirlo como una parte más del deporte y de Cáceres. Nada que no ocurra en la mayoría de lo sitios, creo yo. Al pequeño hay que ganarle sí o sí, y aunque en la LEB Oro cualquiera pueda ganarle a cualquiera y todos los tópicos que queráis, en el partido el Cáceres es el grande y el Tarragona el pequeño.

Esto me recuerda a una de las más fantásticas teorías de Juan Pablo, sobre el que --no le deis todavía a la X de la esquina superior derecha de esta pantalla—contaré al final de esta entrada un par de anécdotas deliciosas. Es la teoría de que “en el baloncesto, en lugar de competiciones para ver quién la tiene más grande –se supone que el miembro viril--, las hay para ver quién la tiene más pequeña”. Me costó cogerlo al principio, pero luego es más sencillo de lo que parece. Se refiere a que todos los que están en los clubs (sobre todo los entrenadores) luchan entre ellos para convencer al otro de que tienen menos medios y más dificultades que nadie. Veamos un ejemplo.

--Oye, tío, qué problemas tengo. No he podido fichar bien, no hay dinero y los directivos se meten en mi trabajo. Y tengo que entrenar a las 4 de la tarde, con la comida todavía en la boca.
--Baj, eso no es nada. A mí también me pasa lo mismo y es más, los jugadores son unos gualtrapas del 15 que se van de farra y no se saben los sistemas.
--Pues vaya, ojalá estuviese yo como tú. A mí se me ha puesto malo el utillero y tengo a un tío en la quinta fila que está todos los partidos metiéndose conmigo.
--¿Sólo a uno? En mi club, el de la barra del pabellón cobra a 3 euros por una Fanta de naranja y claro, la afición se me mosquea y no anima al equipo. Así no se puede trabajar.
--¿Tu problema es un camarero? Mi americano tiene una reacción alérgica a la nueva pintura que han puesto en la zona y por eso ni la pisa.
--Claro, por eso se pasa los partidos en la línea de 3, que también está dibujada con la misma pintura.
--… Que no, tío, que yo la tengo más pequeña.
--Vete al carajo. La mía es microscópica. Es que ni me la encuentro.

Conclusión: cuanto más pequeña convenzas a la gente que la tienes, más justificados estarán tus gatillazos. Si se corre el rumor de que gastas la de Siffredi, nadie te perdonará que te vayas de vacío de una disco lleno de lobas.
Traducción baloncestística: por mucho que venda menos abonos, poner altas expectativas diciendo que tienes buen material hará que el éxito parezca “trabajo cumplido” y el fracaso, auténtico drama. Y meterá presión, mucha presión. Un concepto que mola así en general con su matiz nietzschiano, pero con el que nadie quiere convivir.

Volvamos y terminemos con Juan Pablo, probablemente el único entrenador en la historia del baloncesto mundial que ha dimitido de dos equipos (dos, repito, dos) cuando era líder de la clasificación: primero, en aquel Don Frío Femenino Cáceres que estuvo cerca de subir. Se cansó de las cosas de la directiva y cogió la puerta, yendo primero y tal. Fue en el 2000, ¿no? Cinco años después, en el equipo de su pueblo, el Qalat de Alcalá de Guadaira, iba primero en la EBA y por lo mismo se largó. Curioso. Síntoma de que le cuesta trabajar cuando no percibe las condiciones ideales.

Al menos parece que va venciendo un problema muy peliagudo que sufría: le costaba muchísimo montar en avión, tenía un miedo a ello más allá de lo racional al respeto que nos da a todos subirnos a esos cacharros. Supongo que sabía que era fundamental para su crecimiento como entrenador y se ha superado. Buena señal.

Es un auténtico obseso del baloncesto, prepara los partidos hasta el más mínimo detalle viendo vídeos y vídeos hasta altas horas de la madrugada. Le pasa como a mí: en mis biorritmos no se contempla levantarse con naturalidad ni buen humor cuando es antes de las 10.

Y otro detallazo enorme que expresa lo que le gusta esto: en la última temporada en LEB Oro del extinto Cáceres CB (2004-05), él, que era segundo entrenador, avaló de su dinero para poder inscribir al equipo, al igual que hicieron directivos y el que era primero, Ñete Bohigas, que, como la vida da muchas vueltas, acabó sustituyéndole en el Plasencia. Por cierto que fue en mayo del 2007 cuando Juan Pablo le ganó por la mano a Piti el banquillo placentino. Curiosamente, si no hubiese sido así, quizás no estaríamos aquí ahora: Piti no se hubiese liado la manta a la cabeza para convencer a todo el mundo de que había que crear un nuevo club en Cáceres para estar en LEB Plata por lo menos.


Aquí os dejo una entrevista que hemos sacado esta semana, para el que no haya podido leerla.

http://www.elperiodicoextremadura.com/noticias/noticia.asp?pkid=471826


A ver qué pasa mañana. Ardo en deseos de que llegue la hora.

miércoles, 14 de octubre de 2009

Menage a trois de bases


Vaya, parece que está la cosa caliente con los bases, que centran buena parte del debate del Cáceres 2016. Dejando a un lado los tópicos (el base es la prolongación del entrenador en la pista, un equipo nunca podrá ser un buen equipo si no tiene un buen base, etc.), aquí parece que hay algo que hay que ajustar mucho para que funcione. Ni Alex González ni Pavel Ermolinski ni Perico Sala han tenido aportaciones significativas a los partidos: entre los tres suman un irrisorio +3 de valoración en los dos partidos jugados hasta ahora y su acierto de cara al aro ha sido poco menos que nulo. Y más allá de los números, ninguno ha conseguido mover al equipo en ataque, darle con continuidad el balón al compañero en la mejor posición posible.


¿Qué pasa? Es evidente que si durante la pretemporada a Piti le hubiese gustado el panorama, no hubiera hecho ese rápido movimiento en el mercado para traer a Perico. En principio, ese movimiento "degradaba" a Alex a segundo base --suponiendo que hubiese llegado como "primero"--, pero lo que ha pasado es que sus minutos han sido escasos (16 en total), alejados de los 37 de Perico y los 36 de Ermolinski, que por otra parte ha sido el titular. ¿Tiene puesta la cruz el chico? Yo creo más bien que la intención es abrir una encarnizada competición entre los tres para que se despellejen entre sí en el buen sentido, que nadie sepa que tiene los minutos asegurados en determinado rol. Y es un riesgo, claro, pero que puede dar dividendos.


Lo curioso de Alex es que es el base más "normal" de los tres, el menos "diferente", el más "estándar". Intentemos darle la vuelta a la corriente general y miremos lo positivo de su trayectoria más o menos reciente: fue el base titular de un equipo que jugó extraordinariamente bien y primero ascendió a LEB Oro y luego se metió en "playoffs" con sorpresa, La Laguna, aunque ese "relanzamiento de su carrera" no acabó de culminarlo cuando tuvo de competidor a un tipo como Juanjo Bernabé el año siguiente en León. Por lo que transmite, anda flojo de confianza, como si el reto de "despellejamiento mutuo" con los otros dos bases le hubiese pillado de imprevisto. Si es un profesional que merezca la pena, se recuperará y reivindicará su puesto con buenos minutos. Si no, no le veo terminando la temporada aquí.


Sobre Perico ya comenté que resulta embriagadora su evolución en los últimos años, porque cuando llegó a Plasencia lo hizo teóricamente para jugar en LEB-2 (actual LEB Plata, donde había jugado casi siempre) y que se vieron de rebote en LEB Oro y él fue el suplente de Gianella. Lo hizo tan bien en aquella histórica temporada placentina que se ganó muy buenos contratos en equipos ganadores. En ellos difícilmente fue el base principal, pero sí tuvo muchos minutos, sobre todo en los momentos calientes de los partidos. Su peculiar físico le lleva a unir en la misma jugada un inesperado robo de balón en cancha ajena con un fallo bajo aro. Tiene tablas y es competitivo y marcha una cabeza por delante de los otros dos caballos en este jaleo, aunque ande flojete de forma.


De Pavel no hay noticias todavía. Suena maravilloso tener a un base de esas condiciones, con esas posibilidades de progreso. Pero este no es un club de formación que se pueda permitir el lujo de dar minutos y minutos a promesas para ver si se van haciendo, si pasan de ser proyectos apetitosos a realidades refulgentes. Supongo que a él también le ha sorprendido verse en esta situación, con dos competidores en lugar de uno. No hace falta decir que el entrenador no ha perdido dosis de entusiasmo con él, que por su parte intentará que algo a lo que renunciaba en pretemporada --su versatilidad-- se convierte ahora en una fuerza. También parece que es tímido y que eso no le ayudará en la lucha que os comentod con dos "perros viejos", sobre todo Perico.


Ah, una última cosa voy a decir: no creo que si Tomás Bellas se hubiese quedado la situación sería mucho mejor. Ahora a lo mejor recordamos sus "fogonazos" de calidad, pero también su extrema irregularidad e inmadurez. Al igual que Ermolinski, no es un jugador hecho en el que se pueda confiar para resolver problemas de envergadura.

jueves, 8 de octubre de 2009

G-12


Venga, sí, ya sé que soy un vulgar imitador de Risto con el titulito. Voy a hablar un poco de los doce jugadores del Cáceres 2016, cómo afrontan la temporada. Espero no ponerme tan ácido como Mejide, que tengo que decir, por cierto, que me cae como una patá en los huevos. Pero alguna chinita tiraré, sí.


Alex González. El gran perdedor de la pretemporada. Debe sentar regular que una semana antes de que empiece la liga te traigan a un competidor para una posición en la que llegaste pensando que ibas a ser titular. Eso se le notó en Tenerife: nervioso, sin sitio... Habrá que verle más: me encanta esa frase de que la grandeza de un hombre no se mide en sus triunfos, sino en su capacidad para levantarse de los fracasos.


Pavel Ermolinski. Al chico le conocemos como "Chigrinskyi" en la redacción. Como se ve, tampoco nos sobra el ingenio. La verdad es que es un prototipo fabuloso de jugador: 2,02, manejo de balón de base, talento a raudales. Lo que habría que preguntarse es por qué no ha explotado hasta ahora y qué va a tener nuestro entrenador de especial que no hayan tenido los anteriores para sacarle al fin lo que lleva dentro.


Perico Sala. Si es tan bueno, bonito y barato, ¿por qué no se le fichó antes? Se ha pegado todo el verano en el mercado y cuando el Cáceres le llamó estaba a punto de firmar por cuatro duros por el Vigo. La verdad es que, al menos en Tenerife, se demostró que era lo que necesitaba el equipo en pretemporada: tranquilidad, conocimiento del juego, darle la bola al compañero en la mejor posición. Curiosa su reinvención como súper base de LEB en los últimos años cuando al Plasencia llegó procedente de LEB-2 sin mucho cartel.


Lucio Angulo. Me cuesta horrores escribir algo negativo de él. Me parece de lo más inteligente que he visto en este negocio en todos los años que llevo en ello. Y no solo me refiero a dentro de la pista, sino fuera. Es ocurrente, tiene gran sentido del humor, ha leído más de un libro y, pese a su tremendo historial, no va de divo. Además, esta temporada podrá hasta jugar de alero si las lesiones respetan al equipo. No solo es el niño bonito del periodista: también lo es el del entrenador.


Francis Sánchez. Después de una pretemporada dificililla --¿alguien conoce un caso en el deporte profesional de jugador que haya tenido que estar de baja por una infección recibida en unas inyecciones?--, el tipo llegó ante sus "ex" y se clavó 19 puntos, siendo el único del equipo que digirió la nueva línea de tres. Vaya mano que tiene y sobre todo qué rápido arma el tiro. Tampoco anda mal de personalidad: ya puede fallar y fallar que no se esconde. Eso sí, temblad el día que no las meta.


Gio Dedas. Había muchas esperanzas en él, pero de momento no las ha cumplido. Su despertar --que aseguran que llegará, más temprano que tarde-- sería una de las mejores noticias de la temporada. Al menos sí está aportando en otro aspecto. Hablan de él personalmente fenomenal: siempre está animando a los compañeros, no pone malas caras pese a que no esté luciendo personalmente y tiene el típico carácter "griego" de competitividad al máximo.


Xavi Forcada. Tres cuartos de lo mismo. Es inevitable ser un abnegado atleta cuando tienes la etiqueta de especialista defensivo y sabes que eres la quinta opción ofensiva cuando estás en la pista. Pero no pasa nada. También tiene una sólida cultura deportiva: lo importante es el equipo, no el individuo. Sonará tópico, pero no demasiadas veces es así cuando hay que pensar en el contrato del año que viene y tus numeritos no están siendo refulgentes.


Randy Holcomb. Es imposible que no te guste. Es fuerte, tiene clase y sabe lo que es ser un líder. Ha penado mucho por esos mundos de Dios y jugar en un país desarrollado debería ser una motivación extra para él. Una pequeña confidencia: es del mismo representante que trajo a Wayne Simien, David Carro, un periodista que también escribe de basket NBA en Gigantes. Un tipo que me cae demasiado bien como para que yo raje de uno de sus chicos.


Drew Naymick. ¿Paquetazo o pieza intimidatoria clave en todo equipo que quiera llegar a algo? Alguno ya empezaba a perder la paciencia con él antes de su solidísima actuación en el debut. John Wayne se autodefinió como "feo, fuerte y formal". Sobre lo primero no voy a entrar, pero de lo segundo y tercero van quedando pocas dudas. Y, oye, Drew, se te agradece que fueses el único del equipo que no se tiró un triple en Canarias. Sabemos que no lo hubieses metido.


Diego Guaita. Todos sabemos que va a tener toda la temporada la sombra de lo ocurrido este verano. Qué mala es la prensa, ¿verdad? Lo cierto es que él es el primero que sabe que ha rendido por debajo de lo esperado y ahí anda, intentando reunir toda la motivación posible para redimirse. Me da que no lo va a tener fácil: mucha competencia en su puesto y el triple más "caro". Pero nunca puede uno dar por muerto a un argentino.


Roger Fornas. Otro buen chico, animador de vestuarios, según parece. De los que cuando se pierde es el primero en intentar empujar a los compañeros hacia arriba. También es de los que conecta con la grada, algo que se echó en falta la temporada pasada. Huele a "tercer pívot" gracias a su corpachón y a su buena mano, aunque tiene todavía mucho margen de mejora, sobre todo cuando recibe de espaldas al aro.


Juan Sanguino. Con el tabique destrozado, tardará algo así como un mes de volver a jugar. Una pena, aunque quién sabe si es mejor así, porque se avecinaba una temporada amarga para él, relegado teóricamente al último lugar en la rotación de pívots. A veces me pregunto si no sería más feliz en un equipo de LEB Plata, teniendo muchísimo protagonismo. Pero luego recuerdo que es de aquí y que mejor que aquí no se está en ningún sitio, ¿no? Sé que no dejará de luchar.

jueves, 1 de octubre de 2009

Sí, soy un perrazo...

Toc, toc
¿Hay alguien ahí? Sí, ya sé, soy un perrazo, un gusano, no os merezco. Cinco meses sin actualizar el blog. ¿No has tenido ni diez minutos, capullo? En fin, no tengo excusas. Cuando empecé con esto, me dije a mí mismo que no consentiría que el blog se convirtiese en una obligación, pero que si iba a adelante con ello, seguiría hasta el fin.

Y mis numerosos "fans" (tres o cuatro, aproximadamente) me preguntaban a menudo durante estos meses si el blog había acabado, que si ya no iba a actualizar más. Y yo decía que no, que el tema seguía vivo, que simplemente... No sé, no tengo excusa. Pero mantengo que esto sigue vivo y os prometo (es un decir) nuevas actualizaciones durante la temporada.

¿Qué ha pasado en todo este tiempo? Un poco por encima, que la temporada terminó con el diezmado Cáceres 2016 en mitad de tabla --único equipo de la historia que, en una misma temporada, se le pitó en victorias y se le aplaudió en derrotas-- y que yo, personalmente, contraje matrimonio (aquí es donde va el comentario irónico al respecto, ponedlo vosotros). Eso coló como excusa para el silencio del blog durante algún tiempo: estuve muy liado con los preparativos --en realidad, casi todo lo hizo mi mujer-- y también de viaje, pero en Estados Unidos (tenéis que ir a un sitio que he descubierto, Nueva York creo que se llama) también había internet. Nada, bobadas. Tampoco coló.

De momento, para calentar motores aquí os dejo mi análisis de la LEB Oro que se inicia mañana y que he escrito para el otro blog que "mantengo" (es un decir) en ACB.com:

http://blogs.acb.com/blog/objetivoacb

¿Vosotros cómo veis la temporada?

La próxima semana, nuevos contenidos más de por aquí, ¿ok? ¿He pedido ya disculpas por no aparecer? ¿Más justificaciones baratas?

Un abrazo.

lunes, 27 de abril de 2009

Chucu chucu chuuuuu,,,


Me gusta el tren. ¿A quién no? Ver pasar la vida a través de esos ventanales, cambiar los paisajes, saborear el tiempo y un libro, sentir que en un viaje lo importante es el camino, no la meta. Nada que ver con esos autobuses donde, a pesar de medir 1,65, te das con las rodillas en el asiento de delante y con un poco de mala suerte tienes que aguantar a un maleducado al lado.


Soy un adicto al transporte público. Tampoco me queda otra. Me saqué el carnet en 1994, pero no lo he utilizado desde entonces. "Assistant coach" Segalás os podría contar la excepción, la única vez en mi vida que conduje un coche que no fuese el de la autoescuela. Y ciertamente no quedo bien, así es que... Mejor no le preguntéis. Pero no pasa nada. En esta sociedad de hoy pareces un apestado si no tienes coche. Sobre todo si eres tío. Pongamos un ejemplo de conversación cíclica en mi desmotorizada vida.


--¿No tienes carnet? No jodas...

--No. Bueno, sí. Pero como si no tuviese.

--¿Y eso? ¿Cómo es posible? ¡Qué coñazo! ¿Cómo vas a los sitios?

--Pues... En autobús, tren, taxi, me lleva un amigo, ANDANDO... Se pierde independencia, pero... Vivo en el centro en una ciudad pequeña. Mi trabajo está cerca.

--Coño, sin coche no se puede estar, hombre. No se va a ninguna parte hoy en día.

--Pues yo he estado en 14 países del mundo. ¿Tú en cuántos?

--Yo en... Esto... Mmmm.... ¿Cuánto actualizas el Bujacocesto, capullo?


Así es que he tardado más en llegar a los sitios por culpa de todo ese rollo de los horarios, las combinaciones, las teóricas incomodidades que tienen las estaciones, los aeropuertos, los "atracos" que he tenido que meter a veces a gente, los que me han metido a mí los taxistas... Pero se puede vivir sin ello, lo garantizo. Por cierto, alquilo plaza de garaje. Céntrica, eh. Sin coña.


¿A qué viene esto? ¿No era esto un blog de basket cacereño? Ah, sí. Vamos a ello.


El Cáceres 2016 viaja el jueves a Lleida. Según mis informaciones (que no siempre están bien tiradas, hay que reconocerlo) lo hace en autobús. Nada extraordinario. El ritual de lo habitual, que dirían los de Jane's Addiction. El viajecito no está mal en cuanto a kilómetros, pero vamos, nada a lo que no estén acostumbrados ya estos chicos, tanto en ACB como LEB Plata, Oro o la madre que las trajo... Hasta que los Medina's boys nos hagan el aeropuerto "Cano's Village", habrá que esperar a otras fórmulas. ¿Lo verán nuestros ojos?


Pero... Siempre hay un pero... El anterior Cáceres CB, con el actual entrenador del equipo ejerciendo de "assistant coach", protagonizó uno de los más estrambóticos viajes en la etapa ACB cuando se desplazó a Lleida en la temporada 2001-02... ¡en tren! Fue lo que técnicamente se llama "una Julbada". A Alfredo, siempre a contracorriente de todo, se le ocurrió que para romper un poco la dinámica de los viajes en bus sería bueno hacer uno sobre railes. Estirar las piernas, ir al vagón-cafetería. Mezclarse con la gente, fíjate tú. Casi inédito en el baloncesto profesional, exceptuando si los trenes son de alta velocidad.


Entonces no existía el AVE Madrid-Barcelona, lo que dificultaba más la historia. Cogieron ese talgo que salía tempranito (a las 10.00 aproximadamente) y llegaba a Barcelona como a las 8 de la tarde. En Lleida paraba un par de horas antes. Y allí se plantaron. Y el día siguiente ganaron, que conste: http://www.acb.com/fichas/LACB46139.php Ole la "Julbada".


La anécdota dentro de la anécdota la puso Anderson Schutte. El hombre no llevaba apenas tiempo en Cáceres y, literalmente, perdió el tren. ¿Se quedó dormido? ¿No encontró la estación? Alguien tuvo que acercarle a Madrid para que allí se reenganchase "a lazo" al grupo. La pena es que en esa temporada Alfredo ya se había cargado a Pepe Arcega, que es un loco de lo de los trenes. Creo que hasta tiene el carnet de maquinista. Y muchas maquetitas en su casa. Hubiese disfrutado de la experiencia.


Lo que yo digo. El tren no está tan mal. Algún día contaré lo que me pasó viniendo de Lisboa de madrugada, pero es que esto sigue siendo un blog de basket, creo.

domingo, 5 de abril de 2009

10 opiniones sobre cosas de ahora

Echemos un vistazo rápido a lo que está pasando por aquí. Sin meter rollos, estos son diez pensamientos que tengo sobre la actualidad del Cáceres 2016.

1. Cuanto peor equipo tiene, mejor juega. Al fin está contactando con la gente, que se ha vuelto tan refinada que ha llegado al extremo de que valora más la entrega que un resultado positivo. El Multiusos debe ser de los pocos sitios en los que, en la misma temporada, se ha pitado en una victoria y se ha aplaudido en una derrota (y amplia).

2. Mantas Ruikis y Dan Cage no serían ni siquiera jugadores decisivos en la LEB Plata. Honestos, trabajadores e intermitentes en el acierto. Buenos chicos, pero se corresponden exactamente con el tipo de jugador que si a mitad de temporada está libre es por algo. Hay que hacer mejor los deberes en verano para que esto no pase. De Adrian Moss esperábamos todos algo más, pero físicamente no ha sido su año, y él vive de eso.

3. Sorprendente el paso adelante de Juan Sanguino cuando más se le necesitaba. Embriagador ver a Lucio Angulo jugando a baloncesto con esa inteligencia. Rod Brown, por mucho que sobe demasiado la bola, también me parece un tío válido. Creo que la soba tanto porque éste es un equipo con poca calidad en los bloqueos y por tanto no hay líneas de pase decentes. Correcto Poves. Irregular pero sugerente Bellas. ¿Guaita? Ya que le hemos quitado la obsesión de tirar triples constantemente, a ver si le quitamos la de buscar siempre el 2+1. Aprovechable. Y con contrato, por cierto.

4. Amargo final de los temas de Simien y Panadero. Había que ser muy ingenuo para pensar que el norteamericano iba a volver (el dato de que devolvió las llaves de piso y casa era rotundo), pero ahora tampoco hay que demonizarle. Todo lo santurrón y poco "gansta" que nos encantaba que fuese se acabó volviendo en contra. Cuestión de prioridades: ¿si jugase en los Miami Heat por 5 millones de dólares hubiera hecho lo mismo? De "Pana"... es un tema demasiado delicado, una confluencia de versiones que me atosiga. Está clara una cosa: no se subió al tren cuando le pasó cerca y ahora lo va a tener difícil. Siempre pasa lo mismo: los jugadores no se retiran nunca voluntariamente. Lo hace la falta de ofertas.

5. A Piti le veo algo desquiciado últimamente. Una pena, porque su trabajo está siendo bueno, o incluso notable, y esos árboles que él planta (las protestas desaforadas a los árbitros, las respuestas desafiantes en las ruedas de prensa, esa cierta pose de "enfant terrible" que piensa que todos conspiran contra él) no dejan ver el bosque de lo que debería ser considerado un expediente positivo. Ya, ya sé que se le han puesto en contra muchas cosas esta temporada y que el hombre está presionado, pero ser entrenador es también tener "cintura". A veces tiene un problema de imagen, creo yo: a muchos les sorprenderá saber que detrás de ese rostro avinagrado se esconde un inteligentísimo sentido del humor (algo "destroyer", eso sí).

6. Los árbitros... Ya lo escribí el día de la fase final del Illescas y me cayeron unos buenos palos, pero me da igual, hoy no voy a volver a pedir disculpas por ello: a veces te benefician (y hay ejemplos en el Multiusos y fuera esta temporada) y a veces te perjudican. A nivel de club resulta inútil quejarse y montar cirios por ello, es una parte más del partido, como los balones o los aros, y más en un deporte como éste, en el que todo sucede tan rápido. Creo que hasta al equipo le viene bien cuando hay un par de errores arbitrales al principio: la mejor espoleta para que el público se meta en el tema.

7. Esto entronca con el público. Me encanta el ambiente que se está creando en los últimos partidos, con la gente disfrutando del baloncesto, dejando claro que pase lo que pase el baloncesto es el deporte número 1 de Cáceres y lo será por mucho tiempo. Se ha retrasado, pero al fin se ha creado una complicidad entre el aficionado y el jugador, y eso es lo más fantástico que pueda haber en este tipo de proyecto, en el que sabes que estar en lo más alto no es posible ni tampoco sería sano (¿os imagináis que se subiese y luego no se pudiese ocupar la plaza? Qué pesadilla...). Ultimamente me gusta ponerme entre el público, al lado de mi padre, y desde luego que son partidos distintos que en una fría cabina allí arriba.

8. Y es que en general se están viendo buenos encuentros ante rivales de calidad. La LEB ha mejorado desde la primera época en ella (2003-05). Muchos jugadores acabarán en la ACB (y brillando) como ha pasado con los Quinteros, Oleson, Asselin... Echo en falta algo más de participación de los jóvenes y en ese sentido es fenomenal que uno de los equipos que mejor juega sea el Clínicas Rincón, aunque lo haga sin presión y con tipos tan tremendos como Paulao y Faverani.

9. A nivel social, más allá de lo baloncestístico, el club se sigue moviendo bien, muy sensible a las cosas de la calle. Los actos con escolares y diversos colectivos no han cesado en lo que va de año. El valor del proyecto se multiplica con cosas como éstas. Lo de que los parados entren gratis es una genialidad, qué queréis que os diga.

10. El futuro. Parece que va a ser el primer "verano normal" del Cáceres 2016, el primero en el que podrá acudir al mercado al mismo tiempo que sus oponentes conociendo además al dedillo la categoría en la que va a participar y a sus jugadores. La lástima es que quizás haya algo menos de presupuesto, según cuentan, pero también les ocurrirá a los demás. Supongo que todos empezaremos con las "pajiplantillas" dentro de nada. Yo creo que lo que más falta es un "killer" por fuera, pero claro, es mucho pedir, ¿no?

En fin, ahí lo tenéis. Que se abra el debate sobre los puntos que queráis, he tocado casi todos los palos.

viernes, 13 de marzo de 2009

El Tridente


Como a veces soy un poco uno de esos DJs que aceptan peticiones (ponme una de Los Planetas, anda), le cojo el guante a uno de nuestros habituales comentaristas para hablar del "núcleo duro" de la directiva del Cáceres 2016: ese tridente indisoluble que forman Pedro Núñez, Eduardo Chacón y Abelardo Martín.


Cuando se habla de ellos, no sólo se hace desde el prisma del presente. Todos sabemos que fueron claves --junto con las voluntades de otra mucha gente, pero sin ellos hubiera sido imposible-- en la compra de la plaza LEB Plata hace año y medio y en la llegada a la LEB Oro el verano pasado. La refundación del baloncesto cacereño, se le llamó. Fue un acto generoso de tres tipos auténticamente locos con el basket y con su ciudad que disfrutan muchísimo estando ahí dentro. Como suelo decir, el club es su "gran Scalestrix". Otros adinerados tienen la caza, las playas de Tahití o los cochazos. Ellos, el baloncesto de Cáceres. Y creo que saben que el aficionado se lo agradece, por mucho que nadie les hiciese caso cuando en el 2002 dijeron que había que vender la plaza ACB. A lo mejor tenían razón, pero había que intentarlo.


Hay un fenómeno extraño cuando se habla de ellos: están muy unidos, en algún caso tienen negocios juntos, siempre han ido de la mano en esto del basket. Sin embargo, los tres son muy distintos el uno del otro. Diría más bien que son complementarios, que cada uno aporta a la gestión un rasgo de su personalidad, su propia llave con la que abrir puertas distintas. Intentaré decir cómo les veo desde mi óptica de periodista. Aunque son personas accesibles, no siempre están en primera línea para que la gente les conozca.


Empezaré por quien ocupa más o menos el papel de líder entre los tres. Pedro Núñez es el que le pone más corazón a las cosas. Habitualmente temperamental --en la leyenda está su "cuasi destitución" a Manolo Flores en el descanso de un partido en Sevilla-- también es frío cuando cree que debe serlo. Si no, ¿cómo ha mantenido una gran empresa como la suya? Creo que hay un punto de timidez en él: le costó aceptar el puesto de presidente en el 2001 y en el nuevo club parece claro que tampoco ha querido ocuparlo. Alrededor suyo hay un respeto casi sagrado.


Eduardo Chacón es la otra cara de la moneda. Prudente hasta la obsesión, a veces me parece que es quien "modera" a Núñez, quien le pide que cuente hasta diez cuando hay que tomar una decisión. A veces se queja de que tiene que quedar como el malo de la película. Aún así, tiene un fino sentido del humor. Me parece que es el que más baloncesto ha visto de los tres, el que más se informa sobre todo. Compulsivo internauta y seguidor habitual de Bujacocesto, por cierto. ¿Cómo no fiarse del tío que se ocupa de que nos recojan la basura?


Abelardo Martín no es ni como Núñez ni como Chacón, sino todo lo contrario. A mí me parece el más peculiar de los tres, con ese aire bohemio y literario que le quiere dar a todo (sí, macho, ya sabemos que Macondo es el pueblo de Cien años de soledad). Innovador, reflexivo y con opiniones que habitualmente se salen del carril (es de los que intenta ver más allá de lo aparente), no me cuadra con el perfil del constructor. Imagino que no lo está pasando bien por la crisis. Su mayor afición no es el baloncesto, sino intentar acabar con el hambre en Guinea Bissau.

jueves, 5 de marzo de 2009

Cromos, cromos





Se ponen de moda los cromos de la Liga ACB, que ha sacado junto con Panini una nueva colección que está siendo muy seguida por los chavales y los no tan chavales. Aquí a Cáceres creo que no ha llegado (o al menos no había llegado hace una semana y pico), pero en fin, cosas que tiene esta ciudad. Yo la estoy haciendo porque soy muy friki de estas cosas (compré el album y una caja de sobres en Madrid) y me van quedando menos. Al igual que antes se cambiaban cromos en los patios de los colegios, hoy se hace vía foro internáutico. Y te encuentras gente realmente maja.





Al hilo, he publicado en ACB.com (marchando una de autobombo: la web sobre baloncesto más leída en el mundo exceptuando las relacionadas con la NBA) un reportajillo sobre colecciones históricas de cromos en el baloncesto español. No es que sean tan míticas como las de fútbol (siempre es malo compararse con el gigante), pero tienen su encanto. Aquí tenéis el link por si os interesa:





http://www.acb.com/redaccion.php?id=55951





Vamos a ponerle acento cacereño a la cosa: en algunas de esas colecciones aparece el Cáceres CB. Arriba he ilustrado el tema con la página que nos corresponde en el album "Las fichas de la ACB 95". Como veis, no es del todo completa: solamente salen siete jugadores y se dejan fuera a gente como Enrique Fernández y Toni Pedrera. Sí salen en otra colección, la de la 96-97, y prometo un scan para sus fans. Pero la cosa ha quedado ahí y resulta emocionante saberlo.

martes, 24 de febrero de 2009

¡Estilo blog en el periódico!

Buenos días. Pensaba actualizar el blog contando mis días en la Copa del Rey, pero, cosas del nuevo periodismo, eso fue lo que hice ayer en el periódico. Resulta raro escribir en primera persona en mi medio habitual, pero lo he hecho. Espero que os guste, aquí está el link. Luego podemos ampliar alguna cosa en los comments, ¿ok?

http://www.elperiodicoextremadura.com/noticias/noticia.asp?pkid=428763

viernes, 6 de febrero de 2009

FG14


Siguiendo con nuestro discontinuo serial sobre héroes del ascenso a la ACB, hoy le voy a dedicar unos minutitos a Felipe García, el "4" titular de aquel inolvidable equipo que ha vuelto hace poco a la ciudad para seguir a su hijo Alvaro, componente del equipo infantil de Melilla en el Campeonato de España. En la foto de aquí al lado de mi "compi" (palabra arcaica, lo sé) Rufino Vivas aparecen los dos en el V Centenario, donde lamentablemente el padre no llegó nunca a jugar.


Me hubiese gustado ser una mosca en la pared en la conversación que Felipe habrá tenido con Alvaro sobre los meses que pasó entre nosotros, cómo le explicó el momento cumbre de su carrera tanto individual como colectiva. Llevaba el 14, el número que Cruyff puso de moda en el fútbol para asociarlo con la genialidad, y realmente FG la tenía. Resultaba inexplicable que en un mercado nacional tan amplio como el que había entonces no hubiese cabida para él nunca en la ACB, porque muchísimos jugadores interiores de muchísimo caché (antes y ahora) deben envidiar su juego de pies en el poste bajo y su inteligencia ofensiva. Claro. El problema era la estatura para jugar por dentro, porque si bien oficialmente se daba que estaba en 2,02, no creo que superase los dos metros. Qué tontería. Muchos grandes reboteadores de la historia bastante reciente (Charles Barkley, Clarence Kea, Jerome Lane) tampoco los alcanzaban.


Debe ser difícil surgir como jugador profesional de baloncesto en Melilla, acostumbrado a las inevitables palizas en los campeonatos de España cuando eres un crío y sin una buena liga interna que te obligue a competir y a mejorar. Por eso era especialmente llamativa esa precisión técnica de FG, un dominio perfecto del arte de saberse ganar la posición y romper la cintura al pívot rival, partiendo de espaldas al aro y terminando casi siempre en una canasta acrobática y sucia, pero extrañamente plástica. El basket de los fundamentos, tan perdido en estos tiempos de fuerza bruta.


Nuestro protagonista destacó desde crío y tuvo su primer contacto con Cáceres en la temporada 87-88, cuando siendo apenas un junior le hizo más de 40 puntos al equipo extremeño que perdía en la ciudad autónoma por una diferencia escandalosa (¡¡¡+95!!!). Llamó la atención de Javier Imbroda, que entonces paría ese precioso proyecto que era el Mayoral Maristas reclutando a varios de los mejores jóvenes del país. Así se fue desde aquí Enrique Fernández y otros muchos que también llegaron a jugar en la ACB, como Nacho Rodríguez, Carlos Elejabeitia, Alberto Frías y el pacense José Pedro García, entre otros (tú también, Miguel Luna). FG no alcanzó el sueño, pero se quedó en un excelente (y decisivo) jugador de Primera.


Resulta curioso con el tiempo que en la temporada del ascenso no empezase de titular. Fariñas parecía preferir a Pepe Benedé, al que conocía más porque venía con él del equipo de Segunda. Pero poco a poco la cosa se fue haciendo evidente. FG pegaba más con Okac, aprovechaba mejor sus espacios, y los dos se tapaban mutuamente los defectos. Así se fue haciendo con la mayor parte de los minutos y Benedé y Santi García se convirtieron en los relevos especialistas.


Uno de los pocos peros del juego de FG eran los tiros libres y un fallo suyo desde 4,60 en uno de los partidos del "playoff" de Andorra evitó una victoria que hubiera sido clave. Pero aparte de eso, dejó un excelente recuerdo, más allá de la mitología de haber pertenecido a un equipo tan legendario. Esforzado, siempre dispuesto a una broma y, según todos, buen compañero, a FG le reservaba el destino una crueldad final en su paso por Cáceres. Renovó contrato tras lograrse el ascenso, como no podía ser de otra forma, pero tres semanas antes de empezar la liga llegó a un acuerdo con el club para romper el contrato porque ya no se le quería, sobre todo con la llegada de Miguel Angel Reyes. Aquello con perspectiva puede ser considerado un error. A muchos nos hubiese encantado ver qué podía hacer en ACB y nunca lo sabremos.


FG regresó a Melilla y apuró un par de años más en Primera antes de retirarse y buscar trabajo, que casi siempre ha estado relacionado con el deporte. ¿Le cogerá el relevo Alvaro García?

viernes, 23 de enero de 2009

Debut en Burgos


El Cáceres 2016 juega dentro de unas horas en Burgos, donde nunca lo ha hecho un equipo de baloncesto de la ciudad. Es curioso porque las dos capitales tienen cosas en común: el tamaño, la afición por este deporte por encima del fútbol en los últimos 15 años y dicen que hasta el carácter de la gente, aunque esto ya es menos medible, claro.

Me gustaría detenerme precisamente en el hecho de que ha sido el Cáceres --ya sea el extinto CB o el actual 2016-- el gran vehículo de promoción de la ciudad desde principios de los 90. Hace unos días escribía yo sobre el debut de Pau Gasol en la ACB, que fue en el V Centenario. Aquí os dejo el reportaje por si no lo habéis leído.

http://www.acb.com/redaccion.php?id=54662

Sí, ya sé, tiene algo de paja mental y no fue más que una afortunada casualidad, pero significa algo. Significa que estuvimos en el mapa unos cuantos años para vivir cosas especiales y que ahora, a su modo y con menos lujos, esto no ha cambiado. Contando desde 1990, equipos de Cáceres de baloncesto profesional masculino han viajado a:

--Alava: Muchas veces a jugar contra el Tau.
--Albacete: Míticos partidos contra el CABA en Primera.
--Alicante: Hace bien poquito en LEB Oro, y también antes en ACB.
--Almería: La temporada pasada en LEB Plata.
--Asturias: Contra el Gijón en las tres categorías superiores.
--Avila: Pues no, mira, pero en su provincia (sierra de Gredos) se hizo el primer "stage" de pretemporada en ACB, en el Parador Nacional.
--Badajoz: En 1991-92 en Primera. Dos visitas, dos victorias...
--Barcelona: Innumerables a Barcelona, Badalona, Granollers, Manresa...
--Burgos: Hasta hoy, ninguna...
--Cádiz: En la primera etapa en LEB, ante Algeciras y Los Barrios. Dentro de unas jornadas, de nuevo a Los Barrios.
--Cantabria: En ACB (dramático partido en Torrelavega con victoria en la 01-02, por ejemplo) y también en la primera etapa LEB.
--Ciudad Real: No. Allí parece que sólo le hacen caso al balonmano, aunque parece que en el Alcázar de LEB Bronce meten pasta.
--Córdoba: Es una de las escasas grandes provincias no visitadas. Cuando el Cáceres bajó a LEB en el 2002, el Cajasur se volatilizó. Ahora andan en LEB Plata.
--Coruña: Sí, aunque no lo creas. En la temporada del ascenso ante un equipo llamado Basketmar.
--Cuenca: Era rival en Segunda. Luego parece que no ha pegado mucho el basket profesional allí.
--Girona: Cáceres CB y Valvi/Gavis (luego Akasvayu) coincidieron 11 años en ACB. Ahora ellos pasan un duro trago, abajo en LEB Bronce.
--Granada: Vidas bastante paralelas.
--Guadalajara: El año de Primera se jugó allí.
--Guipúzcoa: El Bruesa nunca ha sido rival del Cáceres, pero sí el Askatuak, su predecesor en San Sebastián (la temporada del ascenso).
--Huelva: Coincidieron un año en ACB y dos en LEB. Ahora penan en LEB Bronce.
--Huesca: Los primeros años en ACB hubo varios duelos. Luego desaparecieron hasta el año pasado cuando se enfrentaron en LEB Plata.
--Baleares: En Primera, ante el Prohaci; en LEB, ante Inca y Menorca; en LEB Plata, en Muro; este año, pronto en Mallorca.
--Jaén: No. Allí parece que el baloncesto les da bastante igual.
--León: ¿Qué decir? En ACB, en LEB, en LEB Oro... Y aquella Copa, claro.
--Lleida: Hubo varios enfrentamientos en ACB y dentro de poco habrá otro en LEB Oro.
--Lugo: Todo un clásico viajar para visitar al Breogán. Como hace una semana...
--Madrid: El Palacio de los Deportes, un clásico a principos de los 90. Luego, Vistalegre y alguna vez Torrejón. No olvidar Fuenlabrada, claro.
--Murcia: En ACB y primera etapa LEB.
--Navarra: Cuarto "no" de la lista. Están en LEB Plata.
--Ourense: En ACB (con salvación en "playoff" incluida), en LEB, en LEB Plata...
--Palencia: Hasta la temporada pasada, nada. Es lo que tiene la LEB Plata.
--Las Palmas: La paliza en la pista del "Granca" solía estar asegurada en ACB.
--Pontevedra: No. Pero la plaza de Primera en 1991 se le compró a un equipo de Vigo, eh.
--La Rioja: Caso similar a Palencia, incluyendo los "playoffs" en Logroño.
--Salamanca: "¿Dónde están los toros?"... Sí, pero dos derrotas en dos partidos.
--Segovia: Para cochinillos tenemos Torrequemada.
--Sevilla: En la capital hispalense el Cáceres llegó a hacer de local en el primer partido de la 93-94.
--Soria: El Numancia no ha tenido ni tendrá sección de baloncesto.
--Tarragona: Los años de LEB incluyen partidos en la capital y en Valls. El año pasado, en Tarragona ciudad, victoria.
--Tenerife: Hace poco, victoria en Santa Cruz. Pero La Palma suele darse mal.
--Teruel: No. ¿Existe? (esto que lo diga uno de Cáceres es un poco grotesco, lo sé).
--Toledo: Tampoco.
--Valencia: ¡Por supuesto, La Fonteta! No olvidar Lliria en 1992. 15 años después se vengaron...
--Valladolid: Los 11 años de ACB y ahora otra vez juntos.
--Vizcaya: El Cáceres CB jugó en Bilbao en 1991 y lo volvió a hacer en el 2003 en LEB.
--Zamora: Aparte de algún amistoso, va a ser que no...
--Zaragoza: En ACB y también en LEB, claro.
--Ceuta y Melilla: En la primera ciudad autónoma no, en la segunda sí.

Como veis, abrumadora mayoría de provincias visitadas.

lunes, 12 de enero de 2009

"Piti" Aguirre




Hace unas semanas, uno de los más ilustres comentaristas de este blog ponía a Javier Aguirre como ejemplo de cómo saber tratar a los medios y comparaba ese aspecto del entrenador del Atlético de Madrid con Piti Hurtado, el técnico del Cáceres 2016. A la vista de lo que les ha ocurrido últimamente, ambos personajes tienen para mí más cosas en común. Me explico. Y así de paso doy una visión de cómo veo el patio del baloncesto cacereño.




Aguirre y Hurtado andan discutidos por la afición (o por una parte de la afición, siempre hay que matizarlo) por las últimas derrotas. A los dos no parece haberles lucido sus difícilmente contestables logros en el banquillo de los respectivos equipos. El Atlético era un club que, tras salir de Segunda milagrosamente, difícilmente se había acercado a las posiciones altas de Primera. Llega el mexicano y lo mete en la Champions. Salvando las distancias, Piti logró el año pasado darle la vuelta totalmente a una mala situación y su equipo --vale, mejor que el que tenía su antecesor-- hizo disfrutar a todos con el baloncesto durante la segunda vuelta y se quedó a 80 minutos del ascenso.




Hablemos del presente, olvidémonos por un momento de lo que ha sido y pensemos en lo que es. Aguirre tiene al Atleti quinto, a cuatro puntos, que no es un mundo, de la Liga de Campeones. Y antes de estas tres últimas derrotas, venía de una racha de 15 partidos sin perder. Además, y aunque esté medio eliminado en la Copa (¿no quedábamos en que esto no importaba?), se mantiene con tantas opciones como el que más de pasar a cuartos de la Champions, que el rival no es gran cosa (¿Oporto o Panathinaikos? No me acuerdo, pero da igual). Piti puede sentirse prácticamente igual cuando es abucheado por la masa (o por parte de la masa, otra vez lo digo). El Cáceres 2016 es duodécimo, pero a sólo una victoria del noveno clasificado, que es, lo he escrito antes y lo sigo escribiendo ahora, el objetivo realista de la temporada. 7 victorias y 9 derrotas es un balance quizás un poquito por debajo de lo esperado, pero es que hace nada el equipo estaba 7-6.




Vale, vale. La imagen ha sido mala en los últimos tres partidos tanto para el Atlético como para el Cáceres 2016. Especialmente dura para nosotros la de los jugadores bajando los brazos en los minutos finales ante el León, como si llevar esa camiseta no importase. Eso no debería consentirse y estoy seguro de que todos ahí dentro están buscando motivos (y soluciones) para que esto no se repita más. El entrenador tiene su parte de culpa, proporcional a la de jugadores que demasiadas veces esta temporada han tirado solos y no han metido, pero ¿es suficiente como para pedir su cabeza? Lo mismo puede aplicarse con Aguirre. ¿Tiene la culpa este hombre de que Ujfalasi se ponga a regatear siendo el último hombre?




Cada uno tiene derecho a tener su propia opinión. Y a expresarla, sobre todo cuando ha pagado su entrada. Los dos entrenadores protagonistas de esta entrada han tenido cintura reconociéndolo, sabiendo que sería estúpido revolverse contra el que no está de acuerdo con ellos. Pero... ¿de verdad que lo están haciendo tan mal ambos como para pedir que se les eche a la calle? ¿tan desesperada es la situación de ambos? ¿está el Atlético en mitad de tabla, o el Cáceres bordeando el descenso?




Hay que currar más, sí, y ser autocríticos. Y ponerle las pilas a los protagonistas de esto, los que meten los goles y las canastas, que son los jugadores, y exigirles que tengan un respeto por la gente que les paga, que se puede perder pero siempre dejándose lo que tengan dentro sin temor a que les caiga una pitada. Y a los entrenadores hay que largarlos cuando se les ha ido sin remisión la cosa de las manos, pero yo no veo que esto sea así en equipos que aún están cerca de cumplir sus metas, que no se han metido en dinámicas irreversibles de 6-7-8 partidos perdidos, incluyendo alguna contra equipos inferiores a ellos.




Entonces, os preguntaréis, ¿por qué pasa esto, tratándose además con dos aficiones con fama de buenas y entendidas? Sólo he pisado una vez en mi vida el Calderón, así es que hablaré del Multiusos: creo que la exigencia es demasiado alta, que no hay demasiada paciencia para ver las cosas con perspectiva (esto no es de ahora, pasaba también en la ACB) y que, en el plano personal, a Piti le perjudica una perversa mezcla: ser de casa y ese punto de soberbia que transmite. Pero no estoy diciendo que por esto la afición sea mala: simplemente demuestra con la intensidad con la que vive las cosas de su equipo, lo mucho que se implica y cuánto le duelen las derrotas y que se dé imagen de pasotismo.




¿Qué va a pasar? Creo que mucho peor tienen que ir las cosas para que haya cambios en el banquillo, al menos aquí.