viernes, 20 de septiembre de 2013

El inicio del desierto

Minuto de silencio por Silvestre Montes.
--Ortiz, respeto tu trabajo, pero no tienes que recordar en todo lo que escribes que el equipo ha bajado de categoría. Sí, ya sabemos que ha pasado, pero ya está. Ahora hay que mirar hacia adelante, a lo que tenemos. Bastante que hay Plata.

Me gusta que me hablen con sinceridad y que, si tienen algún problema conmigo, me lo suelten. Ejem. Esto me lo decía uno de los que mandan en el Cáceres hace unas horas, en el antepalco del Multiusos, minutos antes del primer amistoso en casa de la pretemporada. No sé. No creo que la sensación que tengo de poco entusiasmo por lo que ha sucedido sea muy personal. Es difícil obviar que se ha bajado una categoría no por motivos deportivos y que en el fondo, con ciertos matices, estamos otra vez en el inicio de la partida: en el de la partida que empezó en 1990 y en la que empezó en el 2007. En ambos casos, el equipo estaba en la tercera categoría nacional. Tantas vueltas para esto.

Luego te asomabas al partido en sí y resulta que había 200 personas, siendo generosos. Los náufragos, los mejores, los imprescindibles. Se avecina un año complicado. Va a ser difícil llevar gente al Multiusos: volver a acostumbrar a la gente a los domingos por la mañana y a rivales de poco glamour. Creo que el único estímulo que de momento va a haber serán las victorias.

El equipo de Ñete (un acierto espectacular su nombramiento, dicho sea de paso) ha perdido, pero ha dado algunas sensaciones positivas. Creo que la 'primera unidad' es de alto calibre, sobre todo a nivel físico en el interior y con mucha clase en el exterior. "A este juegan siete", se le escapa a Bohigas de vez en cuando. Sí, vamos a ver pocas rotaciones: su banquillo, más allá de Juanma Ruiz, es más bien corto de recorrido. Va a haber minutadas importantes para los titulares, lo cual no es malo, eh. Las rotaciones son una lacra del baloncesto modern-no.

Pero hay que ganar o ganar, eso está clarísimo, porque si no, la temporada va a ser infumable y la 'operación rescate' va a ser imposible. Sí es cierto que habrá muchos que se suban a este carro cuando el equipo vaya arriba, que no lo dudo. Pero hasta entonces toca desierto.

PD: Por último, un recuerdo a Silvestre Montes, uno de esos imprescindibles del baloncesto en esta ciudad al que hemos perdido (muy prematuramente) esta semana. Descanse en paz.