miércoles, 24 de febrero de 2010

Guaita/Ginobili: El argentino que se fue y el que pudo venir, pero no lo hizo


Ya no hay más Diego Guaita en el Cáceres 2016, una decisión que, pese a que se veía venir desde hace tiempo --me cuelgo la medalla de haberlo adelantado el 15 de enero con un mítico titular, "El Cáceres se harta de Guaita"-- no por ello deja de ser un pelín controvertida.


Hay parejas cuya función más productiva es provocar en los demás el cruce de apuestas sobre si cortarán o no, o si lo harán pronto o tarde. Algunas veces, por mucho que aparentemente les vaya mal y generen el cuchicheo, ahí siguen, compartiendo la vida. En el caso de Guaita y el Cáceres hay algo profundamente podrido desde casi el inicio, por mucho que en aquella final a cuatro nos encantase con sus triples y su carácter ganador.


Piti incluso veía en él un posible convocado para la selección argentina, ahora escasa de talento, o más bien con un talento envejecido. Porque... ¿qué pívots jóvenes se te ocurren de esa nacionalidad? Que jueguen en la ACB, pues Juampi Gutiérrez, al que Pablo Aguilar parece haberle comido mucho terreno, y Leo Mainoldi (Fuenla), precisamente compañero de Guaita en Burgos.


Como se ha visto posteriormente, las previsiones eran exageradas. Guaita es un gran jugador para LEB Plata, pero no parece digerir bien su papel de complementario en la LEB Oro. Él necesita bolas, protagonismo casi absoluto, y es así como vimos lo mejor de él en la segunda vuelta de la pasada temporada, cuando por las múltiples lesiones tenía que jugarlo prácticamente todo.


Ya a esas alturas estaba a tiros con Hurtado. Dos caracteres fuertes poco predispuestos a tender puentes. Para el entrenador, el pecado --ficharle por dos años de contrato a un precio alto, 90.000 pavos por cada uno de ellos-- acabó conteniendo la penitencia: cuando quiso quitárselo de encima en verano no pudo por mera lógica del mercado, por lo que tuvo que "comérselo" con patatas. El resultado fue el ya comprobado.


Gustavo Aranzana tomó como desafío recuperar a uno de los jugadores mejor pagados de la plantilla. Ya se sabe: ese aura redentor un poco a lo Phil Jackson (yo puedo reconducir a las ovejas descarriadas), pero cuando alguien no está, no está. De todos modos, el "corte" hay que verlo más como una cuestión de la directiva, "cruzada" con el jugador desde hace tiempo por los motivos explicados --sienten que le deben algo a Piti, en cierto modo--, que del entrenador, al que no le estorbaba tenerle ahí, de cuarto pívot. Guaita no era mal compañero, al contrario de lo que pudiera sospecharse por algunos detalles: mantiene buenas complicidades en el vestuario (Francis, Sanguino) y nunca ha rehuido su trabajo.


Pero el romance, ya digo, estaba roto hace tiempo, más a nivel institucional que otra cosa. Aranzana aceptó largarle únicamente a cambio de que hubiera un repuesto. Y el repuesto era Berzins. Para jugar poco tiempo, bien vale Sanguino, se razona en Oaxaca, y así nos ahorramos algo con el argentino, al menos la cuestión de la Seguridad Social y demás mandangas.


Como este humilde blog también mira un poquito al pasado, aprovecharé para recordar una película que hace unos tres años conté en el periódico y que alguno desconocerá: otro argentino --éste mítico-- pudo fichar por el Cáceres CB en su momento. Su nombre quizás os suene: Manu Ginobili. Paso a autoplagiarme un poco, ala.


El jugador de los Spurs pudo ser del Cáceres CB en 1995, cuando era una promesa de apenas 17 años. La historia resulta extremadamente curiosa. Ocurrió en el verano de aquel año, cuando Ginobili era jugador del Andino La Rioja, en su localidad natal de Argentina, y deseaba dar el salto a Europa para mejorar su nivel. Su entonces entrenador, Oscar "Huevo" Sánchez --uno de los más prestigiosos del país-- tenía una gran relación con Manolo Flores, que era entonces el técnico del Cáceres. "Me llamó y me dijo que tenía a un jugador increíblemente bueno y muy joven que quería dar el salto", recuerda el emeritense.


El acuerdo económico estaba prácticamente cerrado, pero había que viajar a Argentina para ver al Ginobili en acción y sellarlo definitivamente. Cuando el desplazamiento de Flores y el presidente verdinegro, José María Bermejo, estaba ultimado, hubo complicaciones de fechas y quedó aplazado.


Ginobili acabaría marchándose después al Reggio Calabria italiano, de donde pasó a la Virtus de Bolonia --con el que fue campeón de Europa-- y posteriormente a la NBA. "Con el tiempo lo piensas y fue una lástima, pero en este mundillo a veces pasan cosas así", añadió Flores. Lo más curioso es que seguramente Ginobili no hubiese jugado en principio en el Cáceres, sino que hubiera entrenado con el equipo, lo que compatibilizaría con una cesión al Plasencia o al Doncel, por entonces clubs vinculados.


Esto sí que es hilar dos historias. Lo demás es cuento.

domingo, 14 de febrero de 2010

La pota de Cherry


Como soy un poco oportunista (¿un poco?) voy a escribir una cosita sobre Cherry. Bueno, más bien una cosita sobre una cosita que escribí sobre Cherry. Podéis leer aquí una pequeña semblanza del jugador que publiqué sobre el jugador esta semana en el periódico. "Cherry superstar", bla, bla, bla... Todos los halagos del mundo porque el tío está jugando realmente bien y ha revolucionado al equipo que tanta esperanza está generando. No es por quitarle méritos a Gustavo Aranzana, que creo que está haciendo un trabajo serio, muy a su estilo, pero dudo mucho que todas las intenciones positivas y el orden que se está viendo ahora se hubiesen producido con la misma plantilla que la que se encontró.


En lo que voy a profundizar un poco --tampoco mucho, eh, que es domingo por la mañana-- es en algo que me ha preguntado alguna gente a raíz de leer lo del periódico. ¿Cómo que Cherry echó la pota en pleno partido, jugando con el Caja San Fernando, hace un montón de años? Es una anécdota, lo sé, pero tiene su gracia (supongo que para todo el mundo menos para él, aunque ya se sabe que es un cachondo).


Era un recuerdo fugaz que tuve de un partido televisado hace ese montón de años, cuando él nos parecía a todos el típico jugador de cantera al que se le quedaban grandes urgencias de la ACB. En Sevilla tenían demasiada pasta como para darle oportunidades auténticas, así es que inició ese largo peregrinar buscando su lugar en el mundo baloncestístico, desde Coruña a Bulgaria, desde Los Barrios a Cáceres.


Cuando estaba escribiendo el artículo estaba seguro de que eso había sucedido, pero lo busqué en internet y no lo encontré. Dudé, lo confieso. Es un poco ridículo ponerse a escribir en Google "Carlos Cherry vómito" o "Carlos Cherry pota", pero lo hice. Y no salía nada. Pero mi cierta ansia por el morbo y una seguridad enfermiza en mí mismo para este tipo de cosas me impulsaron a ponerlo de todos modos, aunque no lo tenía del todo contrastado. A veces se trabaja muy rápido en lo que yo hago y hay que arriesgar. Demasiado.


Cuando llegué a casa estuve rebuscando en los Gigantes del Basket, porque sí recordaba que el asunto se había mencionado en una de esas entrevistas desenfadadas de la última página, el "Vicios Pequeños". Y aquí estaba, en la 993 de noviembre del 2004. El gran Raúl Barrigón, actualmente uno de los popes de hoopshype.com, le preguntaba al base por el asunto. Trascribo.


--¿Qué pasó en el parquet del Real Madrid en su segundo partido como profesional?

--Sí, sí. Eché la pota nada más salir, pero no fueron los nervios, se lo aseguro. Llevaba varios días con problemas en el estómago y la noche anterior al partido estuve vomitando en la habitación. Pero ya no podía, en mi segundo partido, decirle al entrenador: "no salgo a jugar, que me duele el estómago". Así que salí y...

--...Afuera efluvios gástricos.

--Qué jocoso el chaval (risas). Peri si de eso ya nadie se acuerda. Al quemarse el Palacio de los Deportes, la anécdota se perdió entre los escombros.


Pues no, Carlitos. Sorry si me he puesto escatológico. Aquí tenéis la estadística de aquel partido (el entrenador del que habla es Salva Maldonado), ocurrió el 15 de noviembre de 1997. En lo que sí me equivoqué fue escribiendo que esto ocurrió cuando iba a lanzar un tiro libre. Realmente no debió ser así porque no aparece que en los pocos segundos que jugó tirase ninguno. Cosas de la memoria. Lo que tampoco recordaba es que, según he descubierto mirando cosas para esta entrada, Cherry había debutado en la ACB un par de semanas antes contra el Cáceres, poco antes del fin de la primera etapa de Manolo Flores.


Os escaneo la entrevista para el que le interese leerla, solamente hay que picar dentro y se hace grande. Está interesante para conocer un poco mejor al hombre de moda. Que siga así y que no le le vuelva a soltar el estómago, please. No es lo que más desea ver uno en una cancha de baloncesto.

miércoles, 10 de febrero de 2010

La noche de la coincidencia


Faltan unas 20 horas para el doble espectáculo deportivo de la ciudad de Cáceres al unísono: Cáceres 2016-Breogán y Cacereño-Puertollano. Yo iré al baloncesto, más que nada porque así está hecha la planificación de mi periódico, algo que agradezco porque se pasa menos frío y tengo un poco menos de ni puta idea de fútbol que de baloncesto. Thanks, boss.


Durante estos días hemos tenido que tener cuidado para no soliviantar un debate un poco estéril sobre si el aficionado medio debía ir a una cosa o a la otra. A mí personalmente me preocupa, porque soy muy conceptuado como periodista de baloncesto y me molestaría que alguno pensase que arrimo el ascua a un deporte con el que tengo más roce. Así es que ha habido que repartir casi equitativamente los espacios y hoy, después de asistir a la presentación del libro de poesías de mi amigo José María Jurado (que no se diga que no toco todos los registros), he hecho una buena ronda, primero por los campos de Pinilla donde hablaba Angel Marcos y después por el Multiusos, donde lo hacía Aranzana. En ambos sitios vi mucho optimismo del bueno, del que es moderado y prudente.


En realidad, que cada uno vaya donde le dé la gana, que para eso paga. Bueno, en el caso del Cacereño, no. Hábil maniobra, señor Doblas. Cada club era libre de poner el horario cuando más le conviniese, pero está claro que es el club de fútbol el más abiertamente podía evitar una coincidencia que no deja de ser triste para mucha (o al menos alguna) gente que suele acudir a los dos recintos habitualmente y que inevitablemente tendrán que escoger.


En realidad, la mayoría se quedará en casa viendo Gran Hermano o la basura que echen por la tele. El descenso de asistencia a los espectáculos deportivos en los últimos años está siendo importante, y Cáceres no ha sido una excepción. Parece que lo único que nos interesa es el Barça y el Madrid por la tele. El deporte en vivo está en decadencia.


Hace 18 años, cuando empecé a dedicarme a esto, iban 5.000 personas al baloncesto, 3.000 al fútbol y 1.000 al fútbol sala. Hasta cuando me mandaban a cubrir el Colegio Extremadura de baloncesto de Segunda o el voleibol había 100 personas en el Municipal. Actualmente, los tres principales equipos de la ciudad matarían por llegar a esas cifras. ¿Qué nos ha pasado por el camino? ¿Tan incómodo es ir a ver a unos chicos que al fin y al cabo te representan a ti? ¿O tan caro? No es un fenómeno único de Cáceres, por mucho que a la ACB, por ejemplo, se le llene la boca con sus récords en los pabellones. Mirad que el aficionado ha sido lo de menos para, por ejemplo, decidir lo de los partidos televisados de los lunes.


Respecto al baloncesto, es interesante el hecho de que haya un "suelo" de 2.000 personas que parece que, les den los que les den, siempre van a ir. Pero también antes parecía que ocurría lo mismo con 5.000, 4.000 o 3.000 personas, y todo fue bajando. De hecho yo creo que en la última temporada de las dos en LEB del extinto Cáceres CB había menos público incluso que ahora, y que los "playoffs" ante Fuenlabrada se jugaron con 1.500 personas en la grada. Es terrible la sensación de que esa vieja reivindicación del pabellón Multiusos esté en cierto modo desaprovechada actualmente.


¿Qué cómo veo lo del basket ante el Breogán? Todo caduca rápidamente cuando se trata de predicciones, pero a mí me está gustando mucho lo que estoy viendo últimamente, tanto en la personalidad del equipo como su configuración. Supongo y quiero creer que todo lo que nos están contando sobre que todos los movimientos no conllevarán problemas económicos será verdad. Pero eso es otra historia.