sábado, 21 de agosto de 2010

"Sobradete", el conseguidor en la sombra

Aquí normalmente hablamos de jugadores, entrenadores o incluso directivos. Hasta de nosotros mismos, los periodistas. Pero hay otra gente en este mundillo del basket que también es importante para que todo funcione. Hoy voy a escribir sobre una de esas personas porque al fin y al cabo es actualidad: Jorge García León, más conocido como Jordi, más conocido como "Sobradete" para la redacción de deportes del Extremadura desde que le tuvimos allí un verano haciendo prácticas. Dentro de unas horas, el director de comunicación y marketing (y muchas cosas más) del Cáceres 2016 se casa y este (aparte de un sobre menos cuantioso de lo que me gustaría) es mi regalo: una entrada en Bujarrocesto, como llama él a este modesto (?) espacio internáutico.

A Jordi le conozco de siempre, como nos conocíamos todos los del colegio. Él debe ser tres o cuatro años menor que yo. Nos hemos rozado muchas veces, incluyendo seguramente en algún campamento de los de Pacífico, aunque yo no fui muy de la AFA. Cuando nuestros caminos se cruzaron realmente fue en el verano del 2004, cuando nos lo asignaron para que hiciese prácticas en deportes junto con otro gran personaje como Alejandro Segalás, el redactor principal de A pie de pista. Fue realmente divertido trabajar con ellos: dos chicos dispuestos a todo, a los que les encantaba meter la cabeza en el mundillo y que escuchaban cuando se les hablaba.

Jordi era especialmente llamativo en su personalidad, mientras que Alejandro quizás tenía un carácter más gregario, necesitando menos el protagonismo. Jordi no. Siempre estaba contando historias sobre sus viajes, sus estancias de larga duración en Italia y Londres, de sus amigos. Más que por el deporte, transmitía una gran afición por el cine, pero en general era (y es) un apasionado de la vida, un descarado con un alto concepto de sí mismo sin perder de vista la realidad. De vez en cuando le sonaba el móvil, él lo cogía y empezaba a hablar en italiano a voces:

-Ciao, ragazzo, come stai? Io sono laborando nell'giornale. Cosa fai, fratello?

Los nos mirábamos y nos reíamos un poco por lo bajo. El tío merecía el apodo que le pusimos: Sobradete. Y mira, no le desagradó del todo. Uno de los últimos días, busqué una foto que publicamos en la temporada del ascenso, en 1992, en la que, siendo un adolescente aparecía levantando los brazos, de pie, entre una multitud sentada en uno de los fondos de la Ciudad Deportiva, y la encontré. Creo que le hizo una ilusión enorme tenerla.

Tras aquel verano de anécdotas incontables dentro y fuera de la redacción, le perdí un poco la pista hasta que tres años después le reclutaron para el nuevo proyecto del Cáceres 2016, necesitadísimo de manos que lo hiciesen salir adelante. En principio, Sobradete iba a ocuparse de la relación con los medios (algo que Piti Hurtado, uno de sus valedores, consideraba fundamental) y también de patear las empresas para sacar pasta. Pero un club a estos niveles requiere mucho trabajo y mucha gente alrededor y él fue ampliando horizontes para poco a poco ocuparse igual de conseguir un fontanero a las cinco de la mañana que negociar un contrato con un agente que hacer un vídeo de una presentación que escuchar la última idea de un peñista que hacer de psicólogo con la mujer deprimida de un pívot yankee.

Son tantas cosas las que sé que hace ahí dentro (y las que no sé) que realmente se hace poco imaginable que la cosa pudiese funcionar sin él. Tiene un buen manejo de las relaciones públicas y de la tecnología, conoce a medio Cáceres y posee un encanto personal difícil de resistir. Sí, sigue siendo un Sobradete, pero con un halo entrañable. Por supuesto, no siempre (más bien casi nunca) estamos de acuerdo en nuestros enfoques de las noticias, ni a nosotros nos gustan algunas normas que ha impuesto para el trato con la gente del club, pero la cosa no pasa de ahí. No puedo negar que somos amigos: ya digo que dentro de un ratito cojo un autobús para ir a su boda.

Un último detalle sobre él que expresa bien de qué va el personaje: no se irá de luna de miel hasta dentro de una semana porque considera tiene que estar en el inicio del trabajo de pretemporada del equipo. Y otra cosa que habla bien de él ha sido su elección para esta tarde y el resto de su vida: Rocío es una chica guapísima, lista y discreta.

Felicidades. Supongo que habrá barra libre, ¿no?

sábado, 14 de agosto de 2010

Aranzana lo explica (casi) todo

Pocas veces estoy tan satisfecho de una entrevista como de la que ha salido hoy en mi periódico (soy como Belén Esteban cuando dice lo de "mi programa", eh). Aquí tenéis el link, por si acaso os ha pillado mojándoos el trasero en alguna playa o garganta lejana:

http://www.elperiodicoextremadura.com/noticias/noticia.asp?pkid=526623

Larga y explícita, con muchos titulares aparte del que escogí, que me resulta muy contundente. ¿Y si subimos, qué? ¿Quién va a ser el chulo que diga que no se puede? Menudo escenario, nens. Y, desde luego, con el equipo que se ha hecho, no es ninguna utopía.

Fueron 40 minutos de conversación (sin contar el off the record, que, oye, también alimenta). El tipo no se esconde en casi ninguna de las cuestiones que le planteo sobre la confección del equipo y sobre el club en general, explicándolo todo con precisión y sin abusar del tópico. La verdad es que, como siempre que hablo con él, da una impresión de serenidad increíble. Luego le saldrán las cosas mejor o peor, pero sabe por qué da cada paso y conoce de lo aleatorio que es muchas veces este mundillo, lo cerca y lo lejos que está la victoria de la derrota y el hecho de que un entrenador vale sólo su último resultado. Irradia un realismo del que es muy difícil no embriagarse. Otra cosa será cómo vayan los resultados, como siempre. Pero por Cáceres está pasando un personaje con mucha miga, no sé si nos estamos dando cuenta.

lunes, 9 de agosto de 2010

Vidili se me cabrea (o cómo un jugador es incapaz de ser autocrítico)

Hace unos días, alguien que se supone que es Stefano Vidili escribía un comentario a una entrada que escribí sobre él hace un par de años y que podéis revisar AQUÍ. En resumidas cuentas, analicé su papel como efímero jugador del Cáceres CB en la temporada 96-97, no en términos muy elogiosos, la verdad, aunque matizando que es un tío que me cayó bien (mejor que a sus compañeros, desde luego). Echando mano a mis tremendos conocimientos de italiano, lo que escribía el supuesto Vidili (que tiene toda la pinta de serlo, la verdad) era lo siguiente:

"Queridos amigos, soy Stefano Vidili. He leído, después de muchos años, vuestros amables comentarios. ¿Pensáis que me habéis ofendido? ¿Desilusionado? ¿Entristecido? Solamente me han hecho reír, porque yo en Cáceres he estado muy bien, y siempre he intentado dar lo mejor de mí. Cierto es, como has escrito tú, querido Javieer, que si tus compañeros españoles, tan nacionalistas como estúpidos, te llaman, ¿cómo has escrito? ¿"Pitrifi"? no creo que sea fácil para nadie. Si a eso le unes a un entrenador que sistematicamente hace cambios cada cinco minutos, pues, dime tú, gran experto en baloncesto, cómo puede rendir un jugador y hacerlo bien. Y después, ¿qué quiere decir que cuente lo que pasó en Polonia? Que yo también tengo cosas que recordar y contar de Paraíso, Santi Abad, Pedrera (¿tu amigo Pedrera?), jugadores tan bajos como estúpidos. Si quieres escríbeme y te cuento. Has mencionado mis estadísticas de los años anteriores. ¿Cuánto jugaba en Siena? ¿Y cuánto me hacía jugar el mítico (es un decir) Manolo Flores? ¡Vete a mirarlo! Eres solo un incompetente, envidioso y nacionalista al máximo. Gente como tú no merece la pasión, el afecto y los buenos recuerdos que yo tengo de la gente de Cáceres".

Si hay una cosa que he aprendido en estos años en la información deportiva es que los protagonistas de esto, es decir, los jugadores, siempre tienen una visión gigantesca de sí mismos, un ego desmesurado. El que juega 39 minutos quiere jugar 40, el que hace 20 tiros los considera pocos y piensa que debería tirar 37. Autocrítica cero, incluso en casos tan evidentes como el de Vidili, sobre el que todos coincidimos (le vimos jugar, o al menos al tipo que mandaron aquí los italianos) que no lo hizo bien. Pero los baloncestistas (los de aquí, los de allí) siempre encuentran excusas: que si el entrenador no me ponía (yo creo que 18 minutos por partido no está mal), que si los compañeros no me la pasan, que si me tenían asco (algo que yo, por otra parte, cuento más o menos en mi entrada original).

¿Qué pasará para que en esa profesión no haya nadie que diga "sí, lo hice mal, no me adapté, no estuve al nivel de mis anteriores equipos"? Stefano no es una excepción, y es una pena que venga años después con este lenguaje. Qué curioso que el equipo mejorase muchísimo con la llegada de Ferrán López en su lugar. Supongo que sería para él un golpe duro pasar de jugador importante en Italia a "cortado" en la ACB, pero la vida es eso: triunfar, fracasar, levantarse, luchar, triunfar, fracasar y volver a levantarse. El ritual de lo habitual. En su escrito, él se responde por sí mismo: es fácil imaginar su frustración cuando mire atrás y vea esos tres meses tan malos en Cáceres. No pasa nada. Las cosas no siempre van bien. Otro asunto es que nos guste oírlo o, como es el caso, leerlo. Con el máximo respeto siempre.

PD: ¿Qué pasó en Polonia, pues? No tiene importancia, pero es un detalle algo ruín: al entonces junior Panadero, con otra capacidad adquisitiva distinta por entonces, "il nostro amico" le quiso hacer pagar a medias los extras del hotel, algo que sentó fatal a los veteranos del equipo. Eso de amenazar con contar cosas de los compañeros tampoco es de mucha clase, Stefano.

PD2: Para sus fans: Vidili acaba de hacerse cargo de la dirección técnica del modesto Stella Azzurra, de la cuarta división italiana.

miércoles, 4 de agosto de 2010

McCoy, más madera

Es oficial lo de Jelani McCoy. Me pilla en mi último día de vacaciones, unas horas que supuestamente son algo dramáticas, pero en el fondo echo algo de menos la redacción porque soy uno de esos privilegiados a los que les gusta (y mucho) su trabajo, por mucho que a veces no veas más que puertas cerradas y cuestas empinadas.

Con McCoy, como con casi todo el mundo, ya hay debate antes de que aterrice. Si se produce en unos términos correctos, la proliferación de opiniones respecto a la actualidad del Cáceres 2016 es una muestra de vigor, porque indica que el baloncesto es el corazón deportivo de la ciudad. Hay mucha gente detrás de lo que sucede alrededor del Multiusos, cada uno con sus propias intenciones, con sus propios amigos y enemigos, pero gente al fin y al cabo que no está al margen de un fenómeno social que, aunque sin el torrente de fuerza de antes, sigue estando en la primera fila. Por eso está bien que el aficionado opine y le dé vueltas a fichajes como éste, generando expectación, hilvanando visiones que ya veremos si se confirman, tanto las buenas como las malas.

A McCoy, como a Humphrey, le recuerdo de algunas madrugadas NBA. De hecho, me parece que son bastante parecidos: duros, rocosos, que conocen sus recursos. Ese tipo de jugador que en América sale en el segundo cuarto a repartir algún leñazo y pillar un par de rebotes. Y si está solo, no fallar si tiene la bola. Pero esa es una impresión de varios años atrás. Habrá que ver cómo es su "formato internacional", es decir, cuando tiene responsabilidad y minutos, protagonismo de ser importante como debe serlo en Cáceres. Seguramente no es un buen aval que venga de una liga con americanos veteranos pero poco pedigrí como la china (es un poco lo que le pasó a Holcomb: que perdió competitividad a cambio de dólares en su trayecto por Qatar, Corea, Libia...), pero se supone que conserva un tren superior impresionante como en la época americana y en su fugaz paso por Menorca. Hay quien habla de otro posible "caso Newble" (calidad a raudales, pero falta de adaptación), pero yo lo creo menos. Tras varios años dando tumbos por ahí, ya debe saber que España es un paraíso.

Lo que mayor optimismo me da no son ni su historial ni su experiencia ni sus cualidades, sino el hecho de que el Cáceres lo haya conseguido por delante de sus competidores. No es alguien que venga de rebote, tipo experimento, sino un jugador que ha sido puesto en el mercado con la seguridad de que va a ser importante en una categoría como la LEB Oro. Muchos le querían, hubiesen soñado con hacerlo suyo. Y el Cáceres le ha ganado a los demás. Es mucho más difícil equivocarte con el fichaje que querías, con el que le has quitado a los otros, que con alguien al que te has tenido que adaptar por dinero o por las circunstancias. En este particular "juego de las sillas" que es el mercado, el club está demostrando una pujanza enorme. A pesar de haber bajado su presupuesto, rivales directos lo han hecho más todavía.

Por poner otro "pero", me parece que Humphrey y McCoy se parecen mucho, que son dos pívots muy "interiores", pero creo que esto ha sido algo buscado. Que nadie espere de ellos que se planten en 6,75 y se queden allí esperando para clavar triples, ese estilo algo cansino de Garbajosa, Bargnani o Guaita, por poner tres ejemplos muy visibles. Por la mente de Aranzana está que los auténticos tiradores (Francis Sánchez, Movilla, Xavier...) dispongan de muchos espacios. Y eso se consigue atrayendo la atención dentro, como seguramente van a hacer los dos "morlacos". Si se quiere un interior con buena mano, ya hay dos en el banquillo: Antelo y Sanguino. Pero intuyo que el reparto de los minutos no va a ser demasiado "democrático". A los americanos les veo en pista unos 30 cada uno. Como ha sido toda la vida, ¿no?

Mantengo que ahora la exigencia tiene que ser alta. Muy alta. Un arma de doble filo. Pero siempre va a ser esto mil veces mejor que vender que hay una plantilla flojita y que el objetivo es salvar los muebles, o ese cansino "ir partido a partido". No. Hay un gran equipo que faculta para soñar. Se presenta un añito muy interesante.