martes, 29 de octubre de 2013

Octubre y Lou Reed

No sé si a Lou Reed le gustaba el basket. No recuerdo haberle visto nunca en esos planos de 'celebrities' que dan en las retransmisiones de los partidos de los Knicks en el Madison Square Garden. El domingo me sacudía la noticia de su muerte a los 71 años mientras escribía la crónica del Cáceres-Zornotza que cerraba octubre a nivel competitivo para el equipo extremeño de la LEB Plata.

"Sunday morning, praise the dawning
It's just a restless feeling by my side
Early dawning, Sunday morning
It's just the wasted years so close behind"

'Sunday morning', la canción perfecta para las resacas.

Vamos con los diez pensamientos aleatorios sobre el mes de octubre.

1. Tres victorias y una derrota. Sí, es lo único que importa en el deporte profesional: los resultados. ¿Lo único? No, la verdad es que no me apunto a eso. Importa también mucho la diversión, la implicación de los tíos que defienden la camiseta de tu ciudad, muchas otras cosas que hacen del deporte algo más que resultados. Pero mirándolos fríamente, es un buen balance para terminar octubre.

2. El liderato fugaz. Fue bonito tener unos días al Cáceres ahí arriba, líder en solitario, aunque fuese de la LEB Plata. ¿Un nuevo amanecer en el que serías el equipo más respetado y temido de la categoría? Sonaba bien, sí. Pese a la derrota ante el Zornotza, está claro que hay que pedir que se esté arriba. Muy arriba.

3. Rotaciones y tal. "Si no puedo hacer cambios con 20-4, en casa, ¿cuándo voy a hacerlos?". Me generó una pequeña sonrisa la reflexión de Ñete después del partido. Él es un poco de los míos en el sentido de no creer fanáticamente en la obsesión del basket moderno por repartir casi equitativamente los minutos. Y lo demuestra habiendo construido un equipo con un gran quinteto inicial.

4. Rotaciones y tal (II). Los que ganan los títulos (o logran los ascensos) son esos cinco que se chuparán la mayor parte de los minutos, pero se necesita un poquito, solo un poquito, de los que salen del banquillo para dar descansillos. Lo dieron en los tres primeros partidos y en el último no. No siempre será así: Kasse tiene mejor pinta de lo que parecía, para empezar.

5. El club elitista del albornoz. "Baño después del albornoz". Pensé en hacerme el gracioso con el titular el otro día, pero finalmente no lo puse. Hubiese sido injusto y cruel: es un buen detalle que los jugadores tengan iniciativas humorísticas como esa del albornoz. Demuestra buen 'feeling' en el vestuario y eso suma. Pero, claro, solo puede airearse si se va ganando.

6. Adaptaciones. Lo del albornoz es cosa de los nacionales, a los que casi no les queda más remedio que 'hacer piña' porque comparten piso la mayoría. También lo hacen Garfield Blair, Kelsey Williams y Javier Carter (esto nunca había pasado con extranjeros aquí). Creo que se ha demostrado buen ojo fichando a los tres, pero un aspecto que no se puede controlar es su adaptación. Y ahí se ve que va a distintas velocidades.

7. El público. Ay, el público. Muy poca gente, pero era lo que se podía esperar, ¿no? De todos modos, me sorprendió positivamente que no hubiese una catarata de silbidos el otro día por lo del segundo cuarto. Se confirma la teoría que los 500 que van lo hacen con el corazón abierto. Son absolutamente incondicionales para todo. Si eso pasa en las épocas de 'Piti' o Aranzana...

8. El no público. En un escenario ideal de muchas victorias, liderato y ascenso directo cercano, ¿cuántos más se subirán al carro? Es una grandiosa duda que me gustaría tener el placer de despejar. Ya se sabe que esta ciudad ama a los ganadores, pero desconozco hasta qué punto. Hay una afición latente, ahí, sí, los 'sundays mornings'. Pero hay que insinuarse mucho y bien para seducirla.

9. Los otros. El Palma Air Europa se vislumbra como principal oponente, como se preveía, pero ya se demostró que no está en otro planeta, como demostró su particular 'revolcón' a lo Zornotza contra el Araberri en casa. Es una liga clandestina, sin grandes nombres, y eso mismo la convierte en una cajita de sorpresas. No hay que fiarse de nadie: los demás tendrán doble motivación contra el 'grande'.

10. ¿Y ahora? Pues no sé, excepto que volveré a escribir sobre noviembre dentro de un mes y que el pobre Lou, siempre obsesionado por la muerte, ya la está saboreando. Lo normal será que el Cáceres siga ganando mucho más que perdiendo, que el equipo juegue cada vez mejor, que quizás vaya un poco más de gente al pabellón...

Os dejo con la banda sonora con la que este artículo debe ser leído...







































viernes, 20 de septiembre de 2013

El inicio del desierto

Minuto de silencio por Silvestre Montes.
--Ortiz, respeto tu trabajo, pero no tienes que recordar en todo lo que escribes que el equipo ha bajado de categoría. Sí, ya sabemos que ha pasado, pero ya está. Ahora hay que mirar hacia adelante, a lo que tenemos. Bastante que hay Plata.

Me gusta que me hablen con sinceridad y que, si tienen algún problema conmigo, me lo suelten. Ejem. Esto me lo decía uno de los que mandan en el Cáceres hace unas horas, en el antepalco del Multiusos, minutos antes del primer amistoso en casa de la pretemporada. No sé. No creo que la sensación que tengo de poco entusiasmo por lo que ha sucedido sea muy personal. Es difícil obviar que se ha bajado una categoría no por motivos deportivos y que en el fondo, con ciertos matices, estamos otra vez en el inicio de la partida: en el de la partida que empezó en 1990 y en la que empezó en el 2007. En ambos casos, el equipo estaba en la tercera categoría nacional. Tantas vueltas para esto.

Luego te asomabas al partido en sí y resulta que había 200 personas, siendo generosos. Los náufragos, los mejores, los imprescindibles. Se avecina un año complicado. Va a ser difícil llevar gente al Multiusos: volver a acostumbrar a la gente a los domingos por la mañana y a rivales de poco glamour. Creo que el único estímulo que de momento va a haber serán las victorias.

El equipo de Ñete (un acierto espectacular su nombramiento, dicho sea de paso) ha perdido, pero ha dado algunas sensaciones positivas. Creo que la 'primera unidad' es de alto calibre, sobre todo a nivel físico en el interior y con mucha clase en el exterior. "A este juegan siete", se le escapa a Bohigas de vez en cuando. Sí, vamos a ver pocas rotaciones: su banquillo, más allá de Juanma Ruiz, es más bien corto de recorrido. Va a haber minutadas importantes para los titulares, lo cual no es malo, eh. Las rotaciones son una lacra del baloncesto modern-no.

Pero hay que ganar o ganar, eso está clarísimo, porque si no, la temporada va a ser infumable y la 'operación rescate' va a ser imposible. Sí es cierto que habrá muchos que se suban a este carro cuando el equipo vaya arriba, que no lo dudo. Pero hasta entonces toca desierto.

PD: Por último, un recuerdo a Silvestre Montes, uno de esos imprescindibles del baloncesto en esta ciudad al que hemos perdido (muy prematuramente) esta semana. Descanse en paz.

viernes, 19 de julio de 2013

Fracaso

La afición cacereña en el último partido del equipo en LEB Oro (Foto: Luis Cid).
Pues nada, me equivoqué. Siento haber fallado en mis pronósticos: a todos los que durante los últimos días, en los que he estado de vacaciones, me preguntaban que cómo veía el tema, les decía que tranquilos, que el Cáceres saldría en LEB Oro, que lo de EBA obedecía al lloriqueo clásico del club a estas alturas del año, que había una mezcla de faroleo y órdago en todo que echaba para atrás.

Pues no. Esta mañana lo han anunciado en un comunicado larguísimo y que, en el fondo, tampoco aclara gran cosa. O más bien no se atreve a decir la auténtica verdad, que no pasaría nada por decirla: la directiva se ha cansado de avalar, de adelantar dinero, de ejercer de 'salvadora' del baloncesto de élite en esta ciudad. Era un papel en el que antes se sentían a gusto, sobre todo la gente de su núcleo duro, pero ya no. Toca un poquito de desierto. Adelante.

Es un fracaso. Un fracaso de todos (directiva, aficionados, prensa, instituciones y el lucero del alba), pero sobre todo de los primeros. Al igual que ha sido un éxito sacar el equipo cada año tras construirlo de la nada, en este caso han fallado miserablemente, desconozco si por voluntad propia o ajena. Lo más fácil siempre va a ser echarle la culpa a Pepe Sáez (que sí, que la competición se ha devaluado mucho y los requisitos siguen siendo altos) o a los políticos (que sí, que tardan mucho en pagar y cada vez dan menos). Pero no está mal ser autocrítico de vez en cuando. O al menos en esta vez tan señalada, cuando tan claramente no se ha logrado un objetivo.

¿Qué más quería el club, me pregunto ahora? El nivel de ayuda pública seguía siendo bastante alto para la que está cayendo (unos 340.000 euros, MÁS QUE NINGUNA ENTIDAD DEPORTIVA DE EXTREMADURA), la base social era más o menos fija (desde luego, no menor que la del CPC, por poner un ejemplo) y los dos últimos años los resultados deportivos eran cualquier cosa menos decepcionantes. Ahora está muy barato construir un equipo decente y comprometido, bien lo sabemos. Pues lo que no querían era arriesgar más de lo que han arriesgado estos años. Lícito, sí. Pero tampoco elogiable, desde luego. Son hombres de negocios muy respetados, siempre han presumido de su capacidad de gestión, de su mérito de ser impulsores fundamentales de un proyecto que rescató el baloncesto profesional para la ciudad. Ahora ya no podrán hacerlo. Han patinado, al menos este año. Siempre han sabido que o era con ellos o no era, a la vista de cómo acabó el anterior Cáceres CB.

Por cierto, al final Carlos Frade no era tan mala persona por ir al aval.

Una última apreciación sobre cómo vivo esto. Estoy decepcionado, tengo que reconocerlo, y eso que la próxima temporada trabajaré menos horas, tendré más libertad para librar y ganaré el mismo dinero con el equipo en EBA (o en Plata, que parece que hay una posibilidad). Pero me siento legitimado para salirme del discurso de "qué culpa tienen todos, menos nosotros": no soy un 'hater' de los muchos que se han alegrado hoy al confirmarse la noticia. Amo al baloncesto de Cáceres y llevo 20 años cumpliendo con mi papel dándome igual quién se sentaba en el palco. Sé que esto que estoy escribiendo hoy no les causará ningún entusiasmo, pero me da igual. Si no lo hago, reviento.

Tiempo habrá para comentar y mejorar más cosas, claro. La primera: si se quiere 'resetear', como en el 2007, es intentar hacer un club más abierto para la afición, para la gente de la calle, no un búnker en el que no se han conocido los números más que cuando interesaba, como parece ser ahora, y que tampoco es que haya cuidado demasiado a los incondicionales. Hacer un club de socios y no de abonados.

lunes, 20 de mayo de 2013

Sentando bases (primer y apresurado balance)

Segundos después de acabada la temporada...
En fin, se terminó la temporada. Derrota en el cuarto partido de la semifinal ante el River Andorra y vuelta de honor por el Multiusos en uno de los momentos más emotivos que recuerdo en ese recinto. Un final que desde luego no es perfecto, porque en el deporte sigue siendo más importante ganar y ganar siempre por encima de cualquier otra cosa (y ya sé que ganar siempre es imposible), pero un final bastante redondo por cómo se ha dado la historia y las sensaciones que deja.

La escena en sí de los jugadores yendo a la grada a chocar las manos de todos los aficionados que lo deseaban expresa bien todo esto. Me quedé bastante ojiplático desde arriba, en la jaula de cristal que nos tienen en el pabellón. No sé de quién fue la idea, pero muchas felicidades. Pocas cosas hay más valiosas en deporte como que una afición se identifique con unos jugadores y al revés. Y eso se multiplica por mil cuando ni la afición pasa una época de auge ni los jugadores son glamourosos y llenos de talento.

Pero este Cáceres ha sabido construirse desde la modestia y la entrega, por encima de que el presupuesto no permitiese hacer un equipo de mayor calidad. Pero a ciertas alturas de la película eso nos ha dado igual. Hemos visto cómo estos tíos luchaban por cada balón, sufrían en las derrotas y se alegraban en las victorias. Y todo con el escudo del club en el pecho y sus sueldos casi mileurísticos en el banco. Para esto se tiene un equipo de baloncesto profesional en la ciudad. Ni para menos ni para mucho más.

Lo mejor es que gracias a esto por primera vez en bastante tiempo se han sentado unas bases para poder intuir un poco el futuro. Carlos Frade, a no ser que le llamen desde la Liga Endesa (algo que pasará tarde o temprano, por cierto), cumplirá su año de contrato. Y quiere hacerlo (y va a hacerlo, sospecho) con buena parte de los jugadores que al final han acabado haciéndolo muy bien, progresando y progresando con el paso de las jornadas y aportando cada uno todo lo que tenían dentro. Se intuye sensacional que buena parte del camino andado en esta temporada ya se haya cubierto para la próxima y que chicos como Alex López (el único con contrato) podrá seguir mejorando y mejorando dentro de un sistema que favorece a ello.

Frade se ha distinguido como un buen fichador de jugadores, pero como un mejor fichador de personas. Seguramente el funcionamiento interno de sus equipos no entiende de otra cosa: compromiso, poca vocación de protagonismo individual y mucha paciencia con el que no lo está haciendo bien, como ocurrió con Braydon Hobbs, que en otras temporadas hubiese saltado por los aires cuando a los tres meses de competición promediaba 2 puntos de valoración.

Pero ahí dentro son como una familia en la que todos ayudan a todos, en la que, pese que haya las lógicas afinidades internas, todos hablan con todos y todos se defienden a todos. Esto requiere un tipo de jugador muy determinado, muy 'con hambre' con el que hay que dar en el clavo.

Hay proyecto, sí, por encima de los vaivenes de estos tiempos. Pero se ha visto que, afinando mucho y trabajando más todavía, se puede hacer una plantilla que sea competitiva y que, sobre todo, represente bien al baloncesto de Cáceres.


miércoles, 8 de mayo de 2013

Un triunfo impresionante (y una reflexión sobre el tiempo)

Alex López y Braydon Hobbs se abrazan al final del partido (Foto: Patricia Muñoz-Ayala).
Anoche llegué a las 4.30 de Lugo. No era la primera vez que la tenía, pero fue una de las mejores sensaciones de mi vida poder contar por Twitter, este blog y las tres páginas de El Periódico Extremadura (que era quien pagaba) la hazaña del Cáceres ante el Breogán.  Si hoy en día tener trabajo es un lujo, tener un trabajo que te gusta ya es la caña. Especial mención para los cuatro aficionados que viajaron expresamente desde Cáceres. Cuatro maravillosos gatos.

Muchas veces cometemos el error de referirnos al baloncesto actual de Cáceres con la sombra cercana e idealista de lo que hubo en el pasado. Seguramente yo haya contribuido a ello desde este espacio. Y también en el periódico. Han sido frecuentes los reportajes mirando hacia atrás, a las épocas gloriosas del ascenso y los once años en ACB, la Korac, las dos Copas del Rey jugadas con bastante 'ruido'. Hoy mismo relaciono el emparejamiento con el Andorra con los duelos del 92 que algunos de vosotros ni conocisteis porque érais muy jóvenes.

¿He dicho "error" un poco más arriba? Bueno, creo que el error es la interpretación que se puede hacer de esa nostalgia: cualquier tiempo pasado fue mejor, lo ahora es una mierda descafeinada si comparamos, etcétera. ¿Qué te van a contar de un triunfo en un playoff de la segunda categoría contra el Breogán si se ha ganado hace no tanto en Barcelona, Madrid, Málaga, Vitoria, Atenas y Milán? Pero mi teoría es que lo de ahora, que está muy bien para lo mal que se ha pasado en el aspecto económico, es consecuencia de todo aquello. Se fue creando una cultura de basket en la ciudad que hizo que este deporte fuese entrando, al fin, en su ADN, donde se ha quedado creo que para siempre.

Siempre he pensado que la historia debe servir de inspiración, de impulso, no de tormento, de lastre insuperable. Lo que hay ahora es lo que hay. No es incompatible disfrutar lo de anoche con el hecho de hacerlo también con lo que sucedió hace unos años.

Os dejo un vídeo que ha montado Joaquín Camacho (@jcamacho92) que creo que expresa bien todo esto:

http://vimeo.com/65564553

Pero, pese a todo, y aunque sea una cosa más minoritaria, anoche percibí en mí mismo y en la gente que seguía el partido desde lejos la misma arrebatadora emoción que hace 20 años. Baloncesto es baloncesto. Y Cáceres es Cáceres. No lo olvidemos nunca.

martes, 7 de mayo de 2013

A falta de 20 minutos...

Lamento si esperabais alguna entrada hoy aquí antes del partido. No se puede decir que no he escrito por vagancia. La verdad es que llevo todo el día haciendo cositas para el periódico de mañana, que entenderéis que es mi prioridad, y no he podido ponerme delante de blog. Además, muchas llamadas de teléfono porque, ya lo dije, es mi 39 cumpleaños. Gracias a todos.

Una de las cositas que he hecho ha sido acudir al entrenamiento de esta mañana, una suave sesión con tiro, estiramientos y un par de detalles que se han trabajado con vistas a supongo desactivar alguna virtud del Breogán o enfatizar una propia. La batalla táctica está ahí, por descontado, aunque me da que este tipo de partidos es más de jugadores, de valientes, que de entrenadores.

De todos modos, voy a aventurar unas claves antes de que esto empiece:

--Reducir los tiros de Ogirri. El Cáceres está teniendo auténticos problemas con el dinamitador de partidos lucense. De lo que se trata es que no reciba y estar muy atentos en los cambios, porque cuando se queda con un grande se la puede 'liar' penetrando. Y cuando está con un pequeño, sus triples desde 8 metros son indefendibles. Creo que el que mejor lo está haciendo hasta ahora es Alex López.

--La zona. Hay que confiar en lo que se ejecute, no dejarse vencer porque el plan determinado no surta efectos inmediatos. Frade el domingo alternó durante la segunda parte una defensa individual y una 1-3-1 que le dio buen resultado. Y eso que en los primeros ataques contra ella Winchester metió una de sus (escasas) canastas. Pero todo lo que sea titubear en el plan será terreno ganado para el Breogán.

--Mantener un ritmo alto de juego. Al Cáceres le han interesado toda la temporada los partidos locos, los de correr mucho, porque en ese intercambio de golpes su defensa acababa asfixiando al rival, que había un momento que se veía incapaz de correr. En esta serie el Breogán ha intentado correr, pero no ha podido darle a eso continuidad. ¿Es una tendencia mantenible? Imagino que los locales querrán repetir lo que mejor les ha ido.

--Jugar con los nervios. En todo caso, lo que no debe pasar nunca es que el 'Breo' se vaya en el marcador. El pulso de los nervios parece ganarlo claramente Cáceres, que es el que juega sin la presión del factor cancha. Se me viene a la cabeza lo ocurrido hace un año en Burgos, que ya sé que era otro equipo y otras circunstancias, pero la angustia de un final igualado para el de casa a veces resulta insuperable.

--Las rotaciones. Frade tiene 10-11 soldados en los que, aunque con las características de cada uno distintas, no hay especiales protagonismos reservados. Lisardo apenas ha confiado en ocho jugadores, con lo que eso supone de desgaste. Esta es, obviamente, un arma de doble filo: quién tiene que jugarse los balones está más claro en los lucenses, que se vuelven más previsibles, pero es innegable que el Cáceres tampoco tiene 'killers' como Ogirri y Winchester. Hasta Diouf te puede matar a media distancia, dando por descontando que dominará el rebote.

--Olu, k ase? Esta mañana en el entrenamiento le he visto bastante bien físicamente. No estará al cien por cien, pero sí mejor que el domingo.

En fin. Esto empieza dentro de 18 minutos...

570 kilómetros después...

Sí, ya sé que soy un desordenado...
Pues nada, otra vez aquí. La otra vez me dieron la 503 y esta vez la 607. Me flipa la capacidad de los hoteles de construir habitaciones idénticas entre sí, aunque en este caso me han puesto en una habitación con una cama de matrimonio y no con dos individuales. La verdad es que me da un poco igual. Me muevo poco cuando duermo. O eso dicen.

Hay algo de impersonal en todos estos sitios que no puede evitarse: los mismos muebles, las mismas toallas, las mismas sábanas, los jabones, los gorros de la ducha que no sé si llega a usar alguien... Un hotel es una especie de microcosmos básico donde puedes estar y no estar al mismo tiempo. Es muy difícil recordar las habitaciones en sí de los sitios por donde has pasado más que por lo que has hecho en ellas. Y yo lo que hice en la 503 fue básicamente escribir y en la 607 también me estoy dedicando a eso.

570 kilómetros más al norte, aquí estamos, a 20 horas del gran partido, del quinto de la serie entre Breogán y Cáceres. Lugo me ha recibido con la familiaridad de una ciudad que lo hace por segunda vez: cuando la miras en el Google Earth realmente te sitúas, te sonríes por los pliegues de los edificios, por los recorridos mentales con los que te aventuras.

No sé qué tal me tratará esta vez esta ciudad. De la otra vez salí/salimos contentos. Aquel 1-1 fue un buen germen que ha desembocado en el 2-2 de ahora. Podría haber sido mejor, y no haber tenido que regresar, pero también peor. Pero todo lo que ha pasado hasta ahora no importa realmente un carajo. Solo servirá el realismo sucio de las 20.45 horas en el Pazo, diez tíos y un balón naranja.

En estas situaciones me vuelvo bastante egoísta. Soy algo distante, desapasionado. Pienso en el equipo, sí, en que gane, pero porque si ganan me leerán más, me RT más, y yo disfrutaré más confeccionando las páginas. Lo que me interesa es cerrar a la hora, que no se me cuelgue el 'pincho' del 3G, no equivocarme gravemente con el resultado del partido, que es una cosa que me pasa a veces.

Aquí estaré, intentaré ir contando lo que pasa. Mucha calma en el hotel por ahora, hoy se han dedicado a descansar tras viajar de madrugada. Mañana entrenamiento, supongo que ligero, por la mañana. Ah, por cierto, uno de los errores que no me gusta cometer: no he recordado en mi previa del partido que lo retransmite Radio Sansueña.

lunes, 6 de mayo de 2013

Road to Lugo (II)

Los jugadores del Cáceres festejan la victoria el domingo (Foto: Luis Cid)
En fin, chicos, que dentro de un par de horas me tenéis camino de Lugo otra vez para contar lo que suceda antes, durante y después del quinto partido del 'playoff' ante el Cáceres. Hace 24 horas no muchos confiaban (confiábamos) en esto, después del 'baño' del viernes, pero la serie está igualada de nuevo y la batalla psicológica vuelve a estar ligeramente inclinada a favor de los extremeños, que saldrán mañana sin presión al Pazo, sabiendo que, aun en el caso de derrota, habrán terminado la temporada con buena cara.

Aquí podéis leer mi crónica del partido de ayer y aquí lo que escribí un poco sobre el ambiente y lo que dijeron los entrenadores.  Me llamó especialmente la atención lo que señaló Carlos Frade tras el partido: "Si nos quieren ganar, van a tener que echarnos a patadas del pabellón". Por descontado que nadie lo interprete como una declaración violenta ni nada por el estilo. Está siendo una serie modélica en ese aspecto, sin piques sucios entre los jugadores ni declaraciones altisonantes. Pero sí expresa un poco el espíritu con que su equipo viajó ayer noche a Lugo: recuperadas las señas de identidad el domingo, toca vender carísima la derrota, despedirse de la temporada, si es así, siendo el Cáceres.

En esta línea es encomiable el esfuerzo de todos los jugadores, alguno saltando a la pista claramente lesionado como Olu Ashaolu, que se incorporará esta tarde al hotel de concentración porque esta mañana ha sido tratado de su dolencia en una pierna en Cáceres. Ahora está muy sobado este concepto de "los valores", porque suena algo engolado, pero es así: los de este equipo son absolutamente primorosos, aunque la calidad no sobre. Pero es fantástico verles en las distancias cortas, cómo se apoyan todos a todos, cómo se entregan, cómo disfrutan de su profesión.

A nivel personal, voy a contar una cosilla: mañana es mi cumpleaños. 39 ya. En fin, lo malo no es cumplir uno más, sino saber que queda uno menos. Además, dicen que los 40 son los nuevos 30. Creo que será la primera vez en mi vida que me pillará este día fuera de casa, pero estaré encantado de que eso pase mientras os intento contar mi visión de lo que sucede, disfrutando de mi profesión y de mi papel en este tinglado del baloncesto cacereño. Si ya es con una victoria, mejor que mejor.

Esta noche intentaré daros una última hora desde el hotel.

domingo, 5 de mayo de 2013

Recomponerse o decir adiós

Ya sabéis, esta tarde, Cáceres-Breogán, 19.00 horas. Me gustaría ver a todo el mundo allí, pero me temo que, dentro de esta ciudad ciclotímica, toca un poco de pesimismo. La verdad es que lo del viernes, ese 52-74 tan significativo en dígitos y en sensaciones, nos hemos quedado todos un poco 'chof'. Sin embargo, nada está perdido todavía. Hay que ir a por el cuarto partido y forzar el quinto, que sería el martes.

Quizás hayamos vivido un poco en una burbuja en los últimos días. Los que vimos los dos primeros encuentros (no sé si lo de Febtv cuenta) teníamos la idea de que el Cáceres estaba siendo superior. O incluso muy superior. Lo digo a nivel táctico, de juego en sí, incluso en el segundo partido, cuando solamente una racha increíble de triples (algunos desde 8 metros) y una mayor implicación en el rebote del Breo igualó la eliminatoria.

El equipo de Frade parecía ir por delante: utilizaba a un mayor número de jugadores, estaba más seguro de lo que hacía, dependía mucho menos de individualidades concretas. Error, claro. Se nos olvidó que, a la hora de acudir al mercado el pasado verano, el Breogán eligió primero a gente como Michel Diouf, Anthony Winchester o Manu Gómez. Hasta Roeland Schaftenaar es un tipo muy 'sello Frade' que casi seguro es superior a Josh Duinker. Además, mantuvo a piezas claramente útiles para esta categoría como Sean Ogirri.

¿Los partidos los ganan los mejores jugadores o los mejores equipos? Durante unos días pensamos que lo segundo. El problema es que el Cáceres dejó de ser un equipo el viernes y con esa mosca detrás de la oreja estamos ahora. Si un grupo que tiene por bandera el orden y el esfuerzo lo pierde, ocurre lo que ocurre. Pero ya digo que todavía se puede confiar.

domingo, 28 de abril de 2013

Lugo night


Un trozo de la redacción de deportes del Extremadura.
Sigo en la mesa-camilla que hay en la habitación. Os voy a poner una foto porque es curioso. Yo creo que es la primera que veo en un hotel. Me viene fantástico, eh. Miro por la ventana y el cielo está encapotado. Por lo visto ha nevado otro ratito esta mañana, a eso de las 9.00, pero yo estaba todavía sobando.

Aclaro (por si esto lo está leyendo mi mujer) que la noche de Lugo fue bastante intensa, pero no excesivamente etílica. Traducido: me bebí tres Barcelós (nada que ver con Jonathan, el ex de Plasencia). Fueron bastante espaciados y me sentaron hasta bien. Estuvo excelentemente acompañado por dos lucenses a los que he conocido 'en vivo' durante estos días: Javier Muñoz y su prima, Patricia Muñoz, con los que había tenido contacto a través de Twitter anteriormente. Se suele rajar bastante sobre la 'ley de la selva' que son muchas veces las redes sociales, pero también te permiten momentos chulos como éste.

Con Javi y Patri.
Javi y Patri me llevaron a comer pulpo a una pulpería, como por otra parte era lógico. Es como cuando nosotros llevamos a la gente de Cáceres a comer jamón al Mesón San Juan (espero que tras esta publicidad gratuita, Rafa se estire). También cayeron unas estupendas zamburiñas y un estupendo churrasco. Todo genial, sobre todo la conversación. Javier es el entrenador del Durán Maquinaria Ensino de la Liga Femenina 2 y hace poco estuvo en nuestra ciudad en la fase de ascenso. Su prima también ha estado muy vinculada al basket local y disfrutamos mucho contrastando nuestros 'micro cosmos'. Saqué la conclusión de que Lugo es bastante parecida a Cáceres: con encanto y personalidad propia, aunque algo cainita.

Pulpo de ficción (otro chiste tonto).
Tras la pulpería, un par de sitios de copas muy bien montados, dentro de la zona de la impresionante muralla romana: la Fundación y el Comic. Patri se retiró a mitad de la película y seguí con Javier, que me dio la impresión de que conocía a todo el mundo. El momento surrealista fue que, entre sitio y sitio, nos pilló una pequeña nevada. No cuajó, claro, pero para uno de Cáceres, donde nieva cada diez años, le impacta que esto le ocurra un 27 de abril. Raro, raro, raro.

Es estupendo que en el hotel no haya tenido que desalojar la habitación después de las 12.00. La de anoche fue mi última aquí, ya que volveré a Cáceres tras el partido de esta tarde (19.00). Os dejo las dos informaciones que he publicado hoy en el periódico: la previa y un reportaje adjunto.

No se aprecia bien, pero juro que nevaba.
Quizás me asome un ratito ahora a la ciudad. El equipo está normal, tranquilo, tras una leve sesión de tiro esta mañana. Tengo buenas vibraciones, aunque la victoria del viernes permite que una hipotética derrota de hoy no sea desde luego (desde Lugo, jaja) un drama. Sí, ya lo dejo.

sábado, 27 de abril de 2013

Dentro de 24 horas...

Los jugadores observan un montaje de vídeo en
pleno entrenamiento.
Las nueve y pico. Me imagino que dentro de exactamente un día estaré como un loco delante de este portátil. Si es para contar un 0-2, perfecto. Perfeeeecto, que dicen aquí con ese pegadizo acento de la tierra. Casi al rato estaré de camino de vuelta a Cáceres y seguro que sentiré que el 'finde' ha pasado volando. Y estará bien volver a casa.

Tengo un momento de paréntesis ahora. Ya he enviado los textos y las fotos del día y dispongo de un ratito para relajarme un poco a la espera de que me venga a recoger Javier Muñoz, el entrenador del Ensino Lugo con el que me daré una vuelta por la ciudad, empezando por la cena. A ver dónde me lleva porque la verdad es que he tenido poca oportunidad de conocer esto. Desde la ventana del hotel y en el camino del pabellón parece bastante maja, un poco al estilo Cáceres salvando las distancias, claro. A ver qué hay dentro de la famosa muralla romana, porque el hotel está en la zona más nueva, a unos 15 minutos del pabellón andando.

Nguema y José Medina.
Lo que me ha desconcertado del día ha sido el clima: sol, lluvia, nublado... alternativamente y sin mucha transición. Pero el momento surrealista ha sido a eso de las ocho y pico, cuando se ha puesto a nevar durante cinco minutos. Por lo visto, ni los de aquí lo entienden muy bien.

¿Basket? Pues mis vibraciones desde aquí son estupendas. El equipo está enchufadísimo para venirse mañana con un 0-2, pero el primer error sería pensar que ese camino está ni mínimamente andado. Si algo distingue a esta gente es su intensidad, su entrega, y creerse ahora algo que no eres resultaría un absurdo. Pero vi a Breogán muy nervioso ayer y es una sensación con la que tendrán que combatir también mañana.

En fin, se acaba el paréntesis. Toca asomarse ahí fuera, aunque haya relámpagos...

El 'clan de la pocha' (versión cacereña)

Imagen captada hace apenas media hora.
Hay un misterioso personaje que centra muchas miradas (de admiración y odio) en el baloncesto español. Se hace llamar 'El Capità Enciam' ('El Capitán Lechuga'), y en su blog 'El contraataque' se dedica a repartir estopa a diestro (ACB), a siniestro (FEB) y hasta al del medio (ABP). No voy a entrar ahora en si lo que hace está bien o no. Hay entradas que me gustan más y otras menos, simplemente diré eso, aunque creo que todo estaría más legitimado si no escribiese bajo pseudónimo. ¿A qué viene esto? ¿Qué tiene que ver con mi seguimiento del playoff Breogán-Cáceres?

Si hay algo muy ingenioso del Capità es el modo en el que denomina determinadas cosas. Muy metafórico y muy imaginativo, al tiempo que punzante. Pues bien, y ya llegamos: denomina a los Pau Gasol, Juan Carlos Navarro y demás estrellas de la generación del 81 del basket español como "el clan de la 'pocha'" en referencia a las partidas de este juego de cartas al que normalmente juegan en las concentraciones de la selección y en las que, como suele asegurarse, se cuecen muchas de las decisiones alrededor del equipo.

El Cáceres también tiene su propio 'clan de la pocha'. Lo forman Richard Nguema, Alex López, Roberto Morentin y Pedro Robles. Hay versiones contradictorias, pero parece ser que fue este último el que trajo el juego al vestuario, aunque los otros ya sabían manejarse en él. Pero cuentan que las partidas entre estos cuatro son épicas, míticas, interminables. Y los 'piques', aunque sea por las pequeñas cantidades de dinero que hay en juego, son grandes. Según informaciones llegadas a este humilde enviado especial, Nguema se lleva ahora la palma en cuanto a racha ganadora, mientras que 'Rober', que es como llaman a Morentin, no atraviesa un buen momento. 

Por cierto, en el cuerpo técnico también le pegan bastante al naipe, aunque ahí me faltan datos.

Hablando un poco en serio, y termino con la anécdota: imagino que les viene muy bien para evitar el tedio de las concentraciones y los viajes. A mí me hace mucha ilusión viajar con el equipo unas pocas veces al año, pero imagino que debe ser un coñazo estar siempre de acá para allá, yendo a ciudades donde ya has estado en otras ocasiones y sin la libertad (gastronómica y de horarios) que conlleva ser un turista normal.

Relajándose en el 'spa'


No, no son burbujitas de Freixenet. 

Mañana tranquila en el Gran Hotel de Lugo. Tranquila dentro, porque fuera estoy empezando a imaginarme lo que es vivir aquí a nivel de clima: un rato de sol, otro nublado, de repente un chaparrón... Ahora sol mismo sol, pero no puedo asegurar que antes de terminar de escribir esto no vaya a ponerse a chispear otra vez.

He desayunado con Pedro Núñez, el hombre que mueve muchos hilos en el Cáceres Basket. Disfruta como un crío con estas cosas, aunque anda un poco 'mosca' con algunas cosas de las administraciones públicas. Supongo que ya lo expresará públicamente cuando corresponda. Es un club que tiene sus cosas feas (creo que le perjudica este constante rollo de 'ya veremos si salimos el año que viene'), pero también hay mucho mérito en seguir adelante, intentando reinventarse constantemente, sobre todo esta temporada.

Mucha juerga en el agua.
Después he estado un rato con los jugadores en el impresionante 'spa' del hotel. Muchas risas --sobre todo con el bañador de Roberto Morentin-- y buen rollo con los chorros de agua fría, caliente, la sala de escarcha (que no de escrache, que es lo que le hicieron ayer al Breogán), la sauna finlandesa, la terma roma, el baño turco, las salas de relax, masaje e hidratación y el jacuzzi con vistas al jardín. La gran piscina aloja 240.000 litros de agua, depurada por tres equipos con sistema de bromo. Hay hasta un río contracorriente para practicar la natación. Y dejo ya de fusilar el tríptico que he encontrado encima de la mesa..

He charlado un poquito con Braydon Hobbs. El tipo dio un curso de jugar como base, un 'fichaje' inesperado por el movimiento de la salida de Devon Van Oostrum. La verdad es que he rajado en ocasiones del hecho de que para sustituir a un '1' se trajese a un '2-3' como Zane Johnson, pero hasta en esto va a tener razón Carlos Frade.

Hobbs me dice que a nadie debe sorprenderle verle como base. "En la universidad lo hacía bastante. Tengo un poco los hábitos que se necesitan para ello. Me gusta mucho pasar el balón". El tipo sonreía cuando yo le comentaba que si antes del partido de ayer hubiesen firmado regresar con 1-1 al Multiusos. "Puede ser... Pero ahora queremos un 0-2".

Fernando Roig, atendiendo a Tele Lugo.
Echándole un poco de rostro, he abordado a Fernando Roig, el presidente del Villarreal, que estaba haciendo tiempo en el hall antes de comer e irse al partido que a las 17.00 juega su equipo en el Anxo Carro. Ha estado muy agradable. "Estuve en Cáceres con el Villarreal hace un par de veranos. Nos llevamos bien con la gente del Cacereño, con Antonio Martínez Doblas", decía. En su momento fue presidente del Pamesa Valencia y hemos charlado un rato sobre la difícil situación del baloncesto español en muchos aspectos. Tener muchos millones no significa ser distante.

Subí a la habitación para escribir esto. Ahora bajaré a comer y luego entrenamiento a las 18.00, a ver qué dice Carlos Frade y un par de jugadores que he pedido (Richard Nguema y Alex López).

Ahí afuera sigue el sol, pero no hay que fiarse. Esto es Galicia, sitio distinto.

Calma después del inicio soñado

El paisaje después de la batalla.
Buenas noches desde la habitación del hotel.

No, para los que se empeñan (quizás con razón) en alistarme en la eterna conexión entre periodismo y alcoholismo, os aseguro que hoy no he salido a conocer la noche lucense. Y, en fin, motivos me sobraban: es una ciudad nueva, estoy contento por la victoria y hasta tenía con quien hacerlo, pero he pensado que mejor que no. ¿Me estaré haciendo viejo? Baj, bobadas. Pero es mejor reservar las balas. Vengo de tener un problemilla en un pie. Aunque lo tengo casi superado, es mejor no tentar la suerte.

Quizás mañana. Hasta el domingo a las 19.00 no es el segundo partido de la serie. Ahora estoy en ese momento de cierta descomprensión cuando has vivido mucho rato intensamente: desde que llegué al pabellón apenas he tenido un momento de relajación. Preparando las páginas, haciendo fotos, enterándome de alguna historia, poniéndole cara en 3D a gente como Javier Muñoz (entrenador del Ensino), Paco Basanta (periodista local) y Edgar Paz (tremendo experto en NCAA)...

Luego, claro, el partido, y escribir frenéticamente tuits y las dos páginas que se publicarán mañana en EL PERIÓDICO EXTREMADURA. La dura vida del enviado especial, supongo, pero es algo que me hace sentir muy vivo e identificado con mi profesión, ya lo he explicado algunas veces.

He sido el último en salir del pabellón. Mientras esperaba al taxi que me ha traído al hotel he charlado con las dos personas que custodian el recinto. Y me he dado cuenta de una cosa: la conversación sobre la crisis, sobre el colapso al que se encamina nuestro sistema, ha sustituido a la del clima como tema recurrente y común en todos. La gente está muy quemada. Y eso que los que hablábamos éramos tres tíos con trabajo...

También he sido el último en llegar a la cena. La mayor parte del equipo ya había devorado el arroz y los filetes de cerdo que había para irse sirviendo. Satisfacción y buenas caras, sí, pero nada de euforia. Lo mismo había pensado tras el partido. La celebración no ha sido muy efusiva. Todos son conscientes de que queda mucho partido, aunque al tema se le ha puesto buena cara.

Aquí os adjunto un par de fotos del final. Se confirma que no es una cosa que se me dé bien, pero el documento aquí queda para mi propio escarnio:



Sobre el partido en sí hay que comentar muchas cosas (y casi todas en positivo). Para ello os emplazo a la crónica que se publique, pero voy a destacar solo una. Muy pocas veces una valoración estadística ha sido tan injusta como hoy con Alex López. En su casillero hay un pírrico '1', pero hay que ver lo importante que ha sido en defensa y también en ataque (cinco puntos seguidos cuando el Breogán había recuperado una desventaja de ocho). Eso, partiendo de la base de que es injusto destacar a alguien cuando globalmente se ha hecho un partido tan completo y tan de equipo.

En fin, voy a ver si me relajo un poco. Mañana os cuento más cosas paralelas. El equipo estará por la mañana en el 'spa' del hotel y por la tarde realizará una sesión de entrenamiento que supongo que será leve.

viernes, 26 de abril de 2013

Buscando detalles ganadores (con el Villarreal un par de plantas más arriba)

Hobbs y Kzenevic sentados y Miguel Lorenzo y Alex López
llgando en la merienda de hace apenas unos minutos.
Ahora mismo los jugadores del Cáceres están con su última sesión de vídeo y charla antes de que Juanma les lleve en bus al Pazo Universitario. En una sala del Gran Hotel de Lugo, Carlos Frade desarrolla con ellos algunos aspectos del Breogán, basado en los montajes de vídeo que ha realizado en los últimos días su ayudante, Roberto Blanco, y también algunas cuestiones de su planteamiento. "Tengo curiosidad como entrenador por ver qué pueden cambiar ellos respecto al último partido en casa de la liga regular", me decía el bueno de Robert 'White' tomando un café en la merienda del equipo, programada para las 18.00.

Al igual que en el almuerzo, en esa merienda también he estado como uno más. Ha faltado poco para que me invitasen a entrar en la charla, pero ya hubiese sido demasiado. En opinión de Blanco, no se esperan grandes variaciones en un oponente que, según mantiene, tiene muy clara su forma de jugar. "Son un equipo con los conceptos claros y jugadores que son expertos en muchos sentidos", decía. Por cierto que Manu Gómez, el veterano pívot local, anda con problemas físicos, según la prensa de aquí, pero creo que está claro que jugará. El 'Breo' notó su ausencia en el reciente partido del Multiusos.

Tampoco en el Cáceres habrá revoluciones. No sería lógico a estas alturas de temporada. Y es que, mantenía mi interlocutor, "con el 'scouting' al fin y al cabo lo que buscas es un pequeño detalle". Sí, pero ese detalle a veces puede ganar o perder un partido, ¿verdad?

No todos han bajado a la merienda. Los primeros que lo han hecho han sido Braydon Hobbs y Filip Kzenevic, que no puede jugar (es montenegrino y no tiene pasaporte comunitario por ahora). Se trata de un chico simpático, muy querido en el vestuario, que lleva año y medio en Cáceres jugando con el filial, el Baños de Montemayor, y que ha recibido el 'premio' de acompañar al equipo por las muchas sesiones de entrenamiento en las que ha participado en los últimos meses.

Por cierto, antes se me ha pasado comentarlo: en el hotel también está el Villarreal de fútbol, que mañana visita al Lugo en el Anxo Carro dentro de su desesperada lucha por regresar a Primera y volver a ser 'grande'. Para ello todavía cuenta con gente conocida como Mellberg, Cani, Bruno, Jonathan Pereira o Uche.

En fin, dentro de nada salimos para el pabellón. Y no, no voy en el autobús con ellos...

Buffet lucense

Los chicos, en plena comida.
Aquí estoy ya. Las expertas manos al volante de Andrés Campos (os recomiendo seguir esta noche su retransmisión en Radio Sansueña) me han trasladado a Lugo en apenas cuatro horas y media. El viaje ha sido bastante tranquilo. Esta ciudad nos ha recibido muy 'a la gallega', y no en el sentido de no saberse si sube o si baja, sino más bien por su cielo encapotado y hasta unas gotitas. Parece que tendré que sacar alguno de los jerseis que me ha metido mi mujer en la maleta. "Abrígate", me ha dicho al despedirme, imagino que como involuntario homenaje a mi madre cuando me lo decía.

Estoy en el mismo hotel del equipo, el Gran Hotel de Lugo. Cuatro 'estrelinhas'. No está nada mal. Es antiguo, pero se ve que ha sabido lavarse la cara a tiempo y tiene un 'spa' que quizás me anime a disfrutar en algún rato que me dejéis libre (jajajaj).

Nada más llegar he pasado a un comedor privado donde estaba el equipo ya con el almuerzo, a eso de las 14.05. Como no había mesa para mí (y lo que hemos contratado es estar en el mismo régimen que ellos), Carlos Frade me ha invitado a sentarme a la mesa aparte en la que estaba el cuerpo técnico y el conductor del autobús, el mítico Juanma, de la Empresa Gil.
Esto se ve desde mi habitación.

Le agradezco la confianza al entrenador, claro. La comida ha transcurrido con bastante buen humor en general e incluso he sido 'cómplice' de una broma del cuerpo técnico a los jugadores (sobre todo a Pedro Robles) respecto a comunicarles la hora de la merienda y charla técnica de esta tarde (será a las 18.00).

Aunque de lo deportivo intentaré hablar en el transcurso de la tarde, hay muy buenas caras aquí, por descontado. Se ve que es un grupo de gente que disfruta mucho con lo que hace. También lo han hecho con la comida, bastante clásica para deportistas (ensalada, pasta, pollo y fruta), pero servida mediante un buffet que permítía libertad a la hora de servirse y combinar elementos. Estaba todo rico, hemos coincidido en afirmar.

Poco más por aquí, por ahora. Voy a ver qué pone la TVG.

Empiezan los 'playoffs'. Y lo contaré desde Lugo

Mañana por la mañana salgo hacia Lugo. EL PERIÓDICO EXTREMADURA vuelve a apostar por el deporte, igual que ha hecho en sus recién cumplidos 90 años de vida, y su director, Miguel Ángel Muñoz, al cual le agradezco esta confianza, me envía a cubrir el primer acto del ‘playoff’ entre el Breogán y el Cáceres este fin de semana. Durante los próximos días intentaré estar muy encima de todo lo que suceda y, aparte de en las páginas de papel del diario y en su edición de internet, os haré llegar desde aquí la ‘otra cara’ de la/s eliminatoria/s. También daré pequeños ‘flashes’ en Twitter (@bujacocesto), aunque reconozco que le tengo más cariño a esta página en la que estáis ahora que al personajillo que todos nos creamos en la famosa red social. Me da que me explico mejor.

La pasada temporada esta renovada y ultratecnológica fórmula de ‘enviado especial’ con la que me estoy reencontrando ahora mismo funcionó bien en cuanto a visitas y creo que en cuanto a repercusión e interactividad. Mi ya descomunal ego estuvo bien alimentado, he de decirlo ya. Viajé a Burgos y a Melilla dos veces y actualicé prácticamente todos los días de un mayo que fue realmente mágico y especial para todos. A ver si se puede repetir ahora, empezando por Lugo. Me hospedaré con el equipo y no perderé detalle.

Esta temporada he tenido Bujacocesto un poco abandonado, como os he ido contando esporádicamente aquí abajo. No siento la necesidad de disculparme y ya lo he explicado. La trayectoria del Cáceres me sugería muchos menos matices que en temporadas anteriores (esto no es mejor ni peor, ojo) y mi afición por el pasado del basket la iba proyectando primero en www.retroacb.com y después en www.espacioligaendesa.com/historia , donde por cierto están apareciendo muchos jugadores que han pasado por aquí.

Me subo ahora al carro del ‘Frade Team’, pero solamente en lo físico en los viajes, no en cuanto al proyecto en sí. Durante buena parte del año he defendido la idea del entrenador y he destacado el mucho mérito que tenían los resultados obtenidos cuando se había configurado un equipo joven y barato. Solo cuando la persistencia de perder fuera de casa resultaba ya demasiado pertinaz creo que mostré cierto hartazgo sobre cómo respiraba este equipo. Afortunadamente, ha madurado a tiempo y ahora es capaz de aspirar a todo (sí, a todo) si sigue jugando con este convencimiento en sí mismo.

Pero ya dije más arriba que no veía tantos matices como otros años en una plantilla honesta, de poco o ningún ‘vedettismo’, alérgica a los conflictos y, también hasta ahora, a los grandes alegrones. Vamos a ver si el camino inaugurado en Huesca hace tres semanas (sin duda, el punto de inflexión de la temporada) permite seguir dando pasos hermosos. Estamos gestionando dar la señal de los partidos en la web del Periódico, pero aquí estaré para contar lo que no veáis. Bienvenidos de nuevo y manteneos atentos a la pantalla.

martes, 9 de abril de 2013

La semana de las chicas (bueno, del Cáceres-Breogán también)

Empieza una semana grande, bonita a nivel baloncestístico en esta nuestra adorada ciudad, Bujacoland. La verdad es que hemos sido un poco injustos (o más bien lo he sido yo) diciendo todo el año y tantas veces que estaba siendo una temporada bastante indiferente, que era el momento en el que menos importancia tenía perder, que el Cáceres tenía muy buenos valores (la juventud, el estilo que imprime su hierático entrenador) pero que, bueno, 'transition year'. Lo importante es que haya baloncesto de una cierta élite. Y en ello estábamos.
No miraba mucho a dos cosas y es lo que me hacía ser irreflexivo, o al menos no-visionario: la primera es que mola mucho cuando ganan y, a base de sumar y restar, se encuentran a dos jornadas con muchas posibilidades de entrar en los 'playoffs', lo cual sería estupendo. El viejo aroma del pasado mes de mayo, aunque con otras circunstancias, claro, volvería a inundar el Multiusos y los viajes que habría que realizar. Así es que, a disfrutar el viernes con una victoria ante el Breogán, que dejaría el camino muy expedito hacia el éxito.

Pero me gustaría hablar de la segunda historia que hace de esta la semana grande y bonita que os señalaba al principio: la fase de ascenso a la Liga Femenina.

Durante todo el año, las chicas del Al-Qazeres han realizado un estupendo trabajo, acumulando victorias con un juego bastante atractivo y, sobre todo, muy honesto, que transmitía muy 'buen rollo'. El baloncesto femenino vuelve a ver una cierta luz en esta ciudad, porque si bien la temporada del Femenino Cáceres la pasada campaña también fue brillante en lo deportivo, faltó que tuviese la imagen intachable que se está dando este año en lo institucional. 

Conozco bien a Alberto Montes y a Jacinto Carbajal. Como los conozco bien, sé que tienen muchos defectos, pero resulta innegable que están realizando un trabajo excepcional, casi perfecto desde el minuto 0 de este proyecto, cuando dieron en el clavo renovando a la base de la temporada pasada incluso por un precio más bajo. Carla Nascimento tiene los partidos en la cabeza, Jara Salgado vive su temporada más completa con su omnipresencia contagiosa, Vero Sánchez es un ejemplo de polivalencia y Alejandra de la Fuente sigue imponiendo sus centímetros ahí abajo. Además, atinaron en otras piezas como Ndidi Madu. Hasta la joven canterana Elena Corrales ha dado sus minutitos de calidad. 

Pero lo mejor ha sido el ambiente que se ha vivido en el Serrano Macayo --una mudanza muy acertada ya emprendida la pasada campaña por el Femenino-- y que, imagino, se multiplicará por cinco a partir del jueves, cuando estén en juego dos plazas en la máxima categoría. El equipo parte con esa ventaja, aunque también la clásica 'presión' del que juega en casa. Si sube será un alegrón y si no, tampoco será un fracaso. Esa es la actitud.

Os animo a todos a que compréis el abono en los puntos de venta (el propio pabellón, la sede del Cáceres, Banca Pueyo, El Montaíto, Twinner, Mostazo Deportes, Exmer-Iberdrola). Son 20 euros muy bien empleados en 20 partidos.

Para que sigáis bien la fase, aquí os dejo un enlace de la guía que ha elaborado la web de referencia en el baloncesto femenino nacional, Lokosxelbaloncestofemenino. Podéis leerla online o descargaros el pdf.

Será un eslogan muy sobado, pero no olvidéis esas cuatro sílabas: BA-LON-CES-TO.

viernes, 8 de marzo de 2013

Yo como metáfora del basket local (y todo el rollo de ser una estrella)

Uno no se da cuenta de lo calvo que está hasta que sale en la tele.
Bueno, al menos tendré unos días/semanas/meses de tranquilidad. Estoy actualizando Bujacocesto, ese blog creado hace seis o siete años para hablar pomposamente del pasado y del presente (y hasta del futuro) del basket local. Hacía un tiempecillo que no aparecía por aquí, quizás por hacerme el interesante ante los cuatro seguidores que todavía tengo por aquí, o quizás porque, simplemente, hasta ahora no me daba la puta gana.

He vuelto, sí, pero no sé si para mucho. Pensé que podía mantener cierto aliento para este pequeño rincón que tanto ha supuesto para mí y para alguno de vosotros, pero ciertamente me cuesta. Tengo un trabajo enormemente absorbente, tengo un nuevo trabajo en www.espacioligaendesa.com/historia (es increíble cobrar por escribir en internet, os lo aseguro) y tengo muy poco que decir sobre el equipo de esta temporada, el Cáceres, que, como os adelanté en las entradas anteriores, es un tanto plano a la hora de las valoraciones: da pena ponerlo a caldo, da reparo ponerlo por las nubes. Es el año más insustancial del basket local, pero no quiere decir que sea algo negativo. Es algo inevitable. Es lo que hay, como llevamos diciendo desde el verano: es un equipo de chicos jóvenes que merecen poca crítica y que, por lo que se ve, poco más han hecho que amarrar una serie de partidos en casa. Bien, pero los cohetes van a seguir en el trastero.

¿Es malo la falta de debate, que el entrenador de turno no tenga que mirar debajo del coche cada mañana? Admiré a Gustavo Aranzana por la cintura que demostró en ese escenario de exigencia, pero tenía que ser así: ni público ni prensa somos lo suficiente estúpidos como para no haberle pedido más. Y con Frade, ese tipo honesto pero pelín intolerante enfrascado en sus propias ideas, pasa todo lo contrario. Entrena a un equipo de chavales, aderezado con un par de veteranos, y da pereza apedrearle, por mucho que dé pereza. Me parece que es un buen tipo. Y con los buenos tipos siempre tengo compasión y cierta complicidad, así es que...

Estoy cansado. Voy a empezar a repartir los carnets de buena persona, algo que siempre me había negado a hacer.

Así es que Bujacocesto no se actualiza ni aunque el equipo se equivoque y gane fuera (bueno, esto sí), y el tipo que lleva Bujacocesto empieza a mirarse el ombligo tela de bien: el otro blog que escribía desinteresadamente empieza a formar parte de una web que impulsa una gran empresa como Endesa y hace un artículo mensual para 'Gigantes del Basket'. Ese tío raro y 'retro' de Cáceres que está fuera de los grandes mercados (Madrid, BCN) empieza a aperecer en el mapa y hasta habla de sí mismo en tercera persona, eso tan nauseabundo. Y el tipo chiquitito y calvete empieza a ser llamado por televisiones autónomicas y locales y allí va y lo presentan como "el mítico Javier Ortiz".  Menuda basura. Y sucede que me canso de ser hombre, sucede que me canso de mi piel  y de mi cara, y solo soy el graciosete que una vez convenció a un periódico regional de que podía aportarles algo, y que convenció a una diosa llamada Susana de que podía llenar su vida, y que su vida podía ser llenada por ella.

Tengo casi 40 años ya, pero me sigo divirtiendo en cada cosa que hago, disfrutando de las enseñanzas de mi hermano en el periódico, de la generosidad de mis padres, de la complicidad de mi esposa, de las farras con mis amigos. Pero me cuesta escribir sobre el equipo de este año. Y no quiere decir que eso sea malo. Es que las cosas se han domesticado, solamente eso.

Veremos.