jueves, 26 de noviembre de 2009

Dilemas europeos


Dejemos de lado un poco el presente [modo irónico on] --demos un par de partidos más a Aranzana para poder despellejarle con argumentos sólidos y sin remordimientos-- [modo irónico off] y miremos un poco al pasado para reflexionar sobre algo que estos días retumbaba en las radios: ¿le interesa al Atlético de Madrid de Quique Sánchez Flores seguir en la Liga Europa o le vendría mejor quedar eliminado y centrarse en la competición nacional?


No, esto no se ha vuelto un blog de fútbol, ni sobre el Atleti, mal que le pese al "indio" Macario. Simplemente es que la situación me conecta con lo que pasaba hace unos añitos aquí, cuando el Cáceres se metía a jugar en competición europea --¡cuatro veces!-- y al poco tiempo surgía el debate sobre si era mejor buscar la eliminación porque inevitablemente había problemas clasificatorios en la ACB.


Las circunstancias, desde luego, solían ser críticas. El equipo salía de Cáceres temprano un lunes, hacía dos o tres enlaces aéreos y luego, si no había suerte, tenía otro rato de autobús. Jugaba en alguna inhóspita cancha (quizás del este) el martes o el miércoles y pasaba noche por ahí. Muchas veces regresaba el jueves por la tarde sin tiempo apenas para preparar el siguiente partido, que muchas veces era el sábado y ya el mismo viernes debía coger otra vez el bus.


Aquellas noches europeas nos daban un subidón importante. Escuchar a Paco Mangut y/o a Andrés Campos narrando victorias en Grecia, Italia, Serbia, Croacia, Polonia, Rusia, Portugal, Suecia... te agrandaba, sentías que aquellos chicos de verde te ponían en el mapa. Nunca tuve ocasión de acompañar al equipo en aquellos viajes. Mi hermano José María sí, sobre todo el primer año europeo, el de la semifinal Korac, y pocas veces le he visto tan entusiasmado trabajando. Pero siempre había un pero. Tras saborear la gloria en Milán, el sábado siguiente te daban una tupa en Manresa. Y el equipo abajo normalmente.


Nunca se aclarará lo suficiente si el 20 de enero de 1998 Manel Comas dio órdenes a sus jugadores de no culminar la remontada en la eliminatoria de octavos frente al KK Zagreb. Se había perdido allí de un escandaloso 98-63, un mensaje inequívoco de que el equipo estaba hecho trizas. Sin embargo, una semana después, en una impresionante demostración, la desventaja de 36 puntos llegó a ser reducida a 32 a falta de minuto y pico (82-50). Y eso que al descanso la cosa iba 35-26. En una gran noche de Emiliano Morales (27 puntos, 9 rebotes, algún día hablaremos de él), el público del V Centenario flipaba, pero hubo un par de errores que evitaron el milagro. ¿Cómo era posible? Parecía que los jugadores querían decir: "no pasamos, pero porque no queremos, eh".


Europa daba prestigio, pero a un precio muy alto. Las lesiones se multiplicaban y ya se sabe que a los jugadores de baloncesto les hace más daño que a nosotros, los bajitos, ir en transporte público. Es lo que en cierto modo están pensando ahora en el Atlético de Madrid. ¿Merece la pena embarrarse con la antigua UEFA, todos sus partidos de jueves y sus largos desplazamientos cuando en la Liga estás tan mal?


No tengo la respuesta, pero como soy un poco romántico me inclino más a decir que cuando has luchado tanto por estar en un sitio (como era la competición europea para el Cáceres entonces) tienes que apechugar y apretar el culo para seguir compitiendo con dignidad, no entregarte. Pero la experiencia dice que todos aquellos años, el equipo mejoró en la liga a raíz de ser eliminado. Maldito romanticismo, ¿verdad?

lunes, 16 de noviembre de 2009

¡Extra, extra! Puaj...


Hay noticias que uno odia dar, ruedas de prensa a las que nunca le hubiese gustado acudir, chivatazos que prefieres no creerte porque duelen. Sí, cuando uno trabaja en lo que yo trabajo, tiene que dejarse muchas veces la persona en la puerta, al lado de la reproducción de Leoncia, y dejar que entre únicamente el profesional. Y eso es muy difícil. A mí me cuesta. Y no estoy muy seguro de querer luchar contra ello.


Hoy ha pasado lo de Piti, su marcha/dimisión/cese/aceptacióndelapuestaadisposiciondelcargoaladirectiva. No sé muy bien cómo llamarlo, porque me he ido de la rueda de prensa con la sensación de que en el fondo los directivos estaban deseando darle el tiro de gracia, aunque no dudo de que les ha dolido. Pero en el "off the record" cuentan que le ven destrozado, muy cansado, demasiado pendiente de las cosas que no eran el equipo, devorado por los pitos y la creciente (y, es mi opinión, exagerada) impopularidad que sufría. Casi uno pensaría que lo hubiesen destituido en un par de jornadas si la cosa seguía así. Pero le siguen considerando como un hijo. Literalmente.


Ha sido triste. Estas cosas lo son. Y es casi imposible que acaben bien. "Me he divorciado, pero mi mujer y yo hemos acabado bien". Mentira. Si acabas bien, es que realmente nunca te importó. Y no es el caso. En esta historia había amor. Y verdadero y profundo.
La escena ha sido brutal, aunque como me ha dicho luego uno de los asistentes, algo kafkiana: los jugadores al fondo de la sala con cara de palo, muchos amigos, sus padres y su mujer por allí también... Lágrimas de Pepe Sánchez a los cinco segundos de empezar a hablar (y Piti consolándole a su lado, parecía que el que se iba era el presidente), discursos emotivos y un par de salvas de aplausos, en las que tengo que confesar que seguramente he sido el único de la sala en no participar porque yo no iba allí a expresar mi cariño o solidaridad con Piti, sino a transmitir lo que se dijese. Supongo que durante unos segundos me dejé la persona en la puerta del pabellón. Sin embargo, estoy algo contento: pierdo un entrenador cercano, pero recupero un amigo, porque sé que en estos dos años nos ha costado a los dos tener una relación natural, como la que teníamos antes. Siempre nos pedíamos más de lo que podíamos dar.


Voy con un par de verdades amargas sobre él. Creo que se ha equivocado al echarle el órdago a la directiva. El lo sabe y seguramente sea el primer sorprendido de que no le hayan reforzado, porque su alianza siempre ha sido fuerte, él es parte fundamental en el parto del club. Se lo he dicho esta tarde cuando me ha llamado para decírmelo: creo que debía haber sido más duro, aguantar el chaparrón, haberle dicho a todos los que le pitaban "aquí estoy yo, no vais a poder conmigo". Pero supongo que eso lo puedes hacer cuando eres "de fuera". Estoy seguro que si un día entrena en Murcia, Burgos o Sebastopol lo hará, como hacen todos. Pero no se podía permitir ese lujo en casa, supongo que no.


Tres victorias y cinco derrotas. No era para tanto. Ha cometido errores, pero no para tantísimo desgaste. Me refrendo en todo lo que escribí ayer y que podéis leer aquí abajo. Había muchos motivos para ser pesimista, sí, pero también muchos para ser optimista. Confieso que me costó más rellenar la lista negativa que la positiva. Mucha suerte, Piti. Mucha suerte, Cáceres 2016.

sábado, 14 de noviembre de 2009

10 motivos para ser optimistas, 10 motivos para ser pesimistas


Como ahora se lleva mucho esto de las listas, me voy a marcar no una, sino dos, con toques de subjetividad, eh. Una lista para optimistas y otra para pesimistas con el Cáceres 2016, que no se diga que excluyo a nadie. Al igual que los “hombres de negro”, me debo a mi público.

10 motivos para ser optimistas

--Van ocho partidos de temporada y el equipo va 3-5. La situación es incómoda, sí, por debajo de lo esperado, sí, pero en absoluto desesperada.

--El equipo ya ha demostrado que puede jugar bien. Muy bien. La cuestión es alargar esos minutos, tener más constancia en la inspiración o en la confianza. Trabajar más en ello.

--La plantilla no parece estar mal hecha. Quiero decir: hay mucho de todo, no faltan recursos. La mayoría son jugadores de calidad y con experiencia. No es: “si nos cargamos a este y fichamos a un tío en esta posición, se soluciona la cosa”.

--El entrenador ha demostrado en las dos temporadas anteriores que puede hacer funcionar el cotarro. Un año no tardó casi nada; en otro, bastante (el partido de Burgos, primero de la segunda vuelta, como culmen). Pero las cosas que transmite acabaron saliendo.

--Los triples van entrando después de un arranque en el que ni uno veía el aro. No van a ser los que más metan en la LEB, pero tampoco los que menos, como sucedía.

--Hay un club fuerte. Peculiar en su estructura de toma decisiones, pero fuerte. El proyecto no se desangrará porque los jugadores no cobren puntualmente. Todo lo contrario.

--El vestuario está unido, me aseguran una y otra vez. No hay reproches dentro, no hay grupitos. Sólo gente en general positiva que quiere ganar y ganar.

--Es una plantilla bien dotada para el espectáculo. Si se arrancan a ganar, se supone que no lo harán simplemente con victorias, sino con una oleada de acciones vistosas (triples, mates, tapones) de por medio. Y eso suma.

--Quedan muchos partidos ganables en la primera vuelta para mejorar el “récord”. Palencia, Vigo, Ourense, La Palma, Mallorca… Ahí sí que no se puede fallar.

--La prensa. Es arriesgado por mi parte ser portavoz con esto, pero por lo general estamos con el proyecto, no vamos a despedazarlo ni a hacerle daño conscientemente. Haremos nuestro trabajo y diremos la verdad, como siempre, pero no vamos a hacer una crítica irracional ni cruel.


10 motivos para ser pesimistas

--Se han perdido dos de los partidos que dan la medida de cualquiera con las aspiraciones del Cáceres, de los que suben peldaños: Girona y Clínicas.

--El agujero de los terceros cuartos sigue ahí, insondable. 8 partidos de temporada y sólo se han ganado dos de esos parciales, con especial mención al de Menorca (32-8).

--Los aficionados están divididos. La grada se reparte entre los que aplauden siempre, los que pitan (durante y/o después de los partidos) y los que observan patidifusos. Como apunté en la entrada anterior, los seguidores no tienen unidad de respuesta ante los problemas del equipo.

--No se acaba de ver bien físicamente al bloque. Muchas pequeñas lesiones y la duda de si los bajones de los terceros cuartos obedecen a falta de fondo.

--Hay jugadores que no están dando la medida y ellos lo saben. Personalizando, de casi todos se pide más: los extranjeros, por serlo y se les supone un “plus”; los nacionales, por conocer la liga y darle personalidad al vestuario.

--Se sigue dando una respuesta muy desigual en la lucha por los rebotes, una estadística fundamental. Falta algo de agresividad en coger la posición y no se ha progresado mucho en ese aspecto.

--El entrenador no siempre maneja bien la tensión que acompaña todo esto. Es el emblema del club, pero parece que sólo para lo malo. Muchos no le tragan, pero también pasaba con casi todos sus antecesores en el banquillo, eso no es nuevo.

--Evidente peligro de que las derrotas que se produzcan no sean “por la mínima” con el consiguiente desgaste de imagen. El equipo del año pasado no solía arrojar la toalla y apenas tuvo resultados abultados en contra. En el de éste no lo veo tan claro por su facilidad para irse de los partidos.

--Sería ridículo echarles la culpa de las derrotas, pero a los equipos con problemas los árbitros no los respetan demasiado.

--La expectativa de principios de temporada va a estar siempre ahí. Ser quintos o sextos era un objetivo posible. No bastará con moverse en la zona media.


Extra bonus track (motivo ambiguo)


--Llegan dos partidos en cinco días ante rivales que no son de abajo precisamente, La Laguna y León. Perfecto para resurgir o para añadir más dudas.
Se admiten comentarios.

miércoles, 11 de noviembre de 2009

De afición a aficionados


Parece que durante los últimos días el debate no se está centrando en el equipo o el entrenador (bueno, sí, sobre el entrenador sí, pero a eso ya estamos acostumbrados), sino sobre la actual actitud de un protagonista que ha sido clave para el surgir y el resurgir del baloncesto cacereño: la grada. La pitada del otro día ante el Clínicas fue un momento paradigmático, no miremos hacia otro lado.


Es francamente resbaladizo hablar de la afición. Más bien lo es hablar mal, sobre todo después de tantos y tantos años hablando maravillas, diciendo que era la mejor de España y tal, la "Salónica" de la ACB y todas esas zarandajas que nos inventamos en la prensa y que seguramente respondían a una poderosa realidad. Ahora ya no. Si hay algo en lo que ya estamos todos de acuerdo es que ya no somos (sois) la mejor afición de España.


Pero lo peligroso, ahora que me doy cuenta, no es hablar mal, sino más bien generalizar. Porque más que tener una afición, hemos pasado a tener aficionados, cada uno de su padre y de su madre, con sus opiniones, sus actitudes, sus filias y (oh) sus fobias. Así es que cualquier cosa que se diga en general de la afición a mí ya no me vale demasiado. Simplemente hay espectadores que acuden a presenciar partidos y cada uno lleva en su mochilita una vida y una forma de ver las cosas. La foto del gran Rufino en el periódico de hoy lo ilustra: unos agitan el "A pie de pista", otros siguen sentados.


Así es que sería injusto meter en el mismo saco al que anima todo el partido y al final aplaude, sea cual sea el desenlace; al que está callado y observa, comenta con naturalidad lo bueno y lo malo de las jugadas con el compañero de asiento aunque no le conozca de nada; al que cree que podría hacerlo mejor que los tipos de la cancha y el tipo del banquillo; al que está callado y tranquilo siempre y cuando se va sigue con su vida normal y al que, finalmente, está deseando que las cosas se salgan de madre para poder expresar su furia, ya sea contra los árbitros, los rivales o, como últimamente, el propio equipo de casa.


Es lo que hay. Antes se podía teorizar en general sobre lo que me dio un día por llamar "los fieles a la religión verdinegra" (las primeras cosas que escribí en serio eran las crónicas de ambiente de los partidos de la temporada del ascenso) y ahora ya no, ya no. No hay nada que caracterice globalmente a los que pagan su entrada o su abono y se sientan en esas butacas verdes: tan injusto es decir que es animosa y va a muerte con el equipo como que es desagradecida y feroz. Se ha dejado de ser una masa para afrontar una profunda atomización en la que, en la apoteosis del liberalismo, cada uno tiene que tener su pequeña actitud propia, su pequeña filosofía de cómo ve al Cáceres 2016, cada uno forma una mini-peña de un componente.


Es, lamentablemente, el problema: no ir todos a una, permitir que la individualidad devore al colectivo, no sentir que el Multiusos sea un templo al que se acude cada dos semanas en la búsqueda de un valor profundo. Justo lo que muchas veces le reprochamos al equipo nos pasa a los que deberíamos ser más Cáceres 2016 que ellos.


Estoy en contra del pensamiento único, de intentar imponer que todos tengamos que percibir las cosas de la misma manera. ¡Qué aburrido sería todo! Además, en cierto modo en 1992 también había partidarios o bien de De Pablos o bien de Romero; gente que pensaba que Okac era un torpón y que Fariñas nada más que vendía humo dentro de ese particular paroxismo en la banda. Pero había una sensación de unidad, de que las canastas del rival nos las metían a todos y que eran culpa de todos, no sólo de los que estaban en el parquet.


Eso se prolongó durante mucho tiempo, pero hubo un momento en que nos despistamos y todo cambió, se produjo un cansancio en los últimos años en ACB --en los que el ambiente era prácticamente igual que el de ahora-- del que pensamos que nos habíamos curado, repuesto, escarmentado. Y no es así. La autodestrucción es a veces tan tentadora... sobre todo cuando algo que debería ser colectivo, se articula individuo a individuo.

martes, 3 de noviembre de 2009

Un par de links reflexivos y tal

Hola

Alguien interpretará esta actualización como una trampa para disimular la vagancia (y acertará), pero pensé que cuadra aquí más o menos poner dos links a cosas que he escrito en otros lados. Ya más avanzada la semana hago otra entrada profundizando con lo que hablemos o con otra cosa, vete tú a a saber.

Aquí está un análisis del Cáceres 2016 en el periódico sobre los primeros seis partidos de liga: http://www.elperiodicoextremadura.com/noticias/noticia.asp?pkid=474261

Y aquí, un "reparto de notas" sobre toda la LEB Oro en general en el mismo periodo en mi "blós" en ACB.com: http://blogs.acb.com/blog/objetivoacb

Ahí queda eso, a ver qué os parece.