domingo, 29 de abril de 2012

No estar hubiera sido un fracaso, estar es un éxito

Pues ya lo visteis. Sensacional victoria sin paliativos en Logroño y clasificación para los "playoffs" por la puerta grande. Misión cumplida, al fin, después de una temporada con muchos avatares de distinta índole. El cuarto triunfo consecutivo (hasta ahora no se habían conseguido más de dos seguidos) otorga mismo noveno puesto de la temporada pasada con idéntico balance además (18-16). La diferencia, en positivo, es que esta vez ha sido el basket-average el que ha metido al Cáceres en las eliminatorias, mientras hace doce meses el equipo perdía tres puestos por esto mismo. Espera el Ford Burgos, lo cual ya diseccionaremos a lo largo de la semana.

De momento, me quedo en positivo con la reacción enorme de los jugadores en el último mes de competición, un buen augurio de que van a presentar mucha batalla en la serie a cinco partidos. Después de caer en Navarra con aquel infausto 16-0 en el último cuarto, era muy complicado ganar los últimos cuatro partidos y además esperar alguna ayuda 'extra', porque recordemos que el Cáceres no estaría ahora entre los nueve primeros si, por ejemplo, el Rioja hubiese ganado faltando cuatro jornadas un partido aparentemente asequible al Mallorca. Pero en fin...

A todos nos llama la atención y nos congratula el grado de motivación que se ha mostrado en el último tramo, con el partido del viernes como máximo exponente. Qué intensidad y qué acierto. Es el que tenía que haber habido desde el principio, porque nos hemos hartado aquí y en muchos otros sitios de decir que había equipo para más que para estar en el undécimo-duodécimo puesto, como se ha caminado a menudo en la liga regular. Es una plantilla muy buena, carne de 'playoff', a la que 'simplemente' se le pedía sacar adelante más o menos los partidos de casa y arrancar alguno que otro fuera, que es donde indudablemente se ha flojeado más de la cuenta a lo largo del curso. Lo primero --después de aquella negra navidad ante Clínicas y Rioja-- lo han ido haciendo con sobresaliente. Y faltaba lo segundo. Venciendo en Málaga y Logroño se ha 'curado' la herida, pero es evidente que aquí no se ha acabado la historia. Hay que competir (no digo ya ganar) en Burgos.

A juzgar por la reacción de algunos jugadores en Twitter tras la victoria del viernes, los que estamos alrededor hemos ayudado con las críticas a que se impliquen, a que no se dejen ir, recordándoles que eran y son un equipo de mucha calidad, destinado a metas más altas que la permanencia. Eso era obvio y no creo que pueda molestar a nadie. Francis Sánchez decía algo así como "qué dirá la prensa ahora". No me molesta ese olor a revanchismo. Él es así, ya le conocemos, con ese aire desmesurado para todo. Un jugadorazo en la pista y todo un personaje fuera de ella.

Para los periodistas y muchos aficionados era inevitable sacar a colación la palabra 'fracaso' en el caso de que el equipo no se metiese en los 'playoffs'. Si eso les ha empujado a darlo todo en esta recta final para marcarse esos 'tuits', estupendo. Si escribiendo hace unas semanas que era "la hora de los hombres", que donde había que hablar era en la pista, he contribuido al esprint victorioso, genial. 

Lo he comentado algunas veces aquí. No creo que tengamos una prensa excesivamente dura con los clubs y deportistas locales. Más bien al contrario. Estamos deseando transmitir cosas positivas. Siempre es más agradable y me da la impresión de que el trabajo luce más cuando es así. Lo que no vamos a hacer (al menos yo en este blog y el medio en el que trabajo) es jalear en plan optimista una temporada que no estaba cumpliendo las expectativas.

No fui yo solo, que conste. Desde el propio vestuario se habló anteriormente de "decepcionante" (Pedro Robles) o incluso "pequeño fracaso" (Xavi Forcada) no clasificarse. Gente lógica, coherente. No creo que haya que tenerle miedo a las palabras si se corresponden con la realidad. Yo mantengo que no haberse metido en "playoffs" hubiese sido un fracaso. Y que, por el contrario, y como ya le dije a Aranzana hace 15 días, estar en ellos sí es un éxito, porque cumple el objetivo que se había puesto de inicio, aunque posteriormente la cúpula del club (entrenador, presidente) intentó matizarlo.

Sí, como veis, hay una frontera muy movediza entre el fracaso y el éxito, esos dos términos tan rimbombantes, pero que resumen la vida entera. "El trabajo que hemos hecho es el mismo siendo novenos o décimos", suele argumentarse desde dentro. Pero el deporte no entiende de trabajo, entiende de resultados. Si se te escapa un objetivo (un título, la permanencia, unos "playoffs") por un centímetro, un tiro fallado, una decisión arbitral controvertida, tienes que asumir que no has cumplido.

miércoles, 25 de abril de 2012

El partido (III): Pívots

Allá vamos con el juego interior.

Pesadillas con Olaseni Lawal, el típico jugador muy físico que siempre da problemas al Cáceres, un imán para los rebotes que también contribuye en ataque, sobre todo con imposibles palmeos. En el partido de la primera vuelta sometió a sus rivales con aparente facilidad, aunque (y es un recuerdo que no tenía) en el global el rebote estuvo muy equilibrado (32-31). Un excelente jugador de equipo, un trabajador de los tableros. Y baratito.

El letón Mareks Majeris ofrece más corpulencia que otra cosa, porque sus estadísticas son bastante pobres (2,9 puntos y 1,9 rebotes en 11 minutos, con poco acierto en los triples y en los tiros libres. Sin embargo, la lesión de Sasa Zagorac le ha dado más protagonismo en los últimos encuentros. La presencia o no del balcánico en el partido del viernes es una incógnita, pero sería muy importante que no estuviese: es un '4' de los que abre el campo y genera espacios. No hace falta recordar su triple final en el Multiusos. Quien no estará seguro es David Mesa, al que se le acabó la temporada hace ya algunas semanas.

Juan Francisco Herrero es, digamos, el 'Sanguino' de la Knet Rioja, el típico jugador 'de casa', carismático y voluntarioso a más no poder. Pero por las lesiones ha visto cómo aumentaban sus minutos quizás de forma inesperada. Tiene casi 34 años y su presencia en pista podría ser buena para castigar el interior. La falta de efectivos ha provocado incluso que el joven Cristian García dispute algunos minutos.


Por todo esto es más importante que nunca que la batería de pívots del Cáceres funcione como un reloj. O más bien como un martillo neumático.

En el choque de la primera vuelta no estaba todavía Sergio Olmos. Será interesante lo que pueda hacer el interminable pívot levantino frente a Lawal. No hay ningún motivo para pensar que no seguirá siendo titular. Esa batalla es fundamental, porque un Lawal que no domine el rebote a sus anchas puede ser un problema muy serio para el Knet Rioja. Olmos, aunque propenso a las faltas, está teniendo unos meses notables en Cáceres y, si hay equipo la temporada que viene en LEB Oro, es un jugador que debería entrar en los planes.

También es un partido para José Angel Antelo. El torrente anotador que aporta cuando entra en racha ha sido una de las bases del equipo esta temporada. Lo 'bueno' es que el equipo ya no le necesita tanto como antes y hasta se ha permitido ganar un par de partidos sin que él alcance los diez puntos, algo difícil de imaginar hace no mucho. De todos modos, ante el Mallorca ya se le vio mejor. Pero ojo que en el partido de la primera vuelta lo hizo bastante mal.

A Leon Williams se le ve más metido últimamente. Ya es demasiado tarde para el debate de si le llegan muchos o pocos balones. Siempre ha dado la impresión de tener más potencial del que ha expresado sobre la cancha. El caso es que ha asumido ese rol de 'sexto hombre' y ahí también es aprovechable... siempre que se le busque. Visto el problema de pívots del Knet, sus numerosos recursos pueden generar un 'roto' ahí abajo.

Sinceramente, no creo que ni Justin Sedlak ni mucho menos Juan Sanguino vean muchos minutos de pista. Si acaso el eslovaco para gastar alguna falta y asomar el morro en entre el primer y el segundo cuarto.

Conclusión: si consigue frenar un poco, aunque sea un poco, la producción de Lawal y si Zagorac no juega, el Cáceres es superior por dentro. Y bastante. Por el contrario, si el africano intimida y domina los tableros sin oposición (y ahí estoy hablando de algo más allá de lo táctico), el equipo de Aranzana va a pasarlo muy muy mal.

martes, 24 de abril de 2012

El partido (II): Aleros


Segundo capítulo previo intuyendo un poco lo que pueden ser los duelos del partido del viernes. Vamos con los escoltas y aleros.
Alberto Ruiz de Galarreta. De él decía un corresponsal muy especialito que teníamos en Plasencia que era "una metralleta". Vale, la rima es fácil, pero está bien captado. Estamos ante todo ante un tirador nato, de los que no se les puede dejar ni un centímetro porque te la clavan. En Logroño está volviendo a encontrar su sitio tras una carrera prácticamente inamovible en la LEB Oro excepto unos meses en ACB con Obradoiro.

Borja Arévalo ha crecido mucho esta temporada. Es un chico joven, de la casa, que está jugando más este año en Oro que la temporada pasada en Plata. Parecía que iba a ser el cuarto alero, pero, sin ir más lejos, ha tenido bastante protagonismo y fue titular en la victoria del pasado viernes en Girona (4/4 en tiro). No le tengo muy visto, la verdad, pero su progresión indica la buena mano que tiene el entrenador del Knet, Jesús Sala, con los chicos.  

Jeff Bonds es un jugador bastante contrastado y lo más parecido que tienen a un '3'. Conoce bien la liga y es un anotador de rachas, más peligroso a media distancia y en penetraciones que desde la línea de tres puntos, donde apenas llega al 30%. También ayuda bastante en el rebote y puede hasta jugar de '4' si a Sala le da por ir al 'small ball', que todo puede ser cuando Antelo está en pista. En todo caso, Bonds encaja bien en su papel y no necesita demasiados tiros para sentirse importante.

Enrique Suárez  siempre se le ha reprochado que defiende poco y que por eso no ha llegado más arriba, porque ciertamente es un jugador con muchos recursos ofensivos. Supongo que ha mejorado en defensa, porque si no lo tendría difícil para jugar con Sala los 18 minutos que promedia por encuentro. Desde luego, tampoco se necesita que sea el anotador impenitente que fue durante unos años en el grupo madrileño de EBA, desde el que Juan Pablo Márquez le rescató para Plasencia. Este es su primer año en Oro, curioso.

Enfrente...

Es el tipo de partido para gente como Francis Sánchez y Pedro Robles, aunque supongo que este último saldrá más bien desde el banquillo, como viene ocurriendo en los dos últimos meses, en detrimento de Xavi Forcada.

Con Francis me ocurre algo similar a lo que os contaba ayer con Cherry: tengo unas enormes ganas de verle en un partido de esta exigencia y esta tensión, en los que los hechos deben superar a las palabras. Para eso vino, ¿no? Para hacer casi de americano. No creo que se arrugue, claro, pero no basta con atrever a tirárselas desde 9 metros cuando más quema. Hay que meterlas, porque la diferencia entre ganar o perder está en que entren o no, no sé si habíais caído en la cuenta.



La experiencia de Pedro Robles también deberá salir sobre la pista de Logroño. A un tipo que ha jugado y ganado tanto en la ACB no le debe temblar la muñeca en una cita así, aunque, como el resto del equipo, ha pecado de una excesiva dicotomía en su rendimiento entre los partidos de fuera y los de casa. No empezará el partido, pero estoy casi seguro de que estará en pista en los últimos minutos si el marcador va apretado.


Con Xavi Forcada reconozco que no soy muy objetivo en los últimos tiempos, supongo que como les sucede a muchos aficionados. Y es que su entrega y generosidad han estado fuera de toda duda, y eso hace que se nos olviden sus indudables carencias, centradas sobre todo en el tiro exterior. Pero lo mejor es que lo sabe y que está trabajando en ello. A ver qué tal afronta su personalidad --sin las 'escamas' de Francis y Robles-- un reto como el del viernes.



Conclusión: Las de alero y escolta son las posiciones en las que seguramente están más parejos los dos equipos. Quizás el Rioja no tenga a un tío de la 'jeta' de Francis, el tiro de Robles o el altruismo omnipresente de Forcada, pero tendrán a cuatro, y no a tres, para repartirse el trabajo. Esa rotación de más puede hacer daño, pero también supongo que a gente como Arévalo o el propio Suárez la ansiedad, jugándose tanto en casa, puede jugarles una mala pasada. No sería raro ver a Cherry algún minuto como '2', pero sería señal de que vienen mal dadas, así es que mejor que no.

El partido (I): Bases

Empezamos aquí un pequeño serial esta semana hablando del partido del próximo viernes ante el Knet Rioja (se me hace un poco engorroso teclear lo de "Knet&Éniac", sorry). Intentaré analizar lo que puede pasar yendo 'línea a línea'. Arrancamos con los bases.

Matt Witt  es probablemente el mejor director de juego de la competición, al menos en cuanto a números. Promedia 18,3 puntos y 4,5 asistencias, cifras muy altas que le convierten en muy peligroso por la simple cuestión de que denotan que, aparte de posee un gran potencial anotador, no le importa pasar el balón si se ve sobremarcado. Sus porcentajes no están mal y además puede jugar como escolta, pese a su 1,83. Un jugador serio y al mismo tiempo espectacular que puede desarbolar los partidos si se siente cómodo. Ejemplo perfecto de cómo funcionan las cosas en el Rioja: fichajes de poco nombre, pero contrastados en España, que no han notado el salto de LEB Plata a Oro.

A David Mediano le conocemos bastante bien. Pulcro, aseado, no se mete en líos cuando tiene el balón en las manos. Un buen base reserva, aunque aquí no acabó de dar todo lo que se esperaba. Ese salto de categoría del que os hablaba sobre Witt ya lo pagó la temporada pasada y ahora, en su regreso a Logroño (donde fue clave durante varios años ya) está cumpliendo detrás de la gigantesca figura de Witt. No está mirando mucho el aro.

Ante ellos, Carlos Cherry y Dani Rodríguez  tendrán una labor clave. No descubro nada si digo que la pareja que lleve el ritmo del partido habrá ganado buena parte del encuentro para su equipo. Tengo muchas ganas de ver a Cherry en esta tesitura. Aquí se ha escrito muchas veces en vuestros comentarios que es el termómetro del equipo: cuando está bien, el Cáceres es poco menos que temible; cuando no, se convierte en un equipo vulnerable. Es el jugador que más baja sus números fuera de casa y creo que Gustavo está como loco por evitar eso. El otro día le intentó dar un subidón de moral metiéndole como titular y lo consiguió. Además, conoce bien a Mediano. Apuesto que jugará los minutos calientes, que los habrá.

Por su parte, Dani ha sido una de las sorpresas positivas de la temporada, aunque ya venía haciendo buenos años en otros sitios. En divergencia con Cherry, es uno de los que menos se ha 'arrugado' lejos del Multiusos. Imponer un ritmo fuerte en el que ambos se turnen será una clave importante.

Mi conclusión es que, aunque los dos bases del Cáceres son inferiores a Witt, su media de calidad es superior a la que suman el norteamericano y Mediano.

sábado, 21 de abril de 2012

El camino


Sólo tres palabras (Foto: Luis Cid).
 Algo se está moviendo para evitar que la próxima temporada Cáceres vuelva a quedarse sin baloncesto de élite, como ya sucedió en el 2005. Fueron dos años de paréntesis que supusieron una auténtica infamia para una ciudad que ha tenido en la canasta una de sus principales señas de identidad de los últimos 20 años. Soy bastante subjetivo con esto, pero el basket (y quizás, aunque sea cosa de un fin de semana, el Womad) es lo mejor que le ha pasado a Cáceres en este tiempo más o menos reciente de su historia, lo que ha roto la dinámica un poco/mucho estática de una 'capitalita' de provincias con mucho encanto, pero previsible, adormilada en la observación de su propio ombligo.

Iniciativas como la de la asociación de aficionados para promover la continuidad y proponer ideas a la directiva para que haya más ambiente son las que hacen que se pueda ser más optimista de cara al futuro cercano. Cierto es que ahora todo está complicado y podemos entrar en la demagogia de que la situación del país y la región es crítica en cuanto a lo económico y que las prioridades deberían ser otras. Pero el baloncesto (o el Womad, o cualquier manifiestación que sirva para que la gente se divierta sanamente y al mismo tiempo le ofrezca identidad) es un ingrediente necesario por el que merece la pena que todos hagamos un esfuerzo.

Hay mucho por hacer, pero se puede hacer mucho. La asociación servirá para que uno de los problemas del Cáceres Patrimonio de la Humanidad se solucione. El club ha pecado de cierta falta de permeabilidad a lo de fuera y no porque no quisiese escuchar a sus aficionados, a los que ha intentado cuidar, sino porque no siempre se han encontrado los canales adecuados. Podría pensarse que son las peñas las que expresan el sentir de la hinchada, pero no dejan de ser algo minoritario. El seguidor de a pie, el que no se ve en una peña, tiene una buena vía para hacer llegar sus propuestas, sus inquietudes, para hacerse notar. En estos años hemos leído muchas ideas en internet de gente con dos dedos de frente, que sabía lo que pensaba la grada, y no ha habido manera de tan siquiera poder probarlas.

No es una cuestión de nombres propios, porque todos y cada uno de quienes trabaja en esto es importante, pero me quedo mucho con que alguien como Felipe Criado haya lanzado y puesto los cimientos 'prácticos' de la asociación. Le conozco desde que éramos críos (nuestros padres eran muy amigos), pero no hemos sido nunca 'coleguitas'. Por eso me siento libre para decir que se trata de una persona muy válida, muy optimista y amante de la ciudad (como lo era su padre) y es estupendo que haya encontrado esta fórmula para poner sus habilidades al servicio de su gente.

Lo ocurrido en el partido de anoche ante el Mallorca ejemplifica lo que se puede hacer sólo con un poco de esfuerzo y dedicación. La pasión es la gasolina perfecta para que, al menos, hagas lo que tienes que hacer sin la cicatería de guardarse algo en el bolsillo pensando en que lo harán otros.

La 'final' de Logroño merece una entrada aparte, sí. Hay días intensos por delante para poder hacerla.

viernes, 13 de abril de 2012

Diez motivos para adorar a Jiri Okac

Supongo que lo habréis leído: el gran Jiri Okac intenta recuperarse de unos graves problemas de salud.  Como todo buen adicto al basket cacereño, desde aquí le mando un fuerte abrazo (vosotros podéis hacerlo directamente en okin@email.cz o en el hastag de Twitter #animoJiri ). Aunque ha sido protagonista en este blog varias veces (e incluso es uno de los personajes del wallpaper junto a Paraíso y Pritchard), tengo ganas de rendirle un pequeño homenaje, a ver si se anima. Con la ayuda del gran archivo fotográfico de El Periódico Extremadura, aquí van diez motivos para adorarle.



1. Por hacerse Brno-Cáceres en coche para cambiarlo todo. A Jiri le ficharon en el verano del 91 entre Jesús Blanco y Martín Fariñas. ¿Nos atrevemos a fichar a un tío de 2,17 ya curtidito (27 años)? Pues venga, que estamos 'on fire'. Aquello fue una rareza. Vieron un par de vídeos y les convenció: no acreditaba grandes números en el Sfezenesvar húngaro, pero sí una enorme capacidad para cambiar tiros y hacer daño a rivales que, desde luego, no se habían visto en una igual. Así es que aceptaron el ofrecimiento de su entonces agente, Eva Field, y Jiri se plantó en Cáceres directamente desde su Checoslovaquia natal (el país todavía no se había separado)... ¡en coche! Creo que era un Renault 21, pero no me hagáis mucho caso.

2. Por demostrarnos que Sabonis era humano. El idilio entre Cáceres y Okac empezó pronto. Ante el público local debutó en un amistoso frente al Fórum Valladolid que venía con Arvydas Sabonis. Parecía que iba a haber repaso del equipo de ACB, pero nada de eso. El equipo de Fariñas fue por delante durante buena parte del encuentro, pero al final los pucelanos (entre los que estaba también Miguel Angel Reyes) hicieron valer su mayor calidad liderados por Arvydas Sabonis. Destacó en aquel choque la lucha entre dos pívots del ya herrumbroso 'telón de acero' que se las tuvieron tiesas, sí. Sabas no estaba muy acostumbrado a pegarse con un tío que, sí, era más delgadito, pero de su misma estatura, o casi.

3. Por mandar en las zonas de Primera División. Okac terminó el año del ascenso con unos promedios de 14 puntos, 7 rebotes y algo más de 4 tapones. Sí, esta última estadística, sobresaliente, pero por lo demás, los americanos de la categoría solían aportar más. Recordar que solo se permitía un extranjero y que Bosman todavía no había nacido (o casi). Sin embargo, era tremendo el peso que tenía en los partidos el checo de la larga melena y constante sonrisa. Los sistemas de ataque estaban pensados para que él cogiera el balón en el poste bajo y lo distribuyera, porque tenía muy buena visión. Bien podía jugarse un tirito a la media vuelta o bien doblarla para Abrines o Roberto Gómez en el triple. También Felipe García se benefició mucho de los dobles marcajes que sufría. El suyo fue un dominio más efectivo que estadístico.

4. Por enfrentarse a la ley. "I fought the law", suena ahora mismo en mi ordenador. Es una canción de los Clash, aquel grupo inglés que estuvo entre los precursores del punk. Luché contra la ley, berrea Joe Strummer. Luego ha habido más versiones (Manu Chao y Loquillo, ups). Bueno, pues cuadraría como banda sonora en lo ocurrido en diciembre de 1991 en el pabellón Entrepuentes (actual Juancho Pérez) de Badajoz. En un calentísimo partido ante el Caja Badajoz, una discusión entre Jiri y un policía pacense por un "siéntese usted" acabó con el pívot checo quitándole la gorra al poli, poniéndosela y siendo aporreado por el atónito (y contundente) agente. Se formó una de mil demonios. Me pilló a unos metros y nunca he vuelto a ver nada igual. No pudo volver a jugar en la segunda parte y anduvo fastidiado de las cervicales una época. El juicio de unas semanas después le condenó a una pequeña multa. Tremenda escena para alguien crecido bajo el yugo comunista, ¿no? Su particular primavera de Praga...

5. Por amargar a Heredero, De la Cruz... Con el tiempo parece que el Cáceres perdió su primera ocasión de ascender ante el Andorra porque Jiri no encontró un rival lo suficientemente significativo para él. Ray Smith iba a su bola y anotaba y anotaba, pero no llegaban a marcarse. El puesto de '5' en el Andorra se lo repartían Leo López, Remón y Torrubias, nada comparado con lo que le vendría a Okac después, en la 'repesca' contra el Prohaci: un tío más de 100 veces internacional, plata en Los Angeles 84: Juan de la Cruz. Eso sí que eran duelos. El veterano intentaba sacar de quicio al checo con artimañas inimaginables. Y a veces lo consiguió. Hace no mucho hablé con El Lagarto y recordaba con cariño aquello. Buen tipo. Algo similar ocurría con Ángel Heredero, un alero que a menudo tocó los collons (literalmente) a Okac. Algún día publicaré el mail (nada cariñoso) que me envió a raíz de una entrada aquí, jaja. Pobres. Perdieron.

6. Por seguir con Cáceres en el corazón. Los jugadores vienen y van. Son profesionales. No me gusta referirme a ellos como 'mercenarios', porque 'mercenarios' seríamos todos en nuestras profesiones: si podemos elegir, vamos donde mejor estemos, donde trabajemos con más gusto, por el máximo dinero posible. En el caso de Jiri, fue una lástima que no renovase (aquella historia ya la recordé aquí) y siempre quedará la duda de si podía haber hecho un buen trabajo en ACB. Cambiar tiros e intimidar seguro que lo hubiese seguido haciendo. Quizás en el rebote, donde no era un especialista, hubiese tenido más problemas. El caso es que se marchó, pero dejó muchos amigos aquí. El principal está claro que es el fisio de la temporada del ascenso, Juanjo Rubio, con el que le he visto en varias ocasiones 'de visita' en todos estos años, tomando cañas, pinchos, parándose con todo el mundo, sonriendo, sonriendo, sonriendo... Un cacereño más.

7. Por aquella mañana de julio desde un autobús. En la vida de uno siempre hay guiños particulares, cosas que te pasan que te recuerdan a otras cosas, bromas privadas, momentos que no sabes cómo explicar porque no sabes si son emotivos o simplemente ridículos. Por ahí van los tiros en mi caso, una buena mañana de julio del 2003 en un autobús, yendo desde Viena a Praga. Sí, estaba haciendo ese triángulo turístíco que completa Budapest. Otros tiempos en mi caso. Miré por la ventana y un cartel en la autopista señalaba que el siguiente desvío llevaba a Brno... Brno... Brno... Sí, vale, lo escuchamos una vez al año porque allí es el Gran Premio de motociclismo, pero Brno forma parte más nuestra porque Jiri es de allí. Miré los lejanos bloques grises de olor estalinista y pensé irremediablemente en él.

8. Por aquellos meses en los que, ¡sí!, volvió a vestirse de verde. Recordaréis que la primera temporada en LEB después del descenso, en el 2003, fue un desastre. Se configuró un equipo exageradamente caro para los apoyos que había y los jugadores (Deren Washington, Demon Johnson, Mike Higgins) se fueron yendo al ver que no cobraban. Así es que Ñete Bohigas, también muy amigo de Jiri, le llamó a la República Checa y le invitó a volver para poder completar el equipo, cobrando cuatro duros. Él aceptó, siguiendo el mismo espíritu aventurero de antaño. Habían pasado casi 12 años del ascenso y tenía casi 40, pero el tipo seguía fino y hasta había desarrollado un tirito de media distancia. Algún que otro partidazo se marcó, promedió 14 puntos, 6 rebotes y 2,4 tapones y el equipo acabó decentemente la temporada. Hasta había renovado para la siguiente, pero se echó atrás por problemas físicos. Hasta eso lo hizo bien, porque facilitó el fichaje de Josh Asselin.

9. Por los otros sitios donde también dejó huella. Nos lo hemos apropiado nosotros, pero él es también querido en otros lugares de España. Sin ir más lejos, en Plasencia (LEB-2), donde, también a las órdenes de Ñete, estuvo en la 2003-04 con sus numeritos habituales (14,8, 6,4 y 2,2). También fue una buena temporada en La Bombonera, con una plantilla corta que llegó lejos. De él también guardan buen recuerdo en Zaragoza: jugó en el Conservas Daroca, filial del CAI, con Lucio Angulo en la 1992-93, y en Burgos, en dos etapas. La segunda (y última en su carrera) se extendió hasta los 43 años. Preguntes donde preguntes, siempre salen las mismas palabras: humanidad, honestidad, compromiso...

10. Por todo lo que queda por vivir. La última vez que le vimos fue hace año y medio, en aquel partido de las leyendas Adecco que tanto nos gustó a los nostálgicos. Charlando con él, me contaba sus sensaciones nuevas como entrenador en la segunda categoría austriaca, lo mal que estaban las cosas en su país, lo mucho que necesitaba el baloncesto, todo lo que se acordaba de Cáceres y del año del ascenso... El pasado está ahí, siempre va a estar ahí, pase lo que pase. Y el futuro, en un tiempo oscurso (en su caso, a nivel personal por problemas de salud, y a nivel general, por la que está cayendo en el mundo que conocemos) también nos aguarda con momentos emocionantes. Por todo eso, por lo que ha pasado y por lo que va a pasar, merece la pena seguir luchando, Jiri.

Conteniendo el aliento



Escribo esto a 24 horas del partido del Cáceres Patrimonio de la Humanidad contra el Clínicas Rincón. Ya sabéis, es una final "para mal", porque el golpetazo sería enorme en caso de derrota, pero no "para bien", porque ganar simplemente mantiene con vida las aspiraciones y la cuestión de "depender de uno mismo" de cara a meterse en los "playoffs".

La verdad es que el avance ha sido considerable en la última jornada, no tanto por la victoria ante el Breogán (que, obviamente, también) sino por la derrota del Knet Rioja ante el Mallorca, lo que deja la situación más o menos allanada para jugárselo todo en la última jornada en Logroño. La diferencia es que mientras que el Rioja se puede permitir perder uno o incluso los dos partidos que faltan hasta ese día, el Cáceres no puede fallar. Ya es bastante poder jugarse el noveno puesto el último día, muchísimo más de lo que se esperaba tras el frustrante (uno más fuera) petardazo de los últimos minutos en Navarra. Ese parcial de 16-0 es síntoma de lo que está siendo la temporada fuera de casa.

Es curiosísima la dicotomía de este equipo en su rendimiento en el Multiusos y lejos de él. De acuerdo que a todos los equipos del mundo les pasa (o a casi todos). Todos bajan sus prestaciones por las condiciones desfavorables, el cansancio del viaje, la presión del público rival, yo qué sé qué piensa un jugador. Pero en este caso es un poco extremo, ¿no creéis? Siempre considero que los jugadores son los culpables o héroes de las victorias y de las derrotas y que el entrenador es un hilo conductor que debe poner las mejores condiciones para que, a la hora de meter y de evitar que el otro meta, todo se circunscriba al acierto o la calidad del profesional. En ese sentido, el bajón estadístico que pegan algunos es tremendo.

Pero algo globalmente ha fallado en el 'aranzanismo' en el último año y medio en este capítulo. Si computamos los resultados fuera de casa de la segunda vuelta de la temporada pasada (incluyendo los "playoffs" ante Obradoiro) y los de lo que van de esta nos sale una cifra escalofriante. De 26 partidos jugados, únicamente se han ganado cinco (los dos de La Palma y los de Lleida, Tarragona y Mallorca, que fue el último, allá por navidades). Huelga decir que hay que romper mañana esta dinámica porque un nuevo tropiezo ante un equipo como el Clínicas que, por mucho que ganase aquí en la primera vuelta, es el más flojo (junto con la actual versión) del Granada. Sería imperdonable dejarse la vida en Benahavís.

Lo que fastidia de esta temporada es el contraste, sí. Saber que hay un buen equipo, con como mínimo 8 jugadores muy fiables, algunos de los cuales, y lo digo para los que defienden aún que este es el décimo o undécimo presupuesto, están entre los mejor pagados de la competición. Un equipo que ha demostrado que puede jugar razonablemente bien, y que acertó de pleno con la incorporación de Sergio Olmos y Francis Sánchez. Supongo que la ausencia no cubierta de Asier Zengotitabengoa hizo daño, pero no creo que fuese algo decisivo, porque si no también se hubiese notado en casa. Y no se ha notado.

Así es que, 'arenga time', a ganar en Málaga por primera vez en la historia de este club, que ese dato también se las trae. ¿Cómo es posible que históricamente solo se le haya ganado al Clínicas dos veces de nueve? Antes podía explicarse un poco mejor, porque varios de los jugadores que alineó el filial malagueño en los primeros años están ahora en ACB, pero es una plantilla que ha ido perdiendo proyección. Ahí están los resultados.

Otra cuestión de la que hablaremos tranquilamente otro día es del futuro del baloncesto profesional en Cáceres. Ya escribí hace unos meses (para escándalo de alguno) que derrotas como la del Clínicas en casa suponían un poco el principio del fin del proyecto, en el sentido de que es más difícil llamar a puertas importantes a nivel económico cuando los resultados están por debajo de lo esperado. Por eso era y es tan relevante meterse en los "playoffs" y por eso Aranzana acaba confesando, en algo que le honra, que se sentiría en cierto modo responsable si no hay equipo en LEB Oro la temporada pasada.

Pero la continuidad o no es algo más trascendente que los propios resultados. Hay que replanteárselo de nuevo todo y ver si realmente podemos tenemos un equipo de este nivel, o qué equipo podemos tener a este nivel, más que nada. ¿Tan grave sería hacer un Tarragona, un Huesca, equipos meramente pensados para permanecer e ilusionar con pocos medios? No sé, hay cierto miedo a eso. Aquí siempre se tiene que ir a lo grande, parece, y esta temporada, por mucho recorte que haya habido en el presupuesto, la plantilla confeccionada era bastante ambiciosa.

Sí coincido con la directiva del Cáceres en un aspecto fundamental: los políticos, cuando se comprometen a algo, deben cumplirlo, porque si no es un fraude para el esfuerzo y las ilusiones de muchos. Pero eso es otra historia.