jueves, 24 de febrero de 2011

Marchando otras dos

Aquí va mi actualización: una historia del pasado (con tintes de rabiosa actualidad) que tenía ganas de contar hace tiempo y una visión de los últimos acontecimientos. Hala, os quejaréis.

La extraña conexión entre el baloncesto cacereño y el chavismo (Portillo, el prófugo)

Ahora que Gadafi está en todos los Telediarios a todas horas, vamos a hablar de otro gran dictador que por cierto es bastante amigo del libio, el venezolano Hugo Chávez, y de su conexión con el baloncesto cacereño, que sí, que haberla, hayla.


¿Os acordáis de César Portillo? Sí, le hemos mencionado en alguna ocasión y hace poco se le ha podido ver en este blog en la recopilación de noticias sobre la no renovación de Jiri Okac. Para los no iniciados (pocos, supongo) resumiré diciendo que fue aquel pívot venezolano fichado por el Cáceres CB en la temporada del debut en la ACB (92-93) y que apenas duró, siendo sustituido por el gran Kenny Green.

Portillo venía del baloncesto universitario americano y me parece que fue una apuesta muy personal de José María Bermejo y/o Juan Alvarado, quizás con vistas a su nacionalización o vete tú a saber. Tenía buen físico (2,06) y no mala mano desde 4-5 metros, pero el equipo necesitaba otra cosa, y más al lado de un “center” crepuscular como era ya Lance Berwald. Así es que fue, tras un pequeño paréntesis en el que fue suplido por lesión por Richard Coffey, Portillo salió del equipo, aunque siguió entrenando y en la ciudad. Me pareció un tío simpático y recuerdo una palabra "venezolana" con la que se refirió a la afición en una entrevista que le hice: la “fanaticada”.

Picad aquí para ver su ficha en ACB.com. Básicamente, 9 puntos y 5 rebotes en 11 partidos.

Volvió a su país, donde seguía siendo un jugador reputado, y no se volvió a saber gran cosa más de él, aunque tengo un borroso recuerdo unos años después de haber leído que estaba a punto de fichar por el Breogán. Por lo que dice la Wikipedia, apenas salió para jugar un año en Brasil. También llegó algún rumor sin confirmar de que estaba ejerciendo de policía en Miami. Su mujer era de allí, estoy casi seguro.

Hace tiempo, googleando, en el 2005, me lo encontré metido en política en Venezuela, ejerciendo de responsable del deporte en un importante estado del país, el de Anzoátegui, como colaborador directo de uno de los grandes aliados de Chávez, el gobernador Tarek William Saab. En fin, el equivalente a lo que sería aquí Fabíán Quesada, el director general de Deportes de la Junta de Extremadura. En este enlace aparece en la presentación de un acto oficial relacionado con la Copa América de fútbol. En la foto se le puede ver a la izquierda, no demasiado cambiado respecto a sus tiempos de basquetbolista, con ese corpachón que le caracterizaba. Parecía que la cosa le iba bien, que había abrazado las tesis "chavistas" de la revolución y que eso le había reportado un buen cargo desde el que seguir vinculado al deporte, haciendo cosas por su país.

Lo aparqué mentalmente (entonces no había nacido Bujacocesto) hasta que hace un par de años volví a buscar cosas de él. Y lo que apareció fue esto: Portillo había sido acusado de meter la mano en la caja, había sido destituido y se iban a emprender acciones legales contra él. Su caída en desgracia parecía que no tenía límites, porque la corrupción es algo que se paga cara en este tipo de países, tan cariñosos cuando estás con el poder y tan crueles cuando lo traicionas. Así es que...

Así es que estuve un tiempo mandando mails a periódicos venezolanos como un loco, pero allí parece que da miedo hablar de ciertas cosas, sobre todo de los tipos de los que un régimen puede avergonzarse. Solamente me respondió un periodista que me contó que efectivamente la historia era cierta, que había sido sorprendido desviando fondos a sus cuentas personales. Vete tú a saber. No es Venezuela el sitio donde me gustaría ser juzgado.

La historia no acaba aquí. A Portillo tampoco le gustaba ser juzgado en Venezuela, porque en un mail posterior, el periodista me contaba que había huido de la Justicia y que se encontraba en paradero desconocido a la espera de juicio. Nadie sabía dónde estaba. Quizás en Estados Unidos. No he vuelto a saber nada de la historia, pero por lo que rastreo y rastreo, no ha habido novedades que estén en internet al respecto, así es que no le habrán cogido, intuyo.

¿Espectacular, no?

Barrio Sésamo en el Multiusos: el momento actual y el balance momentáneo

Vamos con una de Barrio Sésamo para hablar de cosas en el Cáceres 2016. Uy, perdón, en el Cáceres Creativa. Bueno, en el Cáceres. Siempre será el Cáceres, desapareciese el anterior club o no. Cáceres, Cáceres, Cáceres… Suena genial. Amo esta ciudad. Es la única, junto con el centro de Manhattan, en la que podría vivir, jeje.



Decía lo de Barrio Sésamo porque lo que voy a decir es un tanto obvio, como lo que nos contaba Coco en los 80. Adelante… atrás… adelante… atrás… Pues ahora a mí se me viene un razonamiento a la cabeza: existe una diferencia sideral entre el momento actual del equipo y el balance momentáneo de la temporada.



El momento actual es malo, para qué vamos a engañarnos. Veíamos que esta doble salida a Melilla y Navarra podía elevar al equipo a un escalón superior, considerarle como un “coco” de la liga (no confundir con el otro Coco) y no ha sido así. Y no solamente es que haya perdido, sino que lo ha hecho con rotundidad. He de confesar que no he visto los partidos, pero no creo que la imagen haya sido buena. En total un -49 no puede satisfacer a nadie.



Creo que fue un error no unir los dos viajes en uno. Haber ido desde Melilla a Pamplona (tampoco creo que el gasto económico se disparase ni que fuese imposible encontrar pista para entrenar ese día extra) hubiese ahorrado desgaste físico. Pero parece que Aranzana habló con los capitanes y estos le dijeron que preferían pasar por casa aunque fuese una noche, que cinco días fuera iban a ser muchos. Y el entrenador accedió, no sé si por no buscarse un conflicto con el vestuario o porque estas cosas se negocian. Creo que al menos perdieron la coartada de que después de caer en Navarra tan clamorosamente se pudiesen quejar del viaje.



Otra cuestión a estudiar es la del arbitraje. Aunque te perjudiquen en un 50% de las decisiones (lo cual ya es decir mucho), no estás muy legitimado para quejarte de ello cuando te traes una paliza. Porque quien primero tiene que cumplir eres tú, y obviamente no lo has hecho si te han sacado de la pista desde el primer momento, dejándote meter 28 puntos en el primer cuarto. Es de un victimismo que no creo que favorezca nada al club. Lo que hay que hacer es no arrugarse y no llorar, competir. ¿El asunto del blog de Lucio hace que te pierdan el respeto los árbitros? Prefiero pensar que no. Llamadme ingenuo por enésima vez… Eso sí, ridícula la Federación accediendo a retirar la entradita de marras…



Pasemos al balance momentáneo. Algo totalmente distinto al momento actual, porque es bastante bueno. Muy bueno, diría yo. Cuartos en la clasificación, una posición muy similar a la que a estas alturas de temporada había la temporada del ascenso a la Liga ACB (91-92) y que desde entonces no se ha vuelto repetir en las cuatro temporadas anteriores en LEB Oro (dos del extinto club y dos del actual). Por lo tanto, pocos motivos de queja puede haber sobre este capítulo, por mucho que las derrotas fuera estén siendo la constante últimamente y que las dos últimas palizas te dejen bastante frío.



El Cáceres Creativa (mira, me ha salido a la primera) está exactamente donde debe estar, ni más arriba ni más abajo. Con el desarrollo de la liga estamos viendo que quien tienes por delante es bastante mejor que tú, porque se descartaba poder luchar con Murcia y Obradoiro, pero también con Burgos, con un equipo más largo y, lo vamos sabiendo, más caro que el tuyo, que además juega de escándalo, de memoria. Y por otra parte todo lo que tienes por detrás, empezando por ese León que como ya se sabía se iba a desinflar, es peor que tú, pero tampoco mucho peor. Melilla y Canarias están emergiendo y cualquiera puede darte un disgusto, sobre todo en su pabellón (a las pruebas me remito).



Cuartos, está escrito. Todo lo que sea subir de ahí sería casi antinatural. Y todo lo que fuese bajar de ahí, un disgusto, porque seguimos sabiendo que esta plantilla tiene 6-7 tíos de muchísima calidad. Sí, de muchísima calidad mientras que Cherry no ande renqueante, Antelo con las varices, McCoy con… A ver quién viene para reforzarlo, aunque ya sabéis que estos fichajes a última hora no suelen salir bien.



Mi conclusión es que ojalá mañana empezasen los “playoffs”, una primera eliminatoria en teoría ganable con el factor pista a favor ante un Girona o algo así y luego presumiblemente una ronda “a cara de perro” (toma topicazo) con Burgos. Pero los dos meses que faltan hasta entonces pueden hacerse largos: la historia es conservar el cuarto puesto y fortalecerte de cara al momento cumbre de la temporada, borrar las dudas que está contagiando el momento actual.

jueves, 17 de febrero de 2011

El blues del autobús



Hablemos un poco del presente. Los muchachos perdieron en Melilla en el inicio de su semana trágicamente kilométrica. Me entretuve el otro día un poco y serán 3.750 kilómetros los que recorran entre el viaje a la ciudad autónoma y el de Pamplona. Eso en apenas cinco días. No ha habido mucha suerte con el tema del calendario esta vez: la única vez que juegas dos partidos fuera de casa seguidos y te toca en una jornada "de entre semana". Esto, unido a la tradicional alergia de los equipos de baloncesto de Cáceres a lo de los viajes, deja todo más bien "a huevo" para el rival.

Siempre me he preguntado por qué los equipos bajan tanto su rendimiento lejos de casa. No es de este Cáceres, ni de los anteriores. Es algo general del deporte profesional. ¿El cansancio del desplazamiento? ¿La presión del público? ¿No estar familiarizados con la pista? Un poco de todo, pero creo que la clave la dio más bien el líder y fundador de esa religión-filosofía llamada "el julbismo": "Los jugadores no van fuerte", dijo Alfred. Digamos. Y así.

¿No van fuerte los jugadores del Cáceres 2016 en partidos como el de Melilla? Al menos en la segunda parte, no, está claro. Se trata de un equipo competitivo, con gente muy experta, y que normalmente no se ha dado por vencido en partidos que se le ponen cuesta arriba. Otra cosa es que los ganen, pero al menos dieron la cara en sitios complicados como Murcia, Burgos y Santiago. Se perdió, sí, pero se dejó el aroma de que se había dado todo lo que se tenía. Por eso extrañan episodios como el de Melilla. Creo que ha habido una cierta dosis de despiste y de autojustificación para permitir esto: las cuestiones médicas (siempre con un insidioso halo de misterio), el "caso McCoy", la solidificación de los roles cada uno, sin que aparentemente eso pueda variar...

Lo mejor y lo peor es que esto no trae consecuencias graves. Me refiero a que el Cáceres 2016, después de los resultados de este miércoles, parece condenado a ocupar la cuarta o quinta posición al final de la liga regular: el Burgos tiene 3+1 victorias más, similar margen que el que se tiene respecto a Girona y Melilla. El factor campo en la primera ronda, objetivo aranzanístico al principio de la campaña, está casi asegurado, y solamente quedaría saber el rival. En la segunda ronda supuestamente esperaría el Burgos o bien el que no subiese directamente entre Obradoiro y Murcia. Y eso con el factor campo en contra. Panorama algo jodido, pero a esa altura ya sabíamos que no iban a regalar caramelos.

¿Claves? No sé. Si ahora me pongo en plan destroyer a decir que solo se juega con un americano y que apenas 6-7 tíos producen se me puede rebatir fácil por la esplendorosa temporada que se está haciendo en casa, con solamente una derrota y un juego solvente y efectivo. Es normal bajar fuera, pero no tanto. Aquello de Palencia y Alcázar hizo mucho daño. La confianza lograda en escenas como la del triple de Jeff Xavier en Huesca se fue para no volver, excepto con aquella remontada desesperada en Tarragona (no olvidemos que a falta de minuto y pico se perdía de 5 y se forzó la prórroga; entonces todos elogiamos el carácter que ahora se echa de menos).

Pronostico que el León, una plantilla limitadísima que hasta hace poco había hecho una temporada colosal, seguirá perdiendo y que el Cáceres se quedará solo y sin demasiados objetivos tangibles en la cuarta plaza. Será un buen momento para reconstruir los mecanismos del equipo de cara a los "playoffs". Pese al cabreo general que produjo el 91-73 de Melilla, queda temporada para rato, y muy interesante.

martes, 15 de febrero de 2011

30 horas de basket (y algo más)

Sí, estuve en la Copa del Rey. Fugazmente, pero estuve. 30 horas en Madrid dan para bastante. Me lo pasé fenomenal, aunque eso no es ninguna sorpresa. Paso a relataros el asunto por numeritos, que no os perdáis.




Noche de basket. Llegué el jueves sin tiempo a asistir a los primeros partidos de cuartos de final, así es que me los contaron más o menos la gente con la que salí por esos antros de Dios (a 11 euros la copa, creo recordar, joder con el tal Velázquez). Un grupo de extremeños bastante curioso formado por los hermanos Lopo, Roberto Blanco (ex segundo de Plasencia y ahora de nuevo en las categorías inferiores del Cáceres 2016) y otro entrenador de cantera que no conocía, Isaac.



Por supuesto, se habló de mucho más que de lo que estaba sucediendo en el Palacio. Más bien fue un repaso al momento baloncestístico cacereño, a cómo sus protagonistas van asimilando (o no) sus roles. Pero no solo hubo canastas verbales. También muchas risas, confidencias... Cuando sales una vez al año en Madrid, todo te parece nuevo, deslumbrante. Excepto el único garito más o menos conocido en el que estuve, La Posada de las Ánimas, una auténtica mierda. Los demás (Green, Eccola, Boggo), muy agradables.



Mañana de basket. Bueno, quizás no. Tras regresar vía taxi (¿me estafaron?) al piso en el que me hospedé por Argüelles, dormí un ratito, pero había que aprovechar la mañana. Así es que realicé las clásicas visitas a La Casa del Libro y FNAC y también una vueltecita por la antesala del Madrid austriaco, donde tomé algo con mi hermano Carlos. Por cierto, fue algo ridículo e irremediablemente cachondo encontrarme por casualidad con Roberto e Isaac por la Plaza Mayor. A ver si aquello va a ser también un pueblo.



Mediodía de basket. Mi momento favorito de la excursión sabía que iba a ser la comida que tenía programada con grandes leyendas del periodismo baloncestístico como Quique Peinado (Marca TV), José Luis Mateo (ahora gerente de Alicante), Jorge Sierra y Raúl Barrigón (Hoopshype), Nacho Doria (INEM), César Nanclares (estupenda su nueva revista gratuita MediaCancha) y David Carro, este último agente de los McCoy, Newble, Taggart, Holcomb y Simien.... De todos ellos, es el único que sigue escribiendo en Gigantes, donde los conocí (bueno, a Sierra y a Nanclares no). Disfruté mucho con las bromas, los recuerdos. Gente especial. Se unieron Oriol Humet (director deportivo de Menorca después de haber pasado por otros 500 sitios) y la pareja Piti Hurtado-Juan Pablo Márquez. Me hubiese gustado ser una mosca en la pared de la habitación que ambos compartieron el fin de semana.



La comida en sí fue un poco desastre. Habíamos reservado un cocido en La Daniela, como hace dos años, y resulta que no nos daban mesa hasta las 16.30, tardísimo. Así es que fuimos a otro por allí cerca, llamado Cazorla, en la calle Montesa. La comida en sí no estuvo mal del todo. Lo que se charló fue impagable, e incontable, claro. Los “off the records” hay que respetarlos, comprendedlo.



Tarde de basket. Emocionantísimo Caja Laboral-Bilbao y pasable Barcelona-Joventut. Todo un gustazo verlos con los comentarios “tésnicos” de Juan Pablo, que no se ciñen únicamente a lo táctico, sino a lo que hay detrás. Creo que es muy redundante enrollarme ahora con que la Copa del Rey es la mejor competición del basket europeo y todo lo demás. Está fantásticamente organizada, hay un ambiente estupendo, escenarios como el Palacio de los Deportes la engrandecen, el nivel de juego es superior al de los partidos normales de ACB y Euroliga... No sé, ojalá pudieran dar con la tecla para que ocurriese lo mismo en la liga, aunque es complicado.



Mientras tanto, Alejandro Segalás e Ignacio “Popo” me hacían llegar noticias de lo que sucedía en el Multiusos. El previsible “pim pam púm” ante el Huesca lo acababa ganando el Cáceres, como pasa casi siempre cuando hay un final apretado. Qué oficio tienen estos tipos, ¿verdad? La temporada sigue teniendo buena pinta, y lo diré también aunque se pierdan estos dos partidos fuera de esta semana. El equipo está donde debe estar, como respondí cada vez que me preguntaron en Madrid por la cuestión.



Pude además saludar a viejos amigos como Manolo Flores, feliz también en el Barça de Sandro Rosell en tareas más de representación que deportivas, o David Brabender, en temas de marketing en la empresa de representación Ufirst. La cantidad de rostros conocidos era increíble, incluyendo alguno futbolístico como Aitor Karanka (debe ser toda una experiencia ser segundo de Mourinho, ¿no?). También me quedo con la afición del Caja Laboral. La mejor, sin duda..



Noche de basket. Tras los partidos, un pequeño paseo por los alrededores haciendo tiempo hasta que Pablo Malo de Molina y Dani Barranquero terminaron su trabajo en ACB.com y se vinieron conmigo y con Juan Pablo a un VIPs a cenar. Ya sabéis que no son gran cosa culinariamente, pero se agradece una comida contundente y baratilla cuando llevas toda el día por ahí como un perro. También se charló de basket, aunque con otros matices: Pablo, que es el que maneja la barca de la página, con su historia corporativa, y Dani, poniéndole épica, como siempre, como en lo que escribe con tantísima pasión. Buen chaval, jovencísimo. Se ve que disfruta de cada segundo de la vida. Algunos deberíamos aprender eso.



Total, que nos dieron las 3.30. Y mi tren salía a las 7.40. El sábado trabajé, y no recuerdo haber tenido tanto sueño de forma tan continuada en mi vida, pero ahí estuve. Mereció la pena.

jueves, 10 de febrero de 2011

Mi vida en Palacio


En el mundo hay sitios en los que, pese a no acudir mucho a ellos, te sientes especial. No necesitas estar constantemente visitándolos para percibir unas vibraciones particulares. Y vas poco, sí, pero la casualidad o la voluntad te acaban llevando allí de vez en cuando, para que te reencuentres. Para mí, uno de esos sitios es el Palacio de los Deportes de Madrid, al que mañana viernes volveré.




Sí, muchachos, me voy a la Copa del Rey. Solamente será un sorbito, los partidos del viernes. Otras obligaciones me impiden pillarme la recomendable borrachera entera de 7 partidos 4 días que empieza hoy. Lo malo es que me perderé el Cáceres-Huesca que tenía realmente curiosidad por ver. Soy de esos aficionados al baloncesto que disfrutan con marcadores centenarios como el que seguro que habrá en el Multiusos, o casi. Llamadme poco purista o dominguero, pero es preferible un intercambio bobo de canastas que esas sesiones espesas de “defense, defense”.



Vuelvo al Palacio de los Deportes, decía, donde he estado pocas pero significativas veces, decía también. La primera fue un 26 de septiembre de 1992, en el primer partido fuera de casa del Cáceres CB en la ACB. Derrota clara ante el Madrid de Sabonis, 93-78, todo dentro de la lógica. Lo importante no fue eso. Lo importante fue el impresionante éxodo de unos 3.000 (habéis leído bien, 3.000) cacereños que acudieron aquel día al pabellón de Goya para animar a su equipo. Hay que recordar que se habían ganado los dos primeros partidos ligueros (inexplicablemente, ambos jugados en casa, ante Joventut y Fórum) y que la euforia se había teñido de un acento catovista ciertamente irresistible.

3.000 personas, así, por lo bajo. Cada canasta de Berwald o Kevin Pritchard atronaba en el viejo recinto, pero no recuerdo haberle prestado una atención exclusiva al partido, sentado en la fila de prensa, justo a pie de pista, con tipos como Vicente Salaner a los que había admirado y admiro durante los años anteriores. También me despistó el altísimo techo de la cancha, o sus gigantescas gradas supletorias, o ese túnel de vestuario vetusto. Pero todo hecho de un material mitológico para mí, que había pasado la segunda mitad de los años 80 viendo partidos por la tele del Madrid y del Estudiantes, o el Open McDonalds de los Celtics, o la fase final del Mundobasket. Todo allí, sí. Y yo estaba sentado allí, tapándome dificultosamente la boina de chico de 18 años.

Volví otras veces al Palacio, siempre con derrota, claro. A mí no me importaba demasiado. No he estudiado fuera de esta ciudad, así que aquellas excursiones a Madrid eran toda una aventura: visitar Discos del Sur o la FNAC, que mis amigos que sí estaban allí me llevasen a Cats o terminar dormitando en un portal de Argüelles y luego pillar agonizante un inmundo Regional en Atocha.

Aquel Cáceres se arrugaba especialmente cuando pisaba la Plaza de Dalí, me temo, hasta que un día, en la temporada 95-96, los chicos de Manolo Flores se impusieron al Madrid, la única vez que lo harían a domicilio en 11 años en la ACB. Yo no estaba, aquella vez no tocó excursión. Pero el destino siempre te da una revancha, o eso quiero creer: una luminosa mañana de domingo, una canasta de Bruno Hamm en el último segundo suponía la victoria del Cáceres 2000-01 sobre el Estudiantes y prácticamente la clasificación para la Copa del Rey de Málaga. Pero eso es otra historia.

Por todo esto sentí una punzada en el estómago cuando unos meses después, en junio del 2001, el Palacio sufría un pavoroso incendio (frase hecha, lo sé) y lo reducía a cenizas. Pero en el fondo estuvo bien aquello, porque obligó a hacer algo nuevo y moderno, no el pabellón obsoleto (construido en 1960 donde antes estaba una Plaza de Toros) que simplemente se pensaba reformar con vistas a la candidatura olímpica madrileña.

Lo que quedó de aquello es una obra maestra de la arquitectura deportiva, pienso yo, que no tiene nada que envidiar a los pabellones de la NBA. Incluso es más acogedor, sin perder una gran capacidad. El sitio perfecto para la competición más perfecta que ha engendrado el baloncesto español. Es curioso que casi todos prefiramos la Copa a la Liga, ¿verdad?

Hasta hace dos años no lo visité, en la Copa del 2009, y me volví a quedar prendado. Un enamoramiento que confirmé en septiembre de ese año cuando acudí a un concierto de Leonard Cohen allí mismo tras unas cañas por La Latina. Qué placer ver a ese digno vejete con su voz ronca dando lecciones de poesía, chicos. "Me sumergí en una avalancha / que cubrió mi alma".

Mañana vuelvo. Felicitadme.

viernes, 4 de febrero de 2011

El "no debate" de los viernes

Me resulta llamativo que en una ciudad acostumbrada a criticarlo todo, a que nada parezca bien, no se haya dicho nada en los últimos años sobre que el Cáceres 2016 juegue los viernes. Es un síntoma de que todo el mundo está contento con esto, no como, por ejemplo, en Plasencia, donde sí que hay un grupo de gente (no sé si mayoritario) que prefiriría cambiar los sábados por los viernes.

Es curioso. El baloncesto históricamente fue en Cáceres un deporte de domingo por la mañana, aunque ya en la última época en Segunda se cambió a jugar los sábados por la tarde. En ACB por supuesto que era una tradición irrompible los sábados y cuando había obligación por lo que sea de jugar el domingo (ya sea por la mañana o por la tarde), la cosa no era lo mismo.

Cuando se produjo el descenso a LEB, muchos consideramos negativo que la directiva entonces presidida por Juan Francisco Luis no pidiese a la Federación jugar los sábados. Se pasó a los viernes y fue una transición positiva, contra el pronóstico de muchos, que se ha refrendado en la nueva etapa del Cáceres 2016. Ya nadie imagina el basket los sábados por la tarde (seguro que iba menos gente), y a muchos se les hace difícil cuando por temas de calendario hay que jugar en domingo. El baloncesto se ha adueñado de los viernes, y para bien, por mucho que dé la impresión de que muchos llegan un poco tarde, entre sus obligaciones laborales y las pequeñas colas que se forman.

Tanto es así que ahora lo inimaginable sería subir (sí, ya sé que no puede ocurrir por motivos económicos, esto es simplemente una teoría) y pasar otra vez al sábado o al domingo, porque la ACB no te permitiría seguir en viernes. Los viernes son preferidos porque, como dicen muchos muy gráficamente, "ves el basket el viernes por la noche, te lo quitas de encima y ya tienes el fin de semana libre para ti". O sea, que las canastas de tu equipo ya no son lo principal: antes, el ocio de Cáceres giraba alrededor de lo que hiciesen los chicos de verde; ahora, es una opción más para elegir.

jueves, 3 de febrero de 2011

Extra bonus track: los números del ascenso

Hace no mucho hemos comentado algo de los números individuales de Jiri en el ascenso. Dije que tenía por ahí el acumulado de toda la plantilla (algo imposible de encontrar en internet) y prometí que lo escanería si lo encontraba. Lo cierto es que me lo encontré ayer cuando fui a revisar lo que publiqué sobre el propio Jiri. Una auténtica reliquia a impresora de agujas y enviada por fax.

La fuente de los números es la revista Gigantes. Por aquel entonces la Federación no tenía estadísticas oficiales (en la ACB se implantaron bien entrada la década de los 80, o sea, que no era tan fácil el tema). Puedo presumir de que las estadísticas como local del Cáceres CB las cogí yo; de las de fuera, no me responsabilizo, pero es muy posible que sean bastante certeras. Lo malo es que son hasta el 3 de abril, es decir, que no incluyen los playoffs ante Prohaci y la fase anterior que hubo. Pero para hacernos una idea del reparto del pastel numérico está bien, no creo que variasen mucho en ese mes y pico más de competición. Podéis pinchar en el scan y comentamos lo que nos llame la atención, supongo que se entiende más o menos todo. Yo me quedo con que el equipo dejaba al rival en 73,1 puntos y en 45,7% en tiros de dos. La defensa era su seña de identidad, es evidente.



PD: Okac: 14,5 puntos, 8,6 rebotes, 4,3 tapones...

miércoles, 2 de febrero de 2011

Expediente Jiri: Algunos scans que supongo que no lo explican todo

A pesar de lo que penséis, no me gusta demasiado guardar cosas que he publicado. Al principio de mi carrera sí lo hice, con esa ilusión imparable de los comienzos, sintiéndome historia de forma narcisista. Luego ya me cansé de recortar cada pequeño suelto (si lo hubiese seguido haciendo, ahora tendría que tener dos casas en lugar de una) y solamente guardé lo realmente importante. En la actualidad es bastante cómodo conservar los pdfs o bien simplemente buscar en internet lo que escribí en los últimos 8-10 años.

Os cuento esto porque me pedíais que revisase un poco por qué no siguió Jiri Okac en su momento. Y recordé que en una carpeta perdida estaba lo que investigué en su momento sobre aquel amargo serial. Lo he escaneado y a ver qué conclusiones sacamos más allá de que fue un tema de cruce de agentes, pero que también se descolgaron pidiendo un dinero que al Cáceres no le dio la gana pagar. Luego para traer a César Portillo pues ya me diréis... De todos modos, no sé si al checo le hubiese ido bien en ACB. Quizás en un papel muy específico que, por cierto, no era fácil que tuviesen los extranjeros de la época, a los que se les exigía 35 minutos en cancha. Nunca lo sabremos.
Allá va. Picad dentro de cada ilustración y leed. Una advertencia: no me gusta nada cómo escribía en el 92. Era muy malo, sinceramente, y se me nota una tremenda ingenuidad que, he de reconocerlo, conservo ahora en cierto modo.

1. 30 de mayo. 20 días después del ascenso, la renovación no acaba de concretarse a pesar de que Fariñas había dicho que lo quería. Localizo a la mujer que trajo aquí a Jiri, Eva Field. Empìezan a barruntarse cosas raras.



2. 2 de junio. Okac ya no es el primer objetivo. Al club se le han hinchado las narices con el tema y piensa que hay más peces en el río, que diría Albert Pla.


3. 25 de junio. Tras unos tiras y aflojas --incluido que Eva Field y otro agente, el entonces semidesconocido Gorka Arrinda, se intentan adjudicar la representación de Jiri-- se confirma que no seguirá. Aquí habla sobre el tema él mismo.


4. 12 de julio. Jiri parece fichar en el Conservas Daroca, un equipo vinculado al CAI Zaragoza debutante en Primera en el que estaba un tal Lucio Angulo.


5. 15 de julio. Guerra abierta de agentes. Jiri, que parece tener la muñeca fácil firmando contratos a diestro y siniestro, vuelve a ser ofrecido a Cáceres. Ojo con los documentos ofrecidos en exclusiva, jeje...


6. 25 de julio. Cáceres ya pasa de Jiri totalmente y anuncia el fichaje de Portillo (bueno, y de Reyes, otro de los culebrones de aquel verano)


7. 28 de julio. Por si quedase alguna posibilidad, los otros dos extranjeros serán Kevin Pritchard y Ben Coleman. Bueno, este no... Cosas que pasan con los americanos. Unos días después, Lance Berwald, que no había aceptado la oferta de Cáceres porque no había un colegio adecuado para sus hijos, sí que fichó en lugar de Coleman (fugado a última hora).