jueves, 18 de marzo de 2010

Mega entrada sobre los "assistant coaches"

Curioso papel el de los segundos. Algo paradójico. Cuando hay éxito, pasan algo inadvertidos, en un decimoquinto escalón del mérito, casi como palmeros, cuando seguramente su trabajo interno haya sido importante o clave, y más en el baloncesto de ahora, donde nada se deja a la improvisación. Pero cuando hay fracaso, tampoco nadie les echa la culpa de nada. El muerto se lo suelen llevar los jugadores y el entrenador, ese hombre al que han de apoyar a muerte aunque no siempre piensen como él y que es, por otra parte, alguien que se dedica a lo mismo y el día de mañana puede ser tu rival.

No sé qué tal se vive en esa dicotomía compleja. Está bien estar protegidos, currar en segunda fila, ser un gregario, esperar a ver qué pasa mientras cumples con lo tuyo. Pero no siempre, claro. Hay un periodo de crecimiento en el que te evalúas, a ver si algún día puede ser que tú tengas segundo. Es ley de vida. Se mezcla un poco todo: conocimientos, carácter, manejo de situaciones deportivas y extradeportivas y ese factor tan aleatorio que es el estar en el lugar justo en el momento adecuado. Como sé que os gustan estas listitas, echemos un vistazo a los segundos que se han sentado en los banquillos del Cáceres CB/2016. Es un buen ejercicio para saber qué se mueve en las tripas de un "assistant coach".

1. Ñete Bohigas.












Nuestro prototipo de segundo durante mucho tiempo. Lo fue de Martín Fariñas, Manel Comas, Manolo Flores, Manel Comas otra vez, Alberto Pesquera y Luis Casimiro. Todo eso en once años en el puesto. Quizás demasiados, aunque eso indudablemente le dio un gran bagaje de conocimientos desde distintas perspectivas. Hijo de un histórico del basket local, Ñete era un jugador más bien normalito (una vez se enfadó realmente conmigo porque le definí como “mediocre base”; supongo que participa de esa tendencia del jugador a creerse mucho mejor de lo que es) y el puesto le vino fantásticamente para abrirse camino en un club emergente.
Con Fariñas su “feeling” era bastante peor de lo que parecía, con Flores empezó la cosa en romance y acabó bastante tiesa, con Comas se entendió fantásticamente, con Pesquera más bien regular y con Casimiro otra vez a las mil maravillas. Parecía que el puesto le era vitalicio e intuyo que tuvo que haberse buscado las habichuelas lejos de casa antes, pero ser ayudante en ACB es bastante más que ser primero más abajo y allí siguió, a la espera de que alguna vez le diesen una oportunidad a lo grande que no llegó.
Cuando se vio obligado a ello --Flores no le quiso ni ver en su efímero regreso en el 2000-- no le fue nada mal en principio. De él destaco una cosa aparte del conocimiento baloncestístico del que no se puede dudar de nadie de estos niveles: es muy equilibrado en esa relación entre amor y odio que hay que tener con los jugadores cuando se les entrena. Algo sin duda aprendido después de muchos años compartiendo pista con gente muy grande. Así es que completó una buena etapa en Plasencia, luego le dieron las riendas del LEB aquí y cumplió con creces en un escenario muy dificultoso en lo económico, más tarde ascendió con brillantez al Burgos y llamó la atención de la Federación Española, que le dio la selección cadete de Ricky Rubio que quizás se quedó algo corta con un bronce europeo en León.
Empezó entonces su retroceso, el que tarde o temprano encaran todos los entrenadores: salió mal de Burgos en LEB, cogió el banquillo de La Palma y se encontró con un club demasiado particular que no logró hacer suyo y luego dio un paso atrás volviendo a Plasencia, donde la exigencia no se correspondía con el dinero que había. Ahora sigue entrenando, ¿a que no lo sabíais?: al infantil "A" del San Antonio Cáceres 2016 donde juega su hijo. Quizás algún día vuelva a los banquillos profesionales, aunque parece algo desencantado de todo eso.

2. Mario Madejón.










Se hacía raro ver en el banquillo del Cáceres CB a un segundo que no fuese Bohigas. A Flores le hablaron bien de Mario, un tipo bonachón, excelentemente dotado para la informática, muy ordenado, trabajador al máximo, prudente, muy fiel. Así es que habló con él y se lo quedó. Hay una cosa de él que me llama la atención: sigue teniendo contacto habitual con todo el que ha trabajado a su lado, lo cual dice mucho bueno. Con Flores solamente estuvo unos meses, pero luego ha seguido siendo muy amigo suyo. Con Alfred Julbe –año y medio de relación-- menos, pero quizás porque no casaban excesivamente sus dos personalidades, uno tan indescifrable y el otro tan llano. No se contó con él para el nuevo proyecto en LEB y le llamó Porfirio Fisac, con el que compartió aventuras y desventuras en Algeciras los dos años siguientes. A partir de ahí me parece que colgó la pizarra y se ha dedicado a puestos más "de oficina", aunque muy relacionados con el basket, como el que ocupa actualmente como director técnico de la Federación Extremeña. Hablan muy bien de sus clinics y sus opiniones son escuchadas en la FEB, dicen.
Me parece una persona muy conservadora, pero no lo digo en el mal sentido. No todo el mundo está dispuesto a coger la mochila y hacerse un interraril, por mucho que tengas 20 años y te gusten el chopped y las checas. Lo mismo pasa con lo de ser entrenador: es muy sacrificado ir de aquí para allá al albur de los resultados, esperar a que el teléfono suene cuando no tienes curro. Sí que es cierto que no ha sentido la llamada de “fuego” del banquillo y no pasa nada por ello. No sé qué tal cuadrará en su vida aquel 2-32 que completó con el equipo EBA en la segunda temporada de Julbe, cuando dirigía a los chavales y seguía en el cuerpo técnico. Doble trabajo pero poco lucimiento. Estoy seguro de que disfruta mucho con lo que hace ahora.

3. “Piti” Hurtado.








¿Qué decir más de él? Ha casi monopolizado el debate alrededor del baloncesto cacereño en los tres últimos años. Hablé sobre su "deconstrucción" aquí, cuando se hizo cargo del equipo en el 2007. Su salida se va perdiendo en una nebulosa lógica, aunque le sigo intuyendo bastante presente. Supongo que con el tiempo se podrá mirar con más perspectiva.
Escribiré sobre su faceta de segundo, puesto al que le elevó Julbe cuando sustituyó a Flores, con quien era simplemente delegado (acababa de sustituir al sempiterno Juan Luis Morán). No sé exactamente qué vio Alfredo en él para tomar esa decisión. Él quería más de un ayudante (una moda que en la ACB todavía no estaba tan instaurada como ahora) y le ascendió, seducido por un discurso nada tópico y cierta insolencia juvenil. Sin ser muy parecidos, desde luego, había más afinidad entre ellos que entre Julbe y Madejón, como he dicho antes. El caso es que Piti fue su hombre de confianza ese tiempo y lo siguió siendo unos años después, cuando le reclamó para uno de sus proyectos en Zaragoza.
Desde luego, Julbe ha sido una poderosa influencia en su carrera y también en su vida. No ya en la forma de concebir el basket, con una pretendida (y a veces vacía) apuesta por la modernidad y una cierta altura de miras en lo estético, sino en lo personal. Estoy seguro que Piti no leía tantos libros ni estudiaba tanto los periódicos nacionales hace diez años, cuando Alfredo irrumpió en su vida y casi le "adoptó". Fue una simbiosis bastante inequívoca en la que Madejón, sin existir malos rollos, se veía en un papel algo delicado.
Como segundo, Piti empezó a reinventarse muy bien en lo tecnológico, aprovechando muy bien las ventajas de la informática y del progreso de la edición de vídeo (el VHS debía ser jodío hacer lo que se hace ahora), algo que le acompañará ya siempre. Estoy seguro de que volvería a ser un buen segundo si la oferta fuese lo suficientemente buena, aunque claro, cuando se ha mandado tanto como él ha mandado en el Cáceres 2016, debe ser algo rarillo dar ese paso.

4. Angel de Pablos/Javier Bohigas.



Cuando Ñete fue nombrado entrenador del primer Cáceres de LEB en 2003 llevó a rajatabla aquello de que tus ayudantes deben ser de absoluta confianza. Nombró a su hermano y a un amigo íntimo, héroe del ascenso. No sé exactamente como funcionó aquello, pero creo que Ñete es un tío al que le gusta llevar las cosas personalmente muy de cerca. Lo que queda de aquella temporada es todo el ruido del equipazo que se formó al principio y que se desmembró al no poderse pagar (Bryan Sallier, Derell Washington, Mike Higgins, Damon Johnson… qué cuarteto). Después, Javi se hizo especialista en EBAs (Doncel, Almendralejo) y ahora intenta sacar a flote a las chicas del Iber. Angel, tras aquel proyecto fallido del Ceres, se desvinculó bastante del basket.

5. Juan Pablo Márquez.

La impresión de que el binomio no funcionó bien me lo confirma lo que ocurrió la siguiente temporada, la 2004-05, la que sería última del extinto Cáceres CB a nivel profesional. A Ñete la directiva le dio una enorme “guantá sin mano” (que diría mi madre) cuando le largaron a Javi y a Ángel y le impusieron (sic) a Juan Pablo como segundo. Al principio la reacción fue negativa, de desconfianza. Pero pronto Juan Pablo se ganó a Ñete con sus análisis, sus montajes de vídeo, su orden exacerbado para las cosas.
Márquez se intentaba ganar un lugar bajo el sol del baloncesto masculino. Tanto que hasta puso pasta contribuyendo al aval para poder salir. Hasta entonces, lo que sabíamos de él es que había batido el récord del mundo de las noticias llamativas cuando había dimitido del entonces Don Frío Cáceres cuando lo llevaba líder de la Liga Femenina 2 (años después lo volvería a hacer en el Qalat de EBA). Su trabajo cuentan que fue exquisito como ayudante, muy riguroso con todo, muy serio, muy “loco” por el basket. En realidad, como es él.
Los caminos volvieron a cruzarse con Ñete años después, cuando sorprendentemente fue destituido en Plasencia y sustituido por el que había sido su primero. Paradojas de la vida.
Ahora, ya sabréis, intenta salvar de la quema al Tarragona. Espero que lo consiga, sinceramente. Es un gran conversador sobre el baloncesto y sobre la vida, con unas teorías muy particulares sobre las cosas. “Eeeeeeeeeees que…”.

6. Mario Segalás.


Llegamos al último de la lista, el actual segundo de Aranzana. Sobre Mario valgo más por lo que callo que por lo que cuento, porque nos hemos criado juntos jugando a las chapas (sin dobles sentidos, capullos) en el San Antonio y luego hemos compartido innumerables risas y menos risas en noches de farra adolescente y post-adolescente, aunque ahora ya no podamos copearnos tanto por nuestras respectivas obligaciones.
Circunscrito a lo baloncestístico (aunque como veis siempre es un poco proyección de lo personal), diré de él que es un auténtico obseso, que si sobre los anteriores se podía decir que ocupaban 24 horas al día al baloncesto, de éste se puede decir que ocupa 25 o 1543. Porque para Mario la vida es el baloncesto, desde que de crío era un jugador estelar del equipo del colegio (lástima, ahí donde le veis tan grandón se nos quedó pequeño para jugar de pívot) y salía casi llorando de rabia de los partidos que perdía.
Licenciado en Derecho y con un master en urbanismo, tenía algo dejadas las canastas hace unos años (también se hizo muy hincha del Cacereño) cuando le ofrecieron volver a entrenar (ya lo había hecho en Madrid) en el San Antonio, primero a niñas y luego a niños. Su exigencia sobre ellos era muy alta, pero los padres estaban encantados con ese “ogro” que se tomaba los partidos de los Judex como si fuesen de Euroliga. Seguramente su momento cumbre en lo personal fue el ascenso a EBA con el equipo del colegio en mayo del 2007, lo que algunos señalan como uno de los gérmenes para el nuevo proyecto.
Cuando se creó el Cáceres 2016, una de los primeros fichajes fue él. Como Fede Pozuelo duró poco, la pareja Hurtado-Segalás se fundó y ha cohabitado más o menos bien hasta la famosa marcha de Piti, pero como rara vez un entrenador y su ayudante son siameses, ahora Mario aprende del librillo de Aranzana igual que antes Ñete lo hizo de los otros. Y es que todo es una cadena sin fin…

miércoles, 10 de marzo de 2010

Francis y la delegación agonística


Un jugador no es sólo lo que juega. Me refiero a que no es sólo sus puntos, sus rebotes, su defensa. También hay un aura en cada uno de ellos que transmite o no transmite a cada uno de los que los vemos desde la grada o desde el palco de la prensa. El gran Paco Elías suele decir mucho que estos tipos "juegan por delegación", es decir, que nosotros les damos la potestad para que sean nuestros brazos, nuestras piernas, nuestro corazón. Ellos son Cáceres porque nosotros somos Cáceres. Podrían estar en cualquier otro lado, pero están aquí.


Este arranque pseudoemotivo viene a cuenta de lo ocurrido el domingo con Francis Sánchez, la confirmación de que ni la gente traga al jugador ni el jugador traga a la gente. Seguramente no sea para tanto, porque los pitidos que recibió cuando falló los tres primeros tiros no fueron generalizados, mientras que los aplausos cuando se retiraba (y él respondió con el gestito de marras, algo así como "ahora no me vale que me apoyéis") sí eran de una gran parte de la afición. Total, fue la demostración de que aquello tan apoteósico que me declaró ("Los silbidos por un oído me entran y por otro me salen") era una fabulosa mentira. Normal: a nadie le puede resultar indiferente que le piten en casa.


Sin embargo, el gesto del pasado domingo fue sincero al máximo. Censurable seguramente, pero sincero. Es fácil pensar que, en la intimidad de su sofá charlando con su mujer, el jugador se pregunte por qué su trabajo, siendo bastante similar (tiro fallado arriba, tiro acertado abajo) tiene una recepción tan distinta aquí que en su más reciente experiencia profesional, tres años en Tenerife donde era un ídolo al que se le adoraba en los errores y en los aciertos. Soy así, viene a decir él cada vez que coge la bola. La tiro porque es lo que he hecho siempre, defiendo así porque es como he defendido siempre. Y no me ha ido mal en esta liga así. ¿Por qué no me quiere la gente, o, mejor, no me pasa ni una (y mucho menos dos o tres)?


Supongo que hay un componente agonístico en todo esto. Los que juegan por delegación aquí nos gusta que sean de otra manera, que se dejen el alma y además lo parezca, como con la mujer del César. En Canarias quizás haya un concepto más festivo del asunto, vete tú a sacarle una lectura étnica al conflicto. Intentando buscar paralelismos en el pasado el primer nombre que he recordado ha sido el de Miguel Ángel Reyes, que sufría la amarga paradoja de ser de casa (algo que suele sumar, como en los casos de Enrique Fernández, Nando Vicario, Toni Pedrera, Juan Sanguino, Panadero...) y no ser querido.


Resultó que Reyes, aparte de llevar el peso de un contrato muy gordo (divino peso, por cierto) ejemplificaba también el prototipo de jugador que no sacaba provecho a todas sus cualidades, que no se tiraba a por cada bola, aunque supiese que iba a ir fuera. Y eso, o uno está tocado de la gracia divina de meter muchísimo (Nebojsa Ilic, Chris Smith, Johnny Rogers o Mike Ansley no eran precisamente fajadores), o quedas como blanco perfecto.


Espero que el tema entre Francis y la afición no se enquiste más y no se convierta en un nuevo "caso Guaita", porque recuerdo que tiene contrato para la próxima temporada y es, pese a quien pese, un tío que puede ayudar mucho en este momento y en los que vienen. Yo personalmente sigo confiando en él: lo suyo es puro espectáculo. Cuando coge el balón, sabes que va a pasar algo.

martes, 2 de marzo de 2010

Adiós al primo hermano de Peneque


Se nos retira Gabe Muoneke, aunque yo de momento lo pondría en cuarentena. Tiene 32 años y algo de basket todavía en el cuerpo como para poder ser protagonista de algunas basketball odds. Este deporte no llorará por él, desde luego. Aquí nos dejó un puñado de puntos y rebotes y hay que agradecérselo, dentro de una variadísima carrera. No me resisto a hacer un copia y pega con todos los equipos por los que ha pateado: Fort Wayne Fury, Chicago Skyliners, Trenton Shooting Stars, Pınar Karşıyaka, Boca Juniors, Columbus Riverdragons, Santurce Crabbers, Purefoods TJ Hot Dogs, Roanoke Dazzle, CÁCERES CB, Houston Rockets, Beijing Aoshen, Coamo Marathon Runners, Busan KTF Magic Wings, Coamo Marathon Runners, Seoul SK Knights, Ponce Lions, Zhejiang Guangsha, Saba Battery, Charlotte Bobcats, Rio Grande Valley Vipers, TAU Cerámica, Saba Battery, ASVEL Villeurbanne y Energa Czarni.


¿Tomasteis aire ya? Para el que no se acuerde, fue el sustituto de Deon Thomas en la temporada del descenso, la 2002-03. Lo raro fue que viniese, la verdad. Primero, porque los jugadores no quieren fichar por equipos que están en bancarrota, sustituyendo a otro tío que se ha ido porque no cobraba. Y segundo porque el tipo no estaba para ACB, no. Por lo que me contaron entonces, era el único que admitía venir sin cobrar un adelanto, ansioso como estaba de hacerse un nombre en Europa. Si Manolo Hussein creía que iba a salvar la nave con un "4" así, estaba bastante equivocadillo.


Nigeriano criado en Estados Unidos, ya desde el principio levantó dudas. Googleando un poco me encuentro con un análisis mío sobre su primer partido, uno ante el Real Madrid. Curioso de leer con cierta perspectiva. Hace poco lo comenté en otra entrada: nada más verlo nos parecía "undersized", de escasa talla para jugar ahí abajo, 1,98 pelados quizá. Seguramente soy uno de los tíos menos apropiados para juzgar a la gente por su tamaño, pero si no tienes centímetros para jugar ahí abajo, por lo menos échale fuerza. Es lo que han hecho grandísimos reboteadores como Charles Barkley o Jerome Lane, por por poner dos ejemplos facilitos. Ninguno de los dos llegaba a los dos metros.


Muoneke no estuvo mal en ataque en sus 16 partidos aquí (25 minutos), promediando 14,1 puntos. Pero la risa es que cogió 3,8 rebotes, una cosa un poco tremenda. Al pobre Kevin Thompson --ese sí que era un jugador superlativo-- se le acumulaba el trabajo. Así es que era normal que aquello no funcionase, con Hurl Beechum tirando todo lo que le llegaba a las manos, Joffre Lleal y Ariel Eslava corriendo arriba y abajo como pollos sin cabeza y una pareja de bases formada por Ferrán López y Mike Hansen muy poco dinámica, por decirlo de una manera suave. Aquel olor a descenso es insoportable incluso ahora.


Cuando escribí aquello del debut de Muoneke me faltaba un dato, una anécdota, de la que me enteré después. Resulta que aquel partido era por un domingo por la mañana. Se presentó en el pabellón sin las botas, pensando que se jugaba por la tarde, y tuvieron que salir corriendo a por ellas. Era un "show". Dentro de las habituales risas en la sección de deportes del periódico, nos pegamos unas cuantas por el hecho de que un peculiar compañero nuestro era apodado "Peneque" --como el personaje de los Gorgoritos, ¿alguien se acuerda?-- e hicimos una rima fácil: "Muoneke, primo hermano de Peneque".


Más sangrante fue lo sucedido semanas después en una de esas duras derrotas tan características de la época. Fue en Manresa. Después del partido, en el vestuario, Ferrán López se quejó (en español) de la actuación de su compañero aludiendo a su color de piel. Para sorpresa de todos, Muoneke lo entendió, se levantó y estampó a "Ferri" contra la pared. Cuentan que si no hubiera habido gente agarrando, lo hubiese matado.


Después, "Gabe", el hombre que decía que no llevaba tatuajes porque era católico, continuó un bizarro peregrinar de acá para allá, con obligada escala los veranos en la lucha por un puesto en un "roster" de la NBA que nunca se le abría. Un hombre es a veces esclavo de sus sueños y durante algún tiempo hemos estado leyendo en su blog de Hoopshype sus amargas cuitas al respecto. Hay una norma general respecto a todos los jugadores de baloncesto del mundo (extensible a deportistas): todos se creen mucho mejor de lo que son y que tienen que jugar mucho más y tirar muchas más bolas. Pero en su caso, esta tendencia se multiplicaba por mil. Ya se vio hace poquito en el Tau que ni siquiera resolvía mucho como jugador complementario. Hincharse a anotar en ligas exóticas es mucho más sencillo que ser octavo hombre en la ACB.

lunes, 1 de marzo de 2010

Un balance de la vuelta entera de Aranzana

Hola

Parece que cuando no hay 25 comentarios de los lectores --aunque uno siempre duda de que las opiniones en general sean representativas, casi siempre tienden a lo negativo-- en una información de baloncesto en el periódico es que he currado en vano el día anterior. Es lo que está pasando hoy con un (interesante, en mi opinión) balance de la vuelta entera de Gustavo Aranzana al frente del Cáceres 2016. Supongo que ha pasado algo inadvertido porque está al final de la sección de deportes, ya que es la contraportada y en la página salen por orden.

Aquí está el enlace por si no habéis caído, a ver qué os parece. Lo recojo porque es bastante en tono blog, no sé si me entendéis: mucha opinión encubierta.

http://www.elperiodicoextremadura.com/noticias/noticia.asp?pkid=495593

Esta semana volveré a actualizar, espero. Salud, muchachos.