"Quien no conoce las tristezas deportivas, no conoce nada de la tristeza". Lo dijo Julio Ramón Ribeyro, un escritor peruano. Me encanta la frase. Expresa bien el sentimiento de la gente a la que nos gusta el deporte y, salvo raras excepciones, tiene por consiguiente un equipo. Desprecio a los que nos toman por tontos porque nos entristecemos porque gente con la que no tenemos nada que ver, a la que muchas veces no conocemos de nada, "mercenarios", dicen, pierda partidos en los que nosotros no hacemos goles, ni metemos canastas. El deporte es identificación, es sentimiento, es... Como dice Paco Elías (al fin hoy no he tenido que soportarle, jeje), unos cuantos tipos juegan "por delegación". Así es que ya veis, la pena insondable que esta noche padecemos forma parte de este asunto, porque cuanto más nos ilusionamos con algo, más nos duele cuando no lo culminamos.
Ha sido como acompañar a una chica guapa a la puerta de casa una noche de diversión, risas y confidencias con ella y que al final te despida con un casto beso en la mejilla (comentario autobiográfico, sí, pero ¿a quién no le ha pasado?). Arriba la espera otro la mayoría de las veces. Pero hay más chicas. Y hay más veces para intentar conquistar a esa misma chica, para ocupar el lugar del otro. Pero a ver cómo se los explicas a los 4.000 tíos que esta tarde estábamos allí con cara de gilipollas, preguntándonos qué habíamos hecho para merecer eso.
Hay un momento en el que es preferible tomárselo con cierto sarcasmo. "Peor que lo pasé el día de la derrota de León no voy a pasarlo nunca", le dije a más de uno, aún como bloqueado por lo que acabábamos de ver, por todo ese sufrimiento y todo ese remar sin premio por una salida de pista en la última curva. Es bastante verdad lo de León. Aquel tren de la Copa pasó una vez y ya no volvió a hacerlo, aunque pensamos fugazmente que podía ser así en Málaga unos años después y no fue así (entonces no se llegó a la final). Pero sí os digo que seguramente el de hoy sea el segundo partido de cualquier deporte que más triste me ha dejado nunca. El Steaua-Barça el día de mi duodécimo cumpleaños también me dejó molido, lo confieso, y lo pondría en el tercer lugar del fatídico podio.
Hace poco Iron escribía aquí que, después de la derrota en el quinto partido ante el Andorra en el 92, la afición recibió a los jugadores tras el viaje de regreso y eso les animó para recuperarse y emprender con fuerzas el ascenso que lograrían ante el Prohaci unas semanas después. Ahora no hay segundas oportunidades, como ocurrió entonces, pero sí una nueva temporada en el horizonte en la que veremos cómo se configura todo. Recuperar la expectación, volver a la portada del Extremadura (espero que os gustasen las seis páginas de hoy, y las seis de mañana), recordarle a muchos que no hay deporte más espectacular que éste, es el gran legado que nos dejan estos últimos meses, por encima de una victoria o una derrota. Que os quede clara una cosa: si algún día más o menos cercano se consigue estar en LEB Oro, va a ser gracias a lo que ya podíamos llamar "el espíritu de mayo del 2008".
5 comentarios:
Yo no tuve la suerte de vivir el 10 de mayo de 1992 en el Pabellón de la Ciudad Deportiva pero sí lo viví pegado a la radio, cuando se conseguía la gesta de colocar a nuestro equipo en la ACB;
16 años después, aunque no se haya logrado la gesta, tenemos que estar agradecidos tanto al club, como a su Junta Directiva, al equipo técnico y, por supuesto, a los jugadores, lo que nos han hecho vibrar esta temporada y como bien dices en tu mensaje, mirar con optimismo a la temporada que tenemos ya en el horizonte.
En el catálogo de enhorasbuenas, me he olvidado la más importante, dar la enhorabuena al Aficionado que cada viernes ha acudido al Multiusos, tanto cuando han ido las cosas bien como cuando han ido mal y que no ha parado de estar con el equipo. Un aplauso para todos ellos y...
¡¡Cáceres!! pom pom pom
¡¡Cáceres!! pom pom pom
Javier, nunca he estado tan de acuerdo con tus palabras. Gracias a todos los que nos hicieron vivir este sueño...
Y enhorabuena a Norba TV por haber hecho posible las retransmisiones de los partidos. Creo que tienen buena culpa de la expectación que ha creado el equipo. Se puede estar más o menos de acuerdo con la manera de narrar los partidos de Elías y Ortíz, pero en líneas generales se ha hecho muy buen trabajo, por lo que no queda más que felicitaros.
Por otro lado, creo que la afición tendría que tomarse esta derrota como algo de lo que aprender y es ahora cuando se va a ver si la afición lo es de verdad, responde y el año que viene en vez de 1.500 socios hay 2.000.
Siempre he pensado que un equipo es lo que la afición quiere que sea y con más de 2.000 personas en el pabellón es muy difícil que las instituciones no se vuelquen y que las empresas no se aventuren a esponsorizar a un club con tanto respaldo social.
Vayamos poco a poco, se han sentado unas buenas bases en esta primera temporada de la recuperación del baloncesto y considero que es mejor que haya sensación de que los ascensos cuestan porque así los saborearemos más cuando lleguen. Toda la borrachera de éxito que vivimos con el ascenso a la ACB nos hizo en cierta manera infravalorar lo que habíamos conseguido y no nos apenamos hasta que se perdió.
Pues reconforta leer este post tuyo después de ver cómo estaba mucha gente el viernes a eso de las nueve...
Yo creo que el objetivo de este año se ha cumplido: como le dije cenando el mismo viernes a un amigo cercano al club, "todos sabemos cómo se hizo el equipo este verano y en cuanto tiempo" (esto de autocitarse es muy egocéntrico, pero al fin y al cabo este es "mi" comentario).
Con la base que se ha trazado y con el cuerpo técnico ya volcado en crear un equipo más potente, yo digo ya que tengo ilusión para encarar el ascenso a LEB Oro el próximo año (y sin playoff, mejor).
Y no creo que haya tibieza en los medios cacereños: algunos jugadores no estuvieron bien, ciertas circunstancias no ayudaron, pero yo creo que el Cáceres jugó bien...pero Illescas fue sencillamente mejor (me quito el sombrero ante Joe Alonso).
Preferiría que celebrasemos la recuperación de Cáceres como ciudad de balonceso y nos pusiéramos en el camino de subir a la próxima...y por vía deportiva (rumorología aparte, pues).
Un saludo a todos
Hola Javier, muy bueno este comentario del blog: la identificación con equipo y / o jugadores daría para escribir unos cuantos tomos.
No puede negarse que hay identificación con el equipo, el golpe a Panadero nos dolió a todos como todos desearíamos haber sido Piti y perseguir a los árbitros por la pista después del partido.
La identificación con unos colores no sólo es recomendable sino necesaria porque los partidos no se disfrutan igual cuando no se siente la camiseta, aunque uno lleve ropa de calle y se siente en la grada estoy convencido de la emoción no es la misma en un Cáceres - Illescas que en un Gijón - Illescas, seguro, o en un Bruesa - Tenerife, si juega tu equipo tú juegas, ganas y pierdes con él.
Lo de la chica guapa nos ha pasado a todos pero creo que siempre uno se pica de nuevo a intentarlo, esta vez estuvimos muy cerca de conseguirlo. Creo que si hubíesemos pasado ese partido ahora estaríamos en LEB-Oro, en la final hubíesemos ido lanzados a por el ascenso. Lástima.
Coincido contigo en que la derrota más dolorosa para mí también fue la de León, no por perder un partido, no por perder un título sino porque de haber ganado la Final creo que ahora Cáceres tendría un equipo al estilo de Málaga o Vitoria. Superada aquella, qué remedio, creo que somos inmunes a cualquier otra, sólo es cuestión de tres meses para comprobarlo.
Sin embargo, si bien entonces con la Copa sí creí que era un tren que no volvería a pasar, ahora pienso que es cuestión de esperar en la vía con una pizca de paciencia y con la misma actitud, seguro que vuelve a pasar, estoy convencido.
Un saludo.
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