"Era todo tan triste y tan absurdo.
No vivías apenas. Te colgabas
de la pared de la melancolía
y veías pasar las lentas horas
que hacia nada conducen y hacia nunca.
Las mujeres te habían retirado
su protección, los dioses su asistencia
y la literatura su cobijo.
Fueron tiempos difíciles aquellos".
Luis Alberto de Cuenca -- "Tiempos difíciles" (El hacha y la rosa).
Hay algo, mucho, de beatificador en la luz del final del túnel. Pasas un tiempo, ya sean diez minutos o una eternidad, encerrado en esa oscuridad aparentemente inamovible y de repente, cuando menos lo esperas, llega el resplandor, la esperanza, la adicción a la jodida vida, a eso que tanto odiamos amar. Estar aquí es eso: duda, aprendizaje, desafío, reto, derrota, levantarse, quizás victoria algún día. Pero es divertido. Es divertido hasta perder, hasta sufrir por lo inconfesable. El optimismo absurdo al que nos aferramos para seguir respirando el minuto siguiente. Lo único importante, en realidad.
Ha sido una semana chunga en mi vida. Hace una semana me caí redondo al suelo por motivos por aclarar y me dieron dos puntos encima de la ceja. Aún me tengo que sentir afortunado por el hecho de que las gafas rotas no se me clavasen el ojo. Después se confirmó un rollo muy chungo empresarialmente: mi periódico hace un ERE temporal y cinco compañeros se van a la calle por un año y el resto poco menos que nos vemos obligados a reducirnos el sueldo una media del 10%. Temporalmente. Como esa canción con la voz de Jota que durante una época pareció escrita para mí, hace casi diez años ya.
Da igual. Hay que seguir hacia adelante. Como no digieras las cosas malas que te pasan en la vida estás totalmente acabado. Hay que luchar, seguir adelante, apelar a la épica o la mierda que quieran inventarse los putos periodistas deportivos. Luchar, luchar, luchar. Nunca darse por vencido, como esos tipos que se quedan sin trabajo y tardan meses y meses encontrar otro. O no lo encuentran. O esos que se divorcian de la mujer que una vez pensaron que sería eterna y con la que engendraron esos niños adorables a los que ahora verán menos. O esos tipos que van por su carril y les llega otro de frente a 200 km/h con una copa de más. Y crash. ¿Y qué haces? ¿Abandonas? ¿Dimites? No. Sigues, sigues, sigues. La vida es eso. O eso quiero creer.
Hace unos años me consideraba un tipo negativo, tendente al victimismo. Había algo de heroico en ser una víctima, una especie de dignidad chunga en ser el ejecutado (normalmente) por el verdugo, en ser uno más de la cola de Auschwitz. Pero me cansé de tanto barro, de compadecerme para nada. Seguí, seguí, seguí. Y vi mucha más belleza en la resistencia, en la obstinación de estar ahí en la trinchera sin abandonar nunca, sin dejar de enarbolar la bandera de la honestidad, de ser tú mismo. Así es que nada va a poder conmigo. Ni lo malo que me ha sodomizado esta semana ni lo malo que espera a la vuelta de la esquina. Lo habrá, pero sigo. Seguid vosotros también.
10 comentarios:
Plenamente de acuerdo, quizás apuntar que la lucha, la resistencia, la superación en definitiva del día a día, compartida con las personas que nos son cercanas es más llevadera.
Siguiendo palante.
Ortiz: eres bueno. Sí, muy bueno.
Muy bueno J.O. Hay que seguir luchando sin desesperar. Animo que veras como pronto los que lo estamos pasando mal (yo estoy en el paro)pronto conseguimos un puesto de trabajo que nos ayude a pasar las penas.
Fantástico Javi. La vida se divide entre quienes ven el vaso medio lleno, y quienes lo ven medio vacío. O esa es mi impresión.
Bienvenidas estas incursiones vitales y vitalistas. Buen apunte el de Buigas.
Pásale la entrada traducida a Carleton Scott. Explícale qué es un ERE. Le vendrá bien saberlo. Por si acaso.
Un abrazo. Labio arriba.
Esa es la actitud. Y encima, está escrito de puta madre. Enhorabuena, figura. Y deja de caerte por el suelo.
Tienes toda la razón querido compañero, si abandonas tomas el camino fácil, y aunque a veces es lo que mas ganas tienes de hacer, hay que ponerle al destino las cosas difíciles obligándolo a tener que crear otro futuro mas complejo y gratificante para ti, eso es la sensación de que haces las cosas y las haces bien, ánimo y a seguir hacia adelante.
Hacia la luz. Abrazos y ánimo
De fracaso en fracaso hasta el éxito final.
http://www.youtube.com/watch?v=-8I9KzgDRgY
Fdo:El fracasado que no ceja en su sagrado empeño.
De largo, el post más generoso que has escrito en este blog...
Pese a criarme en los ochenta, nunca participé de esa glorificación, esa "mística" del perdedor...será que no va el papel de víctima, aunque supongo que lo haré como todos. Aquí la dignidad, como dices, está en mirar hacia adelante y buscar soluciones.
Un abz digital
Mucho ánimo, no todo es tan malo ni feo como a veces parece! mucha fuerza
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