martes, 29 de julio de 2008

Los odiados
























Hola de nuevo

Perdonad la (larga) ausencia, he estado un poco de acá para allá estas últimas semanas, cogiendo fuerzas por supuesto para la temporada periodística que empiezo ya el próximo viernes. Del presente hablaré un día de estos, contando alguna cosita del nuevo proyecto en LEB Oro del Cáceres 2016. En esta madrugada de cierto insomnio dedicaré unas líneas al pasado y a un concepto que me encanta: el odio.

Aunque en este caso sea en términos deportivos, uno siempre necesita odiar en la vida a alguien o a algo para reafirmarse a uno mismo. A veces el odio es una poderosa gasolina para impulsarse, para ser mejor, para resarcirse, para ganar. Ya sé que no es lo más limpio ni lo más recomendable a nivel humano, pero... ¿quién no ha odiado alguna vez, aunque sea durante breves segundos? Toda esa energía negativa a veces es el inicio de algo grande, por cruel que pueda sonar.
Aquí también hemos odiado (repito: en el sentido deportivo), y mucho, a algunos jugadores, aunque resulta curioso que en los primeros años del "boom" la nómina fuese larga y con el tiempo hasta haya sido raro que la gente se metiese con un rival. En la temporada del ascenso a la ACB, los grandes enemigos fueron Ray Smith y "Matraco" Margall --los dos cracks del Andorra-- y después "Lagarto" De la Cruz y Angel Heredero, del Prohaci Mallorca. En el caso de estos dos últimos, por su juego marrullero, aunque resulta curioso que luego De la Cruz resulte un cielo de persona y hable siempre con mucho cariño de Cáceres, como cuando charlé con él hace unos años. Lo de Heredero, un buen jugador de la cantera del Barça, era de traca, siempre metiendo los codos, provocando, jugando con los nervios de rivales y público. Y la grada bien que se lo "agradecía".

Los primeros años en la ACB también hubo jugadores que ocuparon el mismo papel. Recuerdo especialmente a Kenny Bannister. Al tío le iba la marcha y creo que cuanto más le pitaban, mejor jugaba. Y le encantaba hacer aquello de las pistolitas para indignación del V Centenario. La vida da a veces muchas vueltas y Juan Antonio Orenga, que era muy pitado cada vez venía a jugar, acabó enfundándose la verdinegra. Resulta grotesco el recuerdo de la bronca con Rod Sellers en el All Star. Y es que él es uno de esos jugadores a los que odias cuando los tienes enfrente, pero que al mismo tiempo te gustaría tener en tu equipo. El llegó quizás cuando ya era demasiado tarde en su carrera, pero por precio tampoco podía haber sido antes, ¿no?

Otro caso de odiado y luego fichado fue, claramente, Alfred Julbe. No se me olvidará la imagen de la final copera de León cuando salió, una hora antes del partido, para observar el calentamiento de sus jugadores. Los casi 1.000 cacereños que había en la grada le abuchearon y él en lugar de "pasar de todo" hizo el clásico gesto de "no se os oye" llevándose las manos a las orejas, lo que multiplicó el estruendo. Luego él ha explicado un montón de veces lo que ahora es una obviedad y entonces nos parecía erróneamente una burda temeridad: quería quitarle presión a su equipo y no le importaba que recayese en él.

También está el camino contrario: jugador o entrenador que ha estado aquí y que luego es recibido con bronca cuando viene con otro equipo (cosa nada habitual en la habitualmente agradecida y nostálgica afición del Cáceres). Me fastidió la pitada a Miguel Angel Reyes, creo que lo hizo lo mejor que pudo en sus dos años y que no era culpa suya la millonada que cobró. Más igual me da lo de Manel Comas. La gente no es tonta, excepto algún patán que se atrevió en su momento a silbar a José Antonio Paraíso cuando vino con el Pamesa y tras dejar más de 200 kilos en caja que sirvieron para que el chiringuito durase un par de años más.
Luego está otra modalidad, que es el odio/cachondeo. Volviendo al 92, la afición cacereña la cogió con un pívot reserva del Gijón, José Antonio Carreño, por el simple hecho (supongo) de que llevaba coleta. Un montón de años después, los mismos gritos dudando de su heterosexualidad se repetían contra un jugador del Caja Rioja, Alberto "Chufi" Rodríguez, en el playoff de acceso a la Final a Cuatro, aunque éste hizo un poco más de daño jugando. También tenía un "look" peculiar y supongo que el sarcasmo no le hizo mucha gracia.

6 comentarios:

Anónimo dijo...

Esto ha estado muy bien, pero te has dejado algún arbitro que otro aunque suponemos que son siempre los mas odiados. Alzúria y Amorós menudo par de pillos.

Anónimo dijo...

Grandes rivales o pitadas si que hemos tenido sí señor.

Recuerdo que la de un exjugador al que se pito "excesivamente" como fue a Jordi Soler cuando vino con el Fuenlabrada, creo que fue el mismo día de la gran ovación al técnico Martín Fariñas.

Otro jugador del que siempre nos acordabamos en la grada "dudando" de su sexualidad era Santos, si Isma Santos el jugador del Real Madrid, un gran defensor que lo daba todo en la cancha y solía salir con la misión de defender nuestro Nebojsa Ilic.

Y en arbitros??? Cuantas veces mandamos a la cocina a Pilar Landeira, sobre todo el año de primera.


Jooooo con el tiempo parece que nos hemos vuelto "más educados" pero verdaderamente el año del ascenso y los primeros años ACB de nuestras bocas han salido cosas muy graves y no solo de los peñistas porque eran cánticos que coreaba todo el pabellón.


Javier por favor recuerda aquun día los "terroríficos duelos" todos victoriosos ante CajaBadajoz, el año del ascenso. Eso si que era violencia verbal en la grada.

Anónimo dijo...

Con los árbitros se podría escribir un artículo a parte.

Pues a Charquero le espero yo este año, por carnicero.



Un Saludo

Anónimo dijo...

Pues, si me lo permites Javi, me permito "continuar" tu post:

Del tema del "odio", lo más indignante es que aquí hemos llamado "pensionistas" a auténticas leyendas del basket patrio (alguno hizo referencia en tono de broma a esto en un "Vicios Pequeños"...)

DEl tema de agradecimientos, coincido. Cáceres en una plaza más de recibir bien a sus ex que al contrario...aún se me pone la piel de gallina a la ovación a Freixenet en su vuelta a CC en la primera de ACB.

Abzs

Anónimo dijo...

Indignante lo de llamar Pensionistas a autenticas glorias???? Bueno digamos que nos considerabamos el 6º jugador del equipo y lo que siempre buscabamos era descentrar al rival.
Supongo lyman que te referiras a los tiempos de lª con "el lagarto" De la Cruz o "el matraco" Margall, eran jugadores idolatrados a los que se les pedían autografos pero que desde la grada se pensaba que al decirles eso podriamos descentrarlos. Y ya venían con unas edades bastante avanzadas para la practica del deporte. jejejeje.
Si hubiera venido Harper conla edad que tiene hoy en día se le hubiera cantado.

Peor eran los canticos hacía los jugadores de color ¡¡¡¡¡y se quejaba ETOO (Si hubiera venido a la ciudad deportiva no sale a jugar)¡¡¡¡

Recordaís el Arbitro cab... tu novia no tiene tetas tiene bigote se la tiran los amigotes. jejejejejeje

Anónimo dijo...

Lo de Chufi son piques anecdóticos que surgen cada partido y se quedan ahí, de vez en cuando la tomas con algún jugador y consigues descentrarle o sacarle del choque. También sucedió este año con el pívot dominicano del Sabadell, que no recuerdo ahora el nombre... un chaval joven. Se tuvo que ir al banquillo con una buena bronca de su entrenador, Miguelito López Abril, que encima minutos después de terminar, ya con el pabellón vacío, se acercó a pedirnos disculpas por la actitud de su jugador, cuando habíamos sido nosotros los que comenzamos provocándole.

Gente que históricamente nunca ha caído bien por aquí fueron Óscar Quintana y Dani García (el entrenador), aunque seguramente no somos la única plaza donde les ocurra eso. Y tampoco hay que olvidarse de Ferrán López, menudo pájaro, no he visto un tío con más poca clase en mi vida, a todos los niveles.

De siempre lo más heavy era lo de De la Cruz y sobre todo lo de Heredero, con pancartas bastante fuertes. De La Cruz también se llevaba cánticos muy míticos como aquél de "estamos hasta el culo de un lagarto chulo", cutre y macarra a más no poder.

El grito de "pensionista" es absolutamente característico nuestro y muy mítico también, posiblemente el que me da más pena que se haya perdido. Ahora la mayoría de gente que anima es bastante joven y no recuerda esas cosas. De La Cruz fue, cómo no, el máximo exponente. Además un tío que se lo tomaba bastante bien (vamos, se reia abiertamente, esto lo he visto yo con mis ojos) y que con el paso del tiempo no tiene reparos en recordarlo y hablar sin tapujos del ambiente que se vivía en aquél pabellón "era una agresividad bien entendida, me pareció perfecto", palabras textuales suyas.

Luego están por el contrario los pobres que no comprenden que esas cosas se quedan en el pabellón y se ciñen escuetamente al ámbito de un partido de baloncesto, no más. Con el tiempo van arrinconándose en el resentimiento más malo, más rencoroso y más puñetero, esos suelen ser menos felices y no disfrutan tanto de la vida. Peor para ellos, que haberlos haylos. Estoy seguro que alguno de esos, ya pasada la cincuentena (o más), emplea ahora su tiempo en escribir comentarios en las noticias de basket del periódico Extremadura xDDD

Un caso que promete dar bastante juego en el futuro es el de Terreros, ojito este año como nos enteremos de que vuelve por aquí.