Esta mañana estaba mirando un poco por encima algunos periódicos de febrero del 2003. Estaba buscando otra cosa para algo del trabajo, pero como soy como soy pues sólo me fijaba en lo que publicábamos aquel mes sobre baloncesto. Y la verdad es que me ha resultado deprimente ver a qué se reducía mi trabajo en aquellos entonces: jugadores que no cobraban dos o tres meses, amenazas de huelga o de marcharse, asambleas para decidir lo que prácticamente se sabía (que el Basket Cáceres SAD estaba muerto al deber unos 300 millones de pelas...), venta de plaza ACB... He sentido como que mi trabajo en aquella época (y no fue un mes, ni un año, sino en general una época muy larga) se reducía a hablar de economía, de economía triste de un equipo que no podía subsistir y que se nos moría entre las manos sin que hubiese solución. Porque no la hubo, ¿verdad?
Fueron cinco, seis, siete años (incluye el bienio LEB), hablando de falta de dinero, de búsqueda infructuosa de espónsors, de tensiones con las administraciones para que diesen más. Y también fueron años de ver cómo la cifra de socios era cada vez menor y el lustroso pabellón que nos habían construido se iba vaciando de gente y ya, para qué negarlo, dejábamos de tener la mejor afición de España, como nos dijimos (con razón) durante un tiempo.
Y me he sentido afortunado, personalmente, porque esta temporada apenas estoy escribiendo de economía y mucho de baloncesto. Y estoy muy cómodo así, debatiendo si el Pollito tiene que ser 1 o 2, si David Patten debe irse o no, o qué le pasa a Sanguino y a Panadero, o por qué Sidao hace tantas faltas, o qué bueno es Gruber pero qué frío parece tantas veces. Basket, basket, basket. El deporte que amo desde niño, cuando esperaba que fuese martes para poder comprar Gigantes, que llegasen los viernes por la tarde para pasármela entera jugando en el patio del colegio, el mismo deporte en el que el equipo de mi ciudad subió a la ACB casi sin planteárselo. Y, cosas de la vida, yo me vi escribiendo sobre los ídolos, escribiendo sobre basket, no sobre estados de quiebra ni reparto de acciones ni cambios constantes de consejos de administración.
¿Qué positivo, no? Normalmente he tenido cierta fama de ser muy "pro Cáceres CB". Sin embargo, esta temporada me están diciendo que estoy siendo muy "cañero" en los comentarios de Vía Norba y en alguna cosa en el periódico. Ahí tenéis al ínclito Pozuelo negándose a hablar conmigo. ¿Cómo no ser negativo con un equipo que pierde tanto? Pero al fin y al cabo es deporte, el debate está en lo que ocurre dentro de la cancha, y eso es fenomenal. Vivimos (vosotros, yo) pendientes solo del juego, y no de que si los jugadores han cobrado este mes o no. Y eso relaja muchísimo, ¿no? Después de haber empezado de cero otra vez, este proyecto será lo que los cacereños queramos que sea.
La reflexión, basada en la angustia que me ha supuesto "revisitar" esta mañana la hemeroteca, queda ahí. No siempre mirar al pasado en cuanto a baloncesto produce sensaciones positivas. Y ahora a ganar, coño.
Fueron cinco, seis, siete años (incluye el bienio LEB), hablando de falta de dinero, de búsqueda infructuosa de espónsors, de tensiones con las administraciones para que diesen más. Y también fueron años de ver cómo la cifra de socios era cada vez menor y el lustroso pabellón que nos habían construido se iba vaciando de gente y ya, para qué negarlo, dejábamos de tener la mejor afición de España, como nos dijimos (con razón) durante un tiempo.
Y me he sentido afortunado, personalmente, porque esta temporada apenas estoy escribiendo de economía y mucho de baloncesto. Y estoy muy cómodo así, debatiendo si el Pollito tiene que ser 1 o 2, si David Patten debe irse o no, o qué le pasa a Sanguino y a Panadero, o por qué Sidao hace tantas faltas, o qué bueno es Gruber pero qué frío parece tantas veces. Basket, basket, basket. El deporte que amo desde niño, cuando esperaba que fuese martes para poder comprar Gigantes, que llegasen los viernes por la tarde para pasármela entera jugando en el patio del colegio, el mismo deporte en el que el equipo de mi ciudad subió a la ACB casi sin planteárselo. Y, cosas de la vida, yo me vi escribiendo sobre los ídolos, escribiendo sobre basket, no sobre estados de quiebra ni reparto de acciones ni cambios constantes de consejos de administración.
¿Qué positivo, no? Normalmente he tenido cierta fama de ser muy "pro Cáceres CB". Sin embargo, esta temporada me están diciendo que estoy siendo muy "cañero" en los comentarios de Vía Norba y en alguna cosa en el periódico. Ahí tenéis al ínclito Pozuelo negándose a hablar conmigo. ¿Cómo no ser negativo con un equipo que pierde tanto? Pero al fin y al cabo es deporte, el debate está en lo que ocurre dentro de la cancha, y eso es fenomenal. Vivimos (vosotros, yo) pendientes solo del juego, y no de que si los jugadores han cobrado este mes o no. Y eso relaja muchísimo, ¿no? Después de haber empezado de cero otra vez, este proyecto será lo que los cacereños queramos que sea.
La reflexión, basada en la angustia que me ha supuesto "revisitar" esta mañana la hemeroteca, queda ahí. No siempre mirar al pasado en cuanto a baloncesto produce sensaciones positivas. Y ahora a ganar, coño.
4 comentarios:
Hace poco que he llega del tenis, del cual solo he pagado la entrada de hoy) y a uno solo se le vienen trecuerdos de cuando el Pabellón estaba así en las primeras temporadas del Multiusos pero también uno comprueba que somos una sociedad que nos cansamos pronto de lo bueno y luego cuando no lo tienes es cuando te acuerdas.
Por cierto a la alusión de los patrocinadores te das cuenta de lo humilde que es Extremadura comparada con otras regiones... ¿Qué sería de Cáceres con un patrocinador como Askavayu?
Saludos de un hombre cansado después de 9 horas viendo tenis aunque la verdad la emoción de ver un partido de Baloncesto en directo no es comprable a lo que he estado viendo hoy. El Baloncesto me despierta otras sensaciones. Y ojo que lo del tenis de hoy se lo han currado y se ha visto bastante espectáculo.
Pues nada a seguir así con el blog y ver más historias sobre el equipo que me encanta leerlas. Y a ganar en Ourense y que la peña se lo pase bien juas!
Hola Javier!por favor,pidelé al club,que haga una reclamación a la "FEB", por la falta inexsistente que hizo que se perdiera el partido.
Gracias.
HOla bueno en primer lugar dire queno he podido ver el partido ni en directo (por ke finalmente no se hizo el viaje ni por cuestiones personales) en TV NOrba, por lo tanto no se que paso con la falta personal ni nada por el estilo. Solo se lo que he leido en la prensa: los dos periodicos (HOY y Extremadura) si ganas de 3 a 14 segundos lo lógico es hacer una falta sin que este tirando por lo tanto sin estan en bonus te tiran 2 tiros sigues 1 arriba y tienes posesión PoR LO TATON TIENES VENTAJA.
Recuerdo que no vi partido solo puedo opinar por las cronicas de hoy de partido.
Respecto a este hilo sobre tus cronicas J. Ortiz dire que en mi opinión hace 4 años pienso uqe no fueron muy acertadas en torno a hablar tanto sobre la situación economica (no se si fue contigo con quien lo hable por entonces via telefono)pero bueno eso paso hace mucho tiempo y lo que pienso es como ayudar en enmedar la situación actual.
Desde mi lugar de aficionado y peñista solo se me ocurre que DEBO SEGUIR ANIMANDO Y APLAUDIENDO AL EQUIPO CACEREÑO, PITANDO AL RIVAL (SE LLAME COMO SE LLAME) PRESIONANDO AL DUO ARBITRAL) Y CUANDO ACABE EL PARTIDO ME PENSARE SI SIGO APLAUDIENDO O PITO A MI EQUIPO.
Pero y no se por que siempre he tienido e mi vida, y mas en esto un animo de reparticion de tareas, es decir Directivos buscar dineros, SEcretarios técnicos deportivos buscar jugadores y tecnicos validos,técnicos y jugadores entrenar y jugar al cien por cien y aficionados animemos desde nuestro lugar yal final del encuentro decidamos i aplaudimos o pitamos. dependiendo de lo visto.
Angel69: El club se lo está pensando, pero ellos mismos saben que no vale para nada a efectos prácticos. Pero si lo hacen, será para que la próxima vez se les tenga más respeto.
Kmc10m: Respeto lo que dices y respeto que no siempre puede gustar lo que yo haga en mi trabajo. No recuerdo haber hablado contigo exactamente, sí he tenido este tipo de conversación muchas veces sobre la "línea" de mi periódico en cuestiones baloncestísticas. Pero, completando lo que tú has dicho al final, "y los periodistas, a informar". Y entonces la información estaba ahí, en todo ese desastre económico. Hubiese sido estúpido y muy poco profesional mirar hacia otro lado. ¿Se hubiese arreglado algo así?
Publicar un comentario