jueves, 21 de junio de 2012

La radio (y su gente)


Vaya, hoy nos ha sacudido la noticia de la muerte de Tomás Pérez. Pero este tipo de personas no se muere nunca, en cierto modo. Dentro de la geografía sentimental de varias generaciones de cacereños va a quedar siempre su voz narrando los partidos del equipo de fútbol de la ciudad. El mérito de hacerlo en su época era enorme y obvio: no existía la tecnología ni los medios de transporte de hoy. Todo era mucho más difícil que en estos tiempos en los que las carreteras son mejores para llegar a los sitios, hay teléfonos móviles para solucionar cualquier problema en una transmisión radiofónica y, por si fuera poco, con un par de clicks tienes mucha documentación sobre cualquier cosa.

Descanse en paz. Tomás, por si fuera poco, también estuvo relacionado con el extinto Cáceres CB, del que fue su jefe de prensa durante sus primeros años en ACB. Como hombre dicharachero que era, su facilidad para contar anécdotas de los viajes era deliciosa. Como aquella vez que se dejaron a Julius Nwosu en Huesca sin darse cuenta y tuvo que volver en taxi.

Llevo 20 años haciendo periodismo escrito y la radio me sigue pareciendo muy difícil, una cosa casi de gigantes. Eso de que se encienda una luz roja y te pongas a hablar sin red me aterra. Tengo mucha admiración por los que tienen esa habilidad. Narrar partidos, que era la gran especialidad de Tomás, es si cabe todavía más difícil. Transmitir lo que está pasando a gente que no lo está viendo, narrar y al mismo tiempo ofrecer una visión profunda de la situación, resulta complicadísimo. Por eso a menudo me parecen crueles las críticas que se les hace a los profesionales del micrófono cuando cometen algún error. Son mucho más disculpables que los que cometemos los de la prensa escrita, en donde sí hay un poquito más de margen para detectarlos y rectificarlos.

Tomás ya se fue y hace unos años lo hizo Carlos Tejado. Paco Mangut (a la derecha) queda de esa santísima trinidad de clásicos de la radio deportiva cacereña. A él y a Andrés Campos, fundamentalmente (este último con la ayuda de Antonio Doncel), les debemos mucho los aficionados al basket en esta ciudad. Durante muchos años estuvieron siguiendo al Cáceres CB en la ACB, contándonos a todos los que estábamos al otro lado de la radio lo que pasaba en la pista al instante. Y el baloncesto es un deporte más difícil de narrar que el fútbol, ya que ocurren más cosas, hay más tiempo para la acción y menos para los matices.

Paco anda a vueltas con la jubilación, aunque también creo que, como le ocurrió a Tomás, no se llegará a retirar nunca de estar ahí. Es un adicto a la información y espero que ese libro de la historia del Cacereño en el que lleva trabajando años consiga ver la luz algún día.

Por su parte, Andrés sigue todavía dando tumbos, persiguiendo canastas y cantándolas. En estos últimos "playoffs" he compartido muchos ratos con él, haciendo algunos viajes juntos, y le he conocido más profundamente que antes. Es un tipo muy emprendedor, con muchas ideas, que vive con pasión estar en el mundo de la comunicación. Me encantaría que sus proyectos (Radio Sansueña, el periódico Sol Deportivo) le siguiesen saliendo bien, . Aquí abajo os dejo una foto que nos hicieron en Melilla, con él a la izquierda. Vaya, me han pillado copiándole a Claudio. Eso en la radio no pasa.


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