lunes, 19 de diciembre de 2011

Fortalezas y debilidades, todo la misma cosa


Afronto una semana de vacaciones total, por lo que me centraré en ver los toros desde la barrera navideña. Confío en poder cuidar un poco más del blog estos días ya que no tendré la excusa de que no tengo tiempo. Además, estoy muy satisfecho de que en la última entrada hubiese un debate tan bueno y tan fundamentado sobre el Cáceres. Es un pequeño sueño que esto se convierta en una especie de "think tank" del baloncesto local (aparte de en baúl de recuerdos). El foro de ACB.com está muy bien por el foco que posee, pero también es menos íntimo. En su virtud está su defecto, como en tantas otras cosas.

De eso quería hablar hoy precisamente. De fortalezas y grietas, de que todo en el fondo es la misma cosa, que es en lo que acabaron derivando, sin darnos cuenta, los comentarios de la última entrada. El Cáceres, ese equipo indescifrable lleno de paradojas.

1. La antinomia Cherry-Dani Rodríguez. Por lo general nos hemos quejado siempre aquí de que el base titular tenía demasiado protagonismo y que el que venía por detrás bajaba demasiado el nivel, desde el 'Pritchard year' hasta, sin ir más lejos, la temporada pasada, porque a Mediano le costaba demasiado compensar la deficitaria prestación de Cherry. Ahora la cosa ha cambiado: los dos tienen más o menos el mismo nivel, intercambiando los partidos buenos y los 'regulares'. Normalmente, cuando funciona uno, el otro no tanto, pero aunque no lo parezca eso es bueno, porque no dependes de uno de los dos en concreto.
Sin embargo, en esta fortaleza de tener a dos tíos de buen nivel se esconde un problema: ¿alguien se atreve a decir quién es el titular? ¿Dani (jugador de amanecer tardío, por cierto) porque está más cercano a la aportación que se esperaba de él --la que ya estaba teniendo en La Palma-- o Cherry, que es probablemente el mejor pagado de la plantilla y, como hemos visto con nuestros propios ojitos, un jugadorazo para la categoría?
Difícil resolverlo. Y quizás mejor no resolverlo: si encumbras a uno vas a hundir al otro, son vasos comunicantes. Así es que lo importante es la gestión que se haga de los roles. En eso están. Por lo que me cuentan, al menos la relación entre ambos es estupenda y también la que tienen con el entrenador, que por cierto (excepto en el episodio del comentario sobre Sanguino en Palencia) está cumpliendo con su fama de que es un buen manejador de vestuarios.

2. Cuatro aleros intermedios. Aquí pasa un poco lo mismo, pero seguramente bajando el nivel de calidad. Resulta que es la primera temporada en las cinco que lleva este club en la que no hay un alero estelar, a quien se le pueda dar el balón y resolverte un partido. Quizás el año más difícil en este sentido fue el primero en LEB Oro (la fuga de Roessler, English a lo 'Artest', Panadero lesionado, Poves crepuscular, irrelevantes Ruikis y Cage como refuerzos... y Lucio intentando meterse en un papel que nunca ha tenido de 'go-to-guy'). Pero antes estaba el Pollito y después Francis Sánchez y hasta Jeff Xavier.
Los de ahora son los cuatro bastante normalitos, jugadores de equipo, especialistas muy concretos de lo suyo. Quizás el que mejor pálpito da es Asier Zengotitabengoa, pero de momento le está faltando algo, no sé definir qué. En Carleton Scott me refrendo en que había un jugador, pero lo hizo de pena. Xavi Forcada, Pedro Robles y Dreke Bouldin pueden hacer buenos partidos, pero no son tan consistentes. Lo positivo de este lado negativo es que la nota media entre los cuatro es homogénea, aporta casi lo mismo el primero que el último y no se produce el 'efecto Movilla' o, no lo neguemos, lo de Forcada en gran parte de su primera etapa.

3. Pívots, cuando toda la pasta se gasta en dos. "El Cáceres tiene quizás la mejor pareja de pívots titulares de la liga". Bueno, sí, Ricardo Guillén y Jakim Donaldson existen. La diferencia es que el Canarias tiene a Lampropoulos y a Chagoyen y el Cáceres a Sedlak y a Sanguino. Lo de Antelo está siendo un temporadón, nos pongamos como nos pongamos, y precisamente se le convenció para que se quedase a cambio de minutos, tiros, protagonismo, todo eso. Al lado, hay que recuperar a Leon Williams porque si no se te hunde el edificio. No sé qué le pasa, o qué le pasa al equipo con él. Desde el principio hemos detectado que no le llegan muchos balones, pero en los últimos encuentros debe estar pasando algo más, está un pelín abúlico, es sólo una sensación.
Pero (y aquí está la fortaleza/debilidad) para pagar a un Antelo (aunque sea menos que lo que le daba el Menorca) y a un Williams (aunque sea menos que lo que ha firmado en Turquía y Francia) tienes que arriesgar horriblemente con Sedlak y, en fin, seguir la 'doctrina Sanguino'. Comenté en pretemporada que el eslovaco era la clave de hacer un buen año y, en fin, está saliendo pelín rana. Era difícil pese a sus buenos números, ya que eran en NCAA 2, pero no hay que olvidarse de que es un tío al que por ejemplo consiguen firmarle incluso sin pagarle el coche, algo absolutamente inhabitual en el mundillo para los jugadores extranjeros.
Sobre Juan el debate es interminable. Hay quien prefiere que para que venga otro de fuera que haga más o menos lo mismo, mejor tener a uno de casa que sabemos que es buen tío y no da problemas. Hay otros que lo consideran una concesión innecesaria a los rivales directos y que lo mejor sería separar los caminos de mutuo acuerdo, porque está claro que ese matrimonio no se funciona en la cama. Pero supongo que Aranzana prefiere no pelearse todos los veranos por este tema y Juan está bien contento en casa, por mucho que cada año parece que "le provoquen" un poco a irse bajándole el contrato sistemáticamente.

5 comentarios:

lyman dijo...

Por razones de tiempo no comenté la entrada anterior (al menos, esta sigue un poco la línea) pero desde luego hay que saludar el magnífico intercambio de opiniones que se provocó, con mesura y con argumentos; algo que no es sencillo cuando todos los que escribimos aquí lo hacemos desde la pasión propia del "hincha" (bueno, esto es una apreciación subjetiva, no quiero extenderla a nadie).

Si la victoria balsámica ante Breogán (yo no era nada optimista) permite centrar otra vez el debate en la confección del equipo y los objetivos posibles para el final de temporada, es más que bienvenida. Esperemos que se aplaquen aún más los ánimos ganando al Clínicas mañana.

Me explico: se han dado una serie de actos o circunstancias dentro y fuera de la cancha, que me preocupaba que se desplazase el centro de atención a si debía o no existir el baloncesto en CC, y que se viese con hastío desde ciertos "púlpitos" la ayuda (imprescindible) institucional. A día de hoy, el baloncesto (yo diría que afortunadamente) no sólo depende de los resultados deportivos -que también- como de que sea capaz de generar una buena imagen y una inercia positiva en la ciudad que parecía se iba camino del sumidero. La situación se ha dado la vuelta y veo más tranquilidad alrededor del club y equipo.

Las fortalezas/debilidades que pones de manifiesto me reafirman en mi creencia de que hay equipo para más, no es (como algún año anterior) un equipo puntero en la categoría, candidato al ascenso, pero para mí claramente un equipo de playoff. Se explicó perfectamente Juan en un comentario del post anterior, libra por libra este equipo no empeora en demasía al del año pasado, y no nos asombró que ese equipo viviera en la zona noble hasta el bache del final de campaña.

A Leon Williams lo veo desconectado; quitando determinados partidos, sobre todo en los que brilla Antelo, se ha visto demasiado solo y a menudo ignorado en los sistemas de ataque (al menos en su ejecución). Hemos visto partidos (ganados y perdidos) en los que el juego del Cáceres ha sido manifiestamente malo y en los cuales Leon se iba yendo al verse quizás sin ayuda. Me parece más una cuestión de motivación que deportiva.

Saludos a todos

Felipe dijo...

Creo que debo matizar un poco (más) mi afirmación de que este equipo es peor que el del año pasado. En este sentido, el comentario de lyman me ha dado pie.

El año pasado era indiscutible, y así se run-runeaba en cada esquina, que la plantilla era, directamente, candidata a puestos muy altos. No sé si al ascenso, pero sí a playoff alto. Aún recuerdo, de vacaciones en Benalmádena con otro hincha y amigo, el día que se anunció el fichaje de McCoy: Él se mostraba escéptico pero yo saltaba de alegría y le decía: "Con esta plantilla vamos a liarla muy gorda, me veo 2º o 3º al final". Y, efectivamente, durante casi media liga estuvimos flirteando con la 3ª, 4ª posición, hasta que caímos en el bache que luego fue socavón y agujero negro, caída solo mitigada, muy parcialmente, por unos muy dignos playoffs en los que, qué cosas, una falta no pitada sobre un tiro final de Humphery pudo haber variado la historia.

La pasada campaña no pudo ser calificada de buena porque había equipo para mejorar el 9º puesto final (además, así se nos había vendido por la directiva) y, sobre todo, porque ir de más a menos en la temporada es muy malo: La gente se queda con lo último, no con lo primero, el regusto era muy amargo a pesar, repito, de un digno playoff.

Esta temporada nadie ha vendido humo, todo lo contrario. Desde el 4 de julio se dijo que el equipo sería más barato (= peor), y el propio Aranzana advirtió que bajaríamos algunos escalones. Fíjate tú que caen fichajes mucho mejores que los esperados, como Dani, Robles o Williams, lo que dispara las expectativas en un amplio sector de los aficionados (algunos ya flipaban con el fichaje de Forcada, fijaos cómo estaba la cosa). Pero ni la directiva ni Aranzana sacaron pecho y mantuvieron su discurso: "Lucharemos por meternos en los playoffs".

Y caramba, eso es precisamente lo que estamos haciendo, luchar por meternos en los playoffs. Vamos a ver, hay un equipo que va con el piloto automático (Canarias); otros dos que probablemente lucharán por la otra plaza de ascenso (Burgos y Menorca, a pesar de los problemas de los isleños); otro que fichó muy, muy bien y que estará arriba (Lleida), junto con otros dos que tienen plantilla para pelear por la 5ª plaza (Melilla y Breogán). Ya tenemos ahí seis plazas (había una más reservada para el Granada), faltan por repartir las otras tres, y en ese vagón veo yo al Cáceres, dentro de ese potpourrí de equipos (Navarra, Girona, La Palma)que estarán entre la 7ª y la 10ª. Es cierto que, a priori, me parece que por plantilla podríamos liderar ese grupete o incluso estar ahí-ahí para meter cabeza en el superior, pero las diferencias serán tan pequeñas, la presión en cada cancha será tan grande, que a lo mejor hay apenas una victoria de margen entre ellos y los basketaverages serán decisivos. Es decir, acabar 5º o 10º puede ser cuestión de una victoria y acabar dentro o fuera de playoffs cuestión de un +/-5 en el basketaverage. Esa línea que separa el éxito (5º) del fracaso (10º) va a ser fina, muy fina.

Y, así las cosas, visto cómo está el calendario (habría que pedir explicaciones al programador de la aplicación utilizada para generarlo), y suponiendo que la segunda vuelta se desarrolle de forma parecida a la primera, todo parece indicar que habrá tortas por entrar en playoffs. La diferencia con respecto al año pasado es que esta vez llegaremos habiendo ganado muchos de los últimos partidos, en dinámica positiva, habiendo ido de menos a más y eso se traducirá (o debería) en un mayor apoyo desde la grada, en un regusto más dulce pase lo que pase al final.

Con todo, es clave amarrar partidos como el de hoy y los dos próximos en casa. No creo que ganemos en Melilla, pero a lo mejor sí podemos en León, ya se verá. Y luego Granada, si es que sigue en competición, antes de empezar la serie criminal (Burgos, Menorca y Canarias). Cuando termine esa serie (el 18 de febrero), veremos nuestro balance y calibraremos las posibilidades de acabar arriba o abajo.

Hala, a ganar hoy.

Juan dijo...

Lo de formar parte de un "think tank" me ha llegado al alma...aunque se trate de un modesto club de Leb Oro...

Como coincido con lo apuntado por Lyman en su cuarto párrafo, volveré a discrepar "levemente" con Felipe. Sabía que tarde o temprano volvería a tu entrada del 21 de septiembre y tras repasar las plantillas, insisto en que no veo al Cáceres en el mismo furgón que La Palma, Girona o Navarra, sino más bien con Lleida, Breo y Melilla... No obstante, parece que no es descabellado meter a todos estos en el mismo saco.

Creo que con Lucio muy,muy regular, McCoy de aquella manera, Mediano, Movilla y Sanguino, hablar de quedar tercero era un poco "atrevido" en una Liga de más nivel que éste.

Yendo de lleno a tu entrada diré que la pareja de bases me sigue pareciendo "más que aceptable". De los aleros, para mí, todos menos Forcada, están rindiendo por debajo de lo esperado. Aun así, me parecen jugadores aceptables y de los que espero más en la segunda vuelta ya que les considero buenos profesionales. Finalmente, amigo(s), la dupla interior es magnífica, pero... ¿ Qué ocurre con Leon? De su rendimiento sospecho dependerá en buena parte la clasificación final del equipo. Que insisto, debe estar entre los del segundo furgón.

Por cierto, una cosa más. No olvidemos que el equipo en varios partidos se ha marchado de más de 10-15 puntos, si bien luego han volteado el marcador. Es, en mi opinión un dato a tener en cuenta. Tenemos un grupo débil anímicamente. Por ahí deberíamos hacernos preguntas. Un abrazo y a ganar hoy!

Felipe dijo...

Ahí tienes la debilidad mental. Claramente plasmada en el vergonzoso espectáculo de ayer: 34 minutos tocándose los ... y los 6 últimos remontando 17 puntos con opciones de ganar el partido. A ver cómo se come eso.

En mi opinión, el problema de actitud nace del entrenador. Es su labor fortalecer mentalmente a la plantilla de cara a un partido inexcusablemente ganable como el de anoche. Por mucho que en la rueda de prensa Aranzana (quien parecía muy abatido) dijera que habían remarcado todo ello durante la semana, lo cierto es que llegado el momento, lo "trabajado" se esfumó. Y eso es, a mi juicio, error del entrenador, y cuando este error se traduce en una derrota en casa, ante el colista que va 1-13 y que no trae más que chavalines, y ante un público que está desde hace semanas cuestionándote, cuando tienes el crédito por los suelos tras el partido de Navarra, creo que el error es exponencialmente más grande; error, como digo, atribuible en mi opinión, y en exclusiva, al entrenador.

Yo no sé si se solucionaría algo prescindiendo de Aranzana (en el caso, que no creo, de que ésta fuera una posibilidad real) y colocando a Mario Segalás en su puesto. Pero sí creo una cosa: Aquí hay que hacer algo, y algo importante, rompedor, o el equipo, con esta ausencia total de continuidad, malamente va a llegar a playoffs y, quizá más grave, es posible que estas cagadas en casa se repitan. Y ya he dicho muchas veces que si no se consiguen objetivos (primero deportivos, pero también 'jugar bonito') que encandilen a la más que aletargada afición, este proyecto se va al cuerno y, como dice un buen amigo, "los viernes, petanca".

eco dijo...

Estoy relativamente de acuerdo con los comentarios anteriores. Pero de todas las debilidades, creo que lo que debe subrayarse es la falta de rotación interior. Nos guste o no, este es un juego de altos y se necesitan kilos y altura dentro para ser competitivos, especialmente en defensa, que es donde se ganan los campeonatos, como dice la famosa frase. Y ahí sí, creo que somos peores que el año pasado.