lunes, 7 de mayo de 2012

De vuelta con la cara cambiada




Aquí ando ya, en casa, en silencio, recuperando las viejas sensaciones del hogar, saboreando aún los días que he pasado en Burgos. Las cosas buenas y las malas, que también las ha habido, claro. Pero la última ha sido tan positiva y arrebatadora que lo tapa todo.

Es por días como hoy por lo que siento que he tenido mucha suerte en mi vida: poder trabajar en lo que me gusta, que me paguen por ello, poder satisfacer a gente con mi trabajo, encontrarme en el centro (no como protagonista, sino como observador, narrador) de cosas "importantes" que suceden. Sí, seguramente un "playoff" de LEB Oro no sea la cumbre del G-7 ni tampoco una final del Mundial de fútbol. Pero es algo que --antes por el puro boca a boca y ahora por las redes sociales-- sigue mucha gente. O más bien mucha de "mi gente" o "nuestra gente". Prefiero escribir (o tuitear, o bloguear) para pocos de "vosotros" que para muchos de "ellos", no sé si me entendéis. La emoción que siento es inmensa. 20 años en esto y poco ha cambiado desde entonces.

Dejaré un momento de decirme lo bonito que es mi ombligo y antes de volver a pillar la piltra, os daré unos apuntes de lo que ha pasado esta tarde y que quizás, con las prisas del cierre y demás, no he podido concretar mejor.

1. El 'tema Antelo'. Se nos ha ido de las manos, ¿no? Es evidente. Se equivoca y pide perdón casi inmediatamente, pero no es tenido en cuenta. Hoy la gente de Burgos se lo ha hecho pagar con creces y realmente el tema de los insultos y la fijación con él durante todo el partido no es demasiado reprochable. En las mismas circunstancias en el Multiusos también hubiera pasado. Lo que no puede pasar es subir un escalón más en la escalada y que al chico le agredan en el túnel de vestuarios. Eso sí, tampoco entiendo a Gustavo cuando, en la misma frase, cuenta esto y pide al mismo tiempo que se acabe 'el tema Antelo'.

2. El giro lampedusiano. "Todo debe cambiar para que todo siga igual" es el lema de la novela "El Gatopardo", más tarde llevada al cine con Visconti (qué cultureta me pongo a veces). Resulta que para ganar el partido de hoy (o al menos para que no te apalizasen salvajemente) el tema era recordar lo que se había hablado 48 horas antes. No había que revolucionar nada. Simplemente, desarrollar determinados detalles: salir sin ser intimidados; agotar a Aguilar, único base puro local; imponer la estatura de Olmos ahí abajo ante los pívots 'de dos metros' de los locales... La novedad ha sido probar una zonita, sobre todo cuando no estaba Schraeder en pista, que ha salido bastante bien. Y no, Vinicius no era LeBron James, no.

3. Casi todo por hacer aún. Cáceres ha tomado la ventaja psicológica de la serie, pero no olvidemos que la cosa va 1-1 y que a) por pura lógica deportiva va a ser muy difícil ganarle tres partidos seguidos a un equipazo como Burgos; b) en caso de tropezar o viernes o domingo, la serie volverá a El Plantío el martes siguiente con muy pocas posibilidades de sorprenderles de nuevo; c) ellos llegarán heridos en su orgullo y sin la más mínima sombra de relajación. Yo intentaría pensar en que la eliminatoria va en realidad 0-0, que es lo que, aparentemente, han hecho hoy. Jugar sin angustia. Y, por supuesto, a partir de ahora hacerlo sin euforias.

PD: Qué mal fotógrafo soy. Juntando alguna letra me defiendo (falsa modestia, ¡ejem!) Aquí voy a colgar tres ejemplos de lo cortito que soy con una cámara en la mano. Resulta que cuando ha  terminado el partido y los jugadores del Cáceres han celebrado el triunfo, he tenido el impulso de saltar a la cancha para fotografiar el tema. Pero me ha salido este churro. Una pena, porque la de Leon Williams no está mal en cierto modo: aunque no nos conocemos apenas, me hace un gesto de complicidad y alegría. Pero sale borrosa. Las otras dos son simplemente penosas. Las dejo por si alguien le interesan y que no se diga que tapo mis limitaciones:











1 comentario:

Anónimo dijo...

hay un programa para que esas fotos borrosas salgan perfectas hombre!!!
bueno , no seas tan pesimista, que el caceres en casa es fuerte y ahora se empieza de cero, son dos partidos seguidos a ganar.