He dejado pasar unos días para sopesarlo mejor, para verlo todo con un mínimo de perspectiva. Pero la verdad es que fue un viernes muy especial, desde el primer minuto hasta el último, un día en el que me levanté a las 9 y me acosté a las 7 y en el que tuve muchas vivencias distintas. Relacionadas con el baloncesto y con el "no baloncesto". Un día para recordar, ¡aunque lo último lo tengo ya un poco borroso!
Mucha gente me preguntó durante el día de marras que si estaba emocionado al estar rodeado de tantas "leyendas" de nuestro basket y del baloncesto nacional. Un poco sí, aunque intento ser frío con estas cosas, por muy nostálgico que sea respecto a las canastas de otra época. En realidad, en lo personal he conseguido muy pocos amigos por el basket. Me admira la épica, los logros, las sensaciones. No tanto las personas.
No os voy a hacer una crónica tradicional de lo que sucedió. La tenéis aquí escrita si no la leisteis aquel día. También mi admirado Miguel Lázaro da una versión alternativa en su recién estrenado blog. Me centraré en contar lo que no se vio, eso que uno no se atreve a poner en el periódico.
--La conferencia de Lolo Sainz en el Meliá (bueno, como se llame ahora) me resultó mucho más interesante en la parte de los chascarrillos e historietas del pasado que en lo que se refería en sí, todo ese rollo del liderazgo de grupos en el que creo que todo está muy trillado. Sí, Lolo, ya sabemos que hay que tener confianza, hacer equipo, repartir roles... Nada nuevo, creo yo. Mucho más divertido fue cuando sacó en el powerpoint una foto de Dusko Ivanovic y dijo: "Y hay que saber dialogar con los subordinados, y este señor parece que no lo hace mucho".
--La firma del convenio entre instituciones extremeñas y FEB en el ayuntamiento fue un auténtico paripé. Me explico: el documento era únicamente una declaración de intenciones, un protocolo, sin ninguna obligación para ninguna de las dos partes, ni económica ni de otro tipo. Digamos que ahí la historia era que los políticos de aquí (Carmen Heras con esa pose estoica del luchador al que todo le sale mal, y Carlos Javier Rodríguez tan cercano y sonriente que no parece un político) y Pepe Sáez se pudiesen hacer una fotito dentro de los jaleos de la Ciudad Adecco. Nadie sale perdiendo. Por cierto, sé que es una opinión impopular, pero el presidente de la FEB me cae de vicio. Es un auténtico cachondo.
--Posteriormente, tomé un aperitivo en La Gambita (ex Piñuelas) con César García, Eduardo Chacón, Pepe Alvarado... y José Alberto Pesquera. Fue gracioso ver en directo cómo César y Alberto limaban asperezas once años después. No acabaron muy allá, porque el entonces presidente primero anunció la renovación del entrenador y luego se echó atrás y fichó a Luis Casimiro. Pero imagino que sufrieron mucho aquel año juntos, con un club en el que todo estaba por hacer, y eso con el tiempo une. Pesquera sigue lamentando no haber tenido pasta para fichar a un tercer extranjero mejor (Reggie Jackson, Donald Whiteside, Lamont Strothers), que fue la clave para no jugar el "playoff". Tiene 60 años y fijaos lo que es la droga ser entrenador que, después de una década sin sentarse en un banquillo, me aseguró que si le llamasen de casi cualquier sitio, iría.
--Desgustación posterior de ibéricos en el Meliá (como se llame...). Allí fue donde se juntó todo el mundo: jugadores, entrenadores, directivos... y un único periodista, un privilegiado (y no solo por la calidad de las viandas). Muy buen rato también saludando a la gente: las ilusiones de Jiri como entrenador, lo liado que anda Jordi con su trabajo, la bondad que no pierde ni un ápice en Enrique... Vi que disfrutó especialmente Juan Luis Morán, que con todos las ha vivido buenas y malas, y con el que coincidí en que no puede escribir ningún comentario aquí porque sabe demasiado. También fue espectacular cómo ese tipo tan especial, Abelardo Martín --el constructor bohemio, siempre lo digo-- se acercó a Pepe Sáez para pedirle que la FEB afloje un poco la cuerda con los requisitos económicos para jugar la LEB.
--El partido. Algunos llegaron imagino un poco tocados, porque corrió abundantemente el Habla del Silencio. Yo no entiendo de vinos, ojo, y me reprimí un poco porque luego escribo tonterías. Bueno, tonterías escribo siempre, pero al menos no suelen tener muchas erratas. Estuvo curiosa la pachanga, ya lo dije. Me quedo también con la ilusión que le tuvo que hacer a los más anónimos del equipo de Cáceres estar: Minín Rodilla, Javier Chacón "Trucho" y, bueno, en fin, Ñete Bohigas como jugador. "Tengo una rotura de fibras, pero me hacía ilusión jugar contra Corbalán", me dijo luego. Ah, supongo que la presencia del joven Jorge Sánchez --hijo de Pepe Sánchez, presidente del Cáceres 2016-- iba dirigida más bien a completar el equipo. Prefiero pensarlo: Pepe es buenísima gente.
--El "otro partido". Sí, cierto, se me olvidaba, el Cáceres 2016 ganó a Clínicas Rincón jugando los mejores minutos de lo que va de temporada. Carlos Cherry dijo en su twitter que fue la primera victoria jugando en equipo. Que tío más duro, ¿no? Bueno, ya hablaremos de esto otro día. A ver qué tal en Murcia, pero no soy muy optimista: no siempre se puede hacerlo tan bien con un solo americano, estos bajan bastante fuera de casa y ellos van dando el nivel que se les presupone. Pero vamos, 9-4 a estas alturas está muy bien.
--Cáceres night. Posterior y apresurada cena en ese templo gastronómico (García dixit) que es el Eustaquio con un par de emergentes amigos. Qué bien sabe descubrir a gente nueva, aunque siempre hayan estado ahí. Charla sensacional lo que nos dejó el tiempo y luego el ruido de los bares. La verdad es que en la High Madrila no acabé estar del todo a gusto: demasiada gente en todos los sitios, ese olor a cena navideña "de los del trabajo" que me estomaga un poco. Ayer escribí una tonta genialidad en Facebook: "A ver si se acaban las Navidades y los que salen una vez al año nos dejan los bares libres a los borrachos habituales". Por cierto que hasta aparecieron Aranzana y Mario Segalás. Quizás ya en pleno fervor etílico le dije a Gustavo que lo que más aprecio de él es que ni una vez en el año y pico que lleva aquí recuerdo que se haya comportado como un gilipollas. Eso sí, es un futbolero que no podéis ni imaginar...
--Cáceres almost mourning. Avanzó la noche (ejem) y me junté con unos chicos de la prensa que estaban por el Ivanhoe, en la Madrila Baja, lo que el gran Manolo Fernández llamaría "El Hoyo". También fue muy divertido el rato, pero ya no pude más y enfilé el camino de regreso. Hay un momento espléndido en esos casos: cuando tiro desde la Plaza de Albatros hacia mi casa pasando por la Plaza de Italia. Atrocho tanto que me parece estar metido en un túnel del tiempo.
¿Esto no era un blog de basket?
El día siguiente trabajaba, pero no fue de los peores. No me cambio por algunos de mis compañeros de la "información general", que tuvieron que ir a un mitin del PP tras cogerse un buen "Cospedal".
Hasta aquí llegó. Parece una redacción del colegio, pero tenía ganas de contarlo. Y en el periódico no se hubiese entendido esto, no.
miércoles, 15 de diciembre de 2010
sábado, 4 de diciembre de 2010
Pese a todo... el mejor arranque de la historia
Vaya, qué sabor más malo perder en Palencia, ante el último, que todavía no había ganado en casa, ¿no? Hay algunas cosas que no están funcionando bien en el Cáceres 2016, aunque sea un equipo que nos encante a todos porque tiene siete tíos de primerísimo nivel, capaz de ganarle a cualquiera de la liga, aunque también, como se ha visto, capaz de perder con cualquiera. Aparte de cosas preocupantes, como la lenta recuperación de los lesionados y la sempiterna cantinela de los tiros libres, me gustaría ofrecer un poquito de optimismo en forma de datos. Hay uno que me parece absolutamente espectacular. Voy poniendo las mayúsculas y la negrita.
ESTE ES EL MEJOR ARRANQUE DE LA HISTORIA DEL EQUIPO PROFESOINAL DE BALONCESTO DE CÁCERES, ES DECIR, DESDE LA TEMPORADA DEL ASCENSO A LA ACB, EN LA 1991-92.
¿Cómo se os ha quedao el cuerpo? Nunca, repito, NUNCA, se habían ganado 8 partidos de los primeros 12, ya fuese en Primera División (91-92), ACB (desde la 92-93 a la 2002-03), LEB en la última etapa del Cáceres CB (2003-05), LEB Plata (2007-08) y LEB Oro (2008-09 y 2009-10).
La estadística quizás está un poco traída por los pelos, porque es discutible comparar épocas y equipos, o distintas categorías. Pero me gustaría que quedase ahí para quienes estén tentados a rasgarse las vestiduras. Eso no quita para que no nos podamos quejar de que últimamente no se está jugando bien, sobre todo en ataque. Sin embargo, lo fundamental creo que es quedarse con que nunca, a estas alturas, se había ganado tanto como ahora.
Vamos con los números.
No os puedo ofrecer ningún link en internet sobre la temporada del ascenso, obviamente muy lejana para la página de la FEB. Pero consultando mis Gigantes me aparece que en la duodécima jornada el Cáceres CB era sexto en la clasificación con un balance de 7-5. Se habían ganado los cuatro primeros partidos, pero luego la cosa tampoco fue como para tirar cohetes, o al menos tantos cohetes como de hecho se tirarían unos meses después.
En ACB, con una exigencia mucho mayor, era muy difícil conseguir un 8-4. Lo mejor, un 7-5 de la temporada 99-2000, la de Luis Casimiro en el banquillo, aunque al final ni siquiera se entró en playoff. Os "copio y pego" del "banco de resultados" de ACB.com:
Comparativa de temporadas
Temporada Nº Part. Victorias Derrotas Pts. Fav. Pts. Con.
1992-1993 12 3 9 946 1002
1993-1994 12 5 7 993 1005
1994-1995 12 6 6 933 935
1995-1996 12 6 6 1043 1052
1996-1997 12 6 6 959 950
1997-1998 12 3 9 938 1036
1998-1999 12 5 7 905 938
1999-2000 12 7 5 866 882
2000-2001 12 5 7 867 909
2001-2002 12 4 8 992 1118
2002-2003 12 3 9 931 1052
Bien, sigamos. En las dos temporadas en LEB del extinto Cáceres CB (en la primera denominado Cáceres Destino Turístico y en la segunda, Cáceres 2016), nos encontramos con que en la 2003-04 había una sexta posición con 7-5. Curiosamente, el equipo ganó aquella jornada al Bilbao Basket a domicilio y con claridad (71-85), justo antes de que la plantilla empezase a descomponerse porque no había un duro para pagar. Los vascos acabaron subiendo.
En la 2004-05 hubo menos sobresaltos, aunque también una plantilla más modesta que cuando funcionó bien fue en la segunda vuelta. En la jornada 12 era décima con 5-7 tras vencer a Ourense 70-58.
Tras los dos años negros de sequía baloncestística, todo lo que ahora voy a recordar es historia reciente. En la 2007-08, el nuevo Cáceres 2016 empezó ganando sus cuatro primeros partidos en LEB Plata, pero luego perdió los ocho siguientes y era decimocuarto con 4-8 tras el debut de Piti en el banquillo (69-85 ante Gijón).
En el regreso a LEB Oro (2008-09), duodécima jornada en mitad de la tabla (décimos) con 6-6. Y hace un año, muy abajo (decimocuartos) con 5-7 y eso que se había ganado en Burgos aquel día.
En fin, para pensárselo si se quiere decir que vaya desastre de temporada, ¿no?
ESTE ES EL MEJOR ARRANQUE DE LA HISTORIA DEL EQUIPO PROFESOINAL DE BALONCESTO DE CÁCERES, ES DECIR, DESDE LA TEMPORADA DEL ASCENSO A LA ACB, EN LA 1991-92.
¿Cómo se os ha quedao el cuerpo? Nunca, repito, NUNCA, se habían ganado 8 partidos de los primeros 12, ya fuese en Primera División (91-92), ACB (desde la 92-93 a la 2002-03), LEB en la última etapa del Cáceres CB (2003-05), LEB Plata (2007-08) y LEB Oro (2008-09 y 2009-10).
La estadística quizás está un poco traída por los pelos, porque es discutible comparar épocas y equipos, o distintas categorías. Pero me gustaría que quedase ahí para quienes estén tentados a rasgarse las vestiduras. Eso no quita para que no nos podamos quejar de que últimamente no se está jugando bien, sobre todo en ataque. Sin embargo, lo fundamental creo que es quedarse con que nunca, a estas alturas, se había ganado tanto como ahora.
Vamos con los números.
No os puedo ofrecer ningún link en internet sobre la temporada del ascenso, obviamente muy lejana para la página de la FEB. Pero consultando mis Gigantes me aparece que en la duodécima jornada el Cáceres CB era sexto en la clasificación con un balance de 7-5. Se habían ganado los cuatro primeros partidos, pero luego la cosa tampoco fue como para tirar cohetes, o al menos tantos cohetes como de hecho se tirarían unos meses después.
En ACB, con una exigencia mucho mayor, era muy difícil conseguir un 8-4. Lo mejor, un 7-5 de la temporada 99-2000, la de Luis Casimiro en el banquillo, aunque al final ni siquiera se entró en playoff. Os "copio y pego" del "banco de resultados" de ACB.com:
Comparativa de temporadas
Temporada Nº Part. Victorias Derrotas Pts. Fav. Pts. Con.
1992-1993 12 3 9 946 1002
1993-1994 12 5 7 993 1005
1994-1995 12 6 6 933 935
1995-1996 12 6 6 1043 1052
1996-1997 12 6 6 959 950
1997-1998 12 3 9 938 1036
1998-1999 12 5 7 905 938
1999-2000 12 7 5 866 882
2000-2001 12 5 7 867 909
2001-2002 12 4 8 992 1118
2002-2003 12 3 9 931 1052
Bien, sigamos. En las dos temporadas en LEB del extinto Cáceres CB (en la primera denominado Cáceres Destino Turístico y en la segunda, Cáceres 2016), nos encontramos con que en la 2003-04 había una sexta posición con 7-5. Curiosamente, el equipo ganó aquella jornada al Bilbao Basket a domicilio y con claridad (71-85), justo antes de que la plantilla empezase a descomponerse porque no había un duro para pagar. Los vascos acabaron subiendo.
En la 2004-05 hubo menos sobresaltos, aunque también una plantilla más modesta que cuando funcionó bien fue en la segunda vuelta. En la jornada 12 era décima con 5-7 tras vencer a Ourense 70-58.
Tras los dos años negros de sequía baloncestística, todo lo que ahora voy a recordar es historia reciente. En la 2007-08, el nuevo Cáceres 2016 empezó ganando sus cuatro primeros partidos en LEB Plata, pero luego perdió los ocho siguientes y era decimocuarto con 4-8 tras el debut de Piti en el banquillo (69-85 ante Gijón).
En el regreso a LEB Oro (2008-09), duodécima jornada en mitad de la tabla (décimos) con 6-6. Y hace un año, muy abajo (decimocuartos) con 5-7 y eso que se había ganado en Burgos aquel día.
En fin, para pensárselo si se quiere decir que vaya desastre de temporada, ¿no?
viernes, 26 de noviembre de 2010
¿Qué fue de ellos? (y XIV): Martín Fariñas y el resto del cuerpo técnico
Acabamos con Martín Fariñas, adoradísimo aquella temporada y que mantiene su huequito en el corazón de los aficionados cacereños. Hace años que dejó casi cualquier relación con el basket y es jefe de la Obra Social en Caja Rural Extremadura. Vive en Badajoz, pero se mueve bastante, por lo que de vez en cuando nos vemos. Sé que el cariño que nos demostramos es auténtico, como auténtico es todo lo que transmite. Y eso que con él, la primera persona a la que entrevisté, también tuve mi primer gran disgusto en el periodismo. Aquello es agua muy pasada, de todos modos.
Martín, ya lo sabéis, duró trece partidos en la ACB (balance 3-10) y aquella misma temporada la continuó sin mucho éxito en el Oviedo de Primera. Más tarde, estuvo cerca de subir con el Fuenlabrada, que compraría la plaza, aunque de nuevo con poca suerte para él (destituido con balance 3-10, casualidades de la vida). Su última experiencia como entrenador fue en el Círculo Badajoz, con el que hizo una gran temporada 98-99 en LEB, aunque sin el premio final. En el 2000 fue sustituido por Ñete Bohigas a poco de terminar la liga regular y ya no volvería a sentarse en un banquillo, aunque os adelanto que quizás pronto lo haga... por un día.
La carrera de Ñete Bohigas tras ser su segundo la conocéis: se prolongó en ese puesto y luego como primero alternó el éxito y el fracaso, como todo buen entrenador: tras no poder salvar al Círculo del descenso, dirigió a Plasencia, el Cáceres CB de LEB Oro, Burgos, La Palma y finalmente Plasencia otra vez. Asentado en Cáceres de nuevo, parece bastante alejado de los banquillos profesionales, aunque aún es joven y conoce bien este negocio. Ahora es sobre todo comercial, fundamentalmente de energías renovables, aunque sigue de cerca la formación de su hijo y ha colaborado con el equipo del San Antonio en el que juega. También hace sus cosas con la Federación Extremeña.
Sobre el delegado, Juan Luis Morán, escribí extensamente aquí, en uno de los primeros artículos del blog, y cuento más o menos su trayectoria y su papel como pieza importante de muchas cosas de las que sucedieron. Refrendo lo que escribí entonces: me cae mucho mejor ahora que antes. Hace un par de años se jubiló de su puesto en la enseñanza en Almoharín y disfruta de todo el baloncesto que puede.
El preparador físico, Lázaro García, permaneció durante muchos años más en ese mismo puesto, aunque entró y salió un par de veces de él. Funcionario de profesión, ha sido más conocido por su participación política como concejal del Partido Popular, durante dos legislaturas encargado del deporte. Cuando mandaba en los dineros municipales que recibían, los clubs de la ciudad no lo tragaban. Ahora, le echan de menos. Un tipo muy coqueto: me da que siempre se quita años.
El fisioterapeuta, Juanjo Rubio, solamente estuvo en el equipo una temporada más, la primera en ACB. Es dueño de una de las clínicas de fisioterapia más conocidas de Cáceres y tenía mucho trabajo en ella, por lo que lo dejó, supongo que con mucho dolor de su corazón. Aún así, trató a jugadores posteriormente y, como conté, es el gran amigo de Jiri Okac en la ciudad. No hay cosa que le mosquee más que el intrusismo profesional.
El médico, Jesús Pérez Caro, también prolongó su participación en el club hasta bien entrada la década de los 90. Fue bajo el mandato de César García cuando se decidió su salida. Desde entonces le he visto muy poquito. Me dijeron que estaba de médico de familia en un pueblo de la provincia. Lo que más recuerdo de él es que cuando le llamábamos para preguntar por el estado de tal o cual jugador, respondía muy amablemente por lo general: "Ese, ¡ése no tiene ná!".
Aquel equipo también tenía un utillero, Ramón, al que a veces veo por Cáceres, pero no sé en qué trabaja. Él, como todos los que estaban ahí dentro, también fue importante para edificar un sueño.
miércoles, 24 de noviembre de 2010
¿Qué fue de ellos? (XIII): Álvaro Rodríguez
Con Álvaro Rodríguez no he conseguido contactar: nadie a quien haya preguntado sabe nada de él. Así es que he hecho un pequeño ejercicio de imaginación internáutica y he recopilado algunos datos sobre un Álvaro Rodríguez Gálvez que vive en la provincia de Sevilla, parece que en Las Cabezas de San Juan (16.000 habitantes, cerca de Lebrija). Seguramente sea él, ¿no? He encontrado poquito, de todos modos: le reclaman una multa de su Fiat Uno, aspiró a ser conductor de camión de bomberos en el 2007, corrió algunas carreras populares y ahora estudia Tecnología Electrónica en la Universidad de Sevilla. Álvaro Rodríguez Gálvez, si no eres el Álvaro Rodríguez Gálvez que estoy buscando, discúlpame por esta intromisión.
Pregunta fuera de contexto: ¿A qué se reduce la vida de uno mismo sólo con la información que sobre ella hay en internet?
Cumplió 38 el pasado 8 de marzo, por lo tanto tenía apenas 20 en la temporada del ascenso. Llegó del Caja San Fernando, con el que debutó en ACB, y era el arquetipo de base alto (todo el mundo buscaba a su Montero) y transmitía tranquilidad y talento, aunque le faltaba tiro exterior. Es curioso que Fariñas confiase en él a muerte durante algunos partidos de la primera vuelta (incluso por encima de los dos bases "profesionales") y luego apenas tuviese minutos.
Esto todavía no ha acabado, eh. Si consideráis que Alberto Frías también cuenta, aquí tenéis algo que escribí sobre él hace bastante. Falta el cuerpo técnico. Mañana lo tendréis para cerrar la serie.
Pregunta fuera de contexto: ¿A qué se reduce la vida de uno mismo sólo con la información que sobre ella hay en internet?
Cumplió 38 el pasado 8 de marzo, por lo tanto tenía apenas 20 en la temporada del ascenso. Llegó del Caja San Fernando, con el que debutó en ACB, y era el arquetipo de base alto (todo el mundo buscaba a su Montero) y transmitía tranquilidad y talento, aunque le faltaba tiro exterior. Es curioso que Fariñas confiase en él a muerte durante algunos partidos de la primera vuelta (incluso por encima de los dos bases "profesionales") y luego apenas tuviese minutos.
Esto todavía no ha acabado, eh. Si consideráis que Alberto Frías también cuenta, aquí tenéis algo que escribí sobre él hace bastante. Falta el cuerpo técnico. Mañana lo tendréis para cerrar la serie.
martes, 23 de noviembre de 2010
¿Qué fue de ellos? (XII): Víctor Ruiz
Víctor Ruiz trabaja en Badajoz, su lugar de nacimiento, sin demasiada relación con el baloncesto, aunque su padre es delegado del equipo de EBA de la ciudad, el ABP.
En el año del ascenso, protagonizó un momento realmente espectacular, cuando en la séptima jornada apareció de la nada para meterle 9 puntos en 14 minutos al Askatuak (victoria por 92-71). Todavía no había fichado Freixanet, Roberto Gómez sólo jugó un minuto por algún problema físico y la rotación exterior estaba muy corta, así es que Fariñas le dio cancha y respondió con creces. Era un escolta con mucho coraje, que iba fuerte hacia la canasta. Luego ya tuvo problemas de lesiones y desapareció incluso de las convocatorias, que normalmente completaban Quique Silván y Alvaro Rodríguez.
La foto "actual" de arriba no lo es tanto: es del homenaje que se le hizo al equipo del ascenso en el 2002, coincidiendo con el décimo aniversario.
sábado, 20 de noviembre de 2010
¿Qué fue de ellos? (XI): Quique Silván
Vamos con los juniors, aunque confieso que no estoy teniendo demasiada suerte con ellos tampoco. Lo único que puedo decir de Quique Silván es que estoy prácticamente seguro de que vive en su localidad natal, Bembibre (León), donde trabaja en la empresa de transportes familiar. Tiene un perfil en Facebook, de donde he pillado esa foto nada buena, pero no ha respondido a un par de mensajes que le envié.
Quizás no le recordéis mucho. Quique era el tío que seguramente mejor me caía de la plantilla del 92, más bien por cuestiones de edad, que teníamos casi la misma. Jugó pocos minutos, pero era un alero alto de una calidad impresionante, capaz de tener rachas de tiro increíbles, aunque también de naufragar estrepitosamente. Lo digo más bien por lo que le vi el año siguiente en el filial del Cáceres, el Universitario, un equipo entrenado por Roberto Gómez que tenía una mezcla curiosa de jugadores: Alvaro Rodríguez --¿alguien sabe algo de él?--, Dani Lago, Juan Carlos Domínguez, Pedro Pastor, Javi Bohigas, Andrés "Churro" Fernández (el hermano de Enrique)...
viernes, 19 de noviembre de 2010
¿Qué fue de ellos? (X): Santi García
En la vida es complicado tener el éxito completo, por mucho que uno emprenda los retos con mucha ilusión. Por eso no puedo contar demasiado sobre Santi García, con el que me he llevado una pequeña decepción personal por lo que ahora voy a relatar.
En internet solamente se encuentra una referencia sobre él: en el 2007 jugaba en la liga de veteranos de la isla de Tenerife con el equipo de su pueblo natal, Garachico. A partir de ahí, nada. Ni Facebook ni ningún otro rastro. Pero me puse a ello porque, como dice mi mujer, soy muy cabezón y gracias a unos colegas del periódico La Opinión de Tenerife conseguí su teléfono. El pasado lunes le llamé y me contestó apresuradamente. "Trabajo en la construcción, me pillas ahora liado. Llámame esta tarde y hablamos". Por la tarde, a la hora convenida, no me cogió el teléfono, y lo he intentado otras seis o siete veces durante esta semana, además de mandarle dos SMS. Nada. Síntoma inequívoco de que no le interesa demasiado que sepamos de él. Es libre de hacer lo que quiera, claro. Lo respeto. Pero me da un poco de pena. Queda esto un poco incompleto, ¿no?.
Así es que no os puedo ofrecer una foto actual ni ningún dato más que no sea lo de que está en el mundo de la construcción y que siguió jugando a nivel de veteranos. Mejor recordarle como aquel gladiador de los tableros, quizás no sobrado de fundamentos, pero sí de coraje. Como a todos, mucha suerte en la vida.
jueves, 18 de noviembre de 2010
¿Qué fue de ellos? (IX): Juan Méndez
Curioso que hoy coincida escribir sobre Juan Méndez, icono del baloncesto canario y actual propietario una tienda de ropa en Tenerife, el mismo día que el Cáceres 2016 le gana al equipo de su isla en un partido que, sobre todo, me ha parecido divertidísimo.
A "El Rana" hay que agradecerle, como a todos los del equipo del 92, su identificación y esfuerzo más allá de lo meramente profesional. Y últimamente, que nuestro habitual comentarista Juan preguntase por él y se nos ocurriese hacer este serial del "Qué fue de ellos" con el que tanto estamos disfrutando, al menos yo y por lo que veo mucha gente que lo está siguiendo. Hace tres años hablé con él, cuando quizás iba a venir como directivo del Tenerife a la final a cuatro de las LEBs, y me contaba esto, leedlo:
http://www.elperiodicoextremadura.com/noticias/noticia.asp?pkid=376185
No hay mucho más que añadir: básicamente, superó sus problemas de salud, siguió jugando sus "pachangas" y trabajando por el baloncesto y se gana la vida con Eleven Moda, una tienda de ropa "bastante cuqui" en un centro comercial de Santa Cruz de Tenerife. Podéis echarle un ojo a sus ofertas en http://www.elevenmoda.com/ , aunque creo que te rebota a su perfil de Facebook.
A Juan, el palmero, se le recuerda básicamente por su buen humor y su madurez. Era el jugador más veterano de la plantilla, a la que llegó después de un montón de años en ACB con Gran Canaria y Canarias (el equipo que ha perdido hoy aquí). Todo un referente, caracterizado por su saber estar y un estilo muy "de listo", aprovechando bien las debilidades del oponente. Más penetrador que tirador, también era un buen "bulldog" defensivo cuando los partidos se apretaban.
miércoles, 17 de noviembre de 2010
¿Qué fue de ellos? (VIII): Roberto Gómez
Con Roberto Gómez me basta con otro "copia y pega" tras lo que me ha llegado esta mañana:
"Sigo tu blog y de verdad que me ha emocionado vera a Jiri, Gaby, Toni, Pepe, Ángel. Con Jordi me precio de ser amigo suyo y por lo menos una vez al año quedamos con nuestras familias para vernos".
"Ahora ya no estoy vinculado al baloncesto. No he vuelto a entrenar y soy espectador de los partidos de mis hijos pequeños. Carlota (la nacida el 12 de mayo de 1992) ha empezado Magisterio y juega en un equipo de aquí. Tengo uno más pequeño de 15 años que juega en el cadete del Caja Rioja. Es bueno y confío en que tenga paciencia para intentar llegar lejos. El mayor, Diego, ya acabó de estudiar. Tiene 22 años. Los tres saben lo que fue Cáceres en nuestra vida sobre todo por San Jordi y por Ñete (también tengo contacto con él). Lo que pasa es que aquello fue para vivirlo".
"Trabajo en el periódico de aquí, Diario LA RIOJA y soy el jefe de ventas del departamento comercial. Vivo feliz con Pilar y mis tres hijos y puedo decir que la vida me ha sonreído".
"Haz llegar por favor a través de tu blog un abrazo muy fuerte a todos (compañeros, entrenadores, directivos, aficionados, periodistas, etc.) porque una parte de mi corazón como jugador, pero sobre todo como persona, quedó allí".
"Un abrazo para ti. Gracias por tu blog y por acordarte de un grupo que por mucho que hiciera siempre estará en deuda con Cáceres, su afición y su baloncesto".
Por algo llevaba el número que llevaba. No hace falta decir más, Schuster dixit.
martes, 16 de noviembre de 2010
¿Qué fue de ellos? (VII): Jordi Freixanet
Jordi Freixanet es arquitecto técnico. El hombre de LA CANASTA dibuja los sueños ajenos de otra manera, como hizo en cierto modo en la tarde del 10 de mayo de 1992, cuando todos los que estábamos allí nos materializamos en su bote perfecto para quitarse el defensor de encima, en su salto justo hacia adelante, en el giro preciso de su muñeca para poner el 80-79. Las imágenes que monta en su blog Piti no son muy buenas técnicamente, pero sí enormemente emotivas, aunque las hayas visto mil veces antes.
El propio Jordi, que ahora tiene 48 años, escribió un comentario en Pizarisas que bien nos vale ahora: "fue uno de esos instantes en los que tocas el cielo con la punta de los dedos y recordarlo me hace revivir esas sensaciones. (...) Tengo que deciros que en Cáceres me sentí en mi casa desde el primer dia. el trato que nos disteis a mí y a mi familia fue insuperable y guardo un magnifico recuerdo de vuestra ciudad y sobre todo de su gente".
Tras retirarse un par de años después del ascenso en el Manresa y ocupar puestos "de oficina" en ese club, aún vive allí, pero se desvinculó del basket profesional y se dedicó a la carrera que había estudiado. En esta página web podéis ver algo de su trabajo ahora ahora: http://www.freixanet.cat/. No sé si sigue aún mata el gusanillo de la canasta de alguna manera, pero sospecho que sí. Su hija mayor, Jael, fue internacional en categorías inferiores y ahora juega en Liga Femenina con el Cadí La Seu. Muchos la recuerdan en Cáceres siendo apenas un bebé. ¿Sorprende que diga que es una 3-4 sobre todo tiradora?
El propio Jordi, que ahora tiene 48 años, escribió un comentario en Pizarisas que bien nos vale ahora: "fue uno de esos instantes en los que tocas el cielo con la punta de los dedos y recordarlo me hace revivir esas sensaciones. (...) Tengo que deciros que en Cáceres me sentí en mi casa desde el primer dia. el trato que nos disteis a mí y a mi familia fue insuperable y guardo un magnifico recuerdo de vuestra ciudad y sobre todo de su gente".
Tras retirarse un par de años después del ascenso en el Manresa y ocupar puestos "de oficina" en ese club, aún vive allí, pero se desvinculó del basket profesional y se dedicó a la carrera que había estudiado. En esta página web podéis ver algo de su trabajo ahora ahora: http://www.freixanet.cat/. No sé si sigue aún mata el gusanillo de la canasta de alguna manera, pero sospecho que sí. Su hija mayor, Jael, fue internacional en categorías inferiores y ahora juega en Liga Femenina con el Cadí La Seu. Muchos la recuerdan en Cáceres siendo apenas un bebé. ¿Sorprende que diga que es una 3-4 sobre todo tiradora?
domingo, 14 de noviembre de 2010
¿Qué fue de ellos? (VI): Gabriel Abrines
Gaby Abrines, copropietario de la empresa de informática Inbit, en Palma de Mallorca. El feroz tirador, uno de los favoritos de la hinchada, nos lo cuenta. "Cuando dejé el baloncesto profesional, empecé mi carrera como informático. Tras unos duros años de transición, como, todos me imagino, más o menos me he establecido. Tengo una empresa de informática con otro socio, y estamos sobreviviendo la crisis, la verdad, es que por ahora, no nos podemos quejar. Además, desde que lo dejé, entre a formar parte del CB La Salle. Ya llevo 13 años como entrenador. He estado en todas las categorías, pero sobre todo he trabajado en categoría minibasket e infantil".
"Tengo la misma mujer, Arantxa, y dos hijos, Alex y Marcos, de los cuales el mayor es cacereño de concepción, lo cual es un orgullo para nosotros. Tiene 17 años, y acaba de fichar por el Unicaja, donde juega con el Clínicas Rincón. El pequeño tiene 13 años, y también juega a basket".
"Es gratificante que todavía os acordéis de nosotros. En broma, te comenté que ya estaba bien, que pasáseis página, pero la verdad es que está página se debe de enmarcar. Seguimos acordándonos mucho de Cáceres, de los amigos que tenemos allí y de la gente que con tanto cariño nos acogió".
Un señor, oiga. La lástima que su muchacho le clavará cinco triples al Cáceres 2016 cualquier día, como ya hizo con el Melilla hace poco.
sábado, 13 de noviembre de 2010
¿Qué fue de ellos? (V): Angel de Pablos
Angel de Pablos, visitador médico, es el que más fácil resulta de encontrar de aquel "dream team" del 92. Vallisoletano, hijo y hermano de periodistas deportivos, llegó aquí para jugar en 1990 y, cuando concluyó su carrera profesional, se quedó entre nosotros. Creo que ya va por su segundo hijo, y creo que ambos nacieron aquí, no me hagáis mucho caso. Así es que es un trocito del ascenso que aún camina por nuestras calles.
Lo hemos hablado otras veces. No siempre es fácil encontrar el camino cuando se acaba el baloncesto y su dinerillo y hay que adaptarse a la "vida civil". Creo que Angel lo pasó mal una época, pero como tiene buenos amigos y es un tío serio (también lo era como base) primero estuvo en Vodafone con un hombre de basket como Juan Luis Martín y más tarde consiguió lo de los medicamentos (Lacer).
En estos años ha seguido vinculado al baloncesto, claro. Se sacó el carnet de entrenador, fue ayudante de Ñete Bohigas en el primer año en LEB (2003-04) y luego presidente del Ceres Basket, el fenecido club que surgió como "alternativa" y que realmente no llegó a nada, aunque estuvo negociando hacerse con la plaza cacereña en LEB antes de venderse a Calpe en el 2005. Ahora está un poco más alejado de las canastas, pero con una salvedad: de vez en cuando juega al pádel con Gustavo Aranzana.
viernes, 12 de noviembre de 2010
¿Qué fue de ellos? (IV): Pepe Benedé
Pues ahí le veis (le estoy sacando partido al anuario de Don Basket): Pepe Benedé, que ahora trabaja en Mapfre y es director de una Oficina Directa. Es de Sabiñánigo, pero vive en Lleida. Pero mejor que lo cuente él, que me ha mandado un mensaje muy afectuoso que agradezco al máximo: "Vine porque estaba cerca de Sabiñánigo, mi pueblo en Huesca y ya me he afincado aquí. Estoy casado y tengo 2 niñas de 8 y 6 años que siguen la saga de los Benedé, juegan en el CB Lleida, un club femenino de la ciudad. Aparte del trabajo, cuando tengo tiempo libre intento jugar algún partido de basquet con algunos "veteranos" de la ciudad en un torneo de Empresas. Buen rollo, unas canastas y alguna cerveza al acabar para hidratarnos".
"Tambien participo en al asociación AEBA de Aragon. Exjugadores de baloncesto de Aragón. www.aeba.es . Mantengo muy buena relación con Felipe Fernandez de Caceres y nos juntamos un par de veces cada año. Las niñas se llevan de maravilla. El me mantiene informado de lo que pasa por esa ciudad y hablamos mucho de basquet, de epocas gloriosas...".
En fin, ya veis, un tipo atento cuya vida también quedó marcada por su tiempo en Cáceres. Fue uno de los dos únicos jugadores junto con Angel de Pablos que no eran nuevos en el equipo del ascenso, sino que el año anterior habían estado en Segunda. ¿Recordáis su juego? Fue un poco un pionero de esos "cuatros" abiertos que tanto se llevan ahora. El no se prodigaba en el triple, pero sí en unos tiritos a 4-5 metros que casi siempre hacía (y metía) ayudado por los sobremarcajes a Jiri. Gracias.
"Tambien participo en al asociación AEBA de Aragon. Exjugadores de baloncesto de Aragón. www.aeba.es . Mantengo muy buena relación con Felipe Fernandez de Caceres y nos juntamos un par de veces cada año. Las niñas se llevan de maravilla. El me mantiene informado de lo que pasa por esa ciudad y hablamos mucho de basquet, de epocas gloriosas...".
En fin, ya veis, un tipo atento cuya vida también quedó marcada por su tiempo en Cáceres. Fue uno de los dos únicos jugadores junto con Angel de Pablos que no eran nuevos en el equipo del ascenso, sino que el año anterior habían estado en Segunda. ¿Recordáis su juego? Fue un poco un pionero de esos "cuatros" abiertos que tanto se llevan ahora. El no se prodigaba en el triple, pero sí en unos tiritos a 4-5 metros que casi siempre hacía (y metía) ayudado por los sobremarcajes a Jiri. Gracias.
jueves, 11 de noviembre de 2010
¿Qué fue de ellos? (III): Felipe García
Inexplicable que el primoroso juego de pies de Felipe García, actual vicepresidente de la Federación Melillense de Baloncesto, no viese ni un minuto en ACB a lo largo de su carrera. El motivo quizás haya que buscarlo en sus dos metros peladísimos, escasos para ser pívot, pero, carajo, hay gente mucho peor y mucho más bajita que ha jugado con los mejores. Con él se cometió la particular injusticia de que quedó a última hora fuera del primer roster ACB del Cáceres. Un gran tipo, dicen todos. Aquí escribí sobre él más extensamente hace un tiempo.
No he contactado personalmente con él, pero me cuentan que, además de su vertiente federativa, como en realidad se gana la vida es en un trabajo que no me saben concretar en el aeropuerto de Melilla, su localidad natal, por cierto. Se ve que tampoco nos olvida: en una entrevista con él en la revista digital de la federación afirma que el momento más inolvidable de su vida deportiva fue sin duda el ascenso con el Cáceres. La podéis leer íntegramente aquí, en las páginas 21 y 22. Merece la pena si os gustó el personaje.
Es un dato estupendo que, a sus 44 años, siga vinculado al basket tan de cerca, que hable con esa pasión del trabajo con los chavales, sobre todo en un lugar donde obviamente no será fácil hacerlo por medios y número de licencias. Quizás haya por allí algún pequeño Felipe García, o un futuro Javier Imbroda.
No he contactado personalmente con él, pero me cuentan que, además de su vertiente federativa, como en realidad se gana la vida es en un trabajo que no me saben concretar en el aeropuerto de Melilla, su localidad natal, por cierto. Se ve que tampoco nos olvida: en una entrevista con él en la revista digital de la federación afirma que el momento más inolvidable de su vida deportiva fue sin duda el ascenso con el Cáceres. La podéis leer íntegramente aquí, en las páginas 21 y 22. Merece la pena si os gustó el personaje.
Es un dato estupendo que, a sus 44 años, siga vinculado al basket tan de cerca, que hable con esa pasión del trabajo con los chavales, sobre todo en un lugar donde obviamente no será fácil hacerlo por medios y número de licencias. Quizás haya por allí algún pequeño Felipe García, o un futuro Javier Imbroda.
miércoles, 10 de noviembre de 2010
¿Qué fue de ellos? (II) Toni Romero
Obviamente, el Facebook está resultando un gran aliado en este intento de contar qué fue de los hombres del ascenso. La segunda entrega va dedicada a Toni Romero, director de calidad de ITW España SA, empresa del sector automoción, componentes de plástico. Con el exbase contacté a través de la red social, en cuyas fotos que tiene metidas en el perfil puede vérsele en general tan sonriente como en la de arriba. No, no ha cambiado mucho en ese sentido. Y eso significa que la vida le ha tratado bien.
Toni, que ya tiene 41 años, cumple ese cierto tópico de que los jugadores de baloncesto suelen formarse mejor que los de fútbol de cara a su vida post-deporte. Supongo que es porque, entre otras cosas, la perspectiva es que van a ganar menos dinero y que tienen que currárselo mucho más. No creo que los sueldos de aquel año en Primera fuesen precisamente para jubilarse. Él estudió ingeniería técnica industrial e imagino que a base de mucho esfuerzo fue consiguiendo ese buen puesto en su tierra de origen, Cataluña, donde vive en la comarca del Maresme.
Se retiró hace mucho del baloncesto profesional, pero ha seguido vinculado, jugando sus pachangas en la UER Pineda de Mar, aunque me cuenta que cada vez menos. Como resulta fácil de imaginar, sus dos temporadas en Cáceres (la primera del ascenso y la segunda la del debut en la ACB, como reserva de Kevin Pritchard) le resultan inolvidables. “¡Un abrazo muy fuerte a todos los Cacereños, es especial a los que coincidimos en aquellos años muy especiales!”, me escribe.
Toni, que ya tiene 41 años, cumple ese cierto tópico de que los jugadores de baloncesto suelen formarse mejor que los de fútbol de cara a su vida post-deporte. Supongo que es porque, entre otras cosas, la perspectiva es que van a ganar menos dinero y que tienen que currárselo mucho más. No creo que los sueldos de aquel año en Primera fuesen precisamente para jubilarse. Él estudió ingeniería técnica industrial e imagino que a base de mucho esfuerzo fue consiguiendo ese buen puesto en su tierra de origen, Cataluña, donde vive en la comarca del Maresme.
Se retiró hace mucho del baloncesto profesional, pero ha seguido vinculado, jugando sus pachangas en la UER Pineda de Mar, aunque me cuenta que cada vez menos. Como resulta fácil de imaginar, sus dos temporadas en Cáceres (la primera del ascenso y la segunda la del debut en la ACB, como reserva de Kevin Pritchard) le resultan inolvidables. “¡Un abrazo muy fuerte a todos los Cacereños, es especial a los que coincidimos en aquellos años muy especiales!”, me escribe.
martes, 9 de noviembre de 2010
¿Qué fue de ellos? (I): Jiri Okac
Empezamos con el ídolo, uno de los principales iconos de todo aquello. Resulta que ahora el gran Jiri Okac se nos ha hecho entrenador. Y es que parece que el hombre no puede vivir sin el basket. Ya prolongó a lo bestia su carrera en España entre Plasencia, Cáceres (inolvidable su segunda etapa, convertido hasta en triplista) y Burgos y ahora debe ser curioso verle dando órdenes con sus 2,16 desde el banquillo del UKJ Mistelbach de la segunda división de Austria. No le va mal la cosa: ahora va quinto en la clasificación con cuatro victorias y una derrota. Sí, ya sé que aquello no es la NBA, pero bueno, también tienen derecho. De aquel país han salido americanos interesantes más (Jason Detrick) o menos (Mike English).
Jiri es toda una celebridad en la República Checa, un habitual incluso de la prensa del corazón por lo que al menos era una agitada vida sentimental. Aunque, sinceramente, no creo que le hiciese mucha gracia volver a Brno. Ya sé que no se debe juzgar a las ciudades por su aspecto desde una autopista, pero aquello parecía bastante horrible. Se lo comenté una vez y se rió a carcajadas. Ha elegido Austria para seguir vinculado al baloncesto, un país en el que supongo que se vive un poco mejor.
Lo que no se ha dicho sobre Jiri nunca es que ya había aparecido en nuestras vidas seis años antes de que le conociésemos. Fue importante en una dolorosa derrota de España en el Eurobasket del 85 cuando él era un jovencísimo pívot que ya despuntaba. Después, pasó lo que pasó. Su vinculación con Cáceres sigue siendo fuerte, sobre todo a través del fisio de la temporada del ascenso, Juanjo Rubio. Habla un español casi perfecto. Algún día, más pronto que tarde, le volveremos a ver por aquí tomando cañas, no os preocupéis.
Jiri es toda una celebridad en la República Checa, un habitual incluso de la prensa del corazón por lo que al menos era una agitada vida sentimental. Aunque, sinceramente, no creo que le hiciese mucha gracia volver a Brno. Ya sé que no se debe juzgar a las ciudades por su aspecto desde una autopista, pero aquello parecía bastante horrible. Se lo comenté una vez y se rió a carcajadas. Ha elegido Austria para seguir vinculado al baloncesto, un país en el que supongo que se vive un poco mejor.
Lo que no se ha dicho sobre Jiri nunca es que ya había aparecido en nuestras vidas seis años antes de que le conociésemos. Fue importante en una dolorosa derrota de España en el Eurobasket del 85 cuando él era un jovencísimo pívot que ya despuntaba. Después, pasó lo que pasó. Su vinculación con Cáceres sigue siendo fuerte, sobre todo a través del fisio de la temporada del ascenso, Juanjo Rubio. Habla un español casi perfecto. Algún día, más pronto que tarde, le volveremos a ver por aquí tomando cañas, no os preocupéis.
¿Qué fue de ellos? ¡Empieza la saga!
A petición de mis lectores favoritos, empezamos aquí en Bujacocesto un pequeño/gran serial sobre dónde están ahora los componentes del Cáceres CB que ascendió a la ACB en 1992. Todavía me queda por amarrar alguno que no termino de localizar, pero creo que puede quedar bonito para los nostálgicos e instructivo para los nuevos aficionados.
A partir de hoy, la cita diaria será obligada con Bujacocesto durante dos semanas consecutivas. Todos los días actualizaré con entradas no muy largas hablando sobre un personaje y su presente. Disfrutad tanto como yo estoy haciendo buscándolos, encontrándolos y contactando con ellos.
A partir de hoy, la cita diaria será obligada con Bujacocesto durante dos semanas consecutivas. Todos los días actualizaré con entradas no muy largas hablando sobre un personaje y su presente. Disfrutad tanto como yo estoy haciendo buscándolos, encontrándolos y contactando con ellos.
martes, 2 de noviembre de 2010
¿Qué hubiera pasado si...?
Hace no mucho, en uno de estos largos días de verano en los que tienes más páginas que temas (y no es justificarme), me dio por escribir un reportajillo sobre qué jugadores tanteó y/o ofertó el Cáceres 2016 y que finalmente no vinieron. Para el que no lo leyó, aquí está el link:
http://www.elperiodicoextremadura.com/noticias/noticia.asp?pkid=527076
El caso es que la información empecé a hacerla no muy convencido, pero luego me gustó cómo quedó, con la dosis de riesgo que ello conllevaba: ¿se podría interpretar como una información ofensiva y destructiva, dando a entender que los vinieron al final eran "segundas opciones"? ¿qué pasaría si los que no ficharon luego "se salían" en sus equipos? ¿el reportaje sería un arma arrojadiza?
Bueno, cosas mías, supongo. El caso es que ahora lo releo y pienso que el Cáceres ha tenido bastante suerte, aunque no toda la suerte. Veamos la cosa esquemáticamente:
--Vino Jeff Xavier y no Michael Umeh. Si lo decimos hace apenas 8 días, seguramente habría que tirarse de los pelos. Pero Xavier está floreciendo justo después de su triple ante el Huesca y Umeh no está destacando especialmente en Murcia. Desde luego, los dos tienen calidad, parecen bastante parejos, aunque el de Murcia es bastante más caro, tengo entendido. Xavier parece un jugador ciclotímico, de los que abundan en el equipo (Francis, Cherry, Movilla, McCoy), dotado de muchísimas cualidades aunque con la obligación de todos de estar muy encima de él para que las desarrollo.
--Vino Ryan Humphrey y no Taylor Coppenrath. Ya se sabe que Coppenrath es uno de esos amantes de los intangibles, un jugador no especialmente decisivo por la estadística que genera sino por su inteligencia y capacidad para hacer mejores a los demás. Supongo que si él hubiese fichado como "4" en lugar de Humphrey, el "5" hubiese tenido que ser más anotador, más "estrella". De momento, le ocurre en Murcia lo mismo que a Umeh: no parece muy normal que a estas alturas hayan perdido dos partidos ya, pero cuidado con ellos, porque yo creo que tienen más posibilidades de ser un equipo estable que Obradoiro. ¿Y Ryan? Parece que en cualquier momento se va a romper, pero qué bueno es el joío. Acierto total... si le aguanta el físico, claro.
--Vino McCoy y no Matt Kiefer o Josh Asselin. Zas, en toda la boca, para quienes se tiraban de los pelos cuando Kiefer se decidió por Burgos y Cáceres tuvo que ir a por McCoy. Resulta que el chico blanco con fama de serio se la lió a Casadevall negándose a jugar un partido (después de dos o tres actuaciones tan horrorosas como las que le vimos aquí) y ya no está en el equipo. No sé, expedientes X que suceden a veces. Dan Godfread también parecía un tipo formal y alguno recordará bien lo que le ocurrió aquí. ¿Y Asselin? Fue a Estudiantes, donde promedia 4 puntos y 4 rebotes, casi nada. El otro día discutíamos sobre un aspecto: está acabado para la ACB, pero ¿para la LEB? ¿Sería un jugador dominante con ese físico que tiene? Yo creo que no, que cuando a uno se le va el basket, se le va. Jelani no es que sea la panacea para todo, y era imposible que mantuviese el nivel de los dos o tres primeros partidos, pero cumple con lo que se le encomienda, tiene cuerpo y tiene oficio. Eso sí, en partidos de correr mejor sacar a Antelo.
--¿Fichar a un pívot nacional "top" tipo Oliver Arteaga (o Junyent, que también estuvo por ahí) y dejar una plaza de extracomunitario para un gran alero como Zach Morley? La idea sonaba bien, pero no sé si hubiera funcionado. Demasiado "3" en el equipo, ¿no? Hubiera sido Morley más Lucio más Francis. A veces hay problemas cuando el "2" rival muy rápido y ágil y ni Lucio ni Francis pueden defenderlo. Lo que refiero es que el equipo está más equilibrado así en su cuarteto de exteriores, con Xavier y Movilla pudiendo marcar a jugadores como los que me he referido. Tampoco Arteaga está por ahora al mismo nivel que la campaña pasada en Palencia, lo que por otra parte es algo normal porque en Breogán la responsabilidad está más diluida. Junyent sí hubiera sido la caña, o al menos el Junyent que vimos aquí y se está viendo por ahora, pero me temo que tenía que quedar dinero para los demás jugadores de la plantilla.
¿Cómo lo veis? Venga, comentarios afilados ahora que se va ganando. Si luego se pierde, perderán gracia y ganarán oportunismo.
http://www.elperiodicoextremadura.com/noticias/noticia.asp?pkid=527076
El caso es que la información empecé a hacerla no muy convencido, pero luego me gustó cómo quedó, con la dosis de riesgo que ello conllevaba: ¿se podría interpretar como una información ofensiva y destructiva, dando a entender que los vinieron al final eran "segundas opciones"? ¿qué pasaría si los que no ficharon luego "se salían" en sus equipos? ¿el reportaje sería un arma arrojadiza?
Bueno, cosas mías, supongo. El caso es que ahora lo releo y pienso que el Cáceres ha tenido bastante suerte, aunque no toda la suerte. Veamos la cosa esquemáticamente:
--Vino Jeff Xavier y no Michael Umeh. Si lo decimos hace apenas 8 días, seguramente habría que tirarse de los pelos. Pero Xavier está floreciendo justo después de su triple ante el Huesca y Umeh no está destacando especialmente en Murcia. Desde luego, los dos tienen calidad, parecen bastante parejos, aunque el de Murcia es bastante más caro, tengo entendido. Xavier parece un jugador ciclotímico, de los que abundan en el equipo (Francis, Cherry, Movilla, McCoy), dotado de muchísimas cualidades aunque con la obligación de todos de estar muy encima de él para que las desarrollo.
--Vino Ryan Humphrey y no Taylor Coppenrath. Ya se sabe que Coppenrath es uno de esos amantes de los intangibles, un jugador no especialmente decisivo por la estadística que genera sino por su inteligencia y capacidad para hacer mejores a los demás. Supongo que si él hubiese fichado como "4" en lugar de Humphrey, el "5" hubiese tenido que ser más anotador, más "estrella". De momento, le ocurre en Murcia lo mismo que a Umeh: no parece muy normal que a estas alturas hayan perdido dos partidos ya, pero cuidado con ellos, porque yo creo que tienen más posibilidades de ser un equipo estable que Obradoiro. ¿Y Ryan? Parece que en cualquier momento se va a romper, pero qué bueno es el joío. Acierto total... si le aguanta el físico, claro.
--Vino McCoy y no Matt Kiefer o Josh Asselin. Zas, en toda la boca, para quienes se tiraban de los pelos cuando Kiefer se decidió por Burgos y Cáceres tuvo que ir a por McCoy. Resulta que el chico blanco con fama de serio se la lió a Casadevall negándose a jugar un partido (después de dos o tres actuaciones tan horrorosas como las que le vimos aquí) y ya no está en el equipo. No sé, expedientes X que suceden a veces. Dan Godfread también parecía un tipo formal y alguno recordará bien lo que le ocurrió aquí. ¿Y Asselin? Fue a Estudiantes, donde promedia 4 puntos y 4 rebotes, casi nada. El otro día discutíamos sobre un aspecto: está acabado para la ACB, pero ¿para la LEB? ¿Sería un jugador dominante con ese físico que tiene? Yo creo que no, que cuando a uno se le va el basket, se le va. Jelani no es que sea la panacea para todo, y era imposible que mantuviese el nivel de los dos o tres primeros partidos, pero cumple con lo que se le encomienda, tiene cuerpo y tiene oficio. Eso sí, en partidos de correr mejor sacar a Antelo.
--¿Fichar a un pívot nacional "top" tipo Oliver Arteaga (o Junyent, que también estuvo por ahí) y dejar una plaza de extracomunitario para un gran alero como Zach Morley? La idea sonaba bien, pero no sé si hubiera funcionado. Demasiado "3" en el equipo, ¿no? Hubiera sido Morley más Lucio más Francis. A veces hay problemas cuando el "2" rival muy rápido y ágil y ni Lucio ni Francis pueden defenderlo. Lo que refiero es que el equipo está más equilibrado así en su cuarteto de exteriores, con Xavier y Movilla pudiendo marcar a jugadores como los que me he referido. Tampoco Arteaga está por ahora al mismo nivel que la campaña pasada en Palencia, lo que por otra parte es algo normal porque en Breogán la responsabilidad está más diluida. Junyent sí hubiera sido la caña, o al menos el Junyent que vimos aquí y se está viendo por ahora, pero me temo que tenía que quedar dinero para los demás jugadores de la plantilla.
¿Cómo lo veis? Venga, comentarios afilados ahora que se va ganando. Si luego se pierde, perderán gracia y ganarán oportunismo.
martes, 26 de octubre de 2010
Otra vez dos entradas y un scan
Estoy un poco desvelado y he aprovechado para actualizar el blog con la misma fórmula que hace unos días: una entrada sobre actualidad, otra sobre el pasado y ésta de presentación, en la que también os adjunto el link para que descarguéis una doble página del Cáceres que he escaneado en el album de cromos de MC de la temporada 95-96, sólo apta para nostálgicos.
Aquí está, con mucha resolución, que se vea como es debido.
¿Me voy a acostar? No, quizás le pegue un poco al NBA 2K11...
Aquí está, con mucha resolución, que se vea como es debido.
¿Me voy a acostar? No, quizás le pegue un poco al NBA 2K11...
Defensores de la ley
Un tema que me fascina es qué hacen los jugadores después de ser profesionales del baloncesto. Me refiero a los que no se hacen entrenadores, directores deportivos o siguen vinculados al mundillo, sino los que regresan a la “vida civil” con trabajos normales y corrientes como los de (casi) todos nosotros. Sin ir más lejos, José María Panadero ha entrado hace poco a dar clases de Educación Física a bestias como mi sobrino de 9 años en las Carmelitas. Es un tío que, con su retranca aparte, se ha sabido labrar un porvenir (estudiando una carrera, Magisterio) para cuando el baloncesto le abandonase. Porque no muchos son los que ganan suficiente pasta (y saben administrarla) como para vivir de las rentas. Hace no mucho contaban que Abdul Jelani, un mítico americano de la ACB en los 80, estaba en un hogar para “homeless” en Milwaukee. Los casos son innumerables. Y es que por que se te dé muy bien algo (el basket) no quiere decir que lo demás se te dé exactamente igual (la economía).
Hoy me voy a centrar en dos ex del Cáceres CB que han elegido profesiones bastante particulares, “especiales”: las que se relacionan con la ley y el orden. Sí, ya sabemos que el extinto club tiene buena vinculación con el tema después de los dos añitos en la presidencia de César García (¿cómo podía aquel hombre abarcar tanto?). Lo que sorprende un poco más es lo que ahora os cuento.
¿Os acordáis de Donald Whiteside? Sí, aquel base pequeñito, bastante intrascendente, que pasó un par de meses entre nosotros en la temporada 98-99. Otras veces le hemos mencionado. José Alberto Pesquera no acabó de dar con el “tercer americano” que quería: primero un ala-pívot (Reggie Jackson), luego un director de juego (Whiteside) y por último un escolta (Lamont Strothers). Ninguno de ellos dejó huella. No había mucho presupuesto para ello. El caso es que Whiteside fue un fichaje que sorprendió especialmente, ya que el equipo ya contaba con otros tres bases: Arcega, Bernabé y Paco García. Su aportación resultó irrelevante y no continuó. Parece que ese era su sino. Cuando de vez en cuando leo a Doug Smith y su estupendo blog sobre los Raptors en el Toronto Sun, algunas veces le menciona con sorna como uno de los peores jugadores que han pasado por Toronto (27 partidos en la 96-97).
Como todo americano que se haya dedicado a esto, Whiteside sí fue una estrella en su universidad, una bastante poco conocida, Northern Illinois, en su ciudad, Chicago (en cuyo aeropuerto, si se me permite la nota aparte personal, pasé uno de los peores ratos de mi vida). Pues bien, y ya llego, Whiteside, lógicamente ya retirado a los 41, forma parte del equipo de seguridad de la universidad. Ahí arriba le podéis ver, pertrechado como si hubiese salido de “Loca Academia de Policía”. “Sometimes a player's greatest challenge is coming to grips with his role on the TEAM”, dice en la web de la universidad. Es decir, que a veces para un jugador el mayor desafío es luchar por entender su papel en el equipo (se aceptan traducciones mejores).
En algo así ha debido pensar muchas veces en su vida Albert Berenguer, un jugador extraordinario que no llegó donde sus condiciones seguramente merecían. Por aquí pasó en la 2000-01 como apuesta de futuro de Manolo Flores, para que alternase los entrenamientos y algún minuto del ACB con el protagonismo máximo en el filial EBA (por cierto, equipazo aquel que jugaba en el Macayo Arena: Rufián, Sanguino, Conejero…). Era (y es, porque sigue jugando, en la EBA catalana con el Mollet) un alero zurdo estupendo, con un gran tiro exterior y también capacidad para entrar a canasta. En defensa tampoco esquivaba el choque. Pero quizás le faltaba algo de cabeza, de paciencia, de saber asumir su papel, como diría Whiteside. Si hubiera seguido el año siguiente, con Alfred Julbe en el banquillo, se hubiera podido desarrollar un poco más, pero estuvo implicado en un accidente de tráfico con Dani Callejo (¡que aún no había fichado!) y eso acabó con sus posibilidades aquí. En mi recuerdo quedan sus exhibiciones de casi 40 puntos en EBA y un partido ACB contra Girona en el que fue decisivo provocando la prórroga y provocando también a Larry Stewart, con el que no tuvo inconveniente en intercambiar unos empujones.
De Albert (que luego sí que fue importante en LEB en Los Barrios, Ourense…) me contaron hace no mucho que iba para mosso d’esquadra, la policía autonómica catalana, en la que ya está hace tiempo Oscar Cervantes (ganador de un concurso de triples ACB). No sé si completó el proceso de admisión. Espero que sí y que se gane la vida honradamente, ayudando a la gente, supongo que ya más asentado y más maduro.
Hoy me voy a centrar en dos ex del Cáceres CB que han elegido profesiones bastante particulares, “especiales”: las que se relacionan con la ley y el orden. Sí, ya sabemos que el extinto club tiene buena vinculación con el tema después de los dos añitos en la presidencia de César García (¿cómo podía aquel hombre abarcar tanto?). Lo que sorprende un poco más es lo que ahora os cuento.
¿Os acordáis de Donald Whiteside? Sí, aquel base pequeñito, bastante intrascendente, que pasó un par de meses entre nosotros en la temporada 98-99. Otras veces le hemos mencionado. José Alberto Pesquera no acabó de dar con el “tercer americano” que quería: primero un ala-pívot (Reggie Jackson), luego un director de juego (Whiteside) y por último un escolta (Lamont Strothers). Ninguno de ellos dejó huella. No había mucho presupuesto para ello. El caso es que Whiteside fue un fichaje que sorprendió especialmente, ya que el equipo ya contaba con otros tres bases: Arcega, Bernabé y Paco García. Su aportación resultó irrelevante y no continuó. Parece que ese era su sino. Cuando de vez en cuando leo a Doug Smith y su estupendo blog sobre los Raptors en el Toronto Sun, algunas veces le menciona con sorna como uno de los peores jugadores que han pasado por Toronto (27 partidos en la 96-97).
Como todo americano que se haya dedicado a esto, Whiteside sí fue una estrella en su universidad, una bastante poco conocida, Northern Illinois, en su ciudad, Chicago (en cuyo aeropuerto, si se me permite la nota aparte personal, pasé uno de los peores ratos de mi vida). Pues bien, y ya llego, Whiteside, lógicamente ya retirado a los 41, forma parte del equipo de seguridad de la universidad. Ahí arriba le podéis ver, pertrechado como si hubiese salido de “Loca Academia de Policía”. “Sometimes a player's greatest challenge is coming to grips with his role on the TEAM”, dice en la web de la universidad. Es decir, que a veces para un jugador el mayor desafío es luchar por entender su papel en el equipo (se aceptan traducciones mejores).
En algo así ha debido pensar muchas veces en su vida Albert Berenguer, un jugador extraordinario que no llegó donde sus condiciones seguramente merecían. Por aquí pasó en la 2000-01 como apuesta de futuro de Manolo Flores, para que alternase los entrenamientos y algún minuto del ACB con el protagonismo máximo en el filial EBA (por cierto, equipazo aquel que jugaba en el Macayo Arena: Rufián, Sanguino, Conejero…). Era (y es, porque sigue jugando, en la EBA catalana con el Mollet) un alero zurdo estupendo, con un gran tiro exterior y también capacidad para entrar a canasta. En defensa tampoco esquivaba el choque. Pero quizás le faltaba algo de cabeza, de paciencia, de saber asumir su papel, como diría Whiteside. Si hubiera seguido el año siguiente, con Alfred Julbe en el banquillo, se hubiera podido desarrollar un poco más, pero estuvo implicado en un accidente de tráfico con Dani Callejo (¡que aún no había fichado!) y eso acabó con sus posibilidades aquí. En mi recuerdo quedan sus exhibiciones de casi 40 puntos en EBA y un partido ACB contra Girona en el que fue decisivo provocando la prórroga y provocando también a Larry Stewart, con el que no tuvo inconveniente en intercambiar unos empujones.
De Albert (que luego sí que fue importante en LEB en Los Barrios, Ourense…) me contaron hace no mucho que iba para mosso d’esquadra, la policía autonómica catalana, en la que ya está hace tiempo Oscar Cervantes (ganador de un concurso de triples ACB). No sé si completó el proceso de admisión. Espero que sí y que se gane la vida honradamente, ayudando a la gente, supongo que ya más asentado y más maduro.
Lo que cambia una canasta y un dato curioso sobre finales de partido
Hay que ver cómo esto del deporte, y del basket. Resulta que un tío que lleva un inicio de temporada más bien gris mete una canasta desde 8 metros en el último segundo (después de que el balón le cayese casualmente, porque la idea era una penetración de Carlos Cherry. Lo podéis ver en el minuto 21,50 de este link, vía Canal Extremadura) y todas las lecturas cambian. Qué distinto sería todo esta semana si Jeff Xavier no la clava en Huesca. Que si 3-2 está bien, pero por debajo de lo esperado, que si ya el día de Obradoiro se vio que no tenemos equipo, que si McCoy vuelve a las andadas, que si, que si…
Y el trabajo ha sido exactamente el mismo que si no hubiera entrado la canasta, los análisis deberían ser exactamente los mismos. El Cáceres 2016 va 4-1, un balance espectacular, una plantilla que promete con mucha calidad y con gente todavía por desarrollarse (empezando por el propio Xavier, al que se le ve, no sé, ansioso). Pero deberíamos decir lo mismo en el caso de que ese balón no hubiera entrado, pero sospecho que no lo haríamos. Yo seguramente el primero. Eso por no hablar que la cosa se hubiese torcido en los emocionantes finales de partido ante Burgos y Girona.
Es la tiranía de los resultados. Cuando son buenos, aunque sea por situaciones casi tan aleatorias como la de los últimos 8 segundos de partido en Huesca, todos tendemos a quedarnos con lo positivo, a mirar en optimista a lo que viene. Ahora hasta parece que el Melilla es una bandita que va a caer fácil el viernes. En fin… Baste el dato de que desde que se está en LEB Oro, quienes han ganado en los cuatro enfrentamientos que se han producido han sido los de la ciudad autónoma.
Con lo que me quedo es que este equipo compite, que no se viene abajo cuando se le ponen los partidos cuesta arriba. Creo que incluso el día de Obradoiro hubo buenos síntomas en este sentido, aunque eran tan superiores que… Pero fijaos en que ante Burgos, en Girona y en Huesca las cosas se pusieron realmente tiesas y hubo gente dando la cara, queriendo el balón, apretando los dientes. Luego ya que entren los triples en el último segundo es algo que no pertenece demasiado al trabajo que se realice con el equipo.
Otra cosa en la que quizás nos hemos equivocado es en pensar que en esta liga hay muchas “bandas”. Uno mira el listado y dice: “baj: Huesca, Alcázar, La Palma, Navarra, Tarragona, Lleida… Un montón de victorias fáciles que sacar”. Ya veis que no, que casi todos ellos están sacando sus partidos, que Huesca, que aún no ha ganado, pierde el domingo por una canasta estrambótica. Al Cáceres 2016 le aguarda algún disgusto en canchas como éstas. Y entonces habrá que acordarse de días como el de Huesca, en si realmente cogió el aviso. Lo único que no se puede perder es la fiereza, la profesionalidad.
Por último, he estado mirando un datillo que puede ser interesante: ¿Qué porcentaje de partidos igualados ha sacado el equipo en los últimos años? Si contamos sólo los encuentros decididos por cinco puntos de diferencia o menos (sólo liga regular), nos queda esto:
Temporada 2009-10: en casa, 5 victorias y 4 derrotas; fuera, 3 victorias y una derrota (la de Mallorca, con triple en el último segundo, por cierto). Total: 8 victorias y 5 derrotas.
Temporada 2008-09: en casa, 3 victorias y 2 derrotas; fuera, 5 victorias y 3 derrotas. Total: 8 victorias y 5 derrotas (¡lo mismo!).
Temporada 2007-08 (LEB Plata): en casa, 1 victoria (la de la primera jornada con palmeo de Gruber), 0 derrotas; fuera, 4 victorias, 2 derrotas. Total: 5 victorias, 2 derrotas.
Hay que sumar el 3-0 que ya se contabiliza esta temporada (+2 con Burgos y Huesca y +4 en Girona). Totales en estas tres temporadas y pico: 24 victorias, 12 victorias. Un dato excelente, ¿verdad? El tópico dice que los finales igualados se ganan un 50% aproximadamente. Pues resulta que con este equipo es rotundamente mentira. Si le queréis darle una explicación global, haber tenido a gente como Panadero, Harper Williams, Wayne Simien, Lucio Angulo, Carlos Cherry y Francis Sánchez que saben jugar este tipo de momentos es una posible clave.
Y el trabajo ha sido exactamente el mismo que si no hubiera entrado la canasta, los análisis deberían ser exactamente los mismos. El Cáceres 2016 va 4-1, un balance espectacular, una plantilla que promete con mucha calidad y con gente todavía por desarrollarse (empezando por el propio Xavier, al que se le ve, no sé, ansioso). Pero deberíamos decir lo mismo en el caso de que ese balón no hubiera entrado, pero sospecho que no lo haríamos. Yo seguramente el primero. Eso por no hablar que la cosa se hubiese torcido en los emocionantes finales de partido ante Burgos y Girona.
Es la tiranía de los resultados. Cuando son buenos, aunque sea por situaciones casi tan aleatorias como la de los últimos 8 segundos de partido en Huesca, todos tendemos a quedarnos con lo positivo, a mirar en optimista a lo que viene. Ahora hasta parece que el Melilla es una bandita que va a caer fácil el viernes. En fin… Baste el dato de que desde que se está en LEB Oro, quienes han ganado en los cuatro enfrentamientos que se han producido han sido los de la ciudad autónoma.
Con lo que me quedo es que este equipo compite, que no se viene abajo cuando se le ponen los partidos cuesta arriba. Creo que incluso el día de Obradoiro hubo buenos síntomas en este sentido, aunque eran tan superiores que… Pero fijaos en que ante Burgos, en Girona y en Huesca las cosas se pusieron realmente tiesas y hubo gente dando la cara, queriendo el balón, apretando los dientes. Luego ya que entren los triples en el último segundo es algo que no pertenece demasiado al trabajo que se realice con el equipo.
Otra cosa en la que quizás nos hemos equivocado es en pensar que en esta liga hay muchas “bandas”. Uno mira el listado y dice: “baj: Huesca, Alcázar, La Palma, Navarra, Tarragona, Lleida… Un montón de victorias fáciles que sacar”. Ya veis que no, que casi todos ellos están sacando sus partidos, que Huesca, que aún no ha ganado, pierde el domingo por una canasta estrambótica. Al Cáceres 2016 le aguarda algún disgusto en canchas como éstas. Y entonces habrá que acordarse de días como el de Huesca, en si realmente cogió el aviso. Lo único que no se puede perder es la fiereza, la profesionalidad.
Por último, he estado mirando un datillo que puede ser interesante: ¿Qué porcentaje de partidos igualados ha sacado el equipo en los últimos años? Si contamos sólo los encuentros decididos por cinco puntos de diferencia o menos (sólo liga regular), nos queda esto:
Temporada 2009-10: en casa, 5 victorias y 4 derrotas; fuera, 3 victorias y una derrota (la de Mallorca, con triple en el último segundo, por cierto). Total: 8 victorias y 5 derrotas.
Temporada 2008-09: en casa, 3 victorias y 2 derrotas; fuera, 5 victorias y 3 derrotas. Total: 8 victorias y 5 derrotas (¡lo mismo!).
Temporada 2007-08 (LEB Plata): en casa, 1 victoria (la de la primera jornada con palmeo de Gruber), 0 derrotas; fuera, 4 victorias, 2 derrotas. Total: 5 victorias, 2 derrotas.
Hay que sumar el 3-0 que ya se contabiliza esta temporada (+2 con Burgos y Huesca y +4 en Girona). Totales en estas tres temporadas y pico: 24 victorias, 12 victorias. Un dato excelente, ¿verdad? El tópico dice que los finales igualados se ganan un 50% aproximadamente. Pues resulta que con este equipo es rotundamente mentira. Si le queréis darle una explicación global, haber tenido a gente como Panadero, Harper Williams, Wayne Simien, Lucio Angulo, Carlos Cherry y Francis Sánchez que saben jugar este tipo de momentos es una posible clave.
martes, 12 de octubre de 2010
Triple actualización (incluye regalo "retro")
Me sentía un poco en deuda con los lectores del blog y os he dedicado la tarde. Tras leer estas breves líneas seguid hacia abajo y tendréis disponibles dos entradas más que he escrito, una relacionada con el presente y otra con el pasado.
Como regalo extra, también aquí en megaupload podréis descargar unas fotos "retro" que he escaneado en alta calidad: son de una colección de láminas que publicamos en el Extremadura con el equipo de la temporada 93-94 (uno de ellos es el que protagoniza una de las entradas). Os las recomiendo, merece la pena.
Disculpad estas semanas de silencio. Sugeridme la excusa tonta que queráis.
Como regalo extra, también aquí en megaupload podréis descargar unas fotos "retro" que he escaneado en alta calidad: son de una colección de láminas que publicamos en el Extremadura con el equipo de la temporada 93-94 (uno de ellos es el que protagoniza una de las entradas). Os las recomiendo, merece la pena.
Disculpad estas semanas de silencio. Sugeridme la excusa tonta que queráis.
7 puntitos sobre el arranque
Dando un salto al presente, daré 7 pinceladillas sobre el inicio de temporada del Cáceres 2016.
1. Cáceres ¿2016? Con el disgusto generalizado en la ciudad por quedarse fuera en primera instancia de la carrera por ser la ciudad europea de la cultura (he echado de menos un poco de autocrítica, aunque es lo más difícil de pedir en el mundo, lo sé), surge un debate claro. ¿Debe seguir teniendo el equipo el apellido? A mí me chirría un poco, la verdad. No deja de ser una “marca perdedora”, un anacronismo como hubiera sido mantener el emblema “Madrid 2012” o “Madrid 2016” en instalaciones creadas para ello como La Caja Mágica. Lo que hay que aprovechar es precisamente la herencia, la inercia, la inspiración, para seguir dinamizando el deporte (de élite y de base) de la ciudad. Antes era con la excusa del 2016. Ahora no hace falta buscar otra. Simplemente por nosotros, porque nos lo merecemos, porque ya es hora de quitarnos complejos. Si quieren que el equipo siga con 2016, adelante. Pero lo importante es el apoyo.
2. Bien Mediano, pero sin volvernos locos. Me voy a salir un poco de la corriente habitual que lanza desmedidos elogios sobre el papel de David Mediano supliendo al lesionado Carlos Cherry. Lo que se confirma es que el club acertó cuando le dio el boleto a Perico Sala (ellos sabrán si va a costar dinero, que parece que sí, por pura lógica) y confió en Mediano para el papel de segundo base. Pero no hay que olvidar a Cherry ni creerse intocable porque se hayan ganado estos dos partidos sin él. Es el alma del equipo, el que va a rescatarle en los momentos de atasco, el que nos ofrecerá la auténtica cara del Cáceres dependiendo de su conexión con los interiores y su capacidad para jugar sin tirar tanto como el año pasado. Y habrá que ir con él a vida o a muerte.
3. Mucho oficio, sí señor. Cuando se tiene un equipo tan experimentado, qué menos que jugar con sabiduría los minutos finales. Y los anteriores. Saber manejar los partidos, en una palabra. No descolgarse de ellos cuando las cosas vienen raritas ni confiarse cuando has cogido la iniciativa. Es lo que más me gusta de lo que hemos visto ahora: ese saber estar, esa calma cuando la situación se endurece. Y es que una cosa fundamental en la que coincidimos todos es que hay mucha “pólvora” en la plantilla: casi todos tienen puntos en las manos: los del año pasado y los nuevos. Así va a ser difícil que haya tantos “apagones” en ataque como hace unos meses.
4. Sin complejos. Ninguno de los dos años anteriores en LEB Oro se habían ganado los dos primeros partidos. Esto va a dar una tranquilidad enorme a la hora de manejarse en el primer tercio de la competición. A poco que sigan yendo bien las cosas, el equipo va a estar siempre en zona de “playoff”, como mínimo, si no asomándose a las primeras posiciones con facilidad. Y lo mejor es que los partidos difíciles los va a tener ahora en casa, no fuera. Hay que intentar confirmarse el viernes en Girona, sí, pero todos pensamos en el Obradoiro el miércoles siguiente como referencia para saber si realmente se puede soñar con esta gente.
5. Una tontería que puede costar cara. Para llegar a algo en cualquier competición, hay que meter los tiros libres. Puede ser una obviedad, pero me ha resultado muy preocupante fallar tantísimos (60% de acierto, el segundo peor de la liga) en estos dos primeros encuentros. Esperemos que se quede en una anécdota. De acuerdo que no contemos mucho con McCoy en este sentido, porque es un jugador que ya en la NBA acreditó un porcentaje más bajo aún que “mitos” de esta estadística como Shaquille, pero sí que exteriores como David Mediano o Jeff Xavier estén un poco más acertados. Creo que Humphrey también es mejor tirando desde ahí de lo que ha aparentado. Por ahí se pueden ir muchos partidos (los igualados, evidentemente) si no se pone remedio. Estas cosas luego se convierten en una psicosis y ya no hay quien salga de ellas, como todos sabemos.
6. ¿Soñar, para qué? Soñar es precisamente el problema si todo sigue con tan buena pinta: la amargura de saber que un ascenso a la ACB no valdría de nada, más que de traernos frustración y recordarnos lo limitados para ciertas cosas que somos en esta comunidad autónoma. Creo que la Junta nunca se atrevería a apoyar esta historia tanto como se requeriría. Y no porque no tenga, pongamos, 4 millones de euros, si no porque no podría soportar lo que muchos dirían. Yo propongo que no pensemos demasiado en esto de momento, porque ya habrá la oportunidad de plantear el debate si hay oportunidad. Pero esa sombra me temo que siempre va a estar ahí, y es la que intuyo que la temporada pasada al Melilla le hizo pegar un bajón. Creo que cuando existe la presión y la seguridad de que se va a subir, como ocurrió en Menorca la pasada temporada, las canastas, no sé cómo, acaban entrando. Cuando no es así y todo es festivo y aleatorio, se acaba bajando el pistón. De todos modos, y para que tengamos perspectiva de que efectivamente aquí hay una plantilla fuerte capaz de aspirar a todo, habría que revisar una encuesta que hizo Solobasket hace no mucho entre un jugador de cada equipo de la LEB Oro (me sigo negando a lo de Adecco, por cierto) y casi todos daban a Cáceres entre los 3-4 favoritos.
7. Victimismo no, por favor. No lo comenté aquí, pero me gustó el acto de presentación oficial del equipo hace una semana en el hotel Don Manuel (muchos recuerdos “tonis”, lo sé). Se transmitió un encendido optimismo con el tema del 2016 de fondo, como si el baloncesto fuese a darnos la autoestima que nos ha quitado el jurado. Bueno, estuvo bien, ya digo, aunque tuve que irme a escribir y no pude quedarme al pincho posterior. Supongo que mi objetividad no se resintió. De lo que se dijo en el acto, lo único que no me gustó (y se lo dije a él personalmente) fue que José Manuel Sánchez, el presidente, soltase que “tenemos el octavo o noveno presupuesto de la categoría”. Yo creo que de eso no se trata, la verdad. Ese intentar pasar casi por pobres cuando todo el mundo sabe que este es un club de la zona alta de la LEB a nivel económico pues no me parece edificante. Luego él me reconocía que quizás era el “sexto o el séptimo”. Entiendo que Murcia y Obradoiro están lejos, pero a Melilla, Burgos, Canarias y Breogán hay que tratarlos de tú a tú. Eso ya estaría más ajustado, ¿no?
PD: La foto de arriba es un servidor con Jordi García y Gustavo Aranzana en la presentación, cortesía de Paco Mangut. Buen rollo, sí. Yo siempre le digo al entrenador que le quiero ver con las derrotas, con el viento en contra, a ver qué tal respira con la prensa. De momento solamente podemos decir cosas positivas de él en lo personal.
1. Cáceres ¿2016? Con el disgusto generalizado en la ciudad por quedarse fuera en primera instancia de la carrera por ser la ciudad europea de la cultura (he echado de menos un poco de autocrítica, aunque es lo más difícil de pedir en el mundo, lo sé), surge un debate claro. ¿Debe seguir teniendo el equipo el apellido? A mí me chirría un poco, la verdad. No deja de ser una “marca perdedora”, un anacronismo como hubiera sido mantener el emblema “Madrid 2012” o “Madrid 2016” en instalaciones creadas para ello como La Caja Mágica. Lo que hay que aprovechar es precisamente la herencia, la inercia, la inspiración, para seguir dinamizando el deporte (de élite y de base) de la ciudad. Antes era con la excusa del 2016. Ahora no hace falta buscar otra. Simplemente por nosotros, porque nos lo merecemos, porque ya es hora de quitarnos complejos. Si quieren que el equipo siga con 2016, adelante. Pero lo importante es el apoyo.
2. Bien Mediano, pero sin volvernos locos. Me voy a salir un poco de la corriente habitual que lanza desmedidos elogios sobre el papel de David Mediano supliendo al lesionado Carlos Cherry. Lo que se confirma es que el club acertó cuando le dio el boleto a Perico Sala (ellos sabrán si va a costar dinero, que parece que sí, por pura lógica) y confió en Mediano para el papel de segundo base. Pero no hay que olvidar a Cherry ni creerse intocable porque se hayan ganado estos dos partidos sin él. Es el alma del equipo, el que va a rescatarle en los momentos de atasco, el que nos ofrecerá la auténtica cara del Cáceres dependiendo de su conexión con los interiores y su capacidad para jugar sin tirar tanto como el año pasado. Y habrá que ir con él a vida o a muerte.
3. Mucho oficio, sí señor. Cuando se tiene un equipo tan experimentado, qué menos que jugar con sabiduría los minutos finales. Y los anteriores. Saber manejar los partidos, en una palabra. No descolgarse de ellos cuando las cosas vienen raritas ni confiarse cuando has cogido la iniciativa. Es lo que más me gusta de lo que hemos visto ahora: ese saber estar, esa calma cuando la situación se endurece. Y es que una cosa fundamental en la que coincidimos todos es que hay mucha “pólvora” en la plantilla: casi todos tienen puntos en las manos: los del año pasado y los nuevos. Así va a ser difícil que haya tantos “apagones” en ataque como hace unos meses.
4. Sin complejos. Ninguno de los dos años anteriores en LEB Oro se habían ganado los dos primeros partidos. Esto va a dar una tranquilidad enorme a la hora de manejarse en el primer tercio de la competición. A poco que sigan yendo bien las cosas, el equipo va a estar siempre en zona de “playoff”, como mínimo, si no asomándose a las primeras posiciones con facilidad. Y lo mejor es que los partidos difíciles los va a tener ahora en casa, no fuera. Hay que intentar confirmarse el viernes en Girona, sí, pero todos pensamos en el Obradoiro el miércoles siguiente como referencia para saber si realmente se puede soñar con esta gente.
5. Una tontería que puede costar cara. Para llegar a algo en cualquier competición, hay que meter los tiros libres. Puede ser una obviedad, pero me ha resultado muy preocupante fallar tantísimos (60% de acierto, el segundo peor de la liga) en estos dos primeros encuentros. Esperemos que se quede en una anécdota. De acuerdo que no contemos mucho con McCoy en este sentido, porque es un jugador que ya en la NBA acreditó un porcentaje más bajo aún que “mitos” de esta estadística como Shaquille, pero sí que exteriores como David Mediano o Jeff Xavier estén un poco más acertados. Creo que Humphrey también es mejor tirando desde ahí de lo que ha aparentado. Por ahí se pueden ir muchos partidos (los igualados, evidentemente) si no se pone remedio. Estas cosas luego se convierten en una psicosis y ya no hay quien salga de ellas, como todos sabemos.
6. ¿Soñar, para qué? Soñar es precisamente el problema si todo sigue con tan buena pinta: la amargura de saber que un ascenso a la ACB no valdría de nada, más que de traernos frustración y recordarnos lo limitados para ciertas cosas que somos en esta comunidad autónoma. Creo que la Junta nunca se atrevería a apoyar esta historia tanto como se requeriría. Y no porque no tenga, pongamos, 4 millones de euros, si no porque no podría soportar lo que muchos dirían. Yo propongo que no pensemos demasiado en esto de momento, porque ya habrá la oportunidad de plantear el debate si hay oportunidad. Pero esa sombra me temo que siempre va a estar ahí, y es la que intuyo que la temporada pasada al Melilla le hizo pegar un bajón. Creo que cuando existe la presión y la seguridad de que se va a subir, como ocurrió en Menorca la pasada temporada, las canastas, no sé cómo, acaban entrando. Cuando no es así y todo es festivo y aleatorio, se acaba bajando el pistón. De todos modos, y para que tengamos perspectiva de que efectivamente aquí hay una plantilla fuerte capaz de aspirar a todo, habría que revisar una encuesta que hizo Solobasket hace no mucho entre un jugador de cada equipo de la LEB Oro (me sigo negando a lo de Adecco, por cierto) y casi todos daban a Cáceres entre los 3-4 favoritos.
7. Victimismo no, por favor. No lo comenté aquí, pero me gustó el acto de presentación oficial del equipo hace una semana en el hotel Don Manuel (muchos recuerdos “tonis”, lo sé). Se transmitió un encendido optimismo con el tema del 2016 de fondo, como si el baloncesto fuese a darnos la autoestima que nos ha quitado el jurado. Bueno, estuvo bien, ya digo, aunque tuve que irme a escribir y no pude quedarme al pincho posterior. Supongo que mi objetividad no se resintió. De lo que se dijo en el acto, lo único que no me gustó (y se lo dije a él personalmente) fue que José Manuel Sánchez, el presidente, soltase que “tenemos el octavo o noveno presupuesto de la categoría”. Yo creo que de eso no se trata, la verdad. Ese intentar pasar casi por pobres cuando todo el mundo sabe que este es un club de la zona alta de la LEB a nivel económico pues no me parece edificante. Luego él me reconocía que quizás era el “sexto o el séptimo”. Entiendo que Murcia y Obradoiro están lejos, pero a Melilla, Burgos, Canarias y Breogán hay que tratarlos de tú a tú. Eso ya estaría más ajustado, ¿no?
PD: La foto de arriba es un servidor con Jordi García y Gustavo Aranzana en la presentación, cortesía de Paco Mangut. Buen rollo, sí. Yo siempre le digo al entrenador que le quiero ver con las derrotas, con el viento en contra, a ver qué tal respira con la prensa. De momento solamente podemos decir cosas positivas de él en lo personal.
Miguel Angel Reyes revisitado
Hace unos días publiqué en el periódico un pequeño reportaje sobre Alex Reyes, el hijo de Miguel Ángel Reyes. Para quien no lo hizo, puede leerlo aquí, con el matiz, como dice uno de nuestros ácidos comentaristas en la web, que el chico fue convocado por el Blancos de Rueda Valladolid y no por el Grupo Capitol Valladolid. A veces uno tiene lapsus realmente imperdonables, como cuando no hace mucho me referí a David Mediano como “David Movilla”. En fin, siempre me han gustado mucho las gambas, aunque a la plancha.
Aprovecharé para trazar mi particular perfil sobre Miguel Angel, digamos que como complemento a esa información sobre el muchacho. Mi primer recuerdo sobre Miguel quizás se remonte a 1983. Le vi bajar las interminables escaleras que conectan la zona de la plaza de Colón con Médico Sorapán. Era el tipo más largo con el que me había tapado en mi vida. Unas piernas larguísimas, oiga. Poco después, el Forum le vio y se lo llevó para completar su formación baloncestística, que había sido más bien escasa en Cáceres. Ya por entonces debía medir los 2,08 desde los que fundamentó su carrera.
Es curioso pero por entonces a Miguel Angel Reyes nadie le conocía así, como más bien por su segundo apellido, “Sanguino”. Cosas que pasan. Era la gran esperanza del basket local y pasó a serlo de la canasta pucelana, en una generación interesante con gente como Lalo García, Silvano Bustos, Víctor Fernández y algún exportado más como Alex Bento y el polémico (para Cáceres) Fernando Tomasiello. El caso es que Miguel, que entonces jugaba más bien de “4”, prometía, y mucho. Debutó en la ACB con apenas 18 años con el Forum, acudió a las selecciones nacionales de categorías inferiores y hasta fue invitado en la absoluta (8 veces internacional). Era rápido, tenía buena mano, poseía cierto instinto y una envergadura increíble.
Tuvo la ocasión de compartir pista muchos minutos con Arvydas Sabonis y hasta con Juan Antonio Corbalán en aquel regreso temporal que hizo en Valladolid. Hasta se habló de que Barcelona y Real Madrid habían llamado a su puerta. Sin embargo, donde terminó fue en el equipo de su ciudad, en 1992, al calor del reciente ascenso. Como golpe de imagen, se decidió que los mejores cacereños que andaban por la ACB, él y Enrique Fernández, volviesen a casa. Con Enrique no hubo problema porque quedó libre tras la fusión-absorción Unicaja-Mayoral. Pero con Miguel hubo que pagar un traspaso que entonces resultó llamativo, incluso para un “grande”: 40 millones de pelas. Y otros 40 para él (más o menos) en cada una de las tres temporadas que firmó.
La historia amarga de Miguel Reyes en el V Centenario se basa más en esos motivos económicos que en los deportivos. Lo hizo yo creo que bastante bien, en plena transformación a jugar de alero, donde se creía que podía marcar diferencias como un nuevo “Andrés Jiménez”, pero no lo suficiente como para justificar un salario tan alto. Si hubiese que juzgarle por sus números en la pista, cumplió con creces; si la cosa se tenía que medir en cuanto a las expectativas y la inversión que se había hecho, desde luego que mucho menos.
La llegada de José Antonio Paraíso en su tercer año (compartieron pista una temporada, vaya “dupla” de “treses”, ¿no?) resultaría fundamental para que se marchase para no volver y prosiguiese una carrera más bien “de complemento” en Vitoria, Cantabria y hasta de regreso a Valladolid, volviendo a jugar muchos minutos de interior, por cierto. Además, su relación con la hinchada no fue nunca tan fluida como la que tenía su “hermano” Enrique, quizás algo más abierto a la sonrisa y con un sentido del humor bastante menos cáustico. A mí me dejó un cierto sabor extraño que un chico “de los nuestros” sobre los que habíamos depositado tantas esperanzas no siguiese, pero estas cosas pasan. No me gustan los tópicos, pero ahora se me viene aquello de que “nadie es profeta en su tierra”.
Hace mucho que no le veo. Vive entre Valladolid y Palencia, de donde es su mujer, Cuca. Quizás la última vez fue cuando vino comentando con Onda Cero un partido del Valladolid, todavía el Cáceres en ACB. Me contó que además se dedicaba a cuidar de sus inversiones en el mundo del arte y otras historias. Parece que también fue uno de los damnificados cuando Forum Filatélico se hundió. Espero que esté bien. Quizás no todos fuimos justos con él en su momento. Él al menos nos deja un legado: su hijo, a quien tuvo en la segunda de sus tres temporadas aquí, será a buen seguro el próximo cacereño en debutar en la Liga ACB.
Aprovecharé para trazar mi particular perfil sobre Miguel Angel, digamos que como complemento a esa información sobre el muchacho. Mi primer recuerdo sobre Miguel quizás se remonte a 1983. Le vi bajar las interminables escaleras que conectan la zona de la plaza de Colón con Médico Sorapán. Era el tipo más largo con el que me había tapado en mi vida. Unas piernas larguísimas, oiga. Poco después, el Forum le vio y se lo llevó para completar su formación baloncestística, que había sido más bien escasa en Cáceres. Ya por entonces debía medir los 2,08 desde los que fundamentó su carrera.
Es curioso pero por entonces a Miguel Angel Reyes nadie le conocía así, como más bien por su segundo apellido, “Sanguino”. Cosas que pasan. Era la gran esperanza del basket local y pasó a serlo de la canasta pucelana, en una generación interesante con gente como Lalo García, Silvano Bustos, Víctor Fernández y algún exportado más como Alex Bento y el polémico (para Cáceres) Fernando Tomasiello. El caso es que Miguel, que entonces jugaba más bien de “4”, prometía, y mucho. Debutó en la ACB con apenas 18 años con el Forum, acudió a las selecciones nacionales de categorías inferiores y hasta fue invitado en la absoluta (8 veces internacional). Era rápido, tenía buena mano, poseía cierto instinto y una envergadura increíble.
Tuvo la ocasión de compartir pista muchos minutos con Arvydas Sabonis y hasta con Juan Antonio Corbalán en aquel regreso temporal que hizo en Valladolid. Hasta se habló de que Barcelona y Real Madrid habían llamado a su puerta. Sin embargo, donde terminó fue en el equipo de su ciudad, en 1992, al calor del reciente ascenso. Como golpe de imagen, se decidió que los mejores cacereños que andaban por la ACB, él y Enrique Fernández, volviesen a casa. Con Enrique no hubo problema porque quedó libre tras la fusión-absorción Unicaja-Mayoral. Pero con Miguel hubo que pagar un traspaso que entonces resultó llamativo, incluso para un “grande”: 40 millones de pelas. Y otros 40 para él (más o menos) en cada una de las tres temporadas que firmó.
La historia amarga de Miguel Reyes en el V Centenario se basa más en esos motivos económicos que en los deportivos. Lo hizo yo creo que bastante bien, en plena transformación a jugar de alero, donde se creía que podía marcar diferencias como un nuevo “Andrés Jiménez”, pero no lo suficiente como para justificar un salario tan alto. Si hubiese que juzgarle por sus números en la pista, cumplió con creces; si la cosa se tenía que medir en cuanto a las expectativas y la inversión que se había hecho, desde luego que mucho menos.
La llegada de José Antonio Paraíso en su tercer año (compartieron pista una temporada, vaya “dupla” de “treses”, ¿no?) resultaría fundamental para que se marchase para no volver y prosiguiese una carrera más bien “de complemento” en Vitoria, Cantabria y hasta de regreso a Valladolid, volviendo a jugar muchos minutos de interior, por cierto. Además, su relación con la hinchada no fue nunca tan fluida como la que tenía su “hermano” Enrique, quizás algo más abierto a la sonrisa y con un sentido del humor bastante menos cáustico. A mí me dejó un cierto sabor extraño que un chico “de los nuestros” sobre los que habíamos depositado tantas esperanzas no siguiese, pero estas cosas pasan. No me gustan los tópicos, pero ahora se me viene aquello de que “nadie es profeta en su tierra”.
Hace mucho que no le veo. Vive entre Valladolid y Palencia, de donde es su mujer, Cuca. Quizás la última vez fue cuando vino comentando con Onda Cero un partido del Valladolid, todavía el Cáceres en ACB. Me contó que además se dedicaba a cuidar de sus inversiones en el mundo del arte y otras historias. Parece que también fue uno de los damnificados cuando Forum Filatélico se hundió. Espero que esté bien. Quizás no todos fuimos justos con él en su momento. Él al menos nos deja un legado: su hijo, a quien tuvo en la segunda de sus tres temporadas aquí, será a buen seguro el próximo cacereño en debutar en la Liga ACB.
jueves, 23 de septiembre de 2010
Una candidatura, como mínimo, sorprendente
Mientras descontamos los días para que empiece por fin la temporada (ya haremos aquí una gran previa, no os preocupéis), a mis retinas, tan dadas a mirar hacia atrás, llega una noticia que, como mínimo, considero sorprendente: José María Bermejo se perfila como candidato a la alcaldía por Foro Ciudadano. Ahí va una lectura baloncestíco-cacereñúa:
Bermejo fue la persona sobre la que giró el famoso “boom” del baloncesto en la ciudad. Nadie más imprescidible que él en montar aquel cotarro cuyas consecuencias aún vivimos hoy en día para bien. Ni Martín Fariñas, ni Manolo Flores ni Jordi Freixanet ni Kevin Pritchard. Bermejo, el hombre de Frío del Oeste y varias empresas más, el amigo al que Sánchez Polo, entonces alcalde, convenció y apoyó para construir algo de la (casi) nada. Lo logró, ayudada por una concatenación de factores ciertamente irrepetible, y su poderosa figura se convirtió en una de las más conocidas desde Aldea Moret a la Mejostilla, desde Las 300 al Las Capellanías.
Sería estúpido negar que su gestión fue decisiva para que el proyecto cogiese en poco tiempo una fuerza inusitada: excelentemente relacionado con el poder establecido, dotado de una mano izquierda a prueba de bombas y conocedor perfecto de la idiosincrasia del cacereño medio, de cómo seducirle. Desde el principio supo que aquí no molan los proyectos modestos. De hecho, había cierta norma interna en aquel Cáceres CB: nunca se debía utilizar la palabra “humildad”. Aquí había que pensar a lo grande: intentar fichar al entonces estelar Joe Arlauckas (¡¡¡llegó a anunciar un principio de acuerdo!!!) fue una muestra de ello.
Mientras el viento venía a favor, nadie le cuestionó públicamente más allá de los clásicos comentarios de barra de bar. Se daba por hecho que cobraba una pasta por presidir el club (un millón de pelas al mes, acabó reconociendo) y resultaba poco discutible eso si el hombre dedicaba casi el 100% de su tiempo a la gestión, siempre bien secundado por el fidelísimo Santos Chaso. Los éxitos deportivos (con los clásicos ups and downs del deporte, claro) eran una estupenda cortina de humo para acallar los rumores de que había abusos, de que se iba demasiado “a todo trapo”. De que algún día la Caja de Extremadura se cansaría, como así fue. A Jesús Medina parece que nunca le gustó mucho el baloncesto, pero supongo que no pudo evitar dejarse convencer para soltó un dinero tremendo durante los seis años que duró el patrocinio en ACB. Difícil de calcular, pero cercano a los mil millones. Que se dice pronto.
Creo que Bermejo no estuvo nada bien haciendo coincidir su marcha (con la que llevaba años amagando, alegando que estaba demasiado presionado) con la de la Caja, en 1998. Lo elegante hubiera sido quedarse en el barco, cual capitán del Titanic. A partir de entonces, el club lo único que hizo fue prolongar su agonía, acumular deuda y encarar un final que se veía venir, por mucho que hubiese operaciones tan increíbles como la de Paraíso. Curiosamente, en el 2002 el ahora político reapareció contra todo pronóstico con otro movimiento que quizás contenía buena fe, pero que volvió a dejarle mal. Cuando los Núñez, Chacón y cía (es decir, la gente de ahora) dijeron que consideraban vender la plaza ACB porque el tema era inviable, él salió a la palestra en una asamblea diciendo que tenía dos espónsors y que había posibilidades de seguir adelante. Todos le creímos, seguramente más agarrados a la esperanza que a la verdad.
La última temporada en ACB de hecho la presidió Bermejo en un completo despropósito: los dos patrocinadores no aparecieron, se hizo un equipo lamentable que descendió sumariamente, jugadores clave se largaron a mitad de película por falta de pago, él dejó de hablarse con el entrenador a las primeras de cambio, fracasó una ampliación de capital que no se creyó nadie… El baloncesto era ya más un estorbo que una ilusión, parecía aquellos días. La culminación de una ruina que se arrastraba desde hacía años.
Por supuesto, Bermejo, que hasta se atrevió a intentar echar a la afición contra mi periódico publicando a todo trapo en la web del club que el Grupo Zeta era patrocinador del Girona (no le dabía gustar lo que publicábamos entonces, me temo), no se quedó en la LEB. Nombró casi a dedo a Juan Francisco Luis (y ya vimos lo que pasó) y volvió a un segundo plano, aunque como cosa muy positiva sobre él tengo que matizar que ha sido el único expresidente que ha hecho socio en todos los proyectos.
Ahora nos deja a muchos con la boca abierta con esto de Foro Ciudadano. A pesar de ser un hombre cercano al mundo de la política, no me pega en él esta decisión. Ni a mí ni a gente más cercana. A él no le han gustado nunca los discursos, los micrófonos, el protagonismo populista, al menos cuando fue presidente del Cáceres CB. No sé qué ha pasado por su cabeza para aceptar la oferta. Quizás sueña con ser una reedición del Felipe Vela de las últimas elecciones, cuando fue su voto el que decidió la alcaldía. Y volver a tener a la ciudad pendiente de él, como ocurrió en el verano de 1992 y se gestionaban los requisitos para entrar en el Olimpo Hay quien interpreta que en realidad está ahí para restarle votos al PP y echarle una mano al PSOE si las matemáticas lo requieren. No lo sé. El caso es que la campaña será más divertida y morbosa con él dentro y que Foro Ciudadano ha hecho un fichaje de calado: la gente le conoce mucho más que a cualquier candidato que puedan tener en sus filas.
Bermejo fue la persona sobre la que giró el famoso “boom” del baloncesto en la ciudad. Nadie más imprescidible que él en montar aquel cotarro cuyas consecuencias aún vivimos hoy en día para bien. Ni Martín Fariñas, ni Manolo Flores ni Jordi Freixanet ni Kevin Pritchard. Bermejo, el hombre de Frío del Oeste y varias empresas más, el amigo al que Sánchez Polo, entonces alcalde, convenció y apoyó para construir algo de la (casi) nada. Lo logró, ayudada por una concatenación de factores ciertamente irrepetible, y su poderosa figura se convirtió en una de las más conocidas desde Aldea Moret a la Mejostilla, desde Las 300 al Las Capellanías.
Sería estúpido negar que su gestión fue decisiva para que el proyecto cogiese en poco tiempo una fuerza inusitada: excelentemente relacionado con el poder establecido, dotado de una mano izquierda a prueba de bombas y conocedor perfecto de la idiosincrasia del cacereño medio, de cómo seducirle. Desde el principio supo que aquí no molan los proyectos modestos. De hecho, había cierta norma interna en aquel Cáceres CB: nunca se debía utilizar la palabra “humildad”. Aquí había que pensar a lo grande: intentar fichar al entonces estelar Joe Arlauckas (¡¡¡llegó a anunciar un principio de acuerdo!!!) fue una muestra de ello.
Mientras el viento venía a favor, nadie le cuestionó públicamente más allá de los clásicos comentarios de barra de bar. Se daba por hecho que cobraba una pasta por presidir el club (un millón de pelas al mes, acabó reconociendo) y resultaba poco discutible eso si el hombre dedicaba casi el 100% de su tiempo a la gestión, siempre bien secundado por el fidelísimo Santos Chaso. Los éxitos deportivos (con los clásicos ups and downs del deporte, claro) eran una estupenda cortina de humo para acallar los rumores de que había abusos, de que se iba demasiado “a todo trapo”. De que algún día la Caja de Extremadura se cansaría, como así fue. A Jesús Medina parece que nunca le gustó mucho el baloncesto, pero supongo que no pudo evitar dejarse convencer para soltó un dinero tremendo durante los seis años que duró el patrocinio en ACB. Difícil de calcular, pero cercano a los mil millones. Que se dice pronto.
Creo que Bermejo no estuvo nada bien haciendo coincidir su marcha (con la que llevaba años amagando, alegando que estaba demasiado presionado) con la de la Caja, en 1998. Lo elegante hubiera sido quedarse en el barco, cual capitán del Titanic. A partir de entonces, el club lo único que hizo fue prolongar su agonía, acumular deuda y encarar un final que se veía venir, por mucho que hubiese operaciones tan increíbles como la de Paraíso. Curiosamente, en el 2002 el ahora político reapareció contra todo pronóstico con otro movimiento que quizás contenía buena fe, pero que volvió a dejarle mal. Cuando los Núñez, Chacón y cía (es decir, la gente de ahora) dijeron que consideraban vender la plaza ACB porque el tema era inviable, él salió a la palestra en una asamblea diciendo que tenía dos espónsors y que había posibilidades de seguir adelante. Todos le creímos, seguramente más agarrados a la esperanza que a la verdad.
La última temporada en ACB de hecho la presidió Bermejo en un completo despropósito: los dos patrocinadores no aparecieron, se hizo un equipo lamentable que descendió sumariamente, jugadores clave se largaron a mitad de película por falta de pago, él dejó de hablarse con el entrenador a las primeras de cambio, fracasó una ampliación de capital que no se creyó nadie… El baloncesto era ya más un estorbo que una ilusión, parecía aquellos días. La culminación de una ruina que se arrastraba desde hacía años.
Por supuesto, Bermejo, que hasta se atrevió a intentar echar a la afición contra mi periódico publicando a todo trapo en la web del club que el Grupo Zeta era patrocinador del Girona (no le dabía gustar lo que publicábamos entonces, me temo), no se quedó en la LEB. Nombró casi a dedo a Juan Francisco Luis (y ya vimos lo que pasó) y volvió a un segundo plano, aunque como cosa muy positiva sobre él tengo que matizar que ha sido el único expresidente que ha hecho socio en todos los proyectos.
Ahora nos deja a muchos con la boca abierta con esto de Foro Ciudadano. A pesar de ser un hombre cercano al mundo de la política, no me pega en él esta decisión. Ni a mí ni a gente más cercana. A él no le han gustado nunca los discursos, los micrófonos, el protagonismo populista, al menos cuando fue presidente del Cáceres CB. No sé qué ha pasado por su cabeza para aceptar la oferta. Quizás sueña con ser una reedición del Felipe Vela de las últimas elecciones, cuando fue su voto el que decidió la alcaldía. Y volver a tener a la ciudad pendiente de él, como ocurrió en el verano de 1992 y se gestionaban los requisitos para entrar en el Olimpo Hay quien interpreta que en realidad está ahí para restarle votos al PP y echarle una mano al PSOE si las matemáticas lo requieren. No lo sé. El caso es que la campaña será más divertida y morbosa con él dentro y que Foro Ciudadano ha hecho un fichaje de calado: la gente le conoce mucho más que a cualquier candidato que puedan tener en sus filas.
lunes, 13 de septiembre de 2010
Felicidades, Extremadura
A mí siempre me han señalado en el mundo del basket un poquito por ser del San Antonio. Jesús Blanco suele hacer broma con eso. Y a mucha honra, oiga. Si bien era el más paquete del colegio de cara a una canasta, estar tan rodeado de baloncesto influyó poderosamente en mi vida hasta encontrarme en este momento en el que llevo ya casi 20 años escribiendo (bien, regular y mal) del tema. Aquello era “el templo”, un sitio donde se respiraba basket por los cuatro costados. A veces, tanto que corríamos el riesgo de creernos el ombligo del mundo en ese sentido. Y no era así, no.
Estoy hablando de mediados de los 80. Relativamente cerca en la misma ciudad había otro colegio (en este caso público) donde también se trabajaba muy bien nuestro deporte: el Extremadura, en la barriada de Pinilla. José Luis Preciados y Luis Calderita, dos tipos desinterados y auténticamente locos por el baloncesto, fundaron un club de la nada que supo catalizar muchos esfuerzos, que también ganó campeonatos, que también dio nombres interesantes. Por citar a tres: José María Panadero pasó allí un añito siendo un auténtico mocoso y luego lo fichó el Cáceres CB. Juan Carlos Domínguez, un base con un rostro impresionante, estuvo a punto de debutar en el primer año de ACB. Y Jorge Santos (“Saltos”) también hizo una carrerita curiosa en Badajoz y Plasencia y ahora es secretario general de la Federación Extremeña, además de un muy buen tipo. Ah, otro: Lluis, el hijo de Preciados, ha sido uno de los tíos más dominantes que he visto en categorías inferiores. La vida no terminaba en Margallo. Y en cierto modo, creo que el San Antonio se vio obligado a mejorar, a esforzarse más, al tener nueva competencia dentro de la ciudad.
Esto viene porque este fin de semana se ha celebrado una cosa “mu fotita” que me ha llegado hondo, por muy “toni” que todavía me siento (eso sí, el nuevo colegio me da un poquito de repelús, tanto por el contenido como por el continente): unos cuantos nostálgicos han impulsado un reencuentro con la excusa del 25 aniversario del Club Polideportivo Extremadura. Y fue todo un éxito, con 80 tipos llegados de Cáceres y de varias partes de España echando partidos, compartiendo recuerdos, homenajeando a Preciados (ya sin su característico mostacho) y a Calderita. Supongo que habrán disfrutado mucho y en cierto modo les envidio. A veces uno tiende a mitificar el pasado, su pasado, pero otras se equivoca al minusvalorarlo. En buena parte somos productos de nuestras experiencias, de lo que hemos aprendido y sufrido.
Aquí podéis leer el reportaje que les escribí con todo el gusto del mundo. También os adjunto dos fotos que me pasaron: una de familia (resulta curioso reconocer algunos rostros tantos años después) y otra de los dos “alma maters”. A mí el Extremadura siempre me quedará como el equipo sobre el que hice mis primeras crónicas para el periódico, en 1992, cuando llegó a estar en Segunda División compitiendo contra equipos madrileños en lo que entonces era la tercera categoría nacional. Luego la ilusión se fue (supongo que sólo teníamos ojos para la ACB aquel tiempo) y el cotarro desapareció, pero como se puede apreciar, un poso de entusiasmo quedó dentro de muchos de los que pertenecieron a esa aventura. Felicidades.
Estoy hablando de mediados de los 80. Relativamente cerca en la misma ciudad había otro colegio (en este caso público) donde también se trabajaba muy bien nuestro deporte: el Extremadura, en la barriada de Pinilla. José Luis Preciados y Luis Calderita, dos tipos desinterados y auténticamente locos por el baloncesto, fundaron un club de la nada que supo catalizar muchos esfuerzos, que también ganó campeonatos, que también dio nombres interesantes. Por citar a tres: José María Panadero pasó allí un añito siendo un auténtico mocoso y luego lo fichó el Cáceres CB. Juan Carlos Domínguez, un base con un rostro impresionante, estuvo a punto de debutar en el primer año de ACB. Y Jorge Santos (“Saltos”) también hizo una carrerita curiosa en Badajoz y Plasencia y ahora es secretario general de la Federación Extremeña, además de un muy buen tipo. Ah, otro: Lluis, el hijo de Preciados, ha sido uno de los tíos más dominantes que he visto en categorías inferiores. La vida no terminaba en Margallo. Y en cierto modo, creo que el San Antonio se vio obligado a mejorar, a esforzarse más, al tener nueva competencia dentro de la ciudad.
Esto viene porque este fin de semana se ha celebrado una cosa “mu fotita” que me ha llegado hondo, por muy “toni” que todavía me siento (eso sí, el nuevo colegio me da un poquito de repelús, tanto por el contenido como por el continente): unos cuantos nostálgicos han impulsado un reencuentro con la excusa del 25 aniversario del Club Polideportivo Extremadura. Y fue todo un éxito, con 80 tipos llegados de Cáceres y de varias partes de España echando partidos, compartiendo recuerdos, homenajeando a Preciados (ya sin su característico mostacho) y a Calderita. Supongo que habrán disfrutado mucho y en cierto modo les envidio. A veces uno tiende a mitificar el pasado, su pasado, pero otras se equivoca al minusvalorarlo. En buena parte somos productos de nuestras experiencias, de lo que hemos aprendido y sufrido.
Aquí podéis leer el reportaje que les escribí con todo el gusto del mundo. También os adjunto dos fotos que me pasaron: una de familia (resulta curioso reconocer algunos rostros tantos años después) y otra de los dos “alma maters”. A mí el Extremadura siempre me quedará como el equipo sobre el que hice mis primeras crónicas para el periódico, en 1992, cuando llegó a estar en Segunda División compitiendo contra equipos madrileños en lo que entonces era la tercera categoría nacional. Luego la ilusión se fue (supongo que sólo teníamos ojos para la ACB aquel tiempo) y el cotarro desapareció, pero como se puede apreciar, un poso de entusiasmo quedó dentro de muchos de los que pertenecieron a esa aventura. Felicidades.
domingo, 5 de septiembre de 2010
¿Un mes todavía? (o la conexión entre Pedrera y Sidao)
La verdad es que los partidos amistosos de pretemporada son algo así como metadona para los yonkis. Quitan un poco la ansiedad, son un cierto sustitutivo, pero no dan el placer que da lo auténtico, la competición. Hoy el Cáceres 2016 ha jugado el primero de los ocho que tiene previsto en este mes que falta para que empiece la liga en Lleida. No voy a decir esa estupidez de que el resultado (101-68 "en Cajasol") es lo de menos (¿lo sería si hubiese ganado?), pero vamos, que tampoco hay que darle importancia a casi nada de lo que suceda en las próximas semanas en la cancha, creo yo.
Lo digo porque si bien una pretemporada puede ser orientativa de lo que puede pasar luego, cuando arranque lo serio, no hay que fiarse demasiado. Los partidos suelen ser malos, con muchos errores, con muchas rotaciones porque los chicos no tienen oxígeno y porque es el momento en el que todos jueguen. Más que nada es un momento para evaluar sensaciones, ir ensayando algunos conceptos, ver de qué pie cojea cada uno y todos en general. Ni volverse loco con las derrotas ni eufórico con las victorias. Eso sí, estaría bien que el Plasencia este año no te diese pal pelo en la Copa de Extremadura.
Particularmente frío me dejan los partidos a puerta cerrada como el de hoy. Es mejor que un entrenamiento, pero peor que un amistoso "normal". El movimiento parece inteligente, porque cuando se juega contra un ACB hay unos gastos mínimos de 4.000-5.000 euros (y eso no es fácil de sacar, ahora que estás pidiéndole a la gente el dinero del abono). Pero luego no lo es tanto, o sobre todo no lo es en el mismo sentido que si se juega con público y una mayor seriedad teórica.
En mi calidad de informador (ejem...) he estado en varios partidos de este tipo y casi todos han sido bastante desagradables y no sé exactamente cuál es el grado de fiabilidad de las conclusiones que se pueden sacar. Desconozco si ha ocurrido en Sevilla hoy (no creo), pero hay un denominador común en casi todos ellos: la violencia. Una desconcertante violencia.
En 1995, el Salamanca vino una buena tarde al V Centenario a echar unas canastas. Era aquel equipo vestido de naranja que se autodenominaba los Toros y que tan malos ratos nos hizo pasar en su efímera etapa ACB (dos años, cuatro partidos, tres derrotas). Resultó que en una jugada fortuita, alguien soltó un codo y Claude Riley y Toni Pedrera acabaron intercambiando unos upper-cuts ante el barullo general. El partido siguió a duras penas, pero creo que ya nada importó mucho después de algo tan desagradable. Lo cierto es que Pedrera, del que algún día glosaremos su imponente y controvertida figura, era un experto en aplicarle digamos "intensidad" a los entrenamientos y también fue muy comentada una bronca suya con Rod Sellers.
Me vino a la cabeza el asunto hace un par de años, en la temporada en LEB Plata. El Cáceres 2016 organizó un partidillo entre semana con el Habitacle Badajoz y tras otro "lance del juego", Sidao le lanzó un impresionante puñetazo a Mazur, al que afortunadamente le dio tiempo a agacharse. También hubo otros momentos de un "mal rollo" increíble. Aquí tenéis una pequeña crónica al respecto.
Conclusión a vuela pluma: parece que los jugadores, o algunos jugadores, cuando no hay un arbitraje "serio" ni posibles sanciones de por medio, se lo toman de otra manera (quizás ocurrió lo mismo en el famoso Grecia-Serbia de antes del Mundial), lo cual relativiza enormemente el valor de este tipo de partidos. Faltan 26 días para que empiece el basket de verdad. De momento, nos iremos conformando con los sucedáneos y con especular sobre lo que nos gusta o no nos gusta del equipo, pero lo único que valdrá en realidad es lo que pase en el Barris Nord el 1 de octubre.
PD: Vale, sí, está el Mundial de basket, pero esta selección nuestra resulta tan desconcertante... cuanto menos puedes confiar en ella, mejor juega. Y al revés. De todos modos, en general el nivel baloncestístico no está siendo muy allá, creo yo. Demasiadas ausencias, demasiado miedo a perder, demasiadas zonitas para esperar el fallo del rival...
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