"Sunday morning, praise the dawning
It's just a restless feeling by my side
Early dawning, Sunday morning
It's just the wasted years so close behind"
'Sunday morning', la canción perfecta para las resacas.
Vamos con los diez pensamientos aleatorios sobre el mes de octubre.
1. Tres victorias y una derrota. Sí, es lo único que importa en el deporte profesional: los resultados. ¿Lo único? No, la verdad es que no me apunto a eso. Importa también mucho la diversión, la implicación de los tíos que defienden la camiseta de tu ciudad, muchas otras cosas que hacen del deporte algo más que resultados. Pero mirándolos fríamente, es un buen balance para terminar octubre.
2. El liderato fugaz. Fue bonito tener unos días al Cáceres ahí arriba, líder en solitario, aunque fuese de la LEB Plata. ¿Un nuevo amanecer en el que serías el equipo más respetado y temido de la categoría? Sonaba bien, sí. Pese a la derrota ante el Zornotza, está claro que hay que pedir que se esté arriba. Muy arriba.
3. Rotaciones y tal. "Si no puedo hacer cambios con 20-4, en casa, ¿cuándo voy a hacerlos?". Me generó una pequeña sonrisa la reflexión de Ñete después del partido. Él es un poco de los míos en el sentido de no creer fanáticamente en la obsesión del basket moderno por repartir casi equitativamente los minutos. Y lo demuestra habiendo construido un equipo con un gran quinteto inicial.
4. Rotaciones y tal (II). Los que ganan los títulos (o logran los ascensos) son esos cinco que se chuparán la mayor parte de los minutos, pero se necesita un poquito, solo un poquito, de los que salen del banquillo para dar descansillos. Lo dieron en los tres primeros partidos y en el último no. No siempre será así: Kasse tiene mejor pinta de lo que parecía, para empezar.
5. El club elitista del albornoz. "Baño después del albornoz". Pensé en hacerme el gracioso con el titular el otro día, pero finalmente no lo puse. Hubiese sido injusto y cruel: es un buen detalle que los jugadores tengan iniciativas humorísticas como esa del albornoz. Demuestra buen 'feeling' en el vestuario y eso suma. Pero, claro, solo puede airearse si se va ganando.
6. Adaptaciones. Lo del albornoz es cosa de los nacionales, a los que casi no les queda más remedio que 'hacer piña' porque comparten piso la mayoría. También lo hacen Garfield Blair, Kelsey Williams y Javier Carter (esto nunca había pasado con extranjeros aquí). Creo que se ha demostrado buen ojo fichando a los tres, pero un aspecto que no se puede controlar es su adaptación. Y ahí se ve que va a distintas velocidades.
7. El público. Ay, el público. Muy poca gente, pero era lo que se podía esperar, ¿no? De todos modos, me sorprendió positivamente que no hubiese una catarata de silbidos el otro día por lo del segundo cuarto. Se confirma la teoría que los 500 que van lo hacen con el corazón abierto. Son absolutamente incondicionales para todo. Si eso pasa en las épocas de 'Piti' o Aranzana...
8. El no público. En un escenario ideal de muchas victorias, liderato y ascenso directo cercano, ¿cuántos más se subirán al carro? Es una grandiosa duda que me gustaría tener el placer de despejar. Ya se sabe que esta ciudad ama a los ganadores, pero desconozco hasta qué punto. Hay una afición latente, ahí, sí, los 'sundays mornings'. Pero hay que insinuarse mucho y bien para seducirla.
9. Los otros. El Palma Air Europa se vislumbra como principal oponente, como se preveía, pero ya se demostró que no está en otro planeta, como demostró su particular 'revolcón' a lo Zornotza contra el Araberri en casa. Es una liga clandestina, sin grandes nombres, y eso mismo la convierte en una cajita de sorpresas. No hay que fiarse de nadie: los demás tendrán doble motivación contra el 'grande'.
10. ¿Y ahora? Pues no sé, excepto que volveré a escribir sobre noviembre dentro de un mes y que el pobre Lou, siempre obsesionado por la muerte, ya la está saboreando. Lo normal será que el Cáceres siga ganando mucho más que perdiendo, que el equipo juegue cada vez mejor, que quizás vaya un poco más de gente al pabellón...
Os dejo con la banda sonora con la que este artículo debe ser leído...