viernes, 19 de noviembre de 2010

¿Qué fue de ellos? (X): Santi García


En la vida es complicado tener el éxito completo, por mucho que uno emprenda los retos con mucha ilusión. Por eso no puedo contar demasiado sobre Santi García, con el que me he llevado una pequeña decepción personal por lo que ahora voy a relatar.

En internet solamente se encuentra una referencia sobre él: en el 2007 jugaba en la liga de veteranos de la isla de Tenerife con el equipo de su pueblo natal, Garachico. A partir de ahí, nada. Ni Facebook ni ningún otro rastro. Pero me puse a ello porque, como dice mi mujer, soy muy cabezón y gracias a unos colegas del periódico La Opinión de Tenerife conseguí su teléfono. El pasado lunes le llamé y me contestó apresuradamente. "Trabajo en la construcción, me pillas ahora liado. Llámame esta tarde y hablamos". Por la tarde, a la hora convenida, no me cogió el teléfono, y lo he intentado otras seis o siete veces durante esta semana, además de mandarle dos SMS. Nada. Síntoma inequívoco de que no le interesa demasiado que sepamos de él. Es libre de hacer lo que quiera, claro. Lo respeto. Pero me da un poco de pena. Queda esto un poco incompleto, ¿no?.

Así es que no os puedo ofrecer una foto actual ni ningún dato más que no sea lo de que está en el mundo de la construcción y que siguió jugando a nivel de veteranos. Mejor recordarle como aquel gladiador de los tableros, quizás no sobrado de fundamentos, pero sí de coraje. Como a todos, mucha suerte en la vida.

1 comentario:

Juan dijo...

Don´t worry.

Supongo que lo que te ha llevado a ser tan insistente con él, ha sido el deseo de poder ofrecernos a todos una buena información. Así que muchas gracias.

Cuando he visto su foto he pensado "Gladiator"..., y mira tú por dónde así le defines después.

Para mí, demente confeso, era nuestro particular Pedrolo Rodríguez... aunque le recordaba más calvo que como sale en la foto.

Cuando alguien resulta ser tan esquivo o reticente a explicar cómo le va, hay que ser respetuoso y entender que quizá no se sienta muy bien contando cómo le marchan las cosas. Es algo humano.

Nosotros le recordaremos como un miembro más de aquella mítica plantilla al que deseamos suerte.