Cinco reflexiones sobre la temporada (habrá más)

He dejado pasar unos días para acometer un pequeño balance de la temporada en el Cáceres Creativa, ese equipo que cambió tanto de un momento a otro que cambió hasta de apellido. ¿Los motivos? Siempre va a estar ahí la polémica entre los que dicen que únicamente se debieron a las reiteradas lesiones y los que estimaron que la plantilla llegó demasiado justa de fuerzas e ideas al último cuarto de la liga regular, cuando estropeó los buenos resultados anteriores y por ello se vio abocada a un cruce imposible contra el Obradoiro. Allá van unos cuantos pensamientos al respecto, si os parece seguimos estos días desarrollándolos, esto no es un debate cerrado.
 
1. Oportunidad perdida. Sí, una pena de año, dejando al margen los porqués. Casi todos estamos con que era uno de los cuatro o cinco mejores equipos de la competición, con la suficiente pólvora como para lograr el factor campo y pasar al menos una ronda de "play off". Eso no hubiera estado mal. Caer a las primeras de cambio es poco, aunque suponga igualar lo que se hizo hace un año. Las buenas promesas que nos ofrecieron los chicos de Aranzana durante gran parte de la temporada han sido quizás el peor enemigo a la hora de hacer un análisis. Si supiésemos que este equipo era malo hubiera sido más disculpable el desastre. Era una campaña para estar arriba, muy arriba. Quizás no tanto como para pelearte con Obradoiro y Murcia, pero sí para vivir en esa segunda fila donde se estuvo el 75% de la temporada regular.
 
2. Una estructura a revisar. ¿Qué ha pasado, entonces? Todos los equipos tienen lesiones, aunque quizás no tantas que afecten a jugadores principales. Es difícil imaginar al Murcia subiendo si Pedro Rivero, el base titular, anda renqueante toda la temporada por unas cosas u otras o Faverani se tiene un durísimo esguince faltando 6-7 jornadas para el final de la liga regular. Pero un equipo tiene que dotarse de mecanismos para que esto no afecte tanto como para perder 7 partidos seguidos, como ocurrió. Yo creo que todo es consecuencia del modelo de plantilla que se hizo: 6-7 jugadores de mucha calidad, mucho currículum, mucho dinero y... poco más después. ¿Poco más? ¿Tan flojos eran los Mediano, Movilla, Sanguino, Valeika como para que fuesen tan poco utilizados y, cuando salieron, se notase tanto? ¿Cuestión de talento o de confianza? ¿En el futuro sería mejor repartir la pasta entre diez más equitativamente?
 
3. Un error que se paga caro. Cuando te echas en manos de estos 6-7 jugadores, tienes que acertar en todos. Si no, vas a cojear inevitablemente. No bastó dar en el clavo en 3 de los 4 principales nuevos: hablando de fichajes, Antelo, Humphrey y Xavier bien (con sus maticillos, y sus cuestiones físicas) y McCoy mal, lo que terminó de hundir el barco. Yo personalmente esperaba más de él, y eso ha sido lo malo, porque cuando le hemos visto metido, ágil, ha sido muy desequilibrante. Pero eso ha sido muy pocas veces, un poco al principio y un poco al final. Demasiado tiempo en ligas no competitivas, como alguien apuntó cuando se le fichó. En el medio, malas caras, una actitud cuestionable, una lesión menos recuperable de lo que parecía y el fin del romance entre el club y su hasta ahora "agente fetiche" para los americanos, David Carro, que esta vez no le pudo sacar gratis como ocurrió con los Holcomb, Newble y compañeros mártires.
 
4. Aranzana, ¿el nuevo anticristo? Voy a decir una cosa que me arriesgo a que sea impopular, pero creo que Gustavo merece otra oportunidad, otro año en el banquillo... si él quiere, claro. Pero... ¿impopular? Leyendo los comentarios de la web de mi periódico, parece el tipo más odiado del basket local, pero no creo que sea tanto así. Qué hartura de entrenadores anónimos, de verdad, qué gusto por la lapidación del prójimo. Muchos de los que opinan ni van al pabellón, eso ya lo voy diciendo yo por delante. En todo caso, se puede estar en contra suya, es legítimo. Mi opinión es que, con sus pros y sus contras, es un gran entrenador para este proyecto. Se ha comportado casi siempre con corrección, conoce los mecanismos de este negocio, los jugadores le respetan y hay que verle con toda la gente a punto y funcionando, que es cuando se siente cómodo, importante. Que no se nos olvide el equipo sólido y serio de buena parte de la temporada, aunque estoy también convencido en que se equivocó en gestionar algunas cosas cuando la situación empezó a torcerse. Y sobre todo, que no debió admitir el pasado verano seguir trabajando con gente en la que no confiaba, como Marcos Maynar. Vi a mucha gente aplaudiendo como loca en los partidos de los "playoffs". Eso significa algo: no hay equivalencia entre ese "estado de opinión" que parece que hay en internet con el que se respira en el Multiusos.
 
5. Pero... ¿habrá equipo? Sobre esto, escribí en el periódico hace unos días en un tono más formal: http://www.elperiodicoextremadura.com/noticias/noticia.asp?pkid=580059 Las conclusiones no deberían ser de trazo grueso. ¿Con el PSOE en Cáceres y Mérida el proyecto seguirá adelante y con el PP no? No creo que los populares quieran darse de primeras un tiro en el pie tan clarísimo cargándose un club que, queramos o no, es uno de los estandartes de la ciudad. Quizás no al mismo nivel de hace 19 años (hoy se cumple el aniversario del ascenso, por cierto, felicidades a todos), pero el baloncesto sigue siendo uno de los referentes cacereños. Todos sabemos que el deporte de élite necesita en Extremadura de dinero público, como lo necesita la cultura de élite (Womad, Helga de Alvear...), lo necesita la industria y lo necesita cualquier cosa que se mueva. Esto seguirá vivo lo que queramos nosotros con la presencia en las gradas, o el espacio en los medios de comunicación. No repitamos errores del pasado.
 
Seguimos hablando. Por cierto, esta entrada se la dedico a Iñaki Montero, desde hoy hijo predilecto de este blog.