Aquí normalmente hablamos de jugadores, entrenadores o incluso directivos. Hasta de nosotros mismos, los periodistas. Pero hay otra gente en este mundillo del basket que también es importante para que todo funcione. Hoy voy a escribir sobre una de esas personas porque al fin y al cabo es actualidad: Jorge García León, más conocido como Jordi, más conocido como "Sobradete" para la redacción de deportes del Extremadura desde que le tuvimos allí un verano haciendo prácticas. Dentro de unas horas, el director de comunicación y marketing (y muchas cosas más) del Cáceres 2016 se casa y este (aparte de un sobre menos cuantioso de lo que me gustaría) es mi regalo: una entrada en Bujarrocesto, como llama él a este modesto (?) espacio internáutico.
A Jordi le conozco de siempre, como nos conocíamos todos los del colegio. Él debe ser tres o cuatro años menor que yo. Nos hemos rozado muchas veces, incluyendo seguramente en algún campamento de los de Pacífico, aunque yo no fui muy de la AFA. Cuando nuestros caminos se cruzaron realmente fue en el verano del 2004, cuando nos lo asignaron para que hiciese prácticas en deportes junto con otro gran personaje como Alejandro Segalás, el redactor principal de A pie de pista. Fue realmente divertido trabajar con ellos: dos chicos dispuestos a todo, a los que les encantaba meter la cabeza en el mundillo y que escuchaban cuando se les hablaba.
Jordi era especialmente llamativo en su personalidad, mientras que Alejandro quizás tenía un carácter más gregario, necesitando menos el protagonismo. Jordi no. Siempre estaba contando historias sobre sus viajes, sus estancias de larga duración en Italia y Londres, de sus amigos. Más que por el deporte, transmitía una gran afición por el cine, pero en general era (y es) un apasionado de la vida, un descarado con un alto concepto de sí mismo sin perder de vista la realidad. De vez en cuando le sonaba el móvil, él lo cogía y empezaba a hablar en italiano a voces:
-Ciao, ragazzo, come stai? Io sono laborando nell'giornale. Cosa fai, fratello?
Los nos mirábamos y nos reíamos un poco por lo bajo. El tío merecía el apodo que le pusimos: Sobradete. Y mira, no le desagradó del todo. Uno de los últimos días, busqué una foto que publicamos en la temporada del ascenso, en 1992, en la que, siendo un adolescente aparecía levantando los brazos, de pie, entre una multitud sentada en uno de los fondos de la Ciudad Deportiva, y la encontré. Creo que le hizo una ilusión enorme tenerla.
Tras aquel verano de anécdotas incontables dentro y fuera de la redacción, le perdí un poco la pista hasta que tres años después le reclutaron para el nuevo proyecto del Cáceres 2016, necesitadísimo de manos que lo hiciesen salir adelante. En principio, Sobradete iba a ocuparse de la relación con los medios (algo que Piti Hurtado, uno de sus valedores, consideraba fundamental) y también de patear las empresas para sacar pasta. Pero un club a estos niveles requiere mucho trabajo y mucha gente alrededor y él fue ampliando horizontes para poco a poco ocuparse igual de conseguir un fontanero a las cinco de la mañana que negociar un contrato con un agente que hacer un vídeo de una presentación que escuchar la última idea de un peñista que hacer de psicólogo con la mujer deprimida de un pívot yankee.
Son tantas cosas las que sé que hace ahí dentro (y las que no sé) que realmente se hace poco imaginable que la cosa pudiese funcionar sin él. Tiene un buen manejo de las relaciones públicas y de la tecnología, conoce a medio Cáceres y posee un encanto personal difícil de resistir. Sí, sigue siendo un Sobradete, pero con un halo entrañable. Por supuesto, no siempre (más bien casi nunca) estamos de acuerdo en nuestros enfoques de las noticias, ni a nosotros nos gustan algunas normas que ha impuesto para el trato con la gente del club, pero la cosa no pasa de ahí. No puedo negar que somos amigos: ya digo que dentro de un ratito cojo un autobús para ir a su boda.
Un último detalle sobre él que expresa bien de qué va el personaje: no se irá de luna de miel hasta dentro de una semana porque considera tiene que estar en el inicio del trabajo de pretemporada del equipo. Y otra cosa que habla bien de él ha sido su elección para esta tarde y el resto de su vida: Rocío es una chica guapísima, lista y discreta.
Felicidades. Supongo que habrá barra libre, ¿no?
1 comentario:
A ti Jordi solamente puedo decirte ENHORABUENA espero que esta nueva vida que inicias con la mujer a la que amas, y que ella te ama, seaís muy felices los dos juntos.
Un abrazo de un amigo.
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