domingo, 10 de enero de 2010

Pues... no fue para tanto. ¿O sí?


Feliz año a todos lo primero.


Lo segundo... A la espera de entradas un poco más "retro", empezaré el 2010 reflexionando sobre lo más inmediato, el Cáceres 2016-Tenerife del viernes (71-73).


Es, probablemente, el único partido en mi trayectoria como periodista de baloncesto en el que la crónica que me ha salido es bastante más suave con el equipo perdedor que el análisis que hace el entrenador del propio equipo perdedor. ¿Increíble? Veamos.


No es que yo me deshiciese en halagos al Cáceres 2016. Podéis leerlo aquí. Argumentaba un poco lo de siempre: este equipo tiene dos caras, es poco constante, se va de los partidos y lo paga caro, cuando despierta ya es tarde, no cierra el rebote, sus tiradores son irregulares, etc, etc... Pero no sé, hay veces en las que se puede tender más al ensañamiento (individual y colectivo), como más o menos hice en partidos como el del Mallorca o el Palencia, por citar dos ejemplos recientes. Al fin y al cabo, no hay que olvidar cosas como los problemas de faltas en el tercer cuarto, la decisiva lesión de Drew Naymick (qué bien habla de él o qué mal habla de la plantilla el hecho de que te haga tanto daño que un teórico picapedrero se te fastidie) o que dos de los jugadores que deben marcar el nuevo estilo, Cherry y Newble, acaban de llegar.


El equipo tiene muchas carencias, nadie puede negarlo. Pero, ¿tantas como después del partido Gustavo Aranzana se pegue una rajada importante como esta, que por cierto no es la primera? Me hizo pensar un poco cuando me iba para casa después de salir del periódico. Y aún le doy vueltas. Si el entrenador sacude así a los que son sus jugadores, es que seguramente lo hicieron peor que lo que yo transmití en la crónica. Blandito, blandito, blandito Javier Ortiz, crudo y directo Aranzana... ¿Fue para tanto o es una estrategia de Gustavo? ¿Si se culmina la remontada a falta de tres minutos hubiera dicho todo esto? No, claro. El resultado es lo más importante (lo único importante), también para los entrenadores.


Tengo la impresión de que en el fondo a lo mejor yo y otros muchos como yo nos hemos acostumbrado a esta mediocridad de equipo y por un lado victorias como las de La Palma nos parecen maravillosas por la supuesta solidez que se mostró y por otro derrotas como la de Tenerife nos pillan algo vacunados. No sé. No me gusta demasiado participar del ambiente ultracrítico que parece que se respira muchas veces en el baloncesto local, contribuir innecesariamente al cansancio que se respiraba por ejemplo en la última etapa del Cáceres CB en la ACB o la crispación de la última fase de Piti en el banquillo. Somos lo que somos: una plantilla hecha con bastantes errores que, como suele ser habitual, se van subsanando dificultosamente y ya veremos con qué resultado económico. Y un entrenador que, como de forma muy acertada me decían esta tarde, está acostumbrado a que, si baja a los infiernos de la LEB, está más acostumbrado a conducir un Ferrari como era el León que subió hace tres años (Quinteros, Bernabé, Hughes, Bulfoni...) que el Seat Ibiza (carillo, eso sí) que ha querido heredar de otro. Supongo que en su fuero interno pensaba cuando llegó aquí que podía cambiarlo todo, porque un tipo con su historial es lógico que esté muy seguro de sí mismo, pero poco a poco se está dando de bruces con la realidad.


Lo peor es esta sensación de querer acabar la temporada cuanto antes para poder centrarse en la siguiente cuando todavía quedan 16 partidos de liga regular y el "playoff" no está tan lejos, al menos en clasificación, aunque sí en sensaciones. Y otra cosa mala es intuir que Aranzana llegará ya "tocado", "desgastado", al próximo curso.

4 comentarios:

Rayito y Lanita dijo...

Buenas Ortiz, no conozco o sí el deporte de la canasta de Cáceres, desde hace mucho tiempo, aclaro lo de no o sí....porque llevó desde que estudiaba aquí en Cáceres viendo al equipo en sus diferentes categorías...pero este ambiente un tanto crispado...creo no sé, que es algo raro...
Yo soy un apasionado de este deporte y optimista por naturaleza y desde mi punto de vista digo que tenemos que disfrutar de las victorias y de las derrotas...si si de las derrotas porque significan que tenemos baloncesto en nuestra ciudad con todo lo que ello conlleva...
Aranzana tiene que ser un gran tipo...y en "caliente" parece que se acelera...pero bueno es así...y tenemos que respetarlo...aunque sigo pensando en que el cambio de entrenador no ha sido la solución de los males de este equipo..

Un Saludo

Anónimo dijo...

yo estoy con el anterior comentario,el mayor problema ha sido el cambio de entrenador,porque aranzana,curiosamente por su veterania y trayectoria,no se ha responsabilizado de nada,dejando a los jugadores en el disparadero más de lo normal
no nos gustan en caceres los llorones y este aranzana esta demostrando poco saber estar en los momentos dificiles,lo unico que ha traido el cambio de entrenador ha sido que la crsipacion contra el entrenador ha desaparecido,porque los resultados son iguales (derrotas EN CASA contra palencia y tenerife,equipos de abajo),la ansiedad es más aún y el descontento cada vez mayor.riesgo,que se caiga en la apatía,ahora no hay un blanco visible,pues a otra cosa.

Macario dijo...

Me alegro de que escriban más comentaristas…

Tocas dos temas, y atisbo críticas bidireccionales: a Aranzana y a la actitud de parte de la afición - en la que no sé si te incluyes- por el ambiente ultracrítico que contribuye al cansancio en relación al equipo…-


En relación al entrenador, a mí personalmente no me molestan las rajadas, siempre que no se falte al respeto. Los jugadores de baloncesto cuando hay críticas, en mi opinión, pueden crecerse, pasar o encajarlas mal… Messina, Ivanovic, Aíto, Casimiro o Phil Jackson ( Julbe?? ) son ejemplos de entrenadores que en determinados momentos públicamente han criticado a sus jugadores poniendo de manifiesto defectos de actitud, aptitud o falta de liderazgo. Entiendo que haya quien pueda pensar que eso es llorar, pero a mí no me parece mal si luego los resultados amparan al entrenador. Otra cosa es que partido tras partido el grupo no reaccione o no juegue bien, en cuyo caso podrá concluirse que el entrenador no es capaz de hacer funcionar un grupo de jugadores de cierto talento. Creo que Aranzana está calibrando la fortaleza de sus jugadores para acabar de decantarse por los que valen para la próxima temporada… ( Cherry, Francis… y se acabó??... o también Lucio y Naymick…)

En cuanto a la actitud de parte de la afición… bueno creo que con el equipo se está siendo algo más paciente que cuando estaba Piti. Y me parece bien que se sea paciente. Con Piti o Aranzana… Ahora bien, se es paciente, pero es obvio que ya no se respira la ilusión de antaño. Cierto que el juego del equipo no ayuda, pero tampoco percibo mucha ilusión. Para ser justo diré que estuve el día de La Palma y vi al público más enchufado… el equipo le dio, y respondió…

En fin, quizá cuando veamos un equipo regular y fiable, los 2.500 que van al Multiusos se animen más…

Me quedo con ganas de hablar del papel de Lucio, Francis y Gio, y del proyecto del Cáceres 2016, pero ya habrá ocasión.

Por cierto, agradezco que hayas actualizado el enlace a la página del Cáceres.

Saludos.

lyman dijo...

De nuevo, muy buena entrada; tocaba hablar de ello.

Respecto de Aranzana, yo tengo claro que lo que hace está marcado por el estilo "old school": es un vieja escuela absoluto y lo que busca en sus declaraciones es una reacción de los jugadores, producto del pique o escozor que sus palabras provoquen...no estoy diciendo que esto funcione ni que no, sólo opino que es su estilo y que es el que tan buenos réditos le ha dado a lo largo de su carrera (más bien exitosa, hay que reconocerlo sin ambages). Ahora bien ,aunque como apunta Macario, a mí especialmente no me molestan las "rajadas" -y has señalado ilustres ejemplos-, ni creo que sea un lloriqueo, yo veo que se está estirando un poco este estilo en Aranzana para excusar su trabajo en el equipo. Puntual, vale; específico, vale; pero que ganamos todos y pierden los jugadores, no me vale en absoluto. ¡OJO! No digo que esto haya sido así, pero que Aranzana está marcando una tendencia que espero no le lleve a esas últimos consecuencias que digo.

Respecto a la afición ( y conste públicamente que no he asistido a los 2 últimos partidos), yo creo que a la "Explosión Piti" ha sobrevenido una meseta en la que no hay especiales ilusiones. El "Efecto Gus" (bien Macario) duró poco y las señales del equipo se han mantenido con los dos técnicos y Javier las señala a la perfección: irregularidad patente, con ratos de apatía asombrosa que nos lleva a encajar parciales, jugadores que se implican y desparecen como el Guadiana, etc.
Tampoco hay que dramatizar demasiado, somos una afición acostumbrándose a una categoría (de la que debíamos disfrutar más) que está un poco desorientada porque (claro) esperábamos más de esta temporada...temporada que no debemos, como bien dices, dar por acabada ya y resignarnos a pensar en la siguiente, puesto que esto no suele conducir a nada bueno (PD. pensamos este verano anterior en que acudir primeros al mercado nos daba ventaja, pero esto en deporte es más que relativo, y no sino, mirad el ejemplo contrario que está suponiendo el Xacobeo en la ACB).

Un abrazo