martes, 25 de mayo de 2010

Claves para el momento clave de la temporada 2010-11: AHORA


Muchos estaremos de acuerdo en que ahora, en estos días aparentemente plácidos de mayo y junio, aún con los últimos partidos de la temporada recientes y mirando al mismo tiempo lo que hacen los que quedan en competición, es cuando se está jugando buena parte de la suerte que se vaya a tener en la próxima campaña. Y eso que faltan casi cuatro meses para que el balón vuelva a volar…



Es el momento de los vídeos, de las negociaciones, de los tira y afloja, de dar en el clavo con la planificación de la próxima plantilla. En el Cáceres 2016 lo tienen claro y ahí andan, trabajando sordamente para dar en el clavo, porque ya sabemos por experiencia lejana y reciente que si se falla ahora, luego ya es difícil rectificar y se nada contra corriente. No siempre hay un Kenny Green o un Carlos Cherry que te cambie el rumbo abruptamente. Aquí van unas claves para seguir de cerca lo que ocurra en las próximas semanas.


--Dinero. Todo en la vida empieza y termina con esta palabra que todos odiamos, pero sin la que resulta imposible poner un pie en la calle. En cuanto al Cáceres, tiene bastante buena pinta. Y no porque vaya a tener mucho, sino porque todo indica que va a conseguir mantenerse más o menos con lo mismo con lo que contaba la temporada pasada, lo cual en estos tiempos de crisis (también en el baloncesto, of course) es importantísimo. Las instituciones dan por bien empleado lo que invierten/gastan (que cada uno lo llame como quiera) en este proyecto, que ha demostrado una seriedad bastante mayor que la de los tiempos más oscuros en la ACB (también es más fácil pagar una nómina de 10 millones que una de 30, todo hay que decirlo). Y luego en cuanto a apoyo popular, siempre creo que va a estar ahí más o menos, unos 2.000 fieles que se divierten o sufren con lo que se les da y unos 1.000 o 1.500 de “afición flotante” que miran de reojo lo que pasa y que no descartan volver.


--Filosofía. Si yo ahora escribo que Aranzana es un “amarrategui”, alguien lo va a tomar mal. Y sin razón. Pero lo es, y lo va a ser también fichando. Quizás el término, que no sé quién lo acuñó exactamente pero que parece ligado a aquel entrenador de fútbol que tanto gustaba de poner autobuses bajo su portería, José María Maguregui, haya acabado siendo despectivo. Pero en el caso de Gustavo le define bien como persona y como profesional del deporte: es una persona prudente, tranquila (nada que ver con la foto, por cierto), a la que no le gustan los riesgos, que adora ir a lo seguro, caminar por sendas que ya ha transitado. Seguramente no sea el mejor compañero para hacer “puenting” ni para ir en busca del arca perdida, pero sí puede ser alguien que va a dar pasos firmes y racionales a la hora de acudir al mercado. No va a haber experimentos. Quiere jugadores que conozcan la categoría, sobre los que sepa cómo respiran a las buenas y a las malas.


--Objetivos. La cosa es ¿qué queremos del Cáceres 2016 y qué puede darnos? Creo que ahora el club está en una posición bastante buena en este sentido: nadie en su sano juicio puede pedirle un ascenso porque es evidente con las condiciones actuales que no podría hacerlo efectivo. Y esa presión ya te la has quitado. Pero sí se está quedando en muy situación favorable para ser un fijo de los “playoffs” (por los motivos económicos explicados ahí arriba y porque la “filosofía de la experiencia” muchas veces da resultados) y hacer disfrutar a su gente de temporadas en los que el baloncesto sea lo principal con un buen barniz de victorias.


--Nombres, nombres. Al lío. Creo que Carlos Cherry renovará y que, con su preponderancia sobre el juego, hará que el papel de Perico Sala, cuyo contrato se prolongó automáticamente por entrar en los “playoffs”, sea tan poco relevante como el de la última campaña. Quizás no está ya en su mejor momento profesional y que lo ideal a lo mejor hubiese sido alguien más joven y de proyección, pero tampoco creo que vaya a ser algo decisivo. Cherry se lo comerá todo. Y por eso sería un buen palo que no siguiese.

Con Francis Sánchez y Lucio Angulo están ocupados ya buena parte de los minutos de los aleros. Con el malagueño habrá que intentar que su reciente “romance” con la grada se prolongue, algo que tiene asegurado al aragonés, al que auguro menos protagonismo por aquello de la edad. Ya se vio que llegó fundido al “playoff” ante Burgos.

Ahí entra Xavi Forcada, al que parece que no será fácil renovar. Tiene cierta lógica que pida un contrato mejor, pero también debe elegir bien dónde sigue desarrollando su carrera. Aquí está bien y se ha ganado la confianza de Aranzana, que no es poco. Si no se llega a un acuerdo, tampoco será una tragedia. Tomás Bellas me parece a mí que tampoco se ha salido en su aventura.

Del “cuarto hombre” pedimos todo: que tenga tiro, que pueda subir el balón, que tenga experiencia y que no sea extracomunitario, aunque podría haber sorpresas en este sentido. Va a ser una clave importante para que el equipo funcione.

Por dentro, raro será que los tres jugadores que se fichen no tengan ya minutos a cascoporro en las ligas españolas y preferentemente en la LEB Oro. Me huelo alguien tipo Taylor Coppenrath acompañando a otro que asegure las dobles figuras cada noche de viernes (Ryan Humphries style). El “prototipo Chagoyen” cuadra para el primer reserva, pero habrá que esperar. A Juan Sanguino le he visto hoy bastante confiado en seguir en una charla que hemos tenido.


Hasta aquí hemos llegado. Seguiremos opinando y/o informando.

viernes, 14 de mayo de 2010

Yo le gané a preguntas sobre basket al arquitecto del campeón de la Euroliga (o cómo tener 15 años y ser un insolente mocoso)



Estos días asistimos a una catarata de halagos al proyecto del Barcelona de baloncesto. Probablemente los mismos que hace un año sacudían a Xavi Pascual, Chichi Creus y todo lo que se moviese alrededor tras la derrota ante el CSKA en semifinales hoy les ensalzan. Pero su trabajo ha sido el mismo una temporada que la otra, sus méritos y capacidad exactamente la misma. Todo depende de que enfrente te encuentres a un Siskauskas en estado de gracia, como ocurrió aquel día, o sepas contener la reacción del Olympiacos en el tercer cuarto, como pasó el domingo. Resultadismo puro y duro, me temo.





No es este blog para hablar de Euroliga, no. Simplemente quería contar una anécdota relacionada con Creus, la mejor casi seguro que me ha sucedido en mi vida. Y eso que sucedió antes de que me empezase a dedicar al periodismo, fuente inagotable de sucesos inimaginables todos los días. Pero aquello fue insuperable. Y siempre lo recordaré con un cariño enorme. Siempre.





Sucedió en 1989, en un tórrido verano de esos en los que las únicas salidas eran esperar el petardazo anual de Perico Delgado a eso de las 4 de la tarde y soñar con que el Licor 43 con naranja en el Parque del Príncipe no te sentase excesivamente mal a las 11, justo antes de regresar a casa. Como ya he contado otras veces aquí, soy un pésimo jugador de baloncesto. Hasta mi mujer me gana en el concurso de triples del Wii Sports Resort. Pero yo por entonces soñaba con mejorar aunque fuese un poquito practicando ese deporte que me apasionaba y del que veía todos los partidos. Así es que me apunté a un campus que organizaba en Cáceres el Club Baloncesto Granollers, entonces llamado Cacaolat.





No aprendí demasiado en aquellas largas jornadas en el Municipal, actual Serrano Macayo Arena. Más bien nada, aunque al menos me ayudó a estar entretenido y a alejarme bastante de las revistas porno (bueno, quizás no tanto). La historia llega aquí: el Granollers trajo como profesores durante un par de días a Larry Boston, un veterano jugador (http://www.basketpedya.com/player/Larry-Boston/509) que nunca llegaría a estar en la ACB, y el gran Creus, que por entonces ya era uno de los mejores bases nacionales, aunque no el mito que es ahora después de todo aquello del título con Manresa.





Mi mejor momento del día era el campeonato de un prolijo trivial pursuit adaptado al basket que había regalado la revista Basket 16 aquella temporada. Poco a poco con mis enciclopédicos conocimientos (no es sarcasmo, ojo) fui eliminando rivales hasta que llegué a la final y la gané. Nada sorprendente, valga la chulería. El caso es que los monitores (entre los que estaba, por cierto, Ñete Bohigas) y mis compañeros empezaron a conocerme bajo el apelativo de “Trivial”. Quizás peyorativo, eh. No sabía ni hacer una entrada a canasta, pero sí quién era el base suplente de los Milwaukee Bucks o el segundo apellido de Sibilio. Fascinante.





El día que vino Creus, aparte de su charla y sus truquillos (ays, si el talento pudiese enseñarse…) a alguien se le ocurrió enfrentarle a “Trivial”, y no precisamente en la pista. Y, Dios mío, le gané. Aún no me lo creo, y han pasado más de 20 años. No fue una victoria holgada, eh. A veces uno habla con jugadores y no saben absolutamente nada de nombres, fechas, partidos, historia… Sólo saben meterla, o pasarla, o hacer que el otro no la meta. Y no es poco. Creus no era así. Las de baloncesto español las manejaba genial (hubo incluso alguna sobre encuentros en los que él había participado), aunque flojeaba algo en las de NBA, donde el insolente adolescente sacó ventaja.





Ocurrió. No lo soñé. Todo el mundo me felicitó. Él me llamó “Trivial” también con una gran sonrisa. Me hizo pensar (en el rato que mi cerebro estuvo libre tras pensar 23 horas y 59 minutos al día en la chica que NO me saludó en el Duque) que todo ese conocimiento quizás vacío que yo había acumulado los años anteriores podía servir para algo. Y acabó sirviendo, mirad por dónde…





El último capítulo de la anécdota se produjo unos años después. No pude evitar abordar a “Chichi” en la zona de vestuarios del V Centenario, en una de sus visitas con el TDK, y relatarle, a grandes rasgos, la película. No sé si por quedar bien, pero me dijo que se acordaba, que no era raro que me dedicase a escribir de basket.



¿Ha sido para tanto? Quizás no, pero es uno de los recuerdos más especiales de mi vida.





PD: Como premio, me regalaron el Trivial. Y aquí está todavía, lo veis.

lunes, 10 de mayo de 2010

Siempre es 10 de mayo

Hoy 10 de mayo es un poco el cumpleaños de todos los que amamos el baloncesto de Cáceres. Ya han pasado 18 años desde aquello que no hace falta ni explicar. A veces puede pensarse que en general (y en particular este blog) en el mundo de la canasta de la ciudad tendemos a vivir un poco en el pasado, a regodearnos en las glorias pretéritas, a ser unos nostálgicos de esos que, de añorar lo ocurrido, son incapaces de disfrutar del presente o preparar el futuro. Y se equivocan, creo.

El 10 de mayo no es algo inmóvil que quede ahí como un ancla que impide avanzar. Es simplemente una inspiración, un recordatorio de que lo imposible puede hacerse realidad si todos estamos juntos. Cada uno tiene su propio 10 de mayo particular, hasta los que no lo vivieron. Pero ocurrió. Y sigue con nosotros para alimentarnos y hacernos sentir grandes y poderosos, eternos como el segundo que transcurrió desde que Sant Jordi soltó el balón y se depositó en el aro.

Aquí en pdf os dejo un documento curioso al respecto que quizás no hayáis leído todos: una doble página que hice en el Periódico publicada el 10 de mayo del 2007 con diez motivos para no olvidar el 10 de mayo en su decimoquinto aniversario (especialmente bueno el gráfico de mi compañero, el peculiar infógrafo Julio Regidor). No hay que olvidar que fue escrita cuando se cumplían casi dos años sin baloncesto profesional en la ciudad, con la fe de muchos erosionada por la travesía en el desierto. Sin embargo, el basket volvió, y lo hizo con fuerza. Y todos los días volvieron a ser 10 de mayo, si es que alguna vez habían dejado de serlo.

sábado, 8 de mayo de 2010

Una gran peli no tiene por qué acabar bien


No siempre algo para ser pleno tiene que terminar bien. Citaría "Casablanca", pero no soy un admirador del cine clásico, que empiece la lapidación. Más bien "Seven": Brad Pitt se cepilla a Kevin Spacey. El malo, aunque palme, gana. Me parece que esto ha sido un "spoiler", pero en fin, a estas alturas, como para no saber que Bruce Willis está muerto desde el principio en "El sexto sentido". Vaya, otro...


¿Por dónde iba, que me estoy dispersando? Ah, eso. Los finales aparentemente "no felices", pero que esconden un poderoso mensaje en ellos. Un mensaje que hasta se puede saborear en positivo. Como el de esta noche en el Multiusos, creo yo. Gana el Burgos la serie 1-3 tras un partido épico (demasiado épico como para entrar en consideraciones táctico-técnicas, quizás sería estéril) y la gente (unos 3.000, diría yo) allí aplaudiendo, gritando "Cáceres, Cáceres". Vale, vale. En el deporte sólo vale ganar. Lo demás es mierda. Pero perder como se ha perdido hoy y tras los últimos meses de competición que nos han dado los chicos a veces tiene algo de salvable. Y a ello vamos.


Ha sido una versión perfeccionada de lo que ocurrió la temporada pasada, cuando el público consiguió identificarse con el equipo al final, cuando era como ese niño torpe y con taras al que tienes que querer más porque cualquier esfuerzo suyo y cada pequeño éxito sabe mejor. Ese es el mensaje: que la afición sepa que esos son sus jugadores, que les quieren por encima de derrotas y victorias, de éxitos y fracasos.


Ha sido una eliminación sin sabor a eliminación, porque buena parte de todo esto se fue al garete en Burgos, cuando todavía era posible sorprender y el Cáceres tenía cierta "superioridad moral" por lo ocurrido en la liga regular y la dinámica que traía. Pero al final estos de naranja y azul (qué feo el puñetero uniforme, eh) han demostrado que también saben jugar a esto, un equipo más compensado, como mínimo. Sin su "jugador franquicia", Zach Morley, aportando lo habitual, se han llevado la serie. Ahí sus eggs...


¿Vamos con una ración de "están verdes", dijo la zorra? Pasar ronda hubiera sido encontrarse probablemente con un Melilla que sí que no iba a hacer concesiones (aunque las esté haciendo ante el Girona, ahora que me doy cuenta) y, bueno, medio en broma medio en serio, lo peor que le podría pasar a este club sería subir a ACB si la flauta hubiera seguido sonando. En esta región nadie tiene 7 millones de eurazos para sustentar solamente el primer año ese proyecto. Renunciar al jaleo hubiera sido frustrante, por mucho que algún directivo fantaseaba con encadenarse a la puerta de las instituciones en el caso de producirse el segundo 10 de mayo...


Esto va bien. Puede mejorar, pero va bien. No nos volvamos locos. Afortunada o desgraciadamente, la LEB Oro es nuestra categoría. Nunca pensé que diría esto creyéndomelo, después de tantos años en la ACB y otros cuantos todavía rememorándola. Pero es así. Ser un equipo de "playoff", entusiasmar a la gente, disfrutar o sufrir los viernes, asegurar que el baloncesto forme parte del paisaje de esta maravillosa ciudad...


Hoy he cumplido 36 años. No me siento viejo, aunque ya esté más cerca de los 40 que de los 30. Casi la mitad de ellos los he vivido con el equipo de mi ciudad en la primera o segunda categoría española de mi deporte favorito. Soy un privilegiado. Eres un privilegiado si te mueves en los mismos parámetros. Sigamos teniendo noches como ésta, aunque pierdas en la prórroga. Al fin y al cabo, te alegraste cuando Spacey se llevaba lo suyo.

jueves, 6 de mayo de 2010

Pues de momento, no, no en nuestra casa

Una de los aspectos más indescifrables del deporte es por qué los equipos juegan mejor en casa que fuera. Mucho mejor. Vale, el apoyo del público. O que conoces la cancha, los aros, los balones, hasta las bombillas del pasillo lateral del pabellón. O que no estás cansado del viaje. Pero todo me parece eso demasiado nimio para que una y otra vez esto se constante, como ocurrió el miércoles en Cáceres. ¿Fueron Cáceres 2016 y Ford Burgos los mismos equipos que jugaron viernes y domingo en El Plantío?

La clave hay que buscarla en el comienzo, en que los de Aranzana salieron mucho más enchufados, quitándose de un plumazo la ansiedad de ir por detrás en el marcador, como ocurrió allí. Con las riendas y sabiendo hacer su juego de notable defensa y ataque estático "dándole el balón a los buenos" (supongo que se reduce a algo más que eso...), la eliminatoria empezó a cambiar de signo, algo que hay que refrendar mañana. Lo de ayer obliga a ser optimista, sobre todo si los pívots siguen siendo importantes en el partido (es muy difícil ganar solo con juego exterior) y se hace valer el factor campo con unas gradas más pobladas.

Ahí quería llegar yo: hubo más ruido que nunca (geniales los que estuvieron), pero también menos gente de lo habitual. Y eso deja algo tocado, porque... ¿todo el año esperando los playoffs para que vaya menos gente que ante el Cornellá? No sé, mucho Mallorca-Madrid y mucho 2-0, pero algo ha ocurrido por el camino para que ni siquiera todos los socios comprasen su entrada. Esperemos que el viernes esto se corrija.

¿Volveremos a Burgos? Me "paice" que a poco que el partido de mañana se parezca un poco al de ayer, sí. Pero sospecho que no será tan fácil.

martes, 4 de mayo de 2010

Los méritos de Burgos


Después de regresar sano y salvo a casa, he pasado el día arrastrando algo de cansancio, pensando un poco por encima qué podía aportar en el blog que no hiciese en el periódico, donde he escrito un pequeño análisis llamado "Cinco motivos para la esperanza" que os recomiendo. Y he llegado a la conclusión de que con tanto hablar de los pívots del Cáceres, de los malos arranques de partido, de la irregularidad en el tiro, de los árbitros... no hemos dicho demasiado sobre el Burgos, que está haciendo un "playoff" soberbio. Cuesta encontrar alguno de sus jugadores que no esté a un altísimo nivel.


Chris Hernández. Fue la clave del primer partido, probablemente. Como tocado por los dioses, enchufó 16 puntos en 12 minutos y acabó con 25. A Cherry lo frustró, lo cual no es fácil. Tiene una mano estupenda, no hace falta decirlo. En el segundo estuvo más gris, pero mandó cuando tenía que hacerlo. Quizás le hemos minusvalorado porque en el partido de la liga regular Cherry le superó claramente. Si ha sido así, ha sido un error gordísimo.


Iván Corrales. El extremeño está claramente en el momento final de su carrera, pero también aporta lo suyo, dentro y fuera de la cancha. Consciente de que le toca pasar más tiempo en el banquillo que en la pista, se ha convertido en casi un segundo entrenador, dando muchas órdenes a sus compañeros, mucho tiempo de pie. Luego cuando ha salido para darle oxígeno a Hernández ha cumplido. En el primer partido clavó dos triples importantes.


Albano Martínez. Para mí, el factor oculto de la eliminatoria. Juega como poseído y mete casi todo lo que tira. Curioso, cuando menos, cuando normalmente ha sido un especialista de LEB Plata, un excelente triplista (muchos recordarán que le clavó 7 al primer Cáceres 2016 de Pozuelo con el Caja Rioja), pero nada más. Hay que ver lo que puede hacer la confianza con un jugador. Llegó iniciada la campaña casi para completar cupo de nacionales y ahora es titular. Curioso, por lo menos.


Jesús Castro. Quizás no esté brillando demasiado, porque arrastra algún problema físico, pero tampoco está metiendo la pata. Es un jugador con oficio que sabe que llegará su momento, como pasaba la temporada pasada en Los Barrios y la anterior en Almería. Garantiza esfuerzo e intensidad y no hay que dejarle tirar solo.


Zach Morley. Una pequeña victoria del Cáceres ha sido pararle (5 y 11 puntos), cuando es probablemente el mejor "3" de la liga. Lucio Angulo le tiene bien cogida la medida y hasta Francis Sánchez le está sabiendo leer el juego muy bien, aguantándole cuando le ha buscado en el poste bajo. Pero en cualquier momento puede despertar. Es como un "marine" de cerca. Realmente impresiona, y además no es egoísta. Cuando se ha dado cuenta de que no podía aportar anotación, no le ha importado doblar la bola.


Alberto Miguel. De él siempre recuerdo aquellos reportajes en Generación Plus sobre su peculiar carácter: cuando estaba en el Cantabria, practicaba al mismo tiempo varios deportes, incluyendo el surf. Todo un personaje, al parecer, que conserva con 33 años unas cualidades físicas excepcionales, sobre todo un "timing" de salto excelente. A eso le ha añadido veteranía y saber estar. Ha hecho mucho daño saliendo del banquillo.


Peter Lorant. Absolutamente fundamental en el segundo partido, porque supo analizar muy bien qué hacían los pívots cacereños cada vez. Y como tiene igual cualidades para pegarse abajo que para salir fuera a clavar tiros abiertos, pues lo ejecutó sin piedad y con muchísima brillantez, hurgando en la herida de la que brotaba más sangre. Y parecía que en Hungría no se jugaba al baloncesto. Menuda perla el tío.


Jason Blair. Normalmente no se habla muy bien de este hombre en el baloncesto LEB, la verdad. Que si va a hacer sus numeritos, que si es más bien blando en defensa, que si siempre ha estado en equipos que han sido más bien perdedores y que él no ha adoptado el liderazgo que le otorgaban sus siempre buenas estadísticas... Sin embargo, en Burgos está dando un perfil más honesto que todo eso, y en el "playoff" lo está confirmando. Otro de los que si le dejas solo, te la clava. Demasiados de estos llevamos ya, ¿no?


Aloysius Anagonye. Da pánico ver su rostro, ya sea por los pasillos del pabellón, en la rueda de calentamiento, en el minuto 1 o en el 40 de partido. Absolutamente concentrado, como iluminado, expresando perfectamente lo que es la tensión competitiva de una cita como ésta. Por lo visto, un experto del "trash talking". Y no solo es cuestión de actitud: es una roca que con un culetazo se ha quitado de encima más de una vez a tipos que creíamos fuertes como Naymick. Muy importante en el primer partido y oportuno en el segundo en los minutos finales.


Manu Gómez. El prototipo de cuarto pívot de la LEB Oro que todos los clubs querrían tener: honesto, duro, con buena mano desde media distancia... Ha sido el interior que menos protagonismo ha tenido de su equipo, pero tampoco le han necesitado excesivamente más que para mantener fresca la rotación interior. También puede emerger cuando menos se espere.


Andreu Casadevall. Ha manejado bien la eliminatoria, eso es indudable, sabiendo qué piezas mover en cada momento y sabiendo responder, no bloquearse, cuando al Cáceres le empezaron a salir las cosas bien en los dos partidos. Me recuerda en cierto modo a Aranzana, aunque tenga menos currículum, pero expresan lo mismo cuando uno se les acerca: prudencia, conocimiento profundo de los mecanismos internos y volubles del baloncesto y los "playoffs", saber estar... En la mañana del segundo partido nos saludó a la prensa de Cáceres con mucha amabilidad y dijo tenerle muchísimo respeto al ambiente que pueda encontrarse miércoles y viernes. A ver qué tiene preparado.

domingo, 2 de mayo de 2010

Actualización "on the road"


En algún sitio en Castilla y León, entre Burgos y Palencia. Llueve. Y bastante. Y no, no estoy conduciendo, para el que se quiera hacer el gracioso. Hace un rato que hemos salido de El Plantío, marchándonos con la frustración que te queda cuando el Cáceres 2016 ha jugado por debajo de su nivel durante dos partidos y por eso tiene muy cuesta arriba la eliminatoria. El mensaje tiene que ser de esperanza, sí, porque no es imposible remontar un 2-0 en contra, pero también de realismo. Y eso duele. Después de 80 minutos, estas son mis sensaciones mientras que la lluvia no deja de caer.

Cuestión de personalidad. El equipo no la tuvo y la tuvo. Creo que han salido demasiado impresionados por el ambiente, que me he pasado todo el fin de semana diciendo que era fuerte, pero correcto, correctísimo. Estoy seguro que casi todos han jugado en canchas más duras, aunque a algunos se les nota más que a otros. Hay un desgaste psicológico grande cuando durante todo el tiempo te ves por detrás en el marcador, remando contra la corriente. Ahí es donde entra el “sí la tuvo”: los jugadores supieron rehacerse las dos veces y volver a meterse en el partido. Pero no fue suficiente.

El alma es Cherry. Para mí, el nombre propio de los dos primeros partidos. El tipo que cambió el espíritu del Cáceres 2016 esta temporada ha estado bastante descentrado estos tres días, aunque me aseguran que también torturado por algunos problemas físicos. Chris Hernández le fundió el viernes, él se inmoló el sábado y hoy la cosa ha sido más bien “light”, porque no ha tenido peso en el partido, que es lo peor que le puede pasar a una “prima donna” como él.

Los chicos de dentro… Entre Taggart, Berzins y Naymick no suman 70 años. Van a estar en el centro del debate estos tres días por sus flojas aportaciones, que en ninguno de los casos han superado los 10 puntos en los dos partidos. Y no solo eso, sino que además no han parado a los rivales. El primer día, a Anagonye, y el segundo, a Peter Lorant. Es decir, a uno que solo mete desde abajo y a otro que le encanta tirar desde fuera. Quizás estaban impresionados por un ambiente que no se parece al de la liga regular, o cansados por jugar dos partidos tan seguidos. Pero se les necesita, porque cifrar los partidos a la lotería del tiro exterior no es sano.

Lucio Forcada, Xavi Angulo. Qué dos tipos, qué carácter tienen, cómo saben sobreponerse a las dificultades. Hasta cuando se equivocan, enamoran, porque nunca dan un balón por perdido, nunca renuncian a ser golpeados por los rivales, juegan con pasión y entusiasmo. He mezclado sus dos nombres porque me parecen clónicos, por mucho que uno sea un chaval con toda la carrera por hacer y el otro esté de vuelta en el buen sentido. Deben estar aprendiendo mucho el uno del otro en los entrenamientos.

¿El arbitraje? Sí, pero… ¿Qué esperábamos? ¿Un arbitraje que barriese para Cáceres? No. Los “playoffs” son así: cuando hay duda, balón para el de casa, que para eso se ha ganado el factor pista. Y cuando la cosa se relaje y el marcador se dispare en contra, momento de compensar a favor del de fuera, que esto se merece un final igualado. Ya veremos el miércoles, porque tampoco creo que el Burgos sea la caña a nivel federativo y le tengan que poner en bandeja el 3-0. No. No. No.


Se acaba la batería del portátil y no tengo dónde enchufarlo, pero ahí queda básicamente lo que siento ahora. Hasta pronto. Ya no llueve.

¡¡¡Esto empieza!!!


Quedan once minutos para empezar el partido, a ver si puedo contar cuatro cosillas antes de tener que ponerme con otras cosas cuando empiece el tema.


1. Veo muy buena mentalización en el equipo, pero al mismo tiempo tranquilidad, seguridad en sí mismos, sabiendo que si salen centrados van a poder con un rival que no lo va a poner fácil. Pero hay ciertos detalles que me ofrecen optimismo, sensaciones, miradas, complicidades. Puede ser un día bonito para el deporte cacereño después del 4-0 del fútbol y la nueva victoria de las chicas. Veremos.


2. Lucio Angulo tiene serios problemas en el muslo. El golpe que recibió el viernes le está pasando factura y esta mañana apenas ha entrenado, recibiendo sobre todo masajes del fisio, José Moreno "Perry". Está claro que no va a estar al cien por cien, pero también que es una posición bien cubierta en la que Xavi Forcada está ayudando muchísimo y en la que Gio Dedas cada vez va a ir estando más metido. Y luego, ya se sabe, "it's Francis time".


3. Chris Hernández ha estado estirando aquí en mi jeta, apoyado en la mesa de los periodistas en uno de los fondos, con cara de palo. Pero allí al fondo veo a Cherry también metidísimo. Debe haber pocos tipos tan dolidos como él, y tiene una oportunidad perfecta para redimirse lo de que ocurrió el otro día. Va a ser el duelo de los duelos. Uno va a soñarse con el otro durante al menos una semana, lo garantizo.


4. Me cuenta mi hermano Carlos, que acaba de llegar desde Hungría, que ha leído en un periódico deportivo de allí un breve con el resultado del partido del viernes. Claro, juega Peter Lorant en los burgaleses. Es estupendo que el deporte sirva para expandir el nombre de nuestra ciudad de forma tan insospechada. Por cierto aquí no veo tanta promoción de la candidatura de 2016 como en Cáceres, y eso que también son candidatos.


5. Y el CHULETÓN de hace un rato, sí. Podría hablar de ello durante horas, pero ¡el partido empieza!

Gooooooooooooool de Salva


Llega el día del partido, del segundo partido. El despertar ha sido plácido y el desayuno del hotel tengo que decir que no está nada mal. Ahora mismo estoy sentado en la grada del Pabellón El Plantío, escribiendo mientras que los jugadores hacen una suave sesión de tiro. Algo habitual, por otra parte. No ha habido consignas especiales. Antes ha estado el Ford Burgos haciendo prácticamente lo mismo. Hemos saludado a Andreu Casadevall, que, amable como siempre, nos ha dicho que le tiene un gran respeto al ambiente que pueda encontrarse en el Multiusos. Anagonye, con cara de pocos amigos, aunque no sé si le habrán llegado las declaraciones de Cherry.


Los jugadores del Cáceres 2016 se marcharán ahora a ver un vídeo de 20 minutos con algunos detalles del primer partido. Mientras tanto, en el portátil tengo abierto en otra ventana la retransmisión en vivo que hace el Periódico del partido Cacereño-Tenerife B, clave para la salvación en Segunda B. Algunos miembros del equipo preguntan a menudo por cómo van, sobre todo Mario Segalás y Juan Sanguino, dos tipos muy cacereños. Cuando les digo que ha marcado Salva el 1-0 muestran su alegría. El pívot hasta cierra el puño.


Quizás sea un buen preludio para esta tarde. Sin embargo, el día ha empezado con una mala noticia para el equipo, ya que el habitual conductor del autobús que lo lleva, Juanma Gil, se tuvo que marchar ayer porque su suegra estaba muy enferma y esta noche ha fallecido. Juanma es un tipo muy querido en el vestuario: sabe tratar muy bien a los jugadores, se sabe un millón de historias y participa con deportividad en las bromas. Aquí lo han sentido bastante.


Antes de irse a vestuarios, se produce la típica coña de ver quién mete un triple desde medio campo. Lo intenta hasta Aranzana. Nadie acierta. Como improvisados "espías" de este entrenamiento, cuatro hombres de no menos de 70 años que no sé muy bien qué pintan aquí. Luego también entran y salen en el recinto practicantes de esgrima, ya que hay una sala anexa en la que se ejercitan.


Ahora nos iremos a dar la última vuelta por Burgos y tomaremos unos pinchos a modo de almuerzo, pero me conviene ir adelantando trabajo para esta tarde y no creo que me líe mucho. Estamos en contacto, a ver si puedo actualizar otra vez antes del partido.


Antes de que termine de escribir el Cacereño ya ha marcado el 3-0 y que el Iber ha terminado con otra victoria la fase de permanencia de la Liga Femenina 2. Definitivamente, puede ser un gran día para el deporte de la ciudad.

Al final del pasillo, 2-0 o 1-1


Hoy creo que me voy a ir a acostar pronto, por lo que la última imagen que dejo es la que acabo de hacer del pasillo del hotel. La vista desde la habitación es la de un patio bastante sosete. No ha sido un día especialmente duro, pero sé que mañana sí lo será y que nos deparará a todos emociones. He estado un rato en el centro de la ciudad, yendo y viniendo andando para desmentir mi fama de vaguete (son unos 20 minutos, como de La Cruz a la Plaza, para que nos entendamos), cenando en una hamburguesería muy maja --justo detrás de la catedral-- viendo la primera parte del Villarreal-Barça.


Hay que guardar fuerzas. Supongo que la mañana será tranquila, y aprovecharemos para dar la última vuelta por el "meollo" burgalés, pero a partir de la hora de comer va a ser la locura. Como supongo que llevaremos un montón de páginas, habrá que ir adelantando lo máximo posible antes de largarnos al pabellón a eso de las cinco y pico.


A las siete de la tarde se iniciarán 40 minutos de juego intenso, sugerente, de deporte verdadero. Y espero que de competitividad por parte de los muchachos del Cáceres 2016, que son depositarios de muchas esperanzas de miles de aficionados.


Desde aquí también muchos nos acordamos del Cacereño, que se juega buena parte de la permanencia por la mañana ante el Tenerife B. Hay muchos futboleros en el equipo --mayoría madridista-- y también en la directiva. Desde aquí se le mandan fuerzas a los chicos de Angel Marcos para ver si superan ese complicado trance, al igual que las noticias llegadas desde Huelva y que señalaban que el Iber mantenía la categoría en la Liga Femenina 2 han sido bastante bien recibidas.


Mañana más, pues, a ver cuándo me cuadra para actualizar el blog. No olvidéis echarle mientras tanto un ojo a las dos páginas que he hecho con la previa del partido en la sección de deportes de El Periódico Extremadura. El tema de Cherry dará para mucho, ya lo veréis, e intuyo que traerá cola y que no va a gustar al Burgos.


Un abrazo a todos y gracias de nuevo por seguir esta pequeña aventura.

sábado, 1 de mayo de 2010

Tranquilidad y ganas (muchas ganas)


Poco que contar por aquí de momento. Como dije en la última entrada, los jugadores tenían la tarde libre, aunque la mayoría ha preferido quedarse en el hotel tranquilamente. Supongo que querrán estar lo más centrados posibles y que cuando uno lleva años dedicándose al deporte profesional, ciudades como Burgos ya las tiene más que paseadas.


He estado un rato con varios de ellos en la cafetería del hotel viendo el final del Real Madrid-Caja Laboral. Desde luego, Carlos Cherry, con su extraña mezcla entre andaluz y norteamericano, es todo un espectáculo con los comentarios. Es uno de los grandes animadores del vestuario. Por allí andaban también Gio Dedas, Francis Sánchez, Perico Sala, Drew Naymick, Gustavo Aranzana y Mario Segalás. La tertulia, yendo de un tema a otro (deportivo y no deportivo, baloncestístico LEB o baloncestístico ACB) ha sido curiosa. Quién ganará la Liga de fútbol es uno de los temas estrella en muchas conversaciones.


Lo que percibo sobre todo son muchas ganas de borrar lo del viernes. Los "pesos pesados" del equipo se ven capaces de llevarse el 1-1 si se corrigen pequeños detalles y, sobre todo, se sale mucho más mentalizado que el viernes, no dejándose intimidar por un Burgos que sabe dónde morder cuando huele la sangre. Hay que tener DUREZA, y no sólo física, sino mental, para aguantar determinadas situaciones muy propias de los "playoffs". Me ha gustado el detalle de que algunos jugadores han pedido el DVD del primer partido para verlo en sus habitaciones esta noche. No creo que haya mejor motivación.


Mañana de reflexión... y trabajo


Hola de nuevo. Para los que piensen que la vida del enviado especial es un camino de rosas con gastos a todo trapo a costa de la empresa, que sepan que están equivocados. La mañana después de la derrota del Cáceres 2016 en el primer partido del "playoff" ante Burgos ha sido intensa. Y ha tenido su curro, eh. Todo con el denominador común de analizar las causas de lo ocurrido el viernes por la noche para que dentro de un día y pico la eliminatoria pueda igualarse.


El equipo ha desayunado y se ha marchado al pabellón para tener un suave entrenamiento. Suave en cuanto a intensidad, pero no en cuanto a mensajes. Después de los estiramientos, Gustavo Aranzana ha trabajado varios detalles que no le gustaron del primer partido. Sobre todo ha pedido más intensidad, más agresividad, para frenar el juego alegre y ofensivo del Burgos. La sesión ha tenido cierta tensión. "Yo no estoy de vacaciones ni de cachondeo. No ha acabado la puta liga", les ha dicho a los jugadores levantando la voz. Por cierto que Lucio Angulo, con un golpe, no ha entrenado.


Al terminar, Carlos Cherry ha pedido hablar con la prensa cacereña y ha hecho unas espectaculares declaraciones: "El 99% de la culpa derrota es mía por mi defensa a Chris Hernández en el primer tiempo. Les he pedido perdón a mis compañeros por ello, pero que sepa todo el mundo que no se volverá a repetir. Mañana vamos a salir con el cuchillo entre los dientes, como debimos hacer el primer día, y vamos a intentar empatar a uno la eliminatoria. Ellos no son mejores que nosotros. Le digo a la gente de Cáceres que esté tranquila". También se ha quejado de la actitud de "violencia" del pívot local Anagonye. "Me decía que si entraba a canasta me iba a matar. Esto es baloncesto, hombre", ha denunciado.


Luego ha hablado Aranzana, que, pese a reconocer que el equipo está "tocado", ha dado mensajes de esperanza inequívocos: "Si jugando al 60% conseguimos estar en partido, mañana mejorando podemos ganarles. Va a ser una serie larga". Todo su análisis gira alrededor de la intensidad con la que hay que emplearse ante un equipo con el talento del Burgos, aunque también ha habido referencias al arbitraje, que, ha asegurado, "tuvo dos baremos distintos".


El entrenador les ha dicho a sus chicos que se limpien la cabeza de baloncesto durante unas horas. De hecho, tienen libre hasta las 21.30 (pueden comer donde quieran, aunque buena parte de ellos se queda en el hotel). La batalla sigue muy abierta.

Una morcilla a medio comer


Es hora de acostarse, que nadie lo dude. Las cuatro y pico. Ha sido un día largo, de 500 y pico de kilómetros, de un montón de frases escritas, de varias actualizaciones en el blog de esta "experiencia piloto" gracias a mi periódico. Lo del partido de anoche casi me queda borroso cuando hay tanta intensidad y tanta fe para que la tecnología te funcione y no te quedes rezándole al dios Gates que él (y el wifi) no te fallen.


Después del partido (supongo que habréis podido leer la croniquita express, el ambiente y los vestuarios en la web de El Periódico Extremadura) queda una sensación agridulce, como de "con un poco más que hubiéramos hecho, les hubiéramos ganado". Creo que en la vida solo se puede avanzar cuando miras las cosas en positivo, aunque con autocrítica. Difícil mezcla, ¿no? Pero el comentario que más he escuchado en estas últimas horas ha sido en esa línea: "si jugando mal durante más del 60 por cierto del partido hemos conseguido ponerles los eggs de corbata, a poco que mejoremos podemos ganar mañana". Yes, we can, el mismo eslogan el Cacereño de Angel Marcos (vamos, chicos, el olímpico de Las Capellanías debe fundir al Tenerife B...).


Lo de esta noche ha sido una morcilla a medio comer, como la que ilustra esta apresurada entrada a lo Tom Wolfe desde la sexta planta. En realidad, la foto la he sacado hace un par de ratos en La Favorita, un mesón del centro en el que nos han atendido de escándalo con diversas viandas. ¿La estrella culinaria? pues ya veis: esa morcillita que tampoco tiene mucho que envidiar a las de Arroyo de la Luz, para qué vamos a engañarnos. Como cuando te dicen que los jamones de Guijuelo son de cerdos from Extremadura...


La otra mitad de la morcilla nos la podemos comer el domingo a poco que las cosas salgan un poquito mejor: una puesta en escena un poco más enchufada y un arbitraje menos "de playoff" que no sea tan complaciente con el de casa y que solo compense cuando el viento va muy en contra del de fuera. Irse con 1-1 a los partidos del miércoles y el viernes sería un subidón. Muchos coincidíamos en que hay una diferencia de 1.500 entradas vendidas...


¿La marcha de Burgos, pregunta algún noctámbulo empedernido? Tampoco para tirar cohetes de ningún tipo. Parece obligatorio que en todos los lados haya un sitio llamado "El Buda" y allí acabamos los cacereños, pero en fin, me fui a la calle con la clásica sensación de "los mismos perros con distintos collares". No escuché ni a la Nacha Pop ni a Iván Ferreiro ni a Blur ni a Nirvana. Así es que ahí lo dejamos. Mañana espera un día intenso, aunque no haya partido. Desayuno a las diez y media y luego entrenamiento. Y la cama del Puerta de Burgos --por mucho que no se merezca las cuatro estrellas-- aparece ahí a mi espalda, tentadora, brutalmente grande para ayudarme a digerir la media morcilla ingerida y al Buda. Mañana os cuento. Esto va para largo. Gracias por seguirme.